DISCLAIMER: Esta historia está basada en los libros escritos por Rick Riordan, los derechos pertenecen a él.
DISCLAIMER 2: La presente historia es una traducción autorizada por el autor original vPxForerunner x. Para visitar su perfil o leer la historia original, he dejado los links directos en mi propio perfil.
(Percy)
Mirando a mí alrededor me encontré en lo que parecía una cueva pobremente iluminada, donde el techo parecía invisible; sin embargo, gracias a eventos recientes, sabía que esto no era verdad. Noté a lo lejos una mata de cabello rubio empezando a moverse.
—Annabeth, ¿te encuentras bien?
—Sin contar que estamos en el Tártaro, en medio de una guerra, después de pelear contra la madre de todas las arañas… me encuentro muy bien, sesos de alga.
—No hay necesidad que te pongas sarcástica, chica lista.
—Necesitamos un plan si queremos sobrevivir a esto y encontrarnos con los demás en las puertas.
—Bueno, la última vez que revisé, no tenemos un mapa del pozo, lo que significa que tendremos que hacernos con uno o lidiar con los locales, quienes por cierto resultan ser los peores monstruos conocidos por el Olimpo y que me odian por enviarlos yo mismo a aquí abajo.
—Afortunadamente no todos somos tan "queridos" como tú. De todos modos la mayoría de ellos ya estarán en el mundo real ahora que las puertas están abiertas, o estarán cuidándolas para Gaia.
Respondiendo a las esperanzas de Annabeth, una pila de rocas cercana se empezó a levantar y moverse revelando a una herida y muy molesta Arachne, de quién sus ojos reflejaban odio puro.
—¿Decías? —no pude evitar decir, lo que terminó en Annabeth lanzándome la mirada de "no es el momento". No es mi culpa, algunos se asustan, yo me pongo sarcástico.
—De tal madre, tal hija. Ambas me quitaron todo pero ahora tomaré mi venganza matándote y arrebatándole la hija favorita a mi archienemiga.
Hay un par de cosas que me molesta: traición, herir mujeres y, lo que más, amenazar a mi familia y amigos. Por eso, en cuanto terminó de hablar me interpuse entre Annabeth y ella desenvainando a Contracorriente.
—Oh sí, el hijo de Poseidón. La señora tiene planes para ti. Te capturaré después de lidiar con la engendro de Athena.
—Tengo un plan, Percy —me susurró Annabeth.
—Cuando quieras, nuestra araña favorita parece tener la paciencia de una y no ha movido nada más aparte de su boca, pero dudo que eso dure mucho tiempo más.
—Necesito que ataques sus patas izquierdas mientras me hago invisible y ataco las derechas. Ya está herida por lo que si somos capaces de incapacitarla, deberíamos poder escapar.
—¿Por qué no matarla? —le pregunté confundido.
—Porque me siento culpable. Mi madre la convirtió en lo que es por simple envidia. Vi sus trabajos en Roma y son tan buenos como los de mi madre —admitió.
—De acuerdo, a la de tres… 1… 2…
Justo cuando Annabeth estaba por cubrirse con su gorra de los Yankees, se encontró cubierta de la tela de araña que Arachne había lanzado, causando que tropezara y cayera. Esto le dio a Arachne la oportunidad para atacar. La situación de Annabeth causó que empezara a ver todo rojo a tiempo que cargaba contra la reina araña. En cuanto llegué a rango se balanceó contra mí con su pata trasera izquierda, pero ya me había anticipado dando un paso hacia su derecha a tiempo que hacía caer a Contracorriente en arco cortando sus tres patas traseras y causando que trastabillara mientras lanzaba un grito, pero aún no había terminado. Procedí a cortar todo su lado izquierdo. Ignorando sus gritos me acerqué con Annabeth.
El hilo rodeándola parecía ser de acero, forzándome a utilizar el cuchillo de Annabeth, que había terminado en el suelo para cortar los hilos alrededor de sus piernas y pecho. Fue fácil cortarlo con el bronce celestial de la hoja.
—Percy… gracias.
—Me conoces, jamás podría ignorar alguien en problemas, la lealtad es mi debilidad, ¿recuerd…? —mientras respondía fui obligado a pararme en seco cuando Annabeth me besó. Obviamente terminé babeando como tonto. Nada nuevo.
—Cierra tu boca o se te meterán moscas, sesos de alga. Terminemos con Arachne y salgamos de aquí.
Mientras nos acercábamos, la temblorosa araña parecía estar convirtiéndose lentamente en polvo… la heridas fueron fatales. Annabeth sacudió la cabeza desilusionada.
—Todo lo que tenías que hacer era dejarnos pasar. De verdad lamento que esto te pasara, lo que mi madre te hizo estuvo mal, no merecías quedar convertida para siempre en un monstruo —lo dijo con lágrimas en sus ojos. Sin embargo, la mirada de Arachne estaba imbuida con rabia e incrementaba cada vez más con la hija de su enemiga mostrándole lastima.
