Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, los derechos son de Masashi Kishimoto.

Sumary: Era tan detestable, tan insufrible que solo verlo le irritaba, pero cuando supo su secreto supo que ese era su momento. -¿Cuánto vale una noche con usted, sensei? ¿Es muy cara?-.


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MISS AND HOST

By Yunmoon

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Capitulo 1

El bastardo y la mocosa

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-Waaa… Mira, sensei esta mirando por la ventana… ¡Se ve tan lindo!-.

Solo refunfuño una vez, joder, si que se veía lindo.

-Es solo un maldito bastardo-.

-¡Sakura!-.

El hombre hecho una mirada más por la ventana y luego se levanto de su asiento dirigiéndose al asiento de la chica rubia, se veía molesto. Freno su andar frente al asiento de la rubia, ella solo bajo la mirada bastante apenada y asustada.

-¿Ocurre algo, señorita Yamanaka?-.

-No, nada. Lo siento-.

-Resuelva el primer ejercicio… Y usted señorita Haruno, resuelva el segundo-.

-Si-.

Respondieron automáticamente ambas. Mientras pasaba al pizarrón lo miro de reojo retándolo con la mirada, era solo un maldito bastardo con aires de grandeza, solo eso. Respondió la pregunta pero noto su error, molesta consigo misma busco la mota, maldita mota, resonó en su cabeza ya que no la encontraba, entonces un aire caliente en su cuello la asusto, pero decidió que voltear era tan estúpido como seguir ahí sin decir nada.

-La mota, señorita Haruno-.

Sin decir si quieras gracias tomo la mota y comenzó a borrar a toda prisa, entre más pronto terminara mejor para ella. Por eso detestaba esa clase, matemáticas era su materia favorita pero detestaba a ese profesor, creído, mentiroso y farsante, quien sonreía cuando hablaba con los otros profesores, quien se comportaba como un bastardo frente a los estudiantes, quien le importaba poco si tenía admiradoras, quien con la mirada las rechazaba, ese tipo de hombres los odiaba.

-Un excelente procedimiento… pero el resultado esta mal. Por favor ponga más atención a la clase-.

-Si, sensei-.

Gruño por lo bajo mientras se sentaba en su lugar, lo miro una vez más y gruño de nuevo cuando felicito a su amiga rubia y con gentileza le decía que tenía un pequeño error y casi le corregía todo el ejercicio. Esa era la razón, era un maldito bastardo solo con ella, ese profesor de mierda, ojala se fuera de una buena vez, ¿qué no solo era un profesor temporal? Si su maestra favorita, Kurenai, no hubiera embarazado y tenido a su hijo justo al final del curso como ahora, ese maldito desgraciado nunca hubiera dado clase, al menos no a ella. El sonido de la campana de cambio de clase le provoco una sonrisa y se levanto comenzando a alistar sus cosas para biología.

-Señorita Haruno, espero verla después de clase, la estaré esperando en el departamento de matemáticas, le recomiendo que no falte-.

Después de sobrepasar el sobresalto miro al profesor de reojo con la mirada huraña que se había encargado de programar solo para mirarlo a él y diciendo un seco y borde "si" salió de ese salón. Nunca sabría cuando había comenzado la aversión contra él, probablemente desde el momento que lo miro o el momento que el dijo que se llamaba Sasuke Uchiha o quizá en el momento que dijo que no le importaba que fueran chicos o chicas, lindos o feos, de cabello negro (y riendo) o rosado, para él todos eran iguales, no importaba el momento, solo sabía que era el peor de los profesores que alguna vez pudo conocer, y no era por la clase, la clase de verdad era muy buena como pocas veces se lo hubiera imaginado, pero él era una mala persona, malhablada y sobre todo arisco.

-Sensei… estoy aquí-.

Él sin embargo no volteo, maldito insensible desgraciado, podría estar en su casa o al menos de camino a ella, pero no, estaba con ese en el departamento de matemáticas y quien sabe porque maldita razón.

-Sen…-.

-Te escuche la primera vez… No tienes porque ser tan ruidosa-.

