Capítulo 1

.

.

.

Parte 1.1

.

.

.

—Entonces… ¿soy libre? — pregunto el mercenario Marco, aun apresado con cadenas a la pared.

—Lo eres… al menos en teoría— respondió la princesa Star.

Star dio un chasquido con sus dedos… una acción sutil, pero que por algún motivo molestaba seriamente a Marco, tal vez porque ese chasquido simbolizaba el poder de la realeza.

El chasquido fue más que suficientemente fuerte para que los guardias que se encontrasen afuera escuchasen. Los soldados en armaduras ni se atrevieron a mirar a Star —Tal vez por temor a ofenderla—, uno de ellos saco de su cinturón unas llaves que estaban al lado de su espada enfundada. Lo más rápido posible, liberaron a Marco.

Este con sus propias manos sobo sus muñecas pues el metal era incomodo, oxidado y frio… y por supuesto, llevaba al menos tres días con ellas… tres días sin comer, el agua se la daban por la boca como una madre gorrión a sus pichones. Lo único que reconfortaba a Marco era saber que él no era especial.

Así trataban a todos los prisioneros de la mazmorra.

Marco se levantó con una mirada nada agradable hacia la princesa quien en contraposición al estado de ánimo del excarcelado tenía en su pulcro rostro una sonrisa sagaz de gato y a su vez una gran aura de prepotencia.

Los guardias salieron dejando solos a los dos en la mazmorra…rodeados de cientos de otros prisioneros cuyos crímenes iban de robar jamón por el hambre hasta violadores que había matado a pequeñas niñas de seis… meses…

Los guardias solo seguían las instrucciones que minutos atrás les había dado la princesa misma.

No es como si no temiesen dejar a la princesa del reino con un muy —muy— peligroso prisionero. Pero le tenían más miedo a desobedecer a la princesa. Ya que hasta los nobles de más alta jerarquía y los campesinos más inútiles e incultos que pusieses encontrar… todos sabia lo mismo…

Mewnie era un reino prospero, económicamente poderoso, pacífico y muy bueno para vivir… pero era de las más drásticas dictaduras militares que el mundo conocido nunca jamás ha visto… no era nuevo, no vino una reina recién ascendida que estableció decretos duros…

Es solamente que siempre ha sido así… desde antes de los primeros documentos históricos hasta fechas que vienen de tiempos tan incivilizados que las cosas se sabían cómo "Mi padre me dijo que su padre le dijo…".

Siempre ha sido así, reinas justas… reinas duras.

Pero todo… todo eso…

No iba a cambiar, ni con la actual reina… ni con la futura reina.

—Seré franca— Star se aclaró la garganta, pero en esas dos miserables palabras dio a entender: Seré franca porque no creo que seas alguien que entienda mucho del arte de hablar con la boca y mucho menos que entendieses la retórica —, necesito de tus servicios…

—No se ofenda, pero no sé si usted sea mi tipo… — respondió Marco aparentando ser tan arrogante como el monarca que tenía en frente, Star le dio una sonrisa coqueta —, pero… es usted hermosa princesa… veré que puedo hacer… no podre destacarme del todo, pero como decía un amigo… "en la escasez, cualquier agujero es trinchera…"

Star puso su mano sobre su boca para aguantar tanto las risas como las lágrimas su otra mano estaba sobre su vientre. Su risa si bien era fuerte no era lo suficiente para interrumpir a Marco.

—Aquí mis tarifas… como es usted una bien amable princesa le daré descuento real — se aclaró la garganta y puso ambas manos en su espalda baja con el torso erguido —. Diez monedas de oro por una noche completa, desde que el sol se oculta hasta que salga… habrá tarifas especiales, he aquí las más comunes: veinte monedas de cobre por venirme en su vientre…

La risa de Star se volvía mas fuerte…

—Cincuenta monedas de níquel por un anal… usualmente cobro cien, pero la realeza tiene derecho a mitad de precio…

Mas fuerte aun la risa…

—Si quiere que yo use mi lengua en usted será una moneda de oro si es en sus senos… tendré que trabajar mucho ya que como puedo ver el pedófilo de tres celdas a la izquierda tiene senos más grandes que usted… si quiere que le yo lama su real vagina serán cinco monedas… cinco por el riesgo a cualquier enfermedad que pueda tener… he escuchado que el sitio más mortal del mundo es la vagina de una Butterfly…

Star se limpió las lágrimas soltando sus últimas risas… el juego había terminado… para Marco…

—Y si usted…

Star estaba muy cerca de Marco, muy cerca. Uso su mano para tocar el muslo derecho de Marco, el desgastado pantalón de cuero de Marco ensucio su fina mano blanca.

