Capítulo 1

Los personajes no me pertenecen, sólo los tomo prestados para inventar esta loca historia. No tengo ningún beneficio económico de esto xD.

Capítulo 1

—Idiota —murmuró Akane enojada mientras miraba fijamente a su prometido—. Idiota mujeriego, sólo le interesa que las mujeres anden detrás suyo para subirle ese estúpido ego que tiene.

Ella siguió mirándolo mal durante largo rato. ¿Cómo era posible que todos los días pasara la misma escena? ¿Qué tan indeciso era él como para no decir de una vez a cual de todas escogía? Se sonrojó notablemente, no es que a ella le importara de todos modos. Sólo se preocupaba por ellas, andar corriendo detrás de un idiota indeciso todo el día debía ser frustrante.

Ranma sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo de pies a cabeza, se sacudió tratando de alejar la rara sensación de estupor. Giró la cabeza para encontrarse unos ojos color avellana mirándolo de una forma no muy buena.

—¡Diablos! Esta niña boba debe estar pensando cualquier cosa, como siempre —pensó.

Con el sonido del timbre anunciando el término del almuerzo, el joven de trenza logró zafarse de sus pegajosas prometidas con la excusa del pronto regreso del profesor. Vio como se marchaban discutiendo entre ellas con quien él tendría una cita mañana, lo peor del asunto es que él no quería ninguna cita con ellas ni hoy ni mañana ni nunca. ¿Porqué estas chicas no entendían un No como respuesta? Caminando despacio se ubicó en el banco de al lado de Akane.

—Oye, Akane... —la llamó tratando de dirigir la atención de Akane de la ventana hacia él—. No es mi culpa que ellas siempre vengan.

—Como si me importara lo que ellas o tú deciden hacer —dijo fulminándolo con la mirada—, sólo trata de no meterme en tus líos.

—Estás celosa, ¿verdad? —comentó con burla el peli-negro—. No deberías estarlo…

—¡Claro que no estoy celosa! ¡Idiota! Por mi haz lo que quieras con tus prometidas bonitas —dijo Akane dejando en evidencia sus notables celos—. ¿Por qué me pondría yo celosa de un idiota insensible como tú?

—Boba, ¿quién estaría interesado en una bruta como tú? Sólo el idiota de Kuno —comentó con burla Ranma.

Todos giraron sus cabezas hacia la dirección proveniente de un gran estruendo. No fue de gran sorpresa encontrar a Ranma estampado contra su banco con un gran mazo arriba de su cabeza. En realidad esa situación no era una novedad, por lo tanto no le prestaron tanta atención. La clase siguió su rumbo normal en cuanto el profesor llegó al aula.

Ranma caminaba por la baranda con las manos en los bolsillos como siempre hacía de camino a casa. Fijando su vista todo el tiempo en Akane. —Boba —refunfuñó.

—¿¡Qué dijiste idiota!? —gritó Akane parando en mitad del camino—. No es culpa mía que te hayan castigado.

Ranma saltó de la baranda al piso hasta quedando frente a Akane. —¿Cómo que no? El profesor me acusó de dormir en clases y solamente estaba así contra el banco por culpa tuya.

—El que tengan ese concepto de ti no es responsabilidad mía, bobo —agregó la peli-azul mientras retomaba el camino a casa—. De todas formas el golpe bien merecido lo tenías.

—No se de que concepto hablas —comentó cruzando los brazos detrás de su cabeza siguiendo Akane en su trayectoria—. Y no es como si hubiera mentido, tú estabas celosa.

Akane paró en seco para darse vuelta y encarar a Ranma. —Y tú eres un idiota engreído que necesita que las mujeres anden detrás de ti todo el tiempo.

—Pero... pero yo no dije eso —murmuró asustado Ranma por la actitud de Akane—. A mi no me interesan que ellas estén detrás de mí todo el tiempo…

—Pues no lo aparentas —susurró Akane enojada—. Nunca te decides por ninguna de tus prometidas.

—Lo dices como si tu no fueras una de mis prometidas —refunfuñó el peli-negro con los brazos cruzados—, boba.

—Si tú sabes que el compromiso fue arreglado por nuestros padres —susurró la peli-azul con sus mejillas comenzando a encenderse—. ¿O acaso para ti no lo es?

—¿Para ti lo es? —preguntó Ranma jugando tímidamente con sus dedos.

—Yo…yo pregunté primero —respondió Akane con sus mejillas sonrojadas—. Di tu.

Ranma miró fijo hacia Akane. Se veía hermosa, sus mejillas sonrojadas atenuando sus ojos color avellana, esperando una respuesta por parte de él. Decidió acercarse un poco más hacia ella para apreciarla mejor. —Akane…yo…—cualquier cosa que fuera a decir quedó atragantada en su garganta en cuanto recibió un golpe fuerte en la parte trasera de su cabeza.

