Saint's Anatomy

Cap 1. Llámame Dr. Sonam

No podía creer que enserio había dejado que eso le pasara, justo el día antes de iniciar su nuevo trabajo. Sí, era estúpido, irresponsable y no lo había pensado muy bien, pero también había sido delicioso, y considerando que el chico se había ido antes de que la luz del sol bañara por completo su alcoba, Mu Sonam pudo considerar que la noche loca con el castaño sexy del bar, quedaría relegada la bendición de la luna, y que esa mañana le pertenecía al inicio de su primer año de residente en cirugía en el hospital más prestigioso de Seatle.

Tomaba su café mientras iba en el carro, un par de sorbos cada semáforo, y, al llegar al estacionamiento frontal, tan conocido para él ya, olvidó que debía ir hacia la parte reservada al personal, y estacionó en uno de los lugares de los visitantes. Ya aprendería con los días, por el momento iba tarde, así que sólo se acomodó sus cabellos con los dedos, tanto como pudo, y salió, terminándose el café de un sorbo largo y lanzándolo a la cesta de basura que había en medio del estacionamiento. "Es hora, Mu. Tranquilo, tranquilo".


− Creí que habías decidido escapar de tus papis, Sonam – Afrodita Dönkhet se burlaba de él mientras terminaba la cola de caballo en la que recogía su cabello rizado celeste. Mu le había dicho, desde sus años de universidad, que el tinte que escogía, y seguía aplicándose con cada vez más frecuencia, se terminaría confundiendo y pareciendo demasiado al uniforme de los cirujanos residentes, pero ella nunca había sido de las chicas que seguían órdenes ni consejos.

− No creas que no lo pensé. ¿Por qué demonios tuvo este hospital que absorber el Mercy West? Quiero decir, los veía en casa, y estaban bien con eso, pero ahora todos pensarán que consigo cirugías únicamente porque mi papá es el cirujano cardiotorácico titular, y jefe del departamento – Mu se acomodaba el pantalón en ese momento, y comenzaba a deshacerse de su camisa −. Además, siento que va a presionarme para que escoja su especialidad, cuando por fin comenzaba a hacer buena carrera en general. ¿No te parece injusto? – Desabrochó el último botón, y su camisa calló al piso mientras buscaba su anti-transpirante en el casillero.

− Lo que me parece injusto es que nuestro grupo de cinco residentes haya sido descuartizado con la absorción. Despidieron a los otros dos de los que nunca nos aprendimos sus nombres, y ahora trabajaremos con un par de extraños que hicieron su internado aquí – Shaka Mahalí salía del baño de la sala de residentes, el cabello recién trenzado cayendo a un lado por sobre su hombro izquierdo.

− ¿Si te estás escuchando, Shaka? Esos dos serán igual de desconocidos que el par "cuyos nombres nunca aprendimos". Además, escuché que fue porque no aprobaron su examen de internos, entonces no es para nada injusto – Afrodita paseó sus dedos por la espalda de Mu mientras soltaba una risita –. Lo que a mí me parece injusto es que Mu haya aprovechado el apartamento que le regalaron sus papis para venirse estrenado al primer día de residencia. ¿Noche salvaje, campeón? Lo digo por las marcas de arañazos en tu espalda – Afrodita le sonrió con complicidad mientras quitaba las tiras del sostén antes de colocarse la camiseta.

Shaka lo miró con incredulidad – Sabía que no debía dejarte ir con ese del bar. ¿Qué pasó con que el sexo casual es sólo de Dita? – Mu se ponía en ese momento la camiseta del uniforme, con la cara roja como un tomate.

− Eso no es de la incumbencia de ninguno de los dos – Se colgó el estetoscopio, justo cuando los tres se quedaron cayados y con las bocas abiertas. Uno de sus nuevos colegas de residencia recién llegaba, con la cabeza clavada en el pisapapeles que llevaba en sus manos.

− Hola, yo soy el Dr. Navrakis y les serviré de guía y los llevaré con sus titulares de hoy. Estoy encantado de que se nos unan al equipo… − Por fin, el recién llegado a la habitación levantaba la mirada, únicamente para abrir los ojos mucho en el momento en el que los posó sobre la mirada verde de la otra noche. El silencio se instauró de inmediato, hasta que Dita cerró con fuerza su casillero, yendo hacía Navrakis con una sonrisa brillante.

− Bueno, ahora sabemos cómo llamarte en lugar del "Castaño Sexy", que era tu nombre clave anoche en el bar – extendió su mano y tomó la de Navrakis, quien aún seguía observando a Mu a los ojos, al igual que él de regreso – Afrodita Dönkhet, es un placer.

− Sí, claro, Dra. Dönkhet, he oído que es el futuro de plástica.

− Bueno, yo no he oído de usted, pero sí vi lo que hacen sus uñas en la espalda de alguien. Espero que las haya recortado para que no rompa sus guantes quirúrgicos hoy – Dita le hizo señas a Shaka, quien entendió de inmediato y salió de la habitación tras ella, no sin antes presentarse también a Navrakis como el Dr. Mahalí. En cuanto estuvieron solos, Navrakis… Aioros, debió recordarse, se acercó a él, con una mirada hipnótica, como si aún lo viera desnudo en la cama.