Marco se rio…

—Pero…— Marco se acercó al oído de la princesa creyendo que ella le seguía el juego. Una lástima que no llevaba mucho tiempo en el reino de Mewnie si no tendría tanto miedo como los guardias, los reos, los nobles, y toda maldita persona, animal y ser viviente en Mewnie. Marco no podía ver a los otros reos ya que todas las celdas eran obscuras… si no hubiera vistió a esos fortachones, con cicatrices quemaduras y músculos tan duros como una piedra… temblar más que una niña recién violada —, si no confía en mi habilidad… puedo darle una muestra aquí mismo de mi talento…

Marco intento cometer el peor error de su vida al intentar tomar una de las nalgas de la reina.

Pero sintió una mano en lo que genéticamente lo hacía un hombre.

Y aunque por los ´rimeros tres segundos fue excitante cuando sintió un metal frio y filosos en toda la base ya no era tan divertido.

—¿Ya no eres tan rudo verdad? — Marco comenzó a temblar… —. ¿sabes? Usualmente ya te habría quitado tus pelotas y tus manos… para que cuando me yo me valla de aquí cada prisionero y guardia en esta mazmorra te quiera convertir en su putita tu no puedas luchar para defenderte…

Ahora era Star quien le hablaba a Marco al oído…

—¿Te imaginas…? — Star soltó una pequeña risita —, como después el medico a cargo te hará una operación que dará una vagina en el lugar donde estaba tu pene… hay cien guardias y más seiscientos prisioneros… jamás volverás a dormir… ellos siempre vendrán… durante el día… durante la noche…

Marco palideció… su piel morena era más pálida que la de Star. Cada vez temblaba más y más…

Marco se ahogó con su saliva cuando sintió un pinchazo que entraba en su piel. Sintió como en su muslo corría un pequeño rastro de sangre.

—Apuesto a que has tenido una vida dura…— Star no dejo de decir las cosas con un tono arrogante y pomposo...—, ¿qué pensabas en tu cabeza? Si es que un hombre como tu pudiese pensar con la vista más allá de la medida de su pene erecto claro esta… Pensabas… linda princesa apuesto a que su almeja es tibia y húmeda… la golpeare… la violare… la matare…. La tomare de rehén y pedirá un cofre lleno de diamantes para regresarla sano y salvo… ¿no es así?

Marco comenzó a botar pequeñas lagrimas imperceptibles… baba salía de boca y mucosa de su nariz.

Marco no había llorado desde que era un mocoso que no podía hablar… ya que había palizas para quien llorase…

—Pero…— Star fue deslizando el cuchillo hasta sacarlo de sus pantalones… —, por ahora lo permitiré… pero dejando en claro que no volverás a dirigirte a mí de esa manera… si quieres hacerlo con todo el puto mundo adelante… si quieres hacerlo con la gorda prostituta de tu madre… si quieres hacerlo con el borracho y pervertido de tu padre… adelante… hazlo con quien quieras…

Star puso ambas manos en su espalda… y se acercó al oído de marco quien con sus manos temblorosas tomo su entrepierna. Aun con que Star no seguía sosteniendo a su "amigo", este tembló al solo el acercamiento de la chica…

—Pero si me vuelves hablar así… me vas a lamer los pies, la vagina y el ano solo para que tenga misericordia contigo… porque si crees que dejarte aquí castrado con todos los violadores abusivos... ah, y los reos claros, si crees que ese puede ser el peor castigo que puedes imaginarte… imagina el peor castigo que puedo imaginarme yo para ti— Star dio un respiro y volvió inflar su pecho… —. Vámonos…

Star salió de la celda…

No tuvo que decirle a Marco que debía apurarse… era obvio que él ya lo entendió…

Marco sabía que era solo una forma de hablar… el jamás vería séquiese la vagina de la princesa Star Butterfly sin antes perder su verga en el proceso…

Marco salió de la celda… solo para ver que no había guardias… ni un solo guardaespaldas de una princesa de dieciséis años en una cárcel llena de violadores. Lo que su pudo ver es Star avanzando es uno de los pasillos con su vestido purpura.

