Título: Honestidad

Rating: K
Fandom: Donten ni Warau
Género: Romance
Sinopsis: Vamos Botan, sé que me amas. ¿Por qué no lo admites de una vez?
Disclaimer: Donten ni warau y sus personajes pertenecen a Karakara Kemuri. Su uso en esta historia es para un mero entretenimiento de escritor y lector.
Advertencias: Faltas de ortografía, incoherencias, OoC; lo de siempre.
Comentarios: Estoy pensando seriamente en anotar el cliché de cada historia, aunque en esta está muy claro. Excesivamente corto.


Honestidad


Suspira ante la vista que el cielo despejado le ofrece, con los rayos del sol iluminando el rostro amado haciendo que luzca más radiante, lleno de vida. Los pétalos de cerezo cayendo y cubriendo ligeramente el suelo, escondiendo con un tenue rosa el usual color café.

Ambos disfrutan de la tranquilidad que se les provee, es uno de esos días raros en los que pasan su tiempo juntos, en el que la labor policial no se interpone entre ellos. Los pétalos siguen cayendo mientras sus recuerdos están muy vívidos: el cómo le conoció, su amabilidad, y el momento en el que comenzó a sentir algo más por ella.

Y aún ahora, después de 300 años, no sabe con exactitud qué fue lo que le motivó a amarle. Si fue sólo su amabilidad, o ésta aunada a sus miradas, su sonrisa y algo más.

—Botan.

—Diga, Hirari-dono.

Sabe que ella es tímida y que no importa el tiempo que transcurra siempre será así, pero desea escuchar aquéllas palabras con su dulce voz y, dicho sea, molestarla un poco para verle un tenue color carmín en el rostro.

—Vamos Botan, sé que me amas. ¿Por qué no lo admites de una vez?

La joven no le observa, sigue con la mirada fija en algún punto, el gran cerezo tal vez. Pero Hirari nota algo, el leve color rosa que se ha impuesto en las mejillas de ella. Se gira levemente hacia su izquierda y le acarica el rostro con su mano derecha.

—¿Sabes, Botan? —sigue con la caricia y toma un mechón de su cabello. Huele a cerezos, le embriaga. Sabe que ella le escucha a pesar de no querer demostrarlo, así que cierra los ojos y sonríe al decir: —Tu cuerpo es más honesto que tú.

Inmediatamente, la mirada lila le encara. El rosa ha pasado a ser carmesí, su cuerpo se tensa y sus manos tiemblan un poco.

No le importa haber sacrificado un brazo con tal de que la hermosa Botan estuviera a salvo. No importa si ella es un shikigami o si es algo más. Lo único que realmente es importante es que él le ama con todo su ser, que luchará por ella y que no le dejará ir jamás. Ni en esta vida, ni en las próximas.


FIN.