Estaba estresada, lo mejor era que se calmara si no quería provocar algo malo, como que la expulsarán por agredir a algún profesor, a ese maldito profesor. Se acercó un poco más y fue inevitable oler esa colonia cara, parecía como si con el simple olor lograra conseguir seducir a alguien… era probable que fuera su imaginación, después de todo los profesores y los alumnos tenían estrictamente prohibido llevar perfumes o lociones. Olió una vez más, el olor persistía, ¿podría ser que ese profesor haya olvidado que no se permitían las fragancias? Eso a ella le importaba nada.

-¿Para que quería que viniera profesor?-.

Esta vez el volteo y fue inevitable ver los ojos enrojecidos, habían tres opciones o incluso cuatro, la primera y la menos probable era que hubiera estado llorando, la segunda y más probable era que por ser un bastardo y estar haciendo pruebas sorpresa no hubiese dormido ese día, la tercera y la que reservaba comentarios era que por ir a una fiesta y beber mucho ese día tuviera resaca y la ultima y que aseguraba que no era nada probable era por estarse drogando, pero la tacho, aunque ese fuera un maldito huraño no parecía de los que se drogaran, se veía muy sano.

-Mi clase… ¿Qué te molesta de mi clase? ¿La materia? ¿La hora? ¿El ambiente? ¿Qué?-.

No quería contestar porque a pesar de todo todavía guardaba un poco de respeto, después de todo él seguía siendo un profesor, pero que va, él se lo pregunto entonces ella contestaba.

-La materia me agrada mucho, la hora es aceptable, el ambiente es agradable porque estamos en el edificio del fondo en si el más fresco. Lo único que me molesta de la clase es usted, sensei-.

Que más daba, lo había dicho, ¿y qué? Él se lo había preguntado, ella solo había respondido, él pareció dudoso, incluso por un momento sorprendido, pero ella no se dejo intimidar.

-Espero que eso no afecte tu rendimiento en la clase, señorita mención honorífica-.

-Eso fue el año pasado sensei, no esperaba que investigara sobre sus estudiantes-.

-De hecho, eso es algo que los profesores dicen continuamente. Hablan de una buena estudiante, y esa sin duda eras tú, Sakura Haruno-.

-Entonces me halaga que los profesores hablen bien de mí. Sensei, ¿hay algo más que necesite de mí?-.

-En lo absoluto, márchate-.

-Gracias, con permiso-.

Estaba harta de la escuela, que los profesores la elogiaran ¿qué más daba que fuera buena? A ella eso no le importaba, solo sabía que al final trabajaría en una oficina con una aburrida vida y si tenía suerte se casaría, claro, también si lo quería. Ese profesor sin duda solo le provoca más y más odio a la escuela y a los estudios. Ese día no volvió a casa hasta pasadas las seis y salió después de cambiarse, si sus padres se dedicaban al trabajo eso no importaba, no es como si ellos si quiera la vieran una sola vez.

Sin más que vagar miraba los restaurantes y los clubs nocturnos, pero eso tampoco era de ayuda, ella era menos de edad, no podía si quiera acercarse, la echarían de inmediato. Fue entonces que quedo estupefacta, sin ganas de moverse, quieta como una estatua, joder, que eso debía de ser su imaginación, quiso parpadear aunque fuera una vez, pero no lo hizo, podría perderlo de vista, se acercó un poco más a la puerta, solo un poco.

-Oh Dios mió… Sensei…-.

Un Host club, más que eso… él parecía llamar tanto la atención, ahora lo comprendía, su forma de actuar, sus gestos, todo, eran gestos, miradas, movimientos estilizados para formar un ritual de seducción, él era solo… un host…

-Hehehe… esta vez… es mi victoria… Sasuke-sensei-.

Ese día extrañamente la escuela se le hizo divertida y la ultima hora, la más esperada se le hizo tan corta, inspeccionando cada movimiento, como sus manos sin que él lo notaran, hacían dulces y suaves gestos, como si llamaran a tocarlo, como sus labios hacían una ligera curvatura sensual, como sus pasos elegantes te llaman hasta hipnotizarte, toda una danza de seducción, ella solo esperaba que la clase terminara pronto, lo iba a disfrutar tanto, verlo caer iba a ser su más deliciosa y excitante experiencia, cuando lo viera suplicar porque no contara nada, ella se iba a encargar que rogara tanto como pudiera. Con el final de la clase su sonrisa se amplio, él bastardo dejo tanta tarea que ella se pegunto cuanto se desvelaba por calificarla, como lo dijo, no era más que un farsante.