Ella volteo a verlo con una sonrisa y le dijo que lo siguiese. Avanzo por el pasillo. Todos los reos estaban asustados, ninguno siquiera se atrevió a ver a la princesa ni a el mismo… y probablemente ninguno miraría hacia ninguna parte hasta estar completamente seguros de que la princesa no solo se hubiera ida de la mazmorra… si no que estuviese como mínimo a un kilómetro de los límites territoriales de la colina donde estaba esa mazmorra.

Cuando llego a la reja que marcaba el límite de esa sección, el guardia no miro Star ni lo miro a el mismo…

Marco siguió su camino detrás de la princesa…

Ambos llegaros hasta la sala principal… donde estaba el castellano de la mazmorra. Este tenía la cabeza agachada sin ver a Star directamente.

—Gracias milord— le hablo Star al castellano, quien sin motivo alguno tembló al saber que la princesa le hablaba a el —, ya he terminado por ahora… hágame un favor, borre todo registro de… mi acompañante y de su estadía aquí... si alguien pregunta que paso con el… cosa que dudo mucho, "no estuvo aquí quien sea de que me esta hablando", "no vi nada", "no se nada", "No sé de qué está hablando por favor vallase", ¿está claro milord?

—Si mi princesa…— Fue todo lo que dijo…

—Marco vámonos…

Marco si bien ya no estaba asustado estaba curioso por cómo eran todos en este reino y su realeza…

Marco la siguió, una vez afuera del castillo vio a los guardias en las torres, almenas y cortinas, ni uno solo miro a la princesa ni a él.

Es más… pareciera que quieran evitar mirarla a toda costa. Hasta los mozos que aguardaban los caballos…

Un par de dos caballos, uno blanco como las nubes y el otro negro como el carbón, eran enormes sementales del reino de Ponyhead, Marco los conocía, todo el mundo sabe que un semental de Ponyhead es probablemente el mejor caballo del mundo, es muy fácil de domar, muy disciplinado para la batalla, rápido y fuerte, comen menos que una tortuga y beben menos agua que un camello, se puede cabalgar en el tres días y cuatro noches sin descanso alguno y el jinete se cansara antes que el caballo, pero como eran de perfectos la raza tiene un problema… que las yeguas son bastante reacias a ser montadas así que la población de la especie es muy escasa lo que hace que un semental tenga el precio de un pequeño país.

Tampoco ayuda que el reino Ponyhead sea muy cerrado con todos los demás reinos.

El comercio es muy limitado por las fronteras y puertos navales debido a la familia real, que se aíslan del mundo.

Había que tener dinero en montañas y que no te importe pagar mucho para tener un semental Ponyhead. Y no había uno… había dos…

Star se subió al caballo blanco…

—¿Nos vamos? — Star tomo sus riendas, pero avanzo hasta que marco monto el otro caballo. Marco ya estaba listo, pero no quería irse sin sus cosas…

—Mis cosas… aun no me las…

Star le señalo a Marco que en las monturas del caballo estaban sus cosas… que no eran ropas ni nada de valor… si no su arakh, su espada, su florete… todas sus armas y más en general… no es que tuviera muchas monedas… las suficientes para comer, beber y lo más importante… para putas.

Sin decir mucho, Star ya le mostro a Marco su poder. Su poder político, libero a un prisionero peligroso fácilmente y sin preguntas, y sin problema alguno, su poder social, ya fuera miedo o respeto no importaba, lo mostraba fácilmente, con guardias o prisioneros, si se lo gano por mérito propio o solo por ser una princesa era lo de menos, y su poder económico, dos caballos que eran más valiosos que el propio peso del caballo en oro.

No sabía nada de la realeza de Mewnie, o de Mewnie en general. Pero sí que se consideraba astuto, pues era lo único que tenía para sobrevivir en el mundo, y sabia cuando había que tener cuidado y cuando podía estar tranquilo.

