Hola chicos, ahora vengo con algo más original, para todos aquellos que les guste el terror psicologico, esta vez no va a ser en sí de terror, pero si de un personaje de ellos. Tal vez conozcas o tal vez no, al "slanderman", si no lo conoces te recomiendo que no lo busques, porque te traumaras, yo te daré a entender de lo que se trata su leyenda sin que te traumes ¿va? Y también hay personajes Oc, y si, tienen parte del protagonismo, aunque también hay personajes de vocaloid, V.K. .

. Bueno, pues comenzamos.

Capitulo 1

POV NARRADOR

-¡onii-chan! –gritó espantada Yami en la noche

-¿Qué pasa? – dijo Arata entrando por la puerta alterado, la niña corrió hacia el chico y lo abrazó temblando

-el ángel de negro está afuera de la ventana – le dijo llorando y acurrucándose en su pecho.

-no Yami, no hay nada, es solo que no está bien cerrada la ventana – el se levantó y se acercó a la ventana, se asomó y no vio nada fuera de lo normal - ¿lo ves? No es nada – luego de eso cerró la ventana y las cortinas blancas transparentosas.

-pero yo lo vi – dijo ella con voz inocente - ¿no me crees?

-te creo, pero un ángel negro no te va a hacer daño, no estaría viendo por la ventana de una linda niña como tú, así que duérmete y descansa – dijo acompañándola hasta su cama, la tapó con las cobijas y le dio un beso.

- onii ¿a qué hora volverán mis papitos? – preguntó limpiándose las lagrimas

-no lo sé Yami, hablaron y dijeron que iban a llegar más tarde, pero tú no te preocupes y duerme – luego de eso el salió de la habitación dejando sola nuevamente a la pequeña niña.

-"no pasara nada, los ángeles no hacen daño" – repetía la niña pelirroja asustada.

o.o.o.o.o.o.o.o.o.

Arata salió de la habitación, enseguida sonó su celular

-¿Quién será a estas horas? – lo saco algo molesto, pues era la una de la mañana, y el recibiendo llamadas.

-sí, diga – contestó de mala gana

-hola hijo – respondió desde el otro lado su madre – perdona que te haya despertado….

-no ma, no me despertaste, justo acabo de salir de la habitación de Yami – contestó intentando hacer meritos por su mala contestación de hace un momento

-bueno hijo, te quería avisar que no vamos a llegar en esta semana, tal vez hasta el próximo lunes, si es que bien nos va – dijo tratando de tener voz tranquila

-¿pero por qué? – preguntó alterado cerrando la puerta de su habitación para que su hermana no lo escuchara.

-tu padre tuvo un accidente y tuvimos que cancelar el vuelo, ahora está en el hospital siendo atendido

-¿Qué ocurrió? – preguntó este sentándose en su cama frente a la ventana

-te explico cuando lleguemos, por ahora descansa y cuida bien a tu hermana, si necesitan dinero tómalo del cajón de los calzones de tu papá, solo será un par de semanas.

-¿tenías que decirme de dónde? – respondió el chico sin dejar de ver hacia el bosque que los semi-rodeaba.

-bueno hijo, te dejo, nos vemos pronto, los quiero – luego de eso la mujer colgó, y el chico se quedó mirando hacia el bosque

-yo…creí…haber visto a un… ¡bah! ¡Qué tonterías! ¡Ningún hombre de traje querría estar paseando por aquí a estas horas! ¡el sueño me debe estar afectando! Volveré a dormir – luego el chico se metió en su cama y durmió tranquilamente, hasta que su hermana lo despertó por la mañana.

-onii-chan, despierta, es hora de levantarse – le dijo tiernamente mientras lo movía.

-¿Qué…qué hora es? – preguntó el chico tallándose los ojos

-son las ocho de la mañana – respondió ella sentándose a un lado de él.

-tenemos que salir, no hay nada de comer, ¿quieres ir por una hamburguesa? – le preguntó sonriendo

-¡sí! – le gritó emocionada – pero…¿puede ir mi amigo?

