5 meses después, todo se había estabilizado, por decirlo de alguna forma.
Madeline ya tenía su tienda del té organizada y se había inaugurado dos meses atrás. Su nueva casa estaba encima de la tetería, y se la veía de lo más feliz. Raven y Dexter seguían igual que siempre, aunque más unidos que antes. Ashlynn y Hunter ya sabían que su bebé sería un niño, al igual que Apple y Daring, que sabían que su bebé sería una niña. A ambas ya se les notaba el embarazo. Sparrow no consiguió hablar conmigo. Yo no le respondía a las llamadas ni a los mensajes, no le abría la puerta de mi casa cuando venía a verme y fingía que no estaba, le evitaba siempre que me lo encontraba por la calle. Estar con él me hacía sentir incómoda, asustada. No sabía porque, pero era así y prefería alejarme de ese chico.
Esa noche, Hunter y Ashlynn fueron a cenar a un restaurante celebrando su Cumplemes.
-Adoro estar contigo-dijo Ashlynn enamorada.
-Y yo contigo, mi princesa-dijo Hunter cogiéndole la mano encima de la mesa.
-Soy tan feliz de estar a tu lado… Hay veces en que pienso que todo esto es un sueño
-Pues no, es la realidad-dijo Hunter sonriéndole-Eh… Ashlynn
-¿Si?
-¿Me acompañas al jardín mientras nos traen la comida?
-Claro-dijo ella un poco confundida
Los dos cogidos de la mano, salieron al hermoso jardín, iluminado por pequeñas lucecitas en el suelo. Había un lago en medio, con el agua reflejando la luna. Hunter se arrodilló delante de Ashlynn sacando una cajita de su bolsillo y abriéndola lentamente mirando a Ashlynn a los ojos, quien se quedó realmente sorprendida.
-Ashlynn… ¿Quieres casarte conmigo?
-¡Hunter! Claro que sí-dijo ella radiante de felicidad.
Hunter tomó su mano con delicadeza colocando el bonito anillo con una piedra preciosa de color azul claro. Ashlynn miró maravillada el anillo y se lanzó a los brazos de Hunter abrazándolo con fuerza. Hunter la abrazó por la cintura mientras cerraba los ojos sintiéndose muy feliz.
-Te quiero Hunter-dijo Ashlynn con un hilo de voz en su oído.
-Y yo a ti-dijo Hunter besándola dulcemente a los labios.
Esa misma noche, yo estaba en medio del bosque tumbada en una pequeña explanada observando la luna. Suelo hacerlo cuando no puedo dormir. Ver la luna rodeada de la naturaleza me ayuda a relajarme y a pensar con claridad. Con mi capacidad de loba de tener un oído mucho mejor que el de cualquier ser humano, oí unos pasos en la lejanía que se estaban acercando hacía dónde estaba yo. Sentí curiosidad por saber quien era, así que busqué una sombra detrás de un árbol y gracias a mi capa mágica, me escondí en las sombras. El ser se estaba acercando cada vez más, y con mi olfato bien desarrollado reconocí instantáneamente el olor. Era Sparrow. Asomé la cabeza detrás del árbol y le vi sentándose dónde yo había estado, con su guitarra. Empezó a tocar una melodía lenta, suave. Me sorprendí mucho, Sparrow era más de tocar Rock, pero me sorprendí más cuando empezó a cantar. Nunca le había escuchado cantar así. Tenía una voz muy bonita y estaba cantando esa canción con suma delicadeza. Escuché la letra y me di cuenta de que la canción que estaba cantando era una canción que expresaba tristeza, tristeza por alguien a quien ama y esa persona no le corresponde su amor. Salí poco a poco de las sombras para poder observarle mejor, esa canción contaba todos los momentos que pasé con él. Para mi mala suerte, Sparrow notó mi presencia. Se levantó dejando de tocar extremadamente sonrojado.
-Cerise
Yo quise alejarme corriendo como había hecho otras veces. Pero esta vez no podía. Estaba muy conmovida por su hermosa canción. Sus sentimientos hacia mí parecían del todo reales. Tal vez no quisiera jugar conmigo como hizo con muchas. Las enamoraba, y luego las dejaba. Eso es lo que yo quería evitar. Enamorarme y que jugaran conmigo. En ese momento estaba muy confundida. ¿Qué debía hacer? ¿Qué sentía yo por él?
-Cerise-repitió él acercándose.
Extrañamente no me moví.
-Déjame decirte algo… Y luego haz lo que quieras, desapareceré de tu vida si es lo que quieres. Pero por favor, escúchame sólo un minuto.
Yo sólo asentí lentamente con la cabeza sin moverme un solo centímetro.
-No sé qué es lo que me pasó cuando te vi ese día en el bosque, en una de mis trampas. Pero vi a una mujer preciosa, una mujer de la que siempre había sentido curiosidad. Siempre eras tan tímida que no sabía ni siquiera como hablarte cuando estaba contigo. Hasta que te quité la capucha. No debí hacerlo, pero no me arrepiento. Me siento afortunado de saber tu secreto, de entender el porqué de tu actitud tan fría. A partir de ese día, no podía dejar de pensar en ti. Cada vez que te veía, mi latido se aceleraba. Mis manos temblaban. Hasta que me di cuenta… De que estaba muy enamorado de ti.