Y todos sus sentidos e instintos desde su perspicacia y hasta su lujuria le decían que tenía que tener cuidado.

Marco sin una sonrisa, sino una cara de resignación, se subió al caballo.

—¿Adónde vamos…? — Marco miro a Star con una mirada que no se la darías a un amigo… bien, pues para Marco Star no lo era, no hacía falta decir que el sentimiento era mutuo —, Princesa.

—A Mewnie— Star no perdió su sonrisa coqueta —Mercenario…

Star avanzo en su caballo. Marco hizo lo mismo.

.

.

.

Parte 1.2

.

.

.

Durante el trayecto todo fue tranquilo.

Los rumores eran ciertos. Mewnie era un reino tranquilo.

—¿Te gusta el caballo? — dijo Star.

Pregunto la princesa, a Marco le extraño pues esta no había dicho nada durante el trayecto, pasaron por dos pueblos y una aldea, se detuvieron a comer en uno, por lo menos él lo hizo.

Se comió dos pollos enteros, un hígado asado, dos jarras de vino, una cerveza… y un pequeño vaso de agua. Agua fue lo único que la princesa metió a su boca, miro a marco con una sonrisa toda la comida, la comida, fue incomoda, la mesera ni los vio ni ella ni nadie, ni siquiera cuando abrió la puerta… aunque tampoco hablaron, en la posada solo se escuchaba los sonidos de los cubiertos, muy deprisa, muchos de ellos tendrían dolores en el estómago por comer tan rápido, otros quedarían con hambre porque querían pedir otra ración y otros simplemente no llegaron a pedir más que un trago… todos querían lo mismo hasta los dueños y los mesoneros.

Ninguno quería estar allí en ese momento.

Marco lo ignoro todo pues tenía hambre… si bien su miedo a la princesa se desvaneció, sabía que debía ser cuidadoso.

Terminaron y se fueron, la dueña dijo que todo era cortesía, pero Star soltó unas monedas de oro… toda la comida no costaba más de cincuenta monedas de níquel…

La economía de Mewnie era muy buena. Probablemente la más próspera del mundo.

—Sí, me gusta el caballo— respondió este —, ¿tengo que devolverlo?

—No, es tuyo.

Marco se sorprendió bastante.

—Este es un-

—Un semental Ponyhead… lo elegí para ti.

Marco se le había formado una duda desde hace mucho tiempo… y al fin había reunido información suficiente para conjeturar una pregunta.

—Te hare una pregunta…— Marco la miro.

—¿Si? Adelante— Por mucho cuidado que Marco tuviese que tener, a este le molestaba que la chica hablara como: "adelante, te permito bajo mi voluntad hacer una pregunta". La afirmación que dijo la chica la consideraba innecesaria, pues Marco haría la pregunta de todas formas, y ahora al hacerla seria como que obedecido la voluntad de la princesa.

Su garganta estaba apretada de molestia no podría tragarse su orgullo, se lo tendría que meter por el recto.

—¿Cuál es tu interés en mí? — su respuesta que bien fue rápida fue una risilla. Pero esto no era una respuesta.

—No tengo ningún interés en ti— Esta era la verdadera respuesta.

—¿Entonces porque me liberaste? — Pregunta rápida de Marco.

Star medito un poco.

—Creo que no elegí bien mis palabras… no es que no tenga interés en tu persona… pero mi mayor interés está en tus habilidades…

Marco no hizo otra pregunta pues estaba pensando en lo que dijo. Pero finalmente volvió a analizar la situación.

—¿Mis habilidades? ¿Sabes a lo que me dedico? ¿Verdad?

—Si lo sé, pero temo no saber mucho de ti mismo… no más allá de lo obvio.

—¿Y qué es lo obvio?

—Solo se me tu nombre porque me lo dijiste, pero no se tu apellido.

Marco se rio.

—No tienes que avergonzarte por no saberlo… no tengo apellido.

—Oh, bueno, entonces supongo que solo será Marco.

A Star no le pareció extraño que alguien no tuviese apellido pues muchos plebeyos huérfanos no tenían. De hecho, en Mewnie hay más personas sin apellidos que con ellos.

