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Los murmullos amortiguados de los estudiantes solo provocaba que una ligera rigidez en los hombros de Sakura mientras se movía apresuradamente por los pasillos inmaculados de la academia Ouran, paso tras paso tratando de ignorar las miradas de superioridad que dirigen al verla trotar frente a ellos. Había pasados años desde que alguien la había subestimado con un solo vistazo. El sentimiento seguía siendo incómodo.

Tsunade no estaría feliz al saber lo complicado que se había vuelto una simple tarea, se suponía era una rápida entrega de documentos al director de Ouran High con los nombres de los posibles estudiantes que participaron en un futuro intercambio escolar, pero claro, siendo Ino Yamanaka su compañera para realizar dicha misión, era absurdo esperar algo más.

Ino-cerda se había quedado junto a la secretaría de la escuela cuando se le pidió que pasara a entregar personalmente los documentos al director Suoh, solo había entablado una agradable charla de cinco minutos con él cuando los instintos de Sakura le recordaron que Ino no debía permanecer demasiado tiempo fuera de su vista o algo problemático (muy problemático) podía ocurrir y mancha la ya tambaleante reputación de Konoha High. Con una reverencia avergonzada se había excusado frente al Director Suoh y salido lo más lento posible de la oficina sin que sus nervios se mostraran, solo para encontrar la sala de espera sin rastros de su amiga y una secretaria con una expresión divertida esperándola con una nota en la mano.

Al menos Ino había tenido la decencia de dejar una nota donde explicaba dónde estaba. Nota que se encontraba arrugada en el puño izquierdo de Sakura.

Aunque daba igual si hubiera dejado la nota o no, Sakura sabía dónde estaba esa rubia idiota. Ouran era conocida por ser la Academia más prestigiosa de Japón superando a la Academia Lobelia para Señoritas, Suna School e incluso a la propia Konoha High, claro que eso era todo un mérito, pero la gente como Ino solo miraba una cosa en particular; el Ouran Host Club.

Un tic acompañado de una mueca poco femenina invadieron la cara de Sakura con solo pensar en ese interesante y famoso club. No lo conocía personalmente pero su fama rebasaba los perímetros de la academia llegando a todos los rincones los alrededores. Un pequeño Harem de chicos "lindos" destinados a servir a las estudiantes en su tiempo libre. ¿Era siquiera legal la prostitución en Ouran? Bueno rayen esto último, posiblemente solo era chicos que hablaban con sus clientes, ofreciendo café y galletitas, u otra cosa posiblemente legal ¿No?

¿Cierto?

Ino no había dejado de hablar de ese club en particular todo el camino de tres horas, tres largas horas. Estaba empezando a lamentar haber despreciado la ayuda de Sasuke y Naruto. Aún mejor, debería haber obligado a Shikamaru que hiciera su trabajo como presidente del cuerpo estudiantil por una vez, cosa que sabía le hubiera resultado imposible, ese culo perezoso posiblemente se quedaría dormido en casa y Sakura tendría que terminar haciendo el trabajo de igual forma, eso eran los gajes que conlleva ser la vicepresidenta.

Dando una última vuelta detuvo sus pasos al presenciar un grupo de unas seis estudiantes que esperaban frente a una puerta enorme. Lo más silenciosamente posible, extendió el papel arrugado notando con una sonrisa cansada el pequeño croquis que Ino le había dibujado. Sin dudas era el lugar en el que Ino estaba.

Comprobando la apariencia perfecta de las jóvenes frente a ella, Sakura pasó una mano sobre su falda verde quitando el polvo inexistente que podría haberse adherido en su carrera, cada una de las chicas parecian opacar a Sakura con sus elegantes vestidos. Su cabello seguro estaba un tanto fuera de lugar pero no podía hacer mucho con su longitud corta, tal vez no se preocupaba tanto como Ino por su apariencia, pero aún debía mostrar una imagen segura y respetable como representante de Konoha.

Cuando las puertas se abrieron, Sakura se escabulló detrás de las estudiantes esperando pasar desapercibida, solo quería encontrar a Ino y salir lo más rápido posible de ahí. Sin dramas, sin problemas y sin incidentes.