-¿tu…tu…amigo? ¿Qué amigo? – preguntó desconcertado

-es que anoche que no podía dormir un hombre con traje se asomó a mi ventana, y como estaba lloviendo yo le abrí

-q-q-¿Qué HICISTE QUE? – respondió Arata algo enojado y preocupado

-yo…solo abrí la ventana para que pasara – dijo ella espantada por el tono con el que su hermano le había hablado

-p-pero ¿estás bien?¿no te hizo nada?¿te dijo algo? – le hizo pregunta tras pregunta sin dejarla responder, la examinaba de arriba hacia abajo, en las manos, los brazos, la cabeza etc. como hermano sobre protector.

-estoy bien, no me hizo nada, al principio si tenía miedo, porque me abrazó bruscamente, pero luego comencé a hablar con él, y aunque no me respondió me dio a entender que estaba muy solo – dijo ella recordando lo que había pasado - ¿recuerdas del ángel que te dije? ¡era él! – en ese momento él se tranquilizó, ya que pensó que sería otro de sus inventos raros, además, se lo acababa de decir en la noche, y probablemente por el sueño su mente le hizo ver una alucinación.

-oh vaya, así que ahora ese ángel es tu amigo – le dijo con un toque de sarcasmo

-sí, ¿puede venir? – preguntó aun mas emocionada

-claro, pero tienes que decirle que se porte bien.

-¡sí! – gritó emocionada y salió corriendo de la habitación de su hermano. El aprovechó para cambiarse y peinarse como siempre, con el cabello alborotado hacia la derecha, luego de eso entró a la habitación de sus padres y tomó dinero, luego se dirigió a la de Yami y la vio recargada en la ventana

-¿nos vamos? – preguntó Arata.

-pero…mi amigo se fue – dijo la niña con tristeza

-tal vez vuelva en otro momento – le dijo aun creyendo que era un invento de ella

-eso espero – dijo y luego se alejó – dejaré abierta la ventana para que entre cuando llegue

-no, hay que dejar bien cerrado – dijo acercándose a cerrar la ventana – ahora sí, vámonos – la cargó en sus brazos y salieron de la casa. Para llegar a la ciudad tenían que atravesar por un camino entre el bosque

-onii-chan ¿pasaremos a ver a Len? – preguntó la niña mirando al suelo

-¿a tu novio secreto? – se burló, a Yami le gustaba Len, pero eran muy diferentes sus edades, ella tenía siete años y el dieciséis.

-¿lo pasaremos a ver? – le insistió la niña sonrojada

-vale, lo pasaremos a ver, tengo que hablar muy seriamente con él.

El "ángel" como le llamaba la niña, estaba escondido entre los árboles, mirando al par de hermanos que se alejaban sonrientes, estos no se dieron cuenta debido a que ese hombre era muy alto y delgado, tanto que se confundía con un árbol.

POV. ARATA

Teníamos que ir a la ciudad, después de ir a comer iríamos a ver a Len, el es un gran amigo mío de la infancia. Mi madre me había dicho de un accidente que había tenido mi padre, y que agarrara dinero de ellos para que nos pudiéramos mantener unas semanas, pero como se fueron de viaje ellos también tomaron dinero, y mucho, ahora no creía que me alcanzara para el tiempo que estaríamos solos, así que decidí buscar un trabajo temporal y encargarle a Len que cuidara de mi hermana mientras yo trabajaba.

Llegamos a un puesto, ni a ella ni a mi nos gustaban los lugares presuntuosos, es mas, ni si quiera nos gusta el Mc Donalds que es la cosa mas simple del mundo, preferíamos ir a puestos callejeros. Desayunamos y luego fuimos a casa de Len, que vivía con su hermana gemela Rin. Esa niña me gustaba desde pequeño, pero jamás intenté nada con ella. Llegamos a su casa y toqué el timbre, ellos si Vivian solos en una casa que su padre les había heredado. Por el frente tenia un gran zaguán café claro, las paredes eran color hueso y tenían un muy bello jardín. Abrió mi amor imposible.

