TINK Y BAE EN NEVERLAND
FIC TINKERFIRE
Natalia
CAPÍTULO 1
No quería ser un "niño perdido". No soy como ellos. Creo que por eso Pan me trata con más rudeza. Siempre ha triunfado con los demás niños a los que les ha mostrado la vida que les ofrece como si les estuviera haciendo un favor. Y lo peor es que se aprovecha de las rabietas que los niños puedan tener con sus padres para que acepten. Si ellos supieran lo que se pierden. Sólo de imaginar a esos padres llorando y desesperados por encontrar a su hijo hace que se me parta el corazón. Aunque tiene gracia que diga eso teniendo en cuenta que yo tampoco lo he conocido durante mucho tiempo. Si he tenido el amor de mi padre…pero no de mi madre.
A veces me he preguntado ¿qué se siente al tener el amor de una madre? Debe de ser una sensación tan cálida y reconfortante que llega hasta lo más hondo del espíritu. Pero no quiero pensar mucho en ello porque hace bastante daño. Y más aún teniendo en cuenta que mi madre me cambió por la persona que me ha entregado a Pan. Todos me han abandonado. ¿Por qué? Mi único delito ha sido nacer pero eso no es algo que haya pedido.
El grupo está organizando una de sus fiestas y yo consigo escaparme. Pan me sabe atrapado así que le da igual. Se ha conformado con el hecho de saberme atrapado ahí. Yo diría que hasta disfruta con ello. Camino por la isla intentando familiarizarme con el que será por desgracia mi nuevo hogar. Todo es tan oscuro, tan misterioso, tan mágico que asusta. Y lo último no es precisamente una virtud para mí.
Tengo que llevar cuidado encima al caminar. Hay plantas que desprenden unos polvos con los que caes dormido y puedes acabar malherido aunque hay otra en especial que es aún peor. La llaman "sombra de sueños" y su veneno es mortal. Lo único bueno de este lugar es que al menos un veneno con este poder no está circulando entre mundos. En las manos equivocadas podría hacer mucho daño.
Pensar en ello irremediablemente hace que piense en mi padre. ¿Cómo ha podido cambiar tanto? Recuerdo que antes tenía el sueño de hacer el bien a todos. Sonrío tierno al recordarlo y una lágrima cae por mi mejilla. Durante todo el tiempo que he estado en este lugar he llegado a pensar que a lo mejor le presioné o que a lo mejor hice algo en algún momento que le apartó de mí. Es la única razón que explica que no confiara en mí para ir a ese mundo sin magia y volver a empezar.
De pronto noto como unas ramas se aferran a mis muñecas y me acorralan junto al tronco de un árbol. El golpe en la espalda ha resultado sonoro y bastante doloroso. Las ramas rodean mi cuerpo impidiéndome cualquier movimiento ¿qué rayos es esto? Intento moverme de alguna manera, levantar los brazos aunque sea, pero nada…Apenas puedo respirar.
No te liberarás así chico. –comenta una voz delante de mí-
¿Quién eres? –pregunto tras mirar hacia donde provenía la voz. Era una mujer rubia con unas ropas extrañas y de un tono bastante oscuro.
Me llamo Tinkerbell y eso que te está oprimiendo es el "árbol de pensar". Ataca el arrepentimiento interior. Así que lo que te está oprimiendo eres tú mismo. –comenta-
¿Y qué se supone que tengo que hacer? –comento algo inquieto-
La única manera de superar algo es aceptarlo y sacarlo a la luz. Decirlo en voz alta. –contesta ella sin moverse-
Cierro los ojos y respiro hondo.
Me arrepiento de…no haber ayudado a mi padre de la manera que necesitaba. –comento triste y las ramas empiezan a aflojarse. Finalmente puedo liberarme y me alejo del tronco.- Gracias.
De nada…-sonríe leve- ¿cómo te llamas chico?
Baelfire…me llamo Baelfire. –contesto mirando agradecido a aquella mujer-
