Titulo: "De caminos rotos a juegos de niños"

Parejas: HP / OC

Resumen: Después de 20 años de tener la familia que siempre soñó, la veía desmoronarse ante sus ojos. Todo, absolutamente todo, estaba a punto de destruirse. …

Disclaimer: El universo de Harry Potter pertenece a J.K. Rowling. Yo no gano nada con esto (lamentablemente xD) Es pura diversión

Notas: Este es mi intento de fanfic. No sean muy malos.

Debo mencionar igual que el personaje original NO es el protagonista, es Harry.

Los reviews serán muy bienvenidos

Prólogo

Después de 20 años de tener la familia que siempre soñó, la veía desmoronarse ante sus ojos. Cayendo como una pila de naipes. Todo lo que había logrado, sus tres hermosos hijos, su rutina de llegar a casa y tener a alguien esperándolo, unas Navidades familiares… Todo, absolutamente todo, estaba a punto de destruirse.

Caminó hasta el final del pasillo y dobló a la izquierda. Se paró de forma brusca al frente de la puerta. Una vez que la abriera no habría marcha atrás. Con un suspiró, la abrió.

-Buenos días, señor Potter- dijo la asistente que se encontraba detrás del blanco mostrador.- La señorita Jakobi en un momento le atenderá. Tome asiento, por favor.

-Gracias- susurró Harry. No le pasó desapercibida la mirada curiosa que le mandó la asistente. Realmente le abochornaba toda esa situación.

Fue a sentarse en unas sillas blancas de metal que quedaban justo enfrente del escritorio. Se entretuvo jugando con sus dedos y trato de no pensar demasiado acerca de lo mucho que su vida cambiaría. Ya no habría un nuevo comienzo. A sus 38 años no tenía una expectativa mayor que quedarse solo en una casa vacía por lo que le quedara de vida.

- Ya puede pasar, señor Potter.- le informó la asistente.

Sintió los nervios explotando desde su interior, con un leve asentimiento de cabeza se levantó de su asiento y le dio una mirada al cartel de la puerta que le señalaba la asistente.

-Keira Jakobi-
"Abogada de Divorcios Mágicos"

- Buenos días, señor Potter. Por lo que hablamos ayer por teléfono, este es un caso normal de demanda de divorcio, ¿no es así? - preguntó la abogada Jakobi.

Keira Jakobi era una abogada mágica de 30 años, egresada de la Facultad de Leyes Mágicas. Llevaba 10 años ejerciendo su profesión, en los cuales nunca había visto que una persona que fuera a hacer la demanda de divorcio, estuviera tan nerviosa y abochornada. Mayormente venían a su despacho enojados o llorosos, nunca de la manera en la que él había venido.

Claro, se trataba del Gran Salvador Harry Potter. Jakobi se podía imaginar del porqué se encontraba nervioso, era una celebridad, la prensa se lo iba a comer vivo. No todos los días el-niño-que-vivió-y-venció se divorciaba.

-¿Y bien...? - volvió a preguntar.

-Sí, perdón. De eso se trata, más o menos. Vengo a levantar el acta de divorcio y a pedirle a usted que sea mi abogada durante el juicio.- contestó un nervioso Harry.

- ¿Juicio? Pensé que esto iba a ser un divorcio sencillo. Porque me imagino, señor Potter que usted no quiere tener a toda la prensa encima de usted- dijo algo escéptica la abogada, mientras levantaba una ceja.- Además, si no he leído mal, usted tiene 3 hijos. Podría explicarme ¿por qué usted piensa que nos haremos a juicio?

Harry se alegró de que dijera "haremos".

Hermione le había hablado muy bien de ella. Le había contado que había llevado a cabo más de 50 divorcios, de los cuales solo 13 había perdido, y anulado alrededor de 8 Enlaces mágicos en sus 10 años de carrera. Si alguien iba a poder poner a Ginny en su lugar en un juicio, iba a ser ella. Porque ya se imaginaba lo que Ginny iba hacer cuando se enterara que había hecho la demanda. Conociéndola, iba a sentir coraje y vergüenza de que publicaran en todos los periódicos y revista que había sido él, Harry Potter, quien haya pedido el divorcio. Y lo más seguro es que, cegada de la rabia, lo hiciera a él el malo de la historia. Al menos, tendría el gozo de humillarla como ella lo había hecho hace dos días atrás.

-Yo sé que Ginny no querrá algo sencillo. Si yo no lo llevo a juicio, ella lo hará. Así que para que esperar. Sé que ella querrá quedarse con mi herencia y que por despecho querrá la custodia completa de nuestros hijos. Y ninguna de esas dos cosas voy a permitir.- esto último lo había dicho con tanta determinación, que a Kiera no le quedó más que asentir.

- Muy bien señor Potter -dijo con una sonrisa un tanto malévola mientras hacía aparecer unos papeles con su varita.- Firme aquí y la demanda de divorcio será enviada hoy mismo a su futura ex-esposa.

Continuará…