-Hola Arata, ¡Cuánto tiempo! ¡pasen! ¡están en su casa! – dijo Rin abriendo la puerta por completo, ambos entramos y la saludamos – Yami, ven vamos a jugar – dijo dirigiéndose a Yami, luego la tomó de la mano y se dirigió a mi – ahorita le llamo a Len, se estaba bañando.

-muchas gracias Rin – le dije sonriendo, luego ella subió las escaleras tomando a Yami de la mano. Yo me quedé sentado en la sala, mirando los peces, luego de un rato bajó Len

-¿Qué onda bro? ¡que milagro que te dejas ver! – dijo dándome la mano

-pues ya ves, de algo sirven tus oraciones – le respondí bromeando

-ah bueno, a partir de ahora me iré a dormir a la iglesia, a ver si mínimo te veo un día a la semana – contestó Riendo - ¿Qué paso?

-pues te quería pedir un gran favor – le dijo apenado

-te escucho – dijo sentándose en el sofá de enfrente. Comencé a explicarle la situación y el me escuchó atentamente, claro que no le dije nada sobre su amigo "el ángel" pues era tan común en ella inventar amigos imaginarios que él solo la conocería.

-no te preocupes bro, yo la cuido, tu quédate tranquilo que está en buenas manos.

-¿gracias, y bueno que me cuentas?

-pues no se si ya te hayas enterado, pero se anda pasando la noticia de que hay un hombre muy elegante y alto que anda secuestrando niños, y hasta el momento en esta ciudad han desaparecido seis niños, sin dejar rastro alguno cerca del bosque – comentó

-no, no sabia, hace bastante tiempo que no compro el periódico – le comenté

-pero si tu vives allá ¿Cómo de que no sabes?

-no, la verdad no se nada – respondí sinceramente

-le llaman slenderman, se dice que tiene la piel blanca, viste formalmente, es alto y muy delgado, atrae a los niños dejándolos en un estado hipnótico para luego llevárselos y comérselos – dijo con tono lúgubre, lo que hizo que realmente me diera algo de miedo, era en el bosque….a niños…. Lo mejor seria dejar a Yami en su casa mientras que consiguiéramos una casa dentro de la ciudad

-y hablando de eso ¿Yami se podría quedar a dormir aquí? – pregunté dándole a entender que me preocupaba el hecho de que ese hombre secuestrara niños en el bosque

-¿por ese hombre? No hay problema, se puede quedar cuanto tiempo quiera – contestó sonriendo.

-muchas gracias, y bueno, pues voy a buscar trabajo, regreso mas tarde, y nuevamente muchas gracias

-no hay de que bro, cuando quieras – dijo despidiéndose con una sonrisa, luego salí en busca de trabajo.

POV LEN

Eso lo había escuchado por la mañana del día anterior, no estaba muy bien enterado del asunto, pero me puse a investigar, y resulta que ese hombre solo podía ser visto por niños, ese es el porqué de que sean sus víctimas. Arata se veía muy alterado, parecía como si ya hubiese visto algo, pero dijo que no sabia nada, así que…no puedo dudar de el, es mi mejor amigo desde que éramos pequeños, se todos sus secretos y el los míos, se que le gusta mi hermana, y el sabe que si Yami no fuera tan pequeña me casaría con esa cosita con patas, tal vez en un futuro cuando sea mayor (xP). Subí a la habitación de Rin, ahí estaban jugando ambas en una casita que yo compré con mis ahorros exactamente para cuando ellos fueran a casa para que la pequeña jugara.

-Len ¿quieres jugar? – preguntó Yami acercándose y jalándome de la camisa

-claro, ¿a qué juegan?