Akane abrió los ojos sorprendida al ver, de un momento al otro, a su prometido tirado en el piso. —¿Pero qué? —pronunció aún con desconcierto, el cual se esfumó al levantar la vista y encontrar frente a ella a la "adorable" prometida china del idiota de su prometido.

—¡Chica violenta no entender que Ranma ser mío! —gritó Shampoo mientras lanzaba un bombori en contra de Akane.

La joven Tendo se preparó para defenderse del objeto, cuando inesperadamente su prometido salió a desviar el bombori. —¡Ranma! ¡No necesito que tu me defiendas, puedo hacerlo sola! —le gritó.

—¡No digas tonterías! —le gritó Ranma a su prometida—. Sabes que ellas son muy fuertes, no podrías contra ellas.

—Estás diciendo que no soy lo suficientemente buena, ¿verdad? —gritó Akane totalmente enojada—. Te crees que soy muy débil, ¿no? Que soy una inútil incapaz de hacer frente a tus lindas y fuertes prometidas…

—¡Diablos, Akane! Yo no dije eso —correspondió al grito el joven Saotome.

—Ya dijiste suficiente… —respondió Akane con la cabeza gacha mientras se giraba dispuesta a seguir su camino a casa—. Entendí muy bien.

Ranma dio un paso dispuesto a seguirla cuando tuvo que saltar para esquivar una sombrilla que iba derecho a él. Giró para encontrarse a unos no muy contentos Ryoga y Mouse que lo acusaban de maltratar a Akane y de abusar del cariño de Shampoo respectivamente. —¡Mierda! Con estos idiotas molestándome no podré alcanzar a Akane… no entiendo porque se enojó ahora —pensó mientras esquivaba los golpes de ambos chicos.

Shampoo miró como los tres chicos peleaban, atentos cada uno a los movimientos del otro. Se fijó en que Akane se estaba marchando y decidió que eso no podía permitirlo, mucho menos si la había encontrado en una posición demasiado cerca de Ranma. —Shampoo no poder dejar que esto quedar así —murmuró enojada.

Akane tomó rumbo hacia su casa no muy feliz. Había sido humillada una vez más por su prometido. Pero… ¿podría ella haber esperado otra cosa? No, si ella sabía que para él ella no era nada en comparación de sus otras prometidas. El muy idiota no era capaz de ver que ella podía defenderse sola. Se paró en seco en cuanto sintió una sensación rara, saltó rápida y ágil hacia la derecha. Miró el lugar donde segundos antes había estado para encontrarlo roto por un bombori. —¿Pero qué diablos? —preguntó Akane entre desconcierto y enojo.

—Shampoo no permitir que tu escapar —dijo la amazona recuperando su bombori del suelo roto—. Akane no entender que Ranma ser esposo de Shampoo, chica violenta no poder estar cerca de Ranma.

—¿Pero de que estas hablando? —contestó Akane enojada—, puedes quedarte con Ranma, él no me interesa en lo más mínimo.

—Chica violenta mentir mal —dijo Shampoo mirando desafiante a la peli-azul—. ¿Querer luchar o ser cobarde?

—Claro que quiero —Akane contestó poniéndose en posición de lucha—. Yo no soy cobarde.

Shampoo sonrió y se lanzó al ataque. Tiró un puñetazo directo al estómago de Akane que sorpresivamente para ella, fue esquivado por la peli-azul. Gruñó un par de maldiciones en chino para luego probar con otros pares de golpes contra Akane.

Akane saltó un par de pasos lejos de Shampoo, con una mano sosteniéndose el estómago. ¡Maldición! Shampoo había logrado acertarle un golpe certero. Intentando recuperar el aliento, respiró con fuerza, tratando de contener el mayor aire que sus pulmones le permitieran. Pero esto no iba a hacer que desistiera de la lucha, era su oportunidad de demostrar que no era tan débil como todos la creian. Vio como la amazona la miraba con burla en sus ojos. ¡Diablos!, no podía permitir esto. Soltándose el estómago, se volvió a colocar en posición de ataque dispuesta a seguir con la lucha. Shampoo la retaba con la mirada, invitándola a seguir, y Akane sonrió dispuesta a hacerlo. Era su turno de lanzar un golpe.

Abrió sus ojos sorprendida al ver que ya no estaba en frente de Shampoo justo en el momento en que se dirigía a atacarla. —¿Pero que…? —giró su cabeza para encontrarse a su prometido cargándola lejos de la zona donde anteriormente se encontraban a grandes saltos—. ¡Ranma! ¿Quién te crees que eres para hacer esto? ¡No puedes sacarme así de una pelea idiota!

Ranma aterrizó unos metros lejos de la zona donde antes estaban, dejó a Akane enfrente de él. —¡Tonta! No puedes pelear contra Shampoo, ella es muy fuerte.

