Disclaimer: Harry, Hermione, Neville, Severus o cualquier personaje de esta increíble historia no me pertenece, desearía que si pero no. Solo me pertenece lo que a continuación leerán.
Este Fic participa en el reto "Viñetas de Emociones" para el foro "La Noble y Ancestral casa de los Black"
Envidia…
Los miraba a cada minuto y no porque quisiera, si no porque eran su maldición personal. Su infierno a fuego lento, pues cada que iba a un lado ellos aparecían, detrás de una columna, caminando por un pasillo. Tan ajenos a él, ignorando todo aquello que no fueran los ojos del otro, tan enfermamente enamorados…
Tomados de la mano, con los dedos entrelazados. Ella tocándole la espalda en un compás que parecía más que relajante, él atreviéndose a medirle con las manos la cintura. Aquel neandertal teniendo el alto placer de deleitarse con los ojos verdes de la pelirroja, y ella tontamente hechizada con el cabello castaño del muchacho. Sonreían, reían, se besaban, se amaban.
¿Y a él quién lo quería?
Se sintió estúpido por haberse preguntado aquello, se giró antes de observar como la pareja más perfecta de todo Hogwarts se besaba con una tortuosa ternura que le enfermaba. Como siempre entro a los últimos pasillos de la biblioteca, aun observando entre algunos huecos libres entre los estantes la despeinada melena de Potter y algunos mechones rojos de Lily. Eran exactamente dos semanas y tres días desde que Lily ya no le dirigía ni una mirada, le pasaba de largo y se enfocaba en solo dos cosas: estudios y James Charlus Potter.
¿Y él?
Severus Tobías Snape no tenía nada mejor que hacer que leer, aprender, estudiar y odiar. Era una lista larguísima de cosas que debía de repasar, y debía aceptar que aún que extrañara a Evans su progreso intelectual iba ascendiendo, por el exceso de tiempo libre que tenía. Cerró el libro que llevaba en manos, sentándose fachosamente en la mullida banquilla que había allí.
Podía observar la sonrisa de oreja a oreja de Potter, cada diente perlado y unos labios casi perfectos. El cabello despeinado y la voz de ensueño, el único defecto que le podía ver es que usaba lentes y era algo sencillamente estúpido pues la vista la podía corregir con un simple hechizo.
Entonces pensó, y deseó de todo corazón ser él…
Era extraño pero cierto, Snape sabía que había una gran diferencia entre celos y envidia. Sabía que los celos consistían en el temor a perder algo o alguien y que otro lo poseyera, y la envidia…
Era lo que él sentía.
Envidiaba a Potter aunque jamás se le escuchara pronunciarlo. Porque era guapo, perfecto, atlético, inteligente, habilidoso y suspicaz, poderoso y hasta podía apostar que era buen amigo. Lo envidiaba por cada cosa que él no podría tener ni en sueños. Pues él gozaba de una condición física digna de lamentar, estando en los huesos y sin poder hacer nada que conllevara correr o cargar algo. Con los dientes chuecos y amarillentos, los ojos negros y que gozaban de un poder admirable de intimidar a cualquiera, nariz demasiado grande y cabello de lo más nefasto. Era inteligente también poderoso, pero tenía la lengua inyectada de veneno…
Así él no podía funcionar en la materia de amar…
Se levanto cuando observo que la pareja comenzaba a subir de tono sus acciones, no sin antes dar un pequeño hechizo a los libros de la repisa más alta. Escuchando los quejidos de Potter a lo lejos, sonrió de forma torcida en un acto de mera ironía pues hasta la suerte de ese bastardo era perfecta.
Lo que más le envidiaba era esa jodida suerte.
N/A: Me vuelvo loca, ya tengo dos retos y el otro me esta costando trabajo este ya casi lo acabo cuestión de tiempo para que este completo xD
Pero quiero a Rainbow ):
Por favor denme un Review, y muchas gracias por leer y darse una vuelta por acá.
Hasta luego, un beso & abrazo.
Pain los quiere :3