-a que tu serás el papá – le gritó Rin desde la casita – y Yami será mi mamá

-p-pero como? – le pregunté alterado a Rin, ella también sabia de ese secreto, pero Yami no

-pero tu ibas a ser la mamá Rin – le dijo Yami volteando a verla

-pero me arrepentí, ahora quiero ser la hija, Len dijo que si jugaría, no puedo tener una hija con mi propio hermano – dijo defendiéndose

-"esta me la pagas"-pensé

-vale – dijo Rin sonriendo y me tomó de la mano – vamos a jugar

-claro – le sonreí y la seguí, estábamos los tres metidos en esa casita, Rin se comportaba como todo un bebe llorón, y Yami hacia un esfuerzo por parecer grande. Jugamos toda la tarde, hasta que las tripas me empezaron a gruñir enserio

-querida vamos a salir a comer – le dije aun jugando, y ella me siguió el juego

-si mi vida, vamos

-pero cárgame papá – dijo Rin riéndose de nuestras actitudes

-oye Len, ¿me pueden llevar a casa? – pregunto ella pensativa, pero yo no podía hacer eso, el bosque era peligroso, no estaba dispuesto a poner en peligro a la hermana de mi mejor amigo, además de que el regresaría en un rato mas a buscarla

-mas tarde va a venir Arata, no te preocupes – dije intentando hacerla cambiar de parecer

-pero es que mi amigo se va a quedar solo – dijo mirándome con cara de perro, yo no me resistía a esa cara, pero la situación me hizo negarme

-¿un amigo?¿en el bosque?¿como está eso? – pregunté desconcertado

-es que anoche conocí a un señor, el estaba afuera de mi casa mirando por mi ventana, y como estaba lloviendo le abrí la ventana para que entrara y no se mojara, y me abrazó, luego de dio a entender que estaba solo, y también lo abracé – me comentó

-¿Cómo se llama? ¿Cómo es? – debo admitir que me dio un poco de celos el escucharla decir que abrazó a un hombre que acababa de conocer, y a mí nunca me había abrazado después de conocerla por siete años.

-no me dijo su nombre, creo que es mudo…su piel es blanca y llevaba un traje negro, como no se su nombre yo le digo Ángel, ya que su piel es tan blanca como la nieve, y sus ojos no los vi, porque ya era de noche y estaba muy oscuro – contestó. Realmente después de eso se me quitaron los celos, y me dio miedo ¿estaría hablando del slenderman? Definitivamente no la iba a dejar volver, por mucho que me lo pidiera

-bueno, pues tu amigo tendrá que esperar, porque Arata me dijo que se quedarían a dormir aquí por un tiempo – le dije insistiendo para que se resignara

-¿puede venir también el? – insistió, a la vez que me daban celos me daba coraje, ¿Cómo era que una niña como ella estuviera involucrada con un espectro como ese? ¿y porque lo quería tan cerca si lo acababa de conocer?

-lo siento Yami, pero no puede, no lo conocemos ni Rin ni yo, así que no nos sentiríamos seguros estando con el – Rin notó mi enfado y mi alerta por el tema del que se hablaba, ella aun no sabia nada, pero al ver mis expresiones me dio la razón.

-si Yami, en otro momento jugaras con el, por el momento quédate a jugar conmigo ¿si? – le dijo Rin agachándose a su altura

-vale – contestó animosamente, pero con un aire de melancolía, Rin siempre la convencía, cosa que yo no, pero bueno, mínimo que se resignó a no volver a su casa. Bajamos a comer, tanto Rin como yo habíamos aprendido a hacer la comida, así que nos turnábamos cada semana para hacerla. Esta vez era ella la que le había tocado cocinar

-está todo preparado, solo falta meterlo al horno – dijo Rin

-vale, entonces ustedes suban a lavarse las manos, yo lo calentaré – les dije, luego de eso ellas subieron, yo metí la comida al horno y lo puse en marcha lo mas rápido que pude. Luego saqué mi celular y llamé a Arata.