-Sakura…-.

-Ahora voy, necesito preguntar algo a sensei-.

-Oh bien… Yo me tengo que ir, tengo una cita… deséame suerte-.

-Te la deseo-.

La vio marchar, a la ultima estudiante, él la miraba esperando que hablara o que se marchara, se sentó en su escritorio y ella se acercó, como una víbora, iba a desear tanto el momento que probablemente no lo disfrutaría como lo deseaba, pero que más daba, era el momento.

-Sensei… Tengo una pregunta, ¿puedo hacerla?-.

-Claro, la escucho señorita Haruno-.

Curvo un poco los labios y por dentro una risa maligna sonó, era tan excitante el momento que hasta el estomago le dio vueltas, se le apretó un poco y luego regreso a su estado normal, estaba tan deseo que hasta las manos le sudaron, quería ver su cara, quería verlo caer.

-¿Cuánto vale una noche con usted, sensei? ¿Es muy cara?-.

Sonrió tan abiertamente que no pudo evitar que la emoción y la adrenalina viajaran por sus venas, estaba tan ansiosa que no se lo creía, estaba muy, muy ansiosa. Pero él no cambió la expresión de su rostro, no lo vio sorprenderse, nada, eso le molesto que lo demostró bajando su sonrisa. Entonces el curvo los labios en una sensual y provocativa sonrisa, hasta encantadora le pareció, y se levanto de su asiento con elegancia, solo el escritorio les separaba, le tomo el mentón y se acercó un poco, solo un poco.

-Realmente es cara. Pero por ser tu, y porque eres una estudiante podría bajar el precio, incluso podría llegar a un acuerdo… además, eres virgen, ¿no?-.

Las mejillas se le encendieron tanto que él sintió el calor proveniente, y sonrió aún más, ella estaba tan avergonzada y molesta que no supo que hacer, si salir corriendo o golpearlo. Sin más actúo rápido, se separo de él y lo miro con rabia, con rabia y vergüenza.

-¿Qué demo…? ¿Sabe que yo podría decírselo al director? Que usted es un Host. Podría perder su trabajo, sensei-.

Entonces él se sentó de nuevo en su lugar, mirándola tan penetrantemente que las mejillas no bajaron su rubor, era tan vergonzoso. Coloco el codo derecho sobre la mesa y el mentón sobre su mano y pareció pensar algo.

-Entonces… debo pensar que me delataras-.

Parecía burlarse de ella, y eso no se lo creyó, él debería de estar pidiendo clemencia, no burlándose de ella, maldito, mil veces maldito.

-¿Acaso pensaste que le tendría miedo a una estudiante? ¿A un mocoso de 16 años?-. Y rió, y la miro de nuevo. –O tú caso, señorita adelantada, ¿15 años?-.

Estaba tan enojada que no pudo evitar soltar una patada al escritorio y acercarse de nuevo a él, y él maldito solo se separo de la mesa para recargar su espalda en la silla, se veía divertido por la escena.

-No se divierta tanto, sensei. En este momento iré y le diré a Sarutobi-sama lo que es usted, un simple host-.

Le dio una última patada al escritorio y dio media vuelta, pero en menos de un segundo se sintió en el suelo, agrando los ojos, sorprendida, así se sentía.

-¿Un simple Host? No, no, no. De hecho soy el mejor. Este Host puede hacerte caer hasta a ti, pequeña. Más en este momento, donde dentro de tu cuerpo existe una revolución de hormonas… Sería tan sencillo, que hasta me aburre-.

-Quítese-. Soltó hosca y molesta. Eso de las hormonas podía negarlo, siempre había querido experimentar aunque sea placer, pero jamás lo había logrado, su cuerpo era tan frió como su corazón y el interés que tenía por los estudios.

-¿Acaso quieres probarme?-.

-No quiero, solo quítese… ¿O acaso si que le da miedo que se lo cuente a Sarutobi-sama?-.