En ocasiones como esta, se preguntaba si llamar la atención era algo contagioso, en su niñez había sido pasada por alto la mayor parte del tiempo y había pensado que seguirá así hasta el día de su muerte, eso hasta que Ino se había acercado a ella con una corona de flores en sus pequeñas manos y la había llamado hermosa; Y por supuesto que también estaba Naruto, su mejor amigo cabeza hueca, con la costumbre de gritar y expresarse en voz alta cuando algo no le gustaba … o cuando algo le gustaba mucho. ¿Era acaso algo que todos los rubios compartían? ¿Una personalidad brillante y una boca tan grande como su corazón? Asi que despues de pasar tanto tiempo con los dos alborotadores que eran sus mejores amigo (bueno tambien Sasuke, cubeta de hielo Uchiha y Sai lo eran, pero estaba enojada con ambos chicos en estos momentos así que no contaban) empezaba a considerar que tal vez era un poco propensa a llamar la atención después de estar alrededor de ellos durante tanto tiempo.

Todos sus planes de discreción volaron por la puerta cuando un chico rubio colocó su rostro a escasos centímetros del suyo inspeccionandola. Grandes gotas de sudor empezaron a rodar por el costado de la cabeza de Sakura ante su cercanía, el solo hecho de poder dañar la imagen de su escuela era lo que la detenía de golpear al chico lo más fuerte posible en sus partes nobles.

"D-disculpa, pero.." Colocando firmemente su mano en el hombro del chico desconocido, trato de hacer palanca y forzar un poco de espacio entre ello. "... podrías-"

"¿Disculparla? Una dama no debe pedir disculpas por su timidez." En un movimiento dramático de su parte el chico se apartó pasando una mano por su cabello de forma espectacular. "Es mi deber hacerte sentir cómoda, pequeña princesa. Mi nombre es Tamaki y estoy a tu servicio."

La mirada contemplativa que Sakura le dedicaba parecía no tener efecto sobre el, haciendola profundizar en sus pensamientos mientra seguía hablando con ella de manera fluida. Una sola cosa pasó por por cabeza con resignación;

Es rubio.

"Eres uno de esos chicos ¿No?" Justo lo que necesitaba en estos momentos. Ante sus palabras su compañero cerró la boca rápidamente.

"¿Perdón?"

"Eres miembro del Ouran Host Club…" Apartando momentáneamente de él observó las mesas y sofás que se desplegaba en la espaciosa habitación iluminada.

"Así es señorit-"

"-Haruno."

"Bien señorita Haruno, pensé que estabas al tanto de ello." Colocandose detras de ella tomo sus hombros y la impuso para que dejaran su posición detrás de las flores en las que se había escondido furtivamente y caminara hasta llegar a un sofá mullido. "Toma asiento conmigo."

La habitación estaba llena de jóvenes estudiantes disfrutando del té amenamente, mayormente conversando entre ellas, había una que otra mesa en la que podía distinguir a uno o dos chicos. Su anfitrión parecía esperar pacientemente mientras la dejaba contemplar la sala.

"Preferiría no hacerlo, estoy buscando a una amiga, y siendo sincera …" Centrando su vista en una mesa cercana llena de chicas y dos chicos que parecían ser gemelos mordió su mejilla interna con nerviosismo, no sabía cómo podía decir lo siguiente sin dañar por lo menos un poco el autoestima del chico en el sofa. "... No deseo pasar tiempo contigo."

"Lo entiendo."

¿Que?

"¿Lo entiendes?"

"Así es." Cruzando una pierna sobre la otra como si fuera un acto natural en él, colocó una de sus manos bajo su barbilla con una expresión pensativa. "Parece que no te interesa el tipo principesco." O Dios estaba a punto de hacer otro además con su mano, podía apostar todo el ramen de Naruta a que lo haría, y fiel a sus expectativas movió su mano derecha para colocarla sobre sus ojos perfectamente imitando a un modelo de revista. "No te preocupes, ese no es un impedimento, como presidente del club mi deber no solo se limita a ofrecer mis servicios, sino también a velar por el bienestar de mis honorables y bellas clientes, así que dime ¿Cual es tu tipo?"

Un nudo se había formado en la garganta de Sakura ¿En que se había metido?


N/A: ... Una idea que nunca estara completa (inserte carita triste).