-¿Qué pasa Len? – preguntó desde el otro lado

-me enteré de que tu hermana tiene un amigo en el bosque

-ah si, es un ángel según dice ella, no le creas, le da por inventar cosas – contesto sin darle mucha importancia

-es serio wey, me lo describió y tiene las señas del slenderman, no quiero que regresen allá, mínimo hasta que lo atrapen, llámale a tus padres y diles que se vengan acá cuando todo haya terminado – le dije alterado, la ocasión me alteraba, ¿Qué mas podía hacer? Mi mejor amigo y su hermana estaban a punto de ser involucrados en desapariciones, si no es que de desaparecer también, al parecer Arata también notó mi exaltación.

-mira wey, seguro que ella te escuchó hablando conmigo y se grabó toda la información de ese tipo – aunque fuera mi mejor amigo me estaba cabreando

-¿crees que se involucraría con un secuestrador si lo supiera? – le grité enojado, el guardó silencio, parecía como si le hubiera caído el veinte, luego de varios segundos sin hablar contestó con voz quebrada.

-voy para allá – luego de eso colgué y miré el reloj, eran las ocho de la noche en punto, aun no estaba oscuro, pero comenzaba a estarlo, me di media vuelta y Rin estaba parada ahí

-¿Qué ocurrió? – preguntó seria, cosa que me sorprendió, ella no sabia ser seria.

-nada – le dije tratando de controlar en enfado que me había ocasionado Arata - ¿Dónde está Yami?

-se mojó su ropa, se está cambiando en mi habitación. ¿Qué ocurrió? – miré a las escaleras para confirmar que Yami no escuchara nada, y le comencé a explicar.

-¿slenderman? En mi vida había oído hablar de eso – comentó

-bueno, pues yo si lo había escuchado, pero no le di importancia, hasta apenas hace unos días dijeron que ese hombre había secuestrado a seis niños

-esto no es bueno….¿el ángel de Yami es él? – preguntó espantada

-es lo mas probable, pero mientras que si o no, mejor que se queden aquí – le dije, luego de eso bajó Yami abrazándose del barandal con una blusa de Rin, obvio por su edad le quedaba mas larga, ella era una niña muy pequeña.

-listo – dijo terminando de bajar. Rin cambió rápidamente su expresión a una gran sonrisa, si no fuera porque estaba Yami ahí le hubiera dicho bipolar.

-vale Yami, siéntate – le dijo y fue con ella, se sentaron juntas y se pusieron a platicar, yo serví la comida y ya luego me senté con ellas.

-¿a que hora llegará onii-chan? – preguntó tiernamente

-dijo que ya venia en camino – luego de eso sonó el timbre – seguramente es el, voy a salir a ver – me levanté y fui hacia la puerta, efectivamente era Arata

-¿tuviste suerte? – le pregunté abriendo la puerta completa para que pasara

-si, conseguí trabajo en un maid-café - ¿maid-café? ¿Eso que?

-¿es broma cierto? – le dije pensando en que así seria

-no, me contrataron en el café Megurine – era el maid-café mas reconocido de la ciudad por unas lindas maids que ahí trabajaban, yo las conocía a todas, pues eran mis compañeras y amigas desde la secundaria; Megurine Luka, la hija del dueño, Sakine Meiko, Miku Hatsune, las tres muy amigas de Rin. No me aguanté las ganas y comencé a reír.

-ya me imagino, Arata vestido de maid, tomando un pedido – me burlé, estuve un rato riendo hasta que se me quitó

-¿ya terminaste wey? – me dijo mirándome con ojos de pistola

-no, aun no, pero es suficiente por hoy, pásate – le dije haciendo nuevamente una seña para que pasara

-no, tengo que ir a casa por la ropa de Yami y por la mía – respondió.

-no puedes ir solo, te acompaño, solo deja ir a darle aviso a Rin – le contesté y entré, le expliqué a Rin la situación y dijo que ella se encargaría de entretener a Yami, luego de eso los dos nos fuimos en camino al bosque. Entrando en el sentí una sensación de ser observado, me dio mucho miedo y por un momento se hicieron mas lentos mis pasos

-¿Qué ocurre Len? – preguntó deteniéndose y volteando para mirarme mejor.