—Y yo debo referirme a… ti o usted… ¿cómo?

Marco ya de por si no era para nada formal, podía llegar a serlo, pero solo si era estrictamente necesario. Y en su vida… solo lo ha sida una vez… cuando se reunió con un emperador que quería a su hermano mayor muerto... bueno, no es una historia relevante ni algo que a nadie le interesaría escuchar… ¿Verdad?

—Sabes… Princesa está bien.

—bien princesa… ya que no está interesado en mi persona si no lo que mi persona puede hacer… no será necesario indagar mi vida… ¿sabe qué? — Marco detuvo su caballo —, yo también seré franco…

Marco vio a los ojos a la princesa, quien también detuvo el caballo. Sin venir a cuento a la situación actual, a Star le pareció extraño que Marco se mostrase rápido en evitar hablar sobre su vida, ya que Star no había insistido tanto en ello, solo era una anécdota contada rápidamente.

Que ocultara, pensó Star.

—¿Que quiere de mí? Sé que ya me lo dijo, pero específicamente que es lo quiere… que es lo quieres que haga… ya dejaste bien en claro que no buscas un amante…— Star se rio discretamente —, ¿quiere que mate a alguien? ¿quiere que viole a alguien? ¿quiere que amenace? ¿secuestre? ¿extorsione? ¿coja…?

—¿Coger y violar no son lo mismo? — Interrumpió la princesa.

—No, no lo es, en una cosa lloras porque pare y en la otra llora para siga… hay una gran diferencia.

—Oh… ruego que me disculpe Ser Marco, pero el sexo no un asunto importante para mí.

No soy Ser, pensó este.

—Todo en la vida de cualquiera se basa en el sexo, el sexo es la vida misma… ¿acaso eres virgen? — pregunto Marco con osadía.

—… no— respondió igualmente la princesa —, no lo soy.

—Bien— contesto Marco con indiferencia —, pero volviendo al punto…

Star no dijo nada en absoluto…

Miro a los lados, ella sabía dónde estaba pues había salido a trote cientos de veces por casi todo el reino.

Ella sabía que había un arroyo cercano, sin decirle nada a Marco, galopó con su caballo hacia el arroyo. Marco la siguió… sin el mismo saber porque… oh sí, es que marco no era tonto… sabía que los recursos que tiene no llegaría muy lejos, además de que no conocía el reino.

Star acerco a un árbol bajo, desmonto y en las aún más bajas ramas del árbol ato al caballo y se dirigió al arroyo. Marco imito las acciones de su compañera de viaje.

Star se paró tan cerca de la orilla que cualquier brisa, tan ligera como podía ser, podría empujarla y darle una zambullida indeseada a la princesa. Pero no lo hizo, Star se quedó allí parada miro su reflejo en el calmado cauce, cerro sus ojos, escucho al viento, al cauce que se fragmentaba con las piedras grandes, olio el pasto y las flores cercanas.

El arroyo de Echo se llamaba el lugar, ya que la zona eran las tierras de la Casa Echo.

Abrió los ojos para ver el rio de aguas limpias pero su atención se distrajo al ver una que impacto contra el rio, pero esa piedra no se hundió, si no que reboto cinco veces en el grueso del cauce antes de finalmente desaparecer, dejando vibraciones como la única prueba de lo que fue su existencia.

Volteo a ver a Marco, quien tenía otra piedra lisa en la mano, listo para lanzarla contra la corriente.

—¿Cómo sabes de mí, princesa? — pregunto Marco —, nunca he estado en Mewnie hasta hace dos meses… y no creo que hayas salido nunca de este reino.

—¿Por qué lo dices?

—Por como estabas en esa prisión… jamás podrías haber actuado tan tranquila en una prisión de yo que se… Pikehard, por ejemplo.

—Oh, ¿eres de Pikehard? — La princesa pregunto con genuina curiosidad.

—No, solo estuve allí hace dos años… creo que me buscan por cierto…

Star volvió a ver el rio. Marco iba a lanzar la piedra… pero decidió soltarla al suelo en su lugar.

Se paró justo al lado de la princesa. No dijo nada, sintió que era el turno de Star de hablar.