-Mentirte sería decirte que no, pero decirte que si lo sería igual. Este empleo solo me entretiene, mi sustento económico se basa en ese Host Club, este empleo de profesor no me da ni la mitad en una paga de lo que puedo ganar en una semana en ese Host Club… Así que si deseas hacerlo tendrás que luchar un poco… Tu diversión no pudo ser absoluta, ¿cierto?-.

-Sensei… quítese, si no lo hace, empeza…-.

-¿Empezaras a gritar?-.

-Si-.

-Te aseguro que eso es lo que harás-.

-¿Qué?-.

El primer beso fue tan suave que no pudo ni siquiera hablar, sus labios suaves y los movimientos suaves complementaron el contacto, pero ella ni siquiera respondió, ni se movió, estaba tan sorprendida que ni siquiera parpadeo. El siguiente beso fue un poco más profundo, el movió los labios más y al final del contacto sintió su lengua acariciando su labio inferior y hasta el tercer beso ella pudo despertar.

-¿¡Qué cree que… hac-ce…! ¡Suélteme!-.

-Dime Sakura… ¿ese fue tu primer beso?-.

-Usted… es un maldito… Sabía que era un maldito… es un bastardo ¡Es un maldito Bastardo! Lo odio sensei-.

Él solo sonrió mientras se levantaba.

-Espero que lo hayas entendido… ahora vete-.

Estaba tan molesta que solo se levanto, esa bastardo, ¡solo estaba jugando con ella! Aprovechándose de su inexperiencia, era un maldito, un bastardo maldito.

-Si sensei quiere que no hable… entonces págame. No quiero dinero, mucho menos "eso", déme algo que disfrute, que realmente sea bueno-.

-Lo único que escucho es que me pides sexo-.

Ella apretó los labios, era tan vulgar, tan vulgar como un verdadero cínico.

-¡Oiga! Le estoy diciendo que no quiero eso. Y estoy hablando enserio. Si no es algo bueno entonces hablare-.

Él suspiro y se recargo en la pared, era solo una mocosa.

-Una berrinchada y estúpida mocosa-.

-Eso no es nada lindo-.

-No pretendía que fuera lindo… Solo soy lindo con chicas encantadoras, no con mocosas-.

-Esta perdiendo mi paciencia y se donde vive el tío de Naruto… Asuma-sensei. Asuma-sensei es el hijo de Sarutobi-sama, que vive a lado de la casa de él. Entonces… podría decir algo así. "Sarutobi-san… y-yo… no quería decirlo pero… Dios no puedo… pero es lo correcto, no se cuantas más hayan pasado por eso… es, sobre el nuevo sensei… Sasuke Uchiha, yo paseaba en la noche con mis padres y… y yo, lo vi en un Host Club. Le dije que no le diría a nadie pero él… él me hizo"… ¡Esto y aquello! ¿Bonita historia no?-.

-Patético… tal y como piensa un niño-.

-Sensei…-.

-¿Acaso tus papás no te sacan a pasear?-.

-Eso a ti que te importa-.

Tan franca y directa, era solo una mocosa que no recibía la atención necesaria…

-Salgamos, un día entero. Te llevare a conocer nuevos lugares, ¿eso bastaría?-.

Ella frunció el ceño, no podía ser cierto, ¿quería otra cosa? Maldita mocosa, Sasuke estaba apunto de perder la paciencia.

-Bien, acepto. Pero será un día entero, si falla sensei, entonces le diré todo a Suratobi-sama… ¿Es un trato?-.

-Eres muy astuta… pero es un trato-.

Estrecharon sus manos, se miraron a los ojos y ella sonrió. Podría no ser tan bastardo después de todo.


Wa…

¿Es bonito no?

A mi me ha gustado.

Lamento tanto no haber subido nada en tanto tiempo. Pero apenas he tenido imaginación y he empezado a escribir. Pronto volveré con mis proyectos, este es uno nuevo por supuesto que no durara tanto, será un fic corto, puede ser que sea sumamente corto a como acostumbro a hacer fics, pero será entretenido.

Sin más, Yunmoon se despide.

Sayonara

Yunmoon