La luz del sol se colaba por la ventana, los rayos alumbran el rostro de la rubia de 15 años, anunciándole que ya debía levantarse, miró su reloj de mesa – 7:00, me iré a duchar- vivir cerca del instituto tenía sus ventajas, despertar unos minutos mas tarde por ejemplo, se paró de su cama y tomó una toalla de su closet, abrió las cortinas completamente y se dispuso a caminar hacia el baño, su hermana Freida llevaba un par de días en un congreso de medicina en Latinoamérica, se había alargado así que no contaba con su presencia por otro par de días mas, la rubia de ojos color cielo se tomó su tiempo bajo el agua, al salir se vistió con el uniforme del instituto mas su chaleco rosa, salió de su hogar y comenzó a caminar, dos cuadras mas allá de su casa una castaña apareció y la saludó como siempre.

-¡Christa! ¿Cómo estas amiga, lista para el primer día de segundo año? – se unió a su recorrido hacia el establecimiento.

-Sasha, ¿bien y tú?, veo que no desayunaste en tu casa- Le dijo divertida señalando el pan que ahora la castaña se echaba a la boca.

-Ehh no precisamente, si tome desayuno, pero nunca viene mal un aperitivo camino a clases – dijo la chica Braus

-Bueno si así eres feliz…mira, ahí están los chicos- señalaba la rubia a su amiga mientras llegaban a la entrada del instituto Sina.

En la puerta se encontraron con su grupo de amigos, los cuales conversaban de lo que hicieron en las vacaciones de verano…

Eren: Novio de Christa

Mikasa: Hermana adoptiva de Eren

Armin: Amigo de infancia de los últimos dos

Jean: El mujeriego del grupo

Connie y Marco: los mejores amigos de Jean

El grupo conformado por estos jóvenes eran, si se podría decir, los populares del instituto, todos deportistas y con las mejores notas, estaban en segundo año de secundaria, Sasha y Christa eran parte del grupo de porristas, Eren, Connie, Jean y Marco eran jugadores del equipo de soccer junto a Levi, el novio de Mikasa y capitán del equipo, el va en dos cursos mas arriba, Armin era el ayudante del entrenador del mismo equipo y Mikasa por su parte conformaba el club de boxeo.

-Hola amor, ¿cómo va tu mañana?- Decía un chico de cabello castaño y ojos verdes, quien respondía al nombre de Eren, el chico pasa el brazo por el hombro de la rubia mientras la besa.

-Hola, como todos los días, ¿hoy tienen entrenamiento?, Sasha y yo tenemos ensayo con las chicas- decía Christa mientras retomaba el camino hacia el salón con su novio abrazándola.

-Si, Levi nos convocó hoy, así que ni modo, debemos ir, pero nos veremos después de eso- dijo el chico mostrando una sonrisa.

Llegando al salón cada uno tomo su puesto, Christa miró hacia los puestos de atrás, donde conversaban tres personas, dos chicos bastante altos y una rubia baja de ojos similares a los suyos, el mas alto llamado Bertholdt, el otro un poco mas bajo llamado Reiner y por último la chica llamada Annie, Christa los conocía puesto que todos habían sido compañeros en la primaria, pero al pasar a secundaria sus caminos se separaron, ellos también eran parte del equipo de boxeo al igual que Mikasa y …

-Bueno chicos, todos a sus asientos, la clase ya comenzó y pasaré lista… Ackerman- decía la profesora, una mujer alta rubia, de aspecto sereno, la cual respondía al nombre de Nanaba.

-Presente- respondió la hermana de Eren-

-Arlert-

-Presente profesora!- y así siguió la lista hasta que llegó al último nombre-

-Ymir- silencio- YMIR!

-No ha llegado profesora- dijo uno de los chicos que se sentaba atrás.

-mmm, gracias Bertholdt, bueno comencemos, les mostraré todas materias que pasaremos este año…-

Mientras atrás, los tres titanes, nombre que se ganaron gracias a sus enormes portes y fuerza que demostraban en cada pelea (bueno exceptuando a Annie en el porte)…

-Donde está metida esta idiota- decía la rubia, Christa no pudo evitar escuchar la conversación.

-No lo sé, hace una semana que ya no supimos más de ella- dijo el rubio alto llamado Reiner.

-Ymir ha estado muy rara últimamente, un día la vi en el parque cerca del centro, andaba con sus amigos de su anterior escuela, no alcancé a hablarle puesto que iba con mi madre y ya saben, siempre anda apurada- aclaró Bertholdt.

-Se fue con esos chicos a la playa, ella misma me dijo- aclaró la rubia.

Christa comenzó a preocuparse, Ymir había sido su mejor amiga en la primaria, aún después de separarse el grupo ellas dos siguieron hablando como siempre, a veces Ymir se quedaba en su casa a dormir, pero desde que comenzó su relación con Eren que Ymir comenzó a pasar de ella, casi ignorándola cada vez que pasaba por su lado, por lo que Christa Reiss fue un día hacia ella a pedirle explicaciones, a lo que la alta chica con pecas en el rostro le respondió – Deja de fastidiarme, princesita- después de eso Christa siguió insistiendo, pero solo recibiendo una fría mirada por parte de la castaña.

A los 30 minutos después que empezó la clase se sintió la puerta del salón abrirse, dejando ver la figura de una chica alta, tez morena, pecas y una fría mirada en el rostro, poseía una risa burlona y los ojos rojos y entrecerrados.

-Ymir… - susurro Christa.

-Señorita Ymir, a que se debe su atraso- la profesora la examinó, y entendió enseguida lo que sucedía.