—Hace una semana…— la princesa comenzó a hablar, Marco la miro —, falleció la única persona en la que he confiado…

"Lamento escuchar eso" pensó Marco. Pero no lo dijo en voz alta… ya que en realidad no le importaba un demonio. No departo simpatía en Marco, pero si curiosidad.

—¿Quien?

—… Mi maestro…

—Esos sujetos sabios con túnicas que les enseñan a leer y todas esas cosas a la realeza ¿No? — Marco no tenía tacto, si lo tuviese sabría que a la princesa le dolería la sola mención tan vulgarmente que hacia su acompañante en referencia a su ser querido fallecido.

—Si… ese mismo.

—Y que tengo que ver yo… en todo eso.

—¿Sabes cuantas hermanas tengo Marco?

—No…— Ni me importa, pensó.

—Sabes cuantos tíos y primos tengo…

—No… y sin ofender… pero no hagas un juego de hacer preguntas porque la gran mayoría de las respuestas serán probablemente la misma.

—Antes de morir… — Star se aclaró la garganta —, una de nuestras últimas conversaciones fue que donde me dejaba su muerte en todo esto… me dijo que necesitaba aliados…

Star miro a Marco… a los ojos. Marco no había notado que sus ojos son más azules que el lapislázuli y más brillantes que las esmeraldas. Se abofeteo mentalmente ya que esos pensamientos eran estúpidos e incensarios actualmente.

—Yo le respondí "no tengo aliados", los amigos que tengo no son mis amigos verdaderos, mis vasallos tienen lealtad dudosa… no sé cómo eran las cosas en la tierra de dónde vienes Marco… pero aquí ser noble es más peligroso que ser un simple campesino. La única preocupación de los campesinos son las plagas que azotan las cosechas… la preocupación de los nobles… es que tus hermanos, tíos, primos… y a veces hasta padres quieran matarte para quedarse el dinero familiar… no es solo conmigo… es cualquier noble por pequeño o poco relevante que sea…

Marco la miro confundida…

—Princesa…

—Él me dijo… — Star no dudo en interrumpir a Marco —, "no necesitas aliados, solo uno, el mejor que este mundo te puede ofrecer esta en una taberna en Karhas…"

Marco se sintió un poco nervioso, pues hace días cumplió su trabajo en una taberna en la ciudad de Karhas.

Star rio por la cara que hizo Marco.

—Esto es Mewnie Marco, nos costó mucho dinero intentar localizarte, una vez que el señor regente de la ciudad fue asesinado misteriosamente desapareciste sin rastro, nuestros espías te siguieron, pero dijeron que eras el hombre más rápido que nunca han visto…

Marco sabía que no era tan rápido, pero si sabía moverse en un callejón de ciudad de uno en uno, pues ese ambiente lo conocía como la palma de su mano.

—Pero… al final te atrapamos… pensé que una vez te capturaran te enviarían a la fosa local y yo partiría allá inmediatamente…

Tanto Star como Marco saben cómo termino todo después…

—Pero no esperaba que mataras a treinta soldados de Mewnie tu solo en un minuto y medio… los soldados… los que escaparon dijeron era un demonio con una daga curva. Cada estocada la esquivo, las lanzas no le dieron, las ballestas no le acertaron y venció a seis de ellos desarmados pues su daga quedo incrustada en el estómago de un soldado y después no la pudo sacar.

El desgraciado era obeso, pensó Marco.

—El señor local quería ejecutarte, pero yo le ordene que te enviaran a la mazmorra más cercana que hubiera.

—Supongo que debo decir gracias…

—Es innecesario.

—Bien, porque no iba a hacerlo.

—Mi maestro me dijo… "es el mejor del mundo, por dinero, hará una guerra sin pensarlo dos veces… necesitas a alguien así, pero cuidado, es arrogante, déjale en claro desde el primer momento al perro quien manda y después dale un hueso".

Marco estaba molesto, pues no le gustase que hablaran del como si fuera el peón de alguien más que pueden mover cuando quieran. Pero… algo le decía que le convenía estar con esa mujer… por lo menos ahora…

¿Fue su instinto de las calles, de luchador, de asesino y guerrero? No lo sabe… pero tenía curiosidad, pues no liberas a alguien de una cárcel para solo charlar… para eso le pagas a una puta, eso lo sabía mejor que nadie.

