Hola! Este es el primer fic que escribo desde hace poco menos de un año. Estoy algo oxidada así que no sé qué tan bueno este. Es una pequeñísima historia que se me ocurrió ahorita que me ponía (al fin) al tanto con el anime de Naruto, bueno espero les guste y gracias por leer.

Últimos minutos.

—Listo—se dijo a si misma mientras terminaba de amararse la nueva banda en la frente. Ahora era parte del gran ejercito ninja, todavía le sorprendía que las cinco naciones pudieran llegar a un acuerdo, pero se sentía orgullosa de ser parte de eso y llevar el símbolo de la cooperación en la frente.

Suspiro.

Estaba un poco nerviosa. Tranquilízate Tenten, tú no eres así. Pero la verdad era que la guerra le metía miedo, no era una misión en equipo, no era un entrenamiento, no habría acuerdos o negociaciones, era pelear o morir y eso la asustaba.

Suspiro una segunda vez.

—Te quedaras sin aire si sigues así—escuchó la ronca voz de su compañero.

—Neji—sonrió al verlo, una de las cosas que más le asustaban era no poder verlo antes de la guerra.

—Todos se están dividiendo en sus batallones, ¿ya sabes cuál es el tuyo?

—Si—respondió—tengo que ir a la zona este, estaba a punto de ir, solo…— quería ver si te encontraba.

El silencio inundo el lugar, ambos lucían ahora nerviosos, cosa que era rara en el genio, pero teniendo una batalla de tal inmensidad enfrente de ellos era normal.

—Tenten.

—Neji.

Dijeron al mismo tiempo, callando enseguida pues ambos realmente querían saber que quería decir el otro.

—Yo…—comenzó Tenten, su corazón latía rápido, seguramente era lo más rápido que había latido, ni siquiera los interminables entrenamientos de Gai le hacían sudar tanto. Respiro. Se calmó. Se lo diría. Podría morir hoy. No se callaría— Yo…— vamos Tenten…— Yo…

Antes de poder siquiera pensar en terminar la frase Neji la tomo de la mano y la jalo hacia él envolviéndola en un abrazo. Tenten tuvo que aguantar la respiración.

Neji la abrazaba. Neji Hyuuga. Esto no era normal de él, bueno tampoco estaban en una situación normal. Así que en lugar de atormentarse con preguntas decidió solo abrazarlo y disfrutar de ese momento, quería absorber todo de él, su aroma, su calidez, su suave tacto.

—Cuando esto termine—susurró en su oído—tengo algo que decirte.

—Eh… si— fue lo único que la castaña pudo contestar.

El chico se separó de ella y se dio la vuelta, listo para ir a su batallón.

—¡Neji!—dijo en un tono un poco más alto de lo necesario y este se volteó enseguida—solo… solo cuídate ¿sí?—dijo totalmente sonrojada, se sentía un poco estúpida, estaban a punto de entrar en una feroz batalla y era lo único que se le ocurría decirle.

—Hmn— asintió con tono afirmativo mientras le brindaba una de sus raras, pero maravillosas sonrisas, se dio la vuelta y se alejó.

Tenten lo vio irse hasta que se perdió en la multitud, su corazón volvía a latir con normalidad.

La guerra probablemente seria aterradora, habría mucha desesperación y sufrimiento, pero por lo menos ahora Tenten tenía una luz blanca al final del túnel.

Suspiro una última vez.

Bien, ¡vamos a ganar! Se dijo a si misma mientras caminaba a su batallón. La guerra estaba por comenzar.