Yo le escuchaba atentamente. Una lágrima bajaba por mi mejilla al oír esas palabras de Sparrow. Se acercó lentamente a mí y me limpió la lágrima en una dulce caricia. Cerré los ojos y noté mi pulso acelerarse mucho al contacto de su mano en mi piel.
-Te quiero, Cerise-me dijo con ternura-Te quiero como jamás lo he hecho con nadie. Y este no es uno de mis juegos… Te quiero de verdad
Abrí los ojos y miré sus preciosos ojos verdes. Me perdí en su mirada, que ni siquiera me di cuenta de que se acercó a mi abrazándome por la cintura y me besó. Seguía sin poder reaccionar. Mi pulso se aceleró más, si era eso posible. Con timidez, pasé mis brazos por detrás de su cuello y le respondí al beso.
-Te quiero-dijo aun en mis labios.
-Y… Y yo a ti-dije tímidamente rompiendo el beso para mirarle
-¿Cómo?-dijo sorprendido
-Te quiero
Sparrow sonrió y volvió a besarme.
Apple y Daring también habían salido a cenar junto con Raven y Dexter. Estaban en el restaurante y tenían que pedir. Pero Apple no se decidía, las hormonas del embarazo no le estaban haciendo ningún favor.
-Apple-dijo Daring-el señor está esperando desde hace más de 15 minutos. Pide cualquier cosa
-Pero Daring, ¡es que no sé que pedir!
-Ponle una sopa-dijo Daring al camarero
-¡No!
-¿Una ensalada?-le preguntó Daring
-Por dios, ¡no!
-¿Pasta?
-Tampoco
-Apple, por favor-dijo Daring muy serio ante la actitud de su mujer
-Sopa-dijo algo asustada por la reacción de Daring.
Daring resopló y le pidió al hombre la sopa para Apple. Dexter y Raven observaban la escena sin decir nada.
Apple entrecerró los ojos y empezó a llorar.
-Apple, ¿qué te pasa?-le dijo Raven poniendo una mano en su hombro
Apple no le respondió.
-Escúchame-siguió ella-Son las hormonas por el embarazo. Es una cosa normal. No llores
-Voy al servicio-dijo Daring serio levantándose.
-Dexter, ve con él-le dijo Raven a su chico.
Dexter asintió y fue tras su hermano.
-No me quiere, Raven-dijo Apple llorando
-Claro que sí-dijo abrazándola-Es sólo que esto tampoco es fácil para él. Piensa que Daring no es un hombre de mucha paciencia
-De todas formas, no me quiere-dijo ella llorando más
-No digas eso, te quiere mucho. El destino dijo que debíais estar juntos
-Exacto Raven. El destino. Ashlynn y Dexter estaban destinados a estar juntos y míralos ahora. ¿Qué pasa si Daring no me ama y me deja?
-Eso no pasará
-¿Cómo estás tan segura? Desde que me quedé embarazada no es el mismo. No me muestra nada de cariño
Daring entró al servicio y se limpió la cara respirando hondo tratando de calmarse.
-Daring-dijo Dexter entrando-¿Qué pasa?
-No puedo más, Dexter
-¿El qué no puedes?
-Es muy insoportable
-No es culpa suya. Es normal en un embarazo
-Será normal, ¡pero es exagerado! Tu no la ves en casa-dijo resoplando
-Daring, tienes que tener paciencia
-¿Más?
-Tienes muy poca
-Gracias-dijo con sarcasmo
-Es cierto y lo sabes. Tienes que ser paciente. Ella no controla estos cambios de actitud. La amas, ¿no?
Daring guardó silencio.
-¿Daring?
-Sí, sí que la amo
-Entonces entiéndela, ayúdala. Necesita que estés a su lado, que la quieras. Sé más cariñoso y comprensivo con ella
-Me pone de los nervios con su actitud
-Te entiendo. Pero debes ser paciente. ¿Lo harás?
-Vale, pero que sepas que pareces mamá
Dicho esto salió del servicio haciendo sonreír a su hermano. Daring llegó a la mesa y se dirigió a Apple, quien seguía llorando.
-Apple, ¿podemos hablar a solas?
Ella levantó la cabeza para mirarle y asintió con la cabeza. Cuando se levantó, Daring la cogió de la mano y la llevó a una sala del restaurante dónde no había nadie.
-Apple, lo siento-dijo Daring en cuanto estuvieron allí
-No, yo lo siento
-No es culpa tuya-dijo Daring-Lo siento
Apple le abrazó. Daring la rodeó besándole en la cabeza.
-Te quiero mi reina
-Y yo a ti
¡Hola!
Aquí estoy de vuelta con la segunda parte de "Todo puede cambiar"
Espero que os guste y me dejéis un comentario con vuestra opinión ;)
Y ya sabéis, el viernes que viene, otro capítulo
Un beso