− Mu… yo… − Aioros se acercó otro paso, y en ese momento Mu puso su mano en el pecho del nuevo colega, empujándolo un poco hacia atrás, y luego, extendiéndole su mano igual que Dita y Shaka habían hecho, se dispuso a contestar.

− Mucho gusto, Dr. Navrakis, ya conoció a mis compañeros del Mercy West, y yo, por último, soy el Dr. Sonam. Si no le molesta, me saltaré el recorrido inicial porque conozco el Seattle Grace desde que tenía siete y me escapaba de la guardería para reunirme con mi padre, que es a quien voy a ir a ver de inmediato.

− El Dr. Sonam se encuentra en cirugía, me temo que no…

− No a mi padre el titular de cardio… a mi otro padre, el Dr. Vólida, el jefe de cirugía.

Mu salió, acomodándose sus cabellos rubios en un moño alto sin voltear a mirar a Aioros, pues temía que él mismo se le lanzara encima mirándolo como anoche, desnudo en su cama. Aioros no podría negar que mientras se iba, observó el trasero de Mu hasta que lo perdió de vista, y luego salió a reunirse con los otros dos doctores, lamentando que Sonam quisiera actuar como si nada hubiera pasado.


− Reviso unos presupuestos para un estudio médico importante, si no es urgente, retírese.

− Lo siento, papá. No sabía que estabas por fin revisando los folios que te dejó padre en la nevera desde hace dos noches. Puedo volver después.

Sísyphus se levantó rápido de su escritorio y abrió la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja en su cara, y abrazó a Mu tan pronto como lo tuvo en frente − ¿De qué hablas? Ya te dije que nunca estoy ocupado para ti, pequeño.

− Ya no soy el pequeño que recogías en la guardería – contestó este a su vez, separándose, entrando a la oficina, y cerrando la puerta después.

− Créeme que eso lo sé, ahora serás un cirujano ocupado y talentoso como tu padre.

− Puedo ser uno menos ocupado como tú, quizá – Su tono fue más enojado de lo que planeaba.

− Eso no es justo. Sabes que hubo un tiempo en el que no pude operar, y sé que fueron tus años críticos de niño, pero tu padre debía hacer cirugías como loco para sostenernos económicamente. No estás siendo justo, hijo.

− Tú siempre has sido más padre para mí que él, y eso que fue él quien me engendró junto a mi madre muerta, y tú llegaste después. Quiero decir, este es mi primer día, y ni siquiera está aquí para saludarme.

− Lleva en el quirófano horas, fue una emergencia que yo mismo le asigné porque sé que ningún otro cirujano de cardio haría el excelente trabajo que Shion hace. Y yo estoy aquí para recibirte porque jamás volví a ser tan bueno, y me pusieron en administrativo para al menos no perder el puesto en el programa de cirugía.

− Sabes que eres el mejor, papá. Te quiero – Mu lo abrazó, queriendo dejar el tema de su padre atrás −. Ahora tengo rondas, así que me voy.

− Disfruta tu primer día, y salva muchas vidas, mi amor – Sísyphus lo besó en la frente −. Haznos sentir orgullosos a tu padre y a mí.

− Haré cuánto pueda, pero padre tiene expectativas altas – Abrió la puerta, y antes de salir, dedicó una mirada divertida a su papá −. Por cierto, creo que es mejor que me digas Dr. Sonam y me trates como a cualquier residente. Lo hará ¿cierto, Dr. Vólida?

− Como quiera, Sonam. Ahora lárguese a rondas si quiere conservar su empleo.

Mu cerró la puerta agradeciéndole a Sísyphus por ser el mejor papá, y eso lo hizo sentir un poco culpable, como todas las veces. "Así que Dr. Sonam, en eso eres tan igual a tu padre". Sonrió, observando la foto de su boda con Shion, en la que Mu apenas tenía siete y su madre dos años de muerta. Shion nunca se había recuperado de aquello, e incluso una vez, estando ebrio, le había reprochado a Sísyphus que le había robado a su hijo… Eso siempre le rompía el corazón cada vez. Al parecer, el suyo, el de Sísyphus, era el único corazón que Shion Sonam, el mejor cirujano cardiotorácico del país, dañaba en lugar de arreglar.


Quiero agradecer a todos quienes se metan a leer esta historia, son muy amables ustedes por tomarse el tiempo. Para quienes quizá no lo conozcan muy bien, o no vean la ficha y las categorías, quiero aclarar nuevamente que este fic es una combinación entre Saint Seiya, de dónde vienen todos sus personajes principales, y Grey's Anatomy, serie de ABC creada por Shonda Rimes que amo, que es de dónde viene el tema médico. Quiero también aclarar que no tengo conocimientos en medicina, y que por eso no tengo autoridad para hablar de procedimientos ni nada por el estilo, los pocos que mencione, vendrán de los que he visto mencionados en la serie, aunque el fic se centrará en relaciones amorosas (Shion&Sísyphus/Mu&Aioros). De nuevo, gracias por leer, espero les guste la historia. Está en constante proceso de corrección, pues fue escrita hace unos meses, e iré subiendo capítulos, si puedo, cada semana sin faltar.

Love Allways, AS