—No quiero tu simpatía, ¡quiero tu cabeza!, pero si no puedo tenerla te maldeciré. Cuando tengas esperanza de victoria, lo perderás todo y morirás frente a aquellos que amas, hija de Athena, ¡lo juro sobre el río estigio! —escupió y, en un último intento de arremeter contra nosotros, la atravesé con Contracorriente y se convirtió en una nube de polvo dejando una bola de seda en su lugar.
Annabeth tenía una mirada sorprendida después de la muerte de Arachne.
—¿Pero por qué… no entiendo, por qué haría eso? —dijo mientras lágrimas caían por sus mejillas.
—Annabeth, todo está bien, ella escogió su destino, sus palabras fueron balbuceos de mujer demente —traté de sonar sincero pero ni siquiera yo estaba tan seguro. Un retumbar distante, como el eco de un trueno sonó cuando lo juró sobre el río estigio… me preocupaba pero me juré a mí mismo que protegería a Annabeth, nadie la iba a quitar de mi lado.
—Vamos, salgamos de aquí —le dije aun mirando la bola de seda, ella asintió vagamente y nos adentramos más en la oscuridad.
Caminamos por lo que se sintieron días. Pocos monstruos se interpusieron en nuestro camino, aparte de los ocasionales perros del infierno o las empusas quienes, al atacarnos, cayeron al instante a manos de Contracorriente o el cuchillo de Annabeth. Parecía aun agitada por toda la experiencia con Arachne, a ratos murmuraba a sí misma, como si tratara de entender a fondo las acciones y el destino de la araña aunque cada vez que le preguntaba, ella negaba que existiera problema alguno.
—Entonces… ¿no tienes idea de a quién le podemos pedir direcciones? —pregunté buscando sacarla de su trance.
—Bueno, esperemos no encontrar monstruos descerebrados con deseos de morir, como siempre. Este lugar solo responde a un solo maestro y ese es el dios primordial Tártaro, pero preferiría evitarlo a él y a sus seguidores a toda costa.
—¿Por qué no nos ayudaría? Después de todo Gaia es el enemigo y también es una primordial.
—Dioses sesos de alga, a veces eres bastante idiota. Puede que no exista amor entre los dos pero olvidas que los gigantes son los hijos de Gaia y Tártaro. Puede que él no quiera que Gaia gane pero tampoco se opondrá a sus propios hijos —me respondió cerrando el tema.
Continuamos nuestro camino hasta que empezamos a escuchar el ruido de un río viniendo de la distancia, que siendo hijo de Poseidón, significaba un aumento de nuestras oportunidades. Después de una media hora pudimos ver una débil luz reflejándose en un río de aspecto calmo. Lo que captó mi atención fueron los escombros fluyendo con la corriente y lo reconocí de mi primera visita al inframundo, cuando buscábamos el rayo maestro de Zeus. Basura como diplomas, flores, cartas de amor y otros restos de sueños incumplidos al morir.
—El río estigio fluye en el Tártaro después de abandonar el inframundo —Annabeth comentó, como si no me hubiera dado cuenta.
Sin embargo, las palabras perturbaron a la sombra que estaba sentada a la orilla del río, revelando la forma de un hombre alrededor de los cincuenta, con pelo canoso pero lo que me impresionó fue su altura, de casi 10 pies de alto. Todo su cuerpo estaba cubierto de cicatrices como si hubiera sido partido en trozos y definitivamente tenía aquellos ojos dorados que conocía y que, sin embargo, no estaban llenos de odio y promesas de caos como en el pasado, sino simplemente con cansancio.
—¿Sabes quién es, Percy? —obviamente ella aun no notaba el brillo en sus ojos. El hombre levantó la mirada y asentí con la cabeza.
—Abuelo… —llamé a la figura en las sombras.
Buenas
Yo se, quieren matarme por publicar algo ajeno a Los Potter, pero les puedo prometer que la historia vale la pena a los que les gusta Percy Jackson. No hablaré de mis otros trabajos en estas notas exceptuando esta ocasión.
No se cada cuanto actualize esta historia pero será más rápido que las demás debido a que es menos demandante hacer una traducción que estrucutrar desde 0 un capítulo, eso se los aseguro.
Este es corto, estaremos leyendonos pronto que ya tengo el siguiente a punto de salir. Como siempre, los agradecimientos a Kathitha, mi querida beta que aceptó también corregir esta historia.
Espero les guste, les mando un abrazo y espero leerlos en la caja de comentarios, me emociona poder leer sus reacciones a esta historia que personalmente me encantó. Eso sí, a los que ya la leyeron en ingles, porfavor abstenganse de dejar spoilers, no es agradable para los demás.
Saludos
ReyAlex