—¡Eres un idiota Ranma! —gritó Akane entre enojada y triste.

—Saotome eres un cobarde, huyes de la batalla —gritó Mouse interrumpiendo—, no puedes huir así.

—Akane escapar de pelea —llegó la amazona gritando al lugar donde ellos se encontraban ahora.

—Yo no escapé de nada —contestó enojada la peli-azul—, el idiota de Ranma no me dejó continuar. Pero estoy dispuesta a terminarla.

—¡Shampoo basta! Akane no continuará peleando contra ti —gritó Ranma interponiéndose entre ambas chicas.

—No te interpongas Ranma —murmuró Akane dirigiéndose hacia Shampoo.

Shampoo sonrió y con bombori en mano comenzó a atacar a Akane. La peli-azul esquivaba como podía cada ataque pero no era una tarea fácil, la amazona contaba con una agilidad mayor a la de ella y atacaba con un objeto, esto dificultaba mucho más la situación. Pero no se daba por vencida, se defendía y trataba de proporcionar un golpe cada vez que veía la oportunidad. Cayó arrodillada al suelo en cuanto sintió un agudo dolor en vientre, ¡diablos!, otra vez Shampoo había logrado pegarle y ella no había podido hacer nada. No había sido capaz de defenderse. Ranma llegó enseguida, con Mouse detrás de él. ¡Mierda! Había vuelto a quedar como alguien débil. Se levantó, dio la vuelta, y retomó su camino, nuevamente, a casa. Iba a paso lento, podía empezar a escuchar la discusión de Ranma y Shampoo pero no le interesaba en lo más mínimo.

—Ranma ser tonto —gritó la amazona apuntándolo con su bombori—. Ser oportunidad de deshacer de chica violenta. Shampoo ganar ¿o Ranma preferir Akane?

—No…no d-digas tonterías Shampoo —tartamudeó Ranma—, sólo no es necesario que pelees…

—Ranma interrumpir lucha —dijo Shampoo—. Ser deshonor para Shampoo.

Ranma vio como Shampoo se preparaba para continuar con la lucha, parecía dispuesta a no dejar que las cosas quedaran así. Observó como la amazona se iba en su bicicleta por el camino tomado por Akane. ¡Diablos! ¿Porqué demonios seguía todavía parado ahí si hasta Mouse había decidido seguir a la joven china?

—¡Mierda! Shampoo va por Akane —pensó Ranma mientras corría para alcanzarla.

Shampoo iba lo más deprisa que podía en su bicicleta, no podía dejar que Akane escapara esta vez. Escuchaba los gritos del idiota de Mouse que la seguía. ¿Cómo podía pensar que ella iba a desperdiciar una oportunidad como esta? Ranma estaba últimamente mucho tiempo con Akane, eso no podía seguir así. Sonrió cuando la divisó a lo lejos. Genial, este era el momento indicado. Recogió el bombori del canasto de su bicicleta y saltó de ella en dirección a Akane que se encontraba de espaldas mientras caminaba sin saber nada de lo que estaba aconteciendo.

Ranma vio claramente los movimientos de Shampoo, le iba a pegar por la espalda a Akane. ¡Diablos! No podía dejar que ocurriera eso. Dio un salto hacia la baranda para desde ahí impulsarse con otro gran salto directo a Shampoo. La intención de Ranma era detenerla pero debido al impulso de ambos, chocaron logrando que el bombori se desprendiera de las manos de la amazona y tomara rumbo propio hacia Akane.

Mouse trató de detener el dichoso objeto con una cadena que sacó de su traje pero sólo logró darle más impulso del que ya tenía.

—¡Akane! —gritó Ranma frustrado por la situación.

Al escuchar un grito con su nombre Akane giró algo desconcertada. El impacto fue inmediato, el golpe fue directo contra la parte superior de su cara. Sintió que un dolor muy fuerte la invadía, la vista comenzaba a nublársele, un dolor punzante dominaba toda su cabeza y las piernas parecían perder su fuerza. Sintió como se desvanecía completamente en ese momento. Lo último que sintió antes de perder la consciencia fue el dolor del golpe que recibió su cabeza al impactar contra el suelo.

Continuará…

Notas de la autora: Bueno, gracias si leyeron. Cualquier duda, critica u opinión que tenga estoy dispuesta a aceptarla. Si notan algún error o ven algo que puedo arreglar no duden en decírmelo. Me estoy adentrando a este mundo de los fanfictions y las opiniones son importantes.

Sobre el capítulo, se que no dice mucho todavía, es el primero. Luego se irá notando más la trama.

Quiero darle gracias a mis pre-lectoras San-chan y Gina. Muchas gracias, su ayuda y apoyo fueron importantes para mí.

Espero sus comentarios, gracias por leer.

Besos, Anami.