-nada, es solo que siento la ligera sensación de que somos observados – le respondí volteando a mirar discretamente.

-pues apúrate, camina rápido – me dijo agarrándome del brazo y jalándome, comenzamos a caminar mas rápido, y yo sentía cada vez mas cerca al observador. Ambos nos echamos a correr hasta llagar su casa, llegando se metió a su habitación, yo me quedé en la sala a esperarlo, me asomé a la puerta para ver que quién era la persona que nos seguía. De repente no me pude mover, mis brazos y mis piernas se hicieron mas pesados, por mas que intentaba no me respondían, entonces…ahí frente a mi se apareció un hombre, traía un saco negro, su piel era blanca, llevaba un sombrero que le cubría los rasgos faciales, era alto y muy delgado. Me quedé mirando aterrado, traté de gritar, pero tampoco la garganta me respondió, mis piernas empezaron a caminar solas, no podía detenerlas, me acercaba directamente a el, yo solo estaba acercándome a mi propia muerte. Cerré los ojos, no quería saber que era lo que me esperaba. Luego de eso ya no me moví, abrí los ojos, y ante mi impresión vi que ese hombre había desaparecido, yo estaba a unos diez pasos de la puerta de entrada, quedé inmóvil nuevamente, pero esta vez no por efectos hipnóticos, si no por mi sorpresa.

-vámonos ya – dijo Arata saliendo de la casa con una mochila con ropa. Corrimos en dirección a la ciudad, aun me sentía atosigado por esa presencia que nos seguía, al parecer Arata también se había dado cuenta, corría cada vez más rápido, y yo le seguía sus pasos. Al llegar a la ciudad en lo personal me sentí un poco mas tranquilo, pero aun así sentía la misma sensación de ser observado

-será mejor que no regresemos a casa por este momento – me dijo en voz baja

-¿tu también sientes las miradas? – le pregunté

-si, por eso lo dijo, entremos a ese hotel, cuando pase salimos y regresamos a casa – dijo acercándose a un hotel, yo le di la razón y entramos. Había una chica como recepcionista.

-muy buenas noches ¿tienen reservación? – preguntó amablemente

-no, nosotros no… - no me dejó terminar de hablar

-bueno, pues entonces les explicaré los paquetes que trabajamos….. – esta vez fue Arata el que no la dejó terminar de hablar.

-señorita, disculpe que la interrumpa, pero es que no tenemos interés en rentar una habitación, lo que realmente pasa es que estamos siendo seguidos, queríamos saber si nos deja pasar solo por una hora a cualquier habitación para poder regresar a nuestras casas – le dijo acercándose y señalando el libro que ella había dado a mostrar para que se viera mas convincente a lo lejos. La señorita le siguió la corriente e hizo como si estuviera escribiendo en el registro

- vale, lo haré solo porque mi supervisor ya se retiró – dijo entregándole una llave – en el segundo piso habitación 205 – Arata tomó la llave y me hizo una seña para que lo siguiera, así lo hice, entramos a la habitación y nos sentamos en la cama un rato, aun sentía la sensación de miradas encima, comenzaba a creer que era solo mi imaginación

-acuéstate – dijo Arata

-p-pero que?

-que te acuestes – dijo en voz baja como ordenándome enfadado, obviamente le hice caso – mira a la ventana discretamente, hay una figura humana – voltee a ver y así era, no era mi imaginación, alguien nos observaba

-vale – me levanté y deshice la cama, el hizo preparativos como si ya se fuera a dormir, se quitó los zapatos, la camisa y el cinturón, yo hice lo mismo y luego me metí a la cama.

-¿crees que tarde mucho? – pregunté volteándome al otro lado

-no lo se – dijo abrazándome

-¡oye que te crees! – le reclamé aun con la voz baja

-no te resistas y sigue fingiendo, tu haz de cuenta que ya te vas a dormir – me regañó y cerró los ojos, me cayó el veinte y lo imité, saqué mi celular por debajo de las cobijas y puse una alarma a la hora por si nos llegábamos a quedar dormidos. Así fue, a la hora sonó la alarma y el volteó discretamente.