—Marco… te contrato para que seas mi protector… ayúdame…

Hubo un momento de calma, en el que le mundo pareciera que dejo de girar, Star miro Marco noblemente por primera vez desde que se conocieron…

Hasta que marco comenzó a reírse… tan fuertemente que los reinos lejanos podían escucharlo.

—¿Dije algo tan gracioso?

—¡Quieres que sea tu nodriza! — Marco continúo riéndose —, ¿Quieres que revise si hay monstruos bajo tu cama?

No siempre están bajo la cama, pensó Star.

—Lord Glossaryck…— Dijo Star.

Como si fuera una palabra mágica… marco paro de reírse y su mirada se volvió seria…

—Lord Glossaryck…— Marco se rio por un instante… —, ese viejo… ese viejo…

—¿Te violo? — contesto Star.

Marco miro a Star violentamente. De hecho, fue tal el impacto de la pregunta que Marco olvidándose de los antecedentes de su encuentro primerizo con Star… la golpeo.

Pero Star no cayo, solo escupió la sangre y lo miro con una sonrisa, sus dientes tenían sangre…

—Mira perra… no me importa un culo quien eres… me importa si tu padre es el rey del puto mundo o si tu madre es una diosa misma… te voy a-

—¡A mí también! — Le grito Star sin perder la sonrisa.

Marco retrocedió un poco ya que la princesa lo asusto un poco.

—¡Muchas veces! — Star seguía riendo… y temblando, su parada parecía ser de locura total.

—¡Mi padre también! ¡Mis tíos! ¡Mis primos! ¡Mis guardaespaldas!

Se acercó a Marco hasta estar a la distancia del grosor de una telaraña de nariz con nariz.

Y de pronto… Star lo beso. Traspasando sangre y saliva a su boca… Marco nunca había rechazado el beso de una mejor… pero nunca se había asqueado tanto de un beso. La empujo, pero no lo hizo con la suficiente fuerza como alejar a la princesa.

—¡Y el viejo! — Sangre y saliva de perro rabioso salían de la boca no solo de Star sino también de Marco… pero este había quedado embobado por el beso y a la actuación de la hace un momento aristocrática princesa.

—¡Medio reino ha estado dentro de Star Butterfly! — Grito tan fuerte como sus pulmones se rieron, su risa de locura y delirio total se escuchó hectáreas a la redoma. — Y el viejo quería… quería…— la risa no la dejaba hablar —, ¡Quería que Lord Steven Karhas se convirtiese en mi nuevo tutor! ¡Y lo dijo tan tranquilo y vivaz frente a toda la corte y familia real durante la cena!

Marco de pronto sintió el delirio más grande que su cabeza nunca jamás había sentido…

—Tu… fuiste tu… la que me contrato…

—Sigo siendo una princesa Marco…— Star se limpió las últimas lágrimas de risa que brotaban de sus cuencas —, la princesa de una nación rica… oro tengo en montañas… contrate a mil espías… solo para seguirte la pista… y uno de ellos te encontró por fin libre y sin trabajo… tuve que matar a muchos otros clientes… te buscan como las palomas buscan el pan… escuche de ti… el demonio de la oz… uno de los asesinos más letales del mundo, nunca falla y nunc es atrapado… y, sobre todo.

Star se acercó a Marco coquetamente y redo su cuello con su brazo… Star se acercó a su oído… Marco por primera vez desde que recuerda… estaba asustado… tembló al sentir a la princesa cerca de él.

—Hace lo que sea sin preguntas… sin moral, ni honor, ni piedad— Marco sintió a la princesa morder su oreja—, ha matado a mil hombres… ha violado a mil mujeres… a despellejado a niños…

Marco supo al instante que estaba mintiendo… pues eso solo era sabido por un reducido número de personas en todo el mundo… no era famoso… pues por lógica si un mercenario es famoso es que no hace bien su trabajo. El número de personas que sabían de su existencia era muy pequeño… y el número de personas que lo concina… era aún más…

No temía andar por las calles de ninguna ciudad pues nadie sabía quién era, lo que no mentía era por el trabajo… pues casi siempre estaba ocupado con un nuevo trabajo… ya le parecía extraño el no recibir ningún encargo tan pronto terminase un trabajo pues es lo que pasa cuando te vuelves bueno… y Marco no era bueno… era probablemente el mejor.