-Len, rueda a la orilla de la cama como si te fueras a caer y vístete discretamente – me dijo, yo lo obedecí, en este tipo de casos yo no era muy bueno, aunque quisiera aparentar ser un muchacho fuerte y sin temores era al revés, yo siempre seré el mismo niño shota que todo mundo agarra de bajada –¡wey! ¡Te dije rueda, no suicídate! – me reclamó, si, la verdad si se me pasó la mano y caí como un vil costal.

-termine ¿ahora que?

-ahora metete de la misma manera que saliste y rueda hasta donde estoy yo – indicó. Otra ves volví a obedecer, el se tiró del otro lado muy silenciosamente y también se vistió, luego de eso se inco a un lado de la cama – ay que tender la cama para que no le llamen la atención a la señorita – asentí y lo imité, tendimos la cama pero sin levantarnos, el porque era obvio, porque si el hombre estuviera cerca nos podría ver desde afuera el piso de abajo.

Salimos del hotel, ya no sentía esa sensación de miradas, pero aun tenia miedo. Regresamos a asa y entramos, al entrar vimos a las chicas que estaban dormidas en la sala, Arata cargó a Yami para llevarla a donde a partir de ahora seria su habitación, por mi parte ¡no iba a cargar a Rin! ¡Tiene 16 años casi 17! La desperté moviéndola de un lado a otro

-Rin, vete a dormir a tu cama – le dije suavemente para no espantarle el sueño

-no, cárgame, o aquí déjame – cada vez tenia mas la actitud de una niña de tres años si no es que menos.

-ok, cuídate de los mosquitos – le respondí dándole a entender que no quería cargarla, di media vuelta y comencé a caminar

-¿Qué pasó? – preguntó Rin sentándose

-nada – le respondí obviamente mintiendo.

-¿Dónde estaban? – siguió interrogando

-como te había dicho, fuimos a casa de Arata – respondí, no dejé de caminar, Arata me esperaba en las escaleras para que le indicara donde se quedaría su hermana.

-tardaron mucho

-de eso hablamos luego – le respondí y salí de la sala. Le indiqué en camino a Arata, no era una habitación de servicio, pero tampoco era la mejor que tenia. Le ofrecí quedarse en una diferente para que durmieran a sus anchas, pero se negó, así que ambos hermanos durmieron en la misma habitación. Yo salí en dirección a la sala para buscar a Rin, pero no estaba ahí. Algo raro sucedió, la sensación de miradas volvió, volteé rápidamente, buscando a la persona que me miraba, pero no vi nada. Vi algo raro en la ventana, era como una silueta de una persona. Me acerqué temblando de miedo, tome la cortina dispuesto a abrir y….

-¿Qué haces? –preguntó Rin llegando desde atrás, cosa que hizo que soltara la cortina.

-te estaba buscando – respondí acercándome a ella

-ahora si dime lo que paso – dijo sentándose en el sofá. Me senté frente a ella y comencé a contarle todo, a excepción de lo que me ocurrió en el bosque.

-me hubieras mandado un mensaje, esa recepcionista es mi amiga – no era mala idea, ¿pero que iba a saber yo? Luego de eso ambos nos fuimos a dormir, a mi me costó trabajo y tiempo por culpa del miedo, pero después de unas dos horas pude conciliar el sueño.

FIN DEL CAPITULO

Okiw, pues ya deje nuevo fic….ultimatemente no he tenido mucha inspiración, esta idea me llegó de repente, así que si está muy muy mal háganmelo saber para poder corregir mis errores ¿va? Bueno, si te gustó deja un review, si no te gustó deja un review

Yami: osea, no me importa lo que pienses, solo deja un review!

Yo no dije eso….

Yami: pero lo pensaste

…no es cierto….bueno, nos vamos antes de que Yami me eche de falsos….nos leemos pronto, chaito~

~Rin~Yami~