—¿Cómo sabes de mí? — Star meneaba su cadera de un lado otro pegada a Marco.

—El viejo… — Marco frunció el ceño por su mención… —, una vez que el… terminaba… le gustaba hablar… y no me dejaba ir… una vez cuando estuvo ebrio él dijo que la ciudadela fue entregado un niño problemático, el más problemático que nunca recibió… pues había recibido a muchos niños huérfanos… ese niño era llorón, gritón, pelaba con los otros todos los días… y siempre ganaba… pero el niño no solo era fuerte si no el mejor también en su casa, aprendió a leer y escribir muy joven, no uno si no varios idiomas… el mejor niño…

Marco apretó los dientes y comenzó a temblar de rabia.

—Que era el niño…— Star se acercó a su oído, bajo una de sus manos por la espalda de Marco, hasta llegar a su trasero —, el niño con el mejor culo de la historia…

Marco comenzó a brotar pequeñas burbujas de rabia de su boca. Su cara de piel tostada estaba de un tono fuego rojo muy notable. Casi tan rojo como las cuencas de los ojos de Star.

—Tan suave, tan apretado, el niño no crecía allá abajo como los demás… — Star mordía el cuello de Marco—. Él no se estiraba y todo seguía muy apretado… no solo allá abajo… — Star afianzo su agarre sobre la nalga de Marco.

—Trajo a muchos de sus amigos y colegas… para que aprobasen lo que el mismo afirmaba… y todos lo aprobaron… ¿Los recuerdas? Recuerdas como golpeaban tu pequeño colon una y otra vez… cuando un terminaba no sentías que la pasta tan caliente como el oro fundido se salía poco a poco… pero entonces le tocaba al siguiente y al siguiente… y al siguiente…

Marco miro a Star a punto de matar a la princesa…

—Que… es… ¿¡lo que Quieres!?

—Ayúdame a gobernar… a matarlos… a vengar nuestros cuerpos…— Star se alejó y toma una de las callosas manos de Marco— Mi madre morirá en una semana… después yo seré reina… y tu serás mi sombra… la sombra que los matarás a todos…

Marco se calmó un poco pues recordaba las lecciones que le daban una y otra vez en… bueno, no es importante…

Solo importaba la lección… sin emociones fuertes más allá de amigables a la hora de aceptar un contrato…

—¿Que gano yo con todo esto? ¿Con protegerte mientras gobiernas?

—Tu peso en oro… multiplicado por cien— Star con su pulgar jugo con la palma de Marco —Todas las mujeres que quieres… todos los castillos que quieras para mear y cagar en medio de los salones y si quieres… y el mejor hueso de todos…

—… ¿Cuál? — Pregunto con duda.

Guio la mano de Marco hacia su seno.

—A mi… me harás tuya cuando quieras… no me importa… yo ya no puedo sentir nada allí abajo…

—Pero nunca fui violada por atrás… soy tuya ahí si lo quieres… entonces mercenario… ¿Aceptas?…

—[0]—

Solo un pequeño experimento para explorar tanto en el fandom como el género… por cierto…

Si esperabas lemon o lo esperas futuramente… sigue esperando toda la vida porque aquí no habrá… esto será más política que más nada. Un saludo a todos. Por cierto, unas dudas de este universo…

Star será la protagonista principal.

Marco tendrá muy poca aparición pues será la "sombra" de Star, ni su consejero ni esposo ni amante ni nada por el estilo.

No hay magia.

Es un mundo medieval más realista.

Es como una versión barata de Canción de fuego y hielo. Aunque la seria también influye.

Mucha terminología medieval y formas de gobierno medieval.

Muchos de los personajes de la serie aparecerán, pero con otros roles y personalidades.

Este es un mundo cruel, negro y gris oscuro. Imagínate a cualquier personaje… y hay una historia allí.

Y por último y más importante… es solo un prototipo de fic, no sé cómo salga esto sinceramente.