-Ehm nada profesora, solo me quede atascada en un mar de gentío- río sonoramente.

-Ve a sentarte, cuando termine la clase te quedas, tengo que hablar contigo- dijo la profesora dándose la vuelta para seguir en lo que estaba en el pizarrón.

La alta fue hacia atrás donde estaban sentados sus amigos, se tiro pesadamente en el asiento y tiro su cabeza hacia atrás, hasta que su rubia y fría mejor amiga golpeó con la mano su yugular.

-Auch… que quieres narizona- dijo enderezando su cabeza y mirando a la chica.

-Donde estabas imbécil-

-Estaba con los chicos del instituto María, pasando el rato- dijo mirándola despreocupada.

-Estas pasada a hierba- dijo la rubia fulminándola con la mirada

-Es medicinal amorcito, un pequeño cigarrillo de la mas verde…- acercó el rostro a su amiga mirándola coquetamente a lo que Annie la golpeo con la palma en la cabeza.

-Ustedes dos allá atrás, cállense si no quieren que las eche- grito la profesora.

-Si profesora- dijeron las dos al mismo tiempo.

-Después hablaremos de esto Ymir- susurró Leonhart

-See see- la morena siguió mirando hacia adelante fingiendo interés, sintió una mirada hacia ella, la cual sabia de quien era, pero como siempre la ignoró.

Saliendo al receso el grupo de Christa salió al patio central del establecimiento para conversar entre ellos… conversaban animadamente hasta que Sasha miró hacia otro lado del patio, donde vió al grupo de titanes conversando despreocupadamente, se percató de que Ymir no paraba de sacar cosas de su bolsillo para comer.

Christa, no notaste rara a Ymir cuando llegó?- la castaña se dirigió a su amiga con rostro preocupado.

-Si también lo noté, mira ahí va Nanaba a buscarla- respondió la pequeña rubia.

Con los titanes…

-Ymir te dije que quedaras, ven aquí- la profesora la tomo del brazo y la llevo hacia un costado del grupo-¿ qué crees que estás haciendo?, ¿crees que no me di cuenta del estado en que llegaste?¿Dónde andabas?- la alta mujer comenzó regañarla.

-Hey hey, una pregunta a la vez Nanaba- dijo la morena mirando hacia otro lado.

-Responde, escucha, soy tu tía y desde que tu padre murió, solo me he preocupado por ti, no me contestaste ni una sola llamada en las vacaciones, y tampoco te encontré en tu casa cuando te iba a buscar, llamé a Annie muchas veces pero ella tampoco sabía dónde estabas… supe que te estas metiendo en problemas con los delincuentes de tu antigua escuela a los llamas amigos, gente que no te hará nada de bien, que tienes que decir a tu favor…- Nanaba estaba furiosa, como nunca.

-Escucha Nanaba, estoy bien, no tienes de que preocuparte, con o sin el viejo soy capaz de valerme por mi misma, tengo el dinero y no necesito que estés encima de mí regañándome siempre- la morena la miraba desafiante, Nanaba sabe que la personalidad de su sobrina es la mas complicada con la que haya tenido que lidiar en su vida, desde que murió su hermana, madre de Ymir, que la chica comenzó a ser una egocéntrica, pesimista, sarcástica y fría muchacha, a la que no podría domar jamás, intentó llevarla a vivir con ella, puesto que su padre tampoco la tomaba mucho en cuenta desde que quedó viudo, como si Ymir dejara de existir para el, pero la chica siempre se escapaba a su casa a cuidar a su ebrio padre.

Nanaba suspiró- ¿Has comido bien?... Escúchame hija, solo quiero que te enfoques en tus estudios y en el boxeo, sabes que eres demasiado inteligente, tienes un enorme futuro deportivo, aprovecha esta beca que conseguí para ti en este buen instituto, te lo digo como tu profesora, tía, familia…

La morena la miró a los ojos – Haré lo que pueda…- dicho esto se dio la vuelta y volvió con sus amigos, Nanaba volvió al edificio.

A los lejos Christa se preguntaba que estarían hablando, hace mucho tiempo que Ymir, su Ymir, comenzó a tener esa actitud soberbia, engreída, arrogante, como si todo a su alrededor le importara una mierda, aunque bueno, así era, paso sus mejores y peores momentos con ella a su lado (la muerte de sus padres cuando estaban pequeñas, Ymir jamás se despegó de ella), hasta que la madre de su amiga murió, cambiando por completo a la morena, es como si un demonio se hubiera posado en ella, Christa siempre hacia de todo para apoyarla, soportando el carácter fuerte de la morena, catalogado por la rubia como la peor personalidad de todas. Al principio Ymir dejo que su diosa Christa se colara en su sufrimiento, pero en el penúltimo año de primaria, la alta se cambió de escuela, debido a que su padre se cambió de casa después de jubilarse del ejército, abandonando su antiguo hogar, desde ese momento de a poco la morena se fue alejando de sus brazos, esta comenzó a meterse en problemas con los chicos de su nueva escuela, la rubia no los conocía y su amiga tampoco le hablaba de ellos, muchas veces tuvo que preguntarle a Reiner sobre el comportamiento de su amiga, pero Reiner solo sabía lo principal, Ymir y su pandilla solo hacían barbaridades en la calle.

Reiner, Bertholdt y Annie no podían controlarla tampoco, solo cuando la veían fuera de horario de clases y se juntaban en la casa de alguno, Christa también logró convencerla varios días de quedarse con ella, así vigilarla de que no se metiera en problemas, pero hasta que la rubia comenzó su relación con el Jaeger, Ymir terminó por alejarse completamente de ella, eso había pasado hace 1 año mas o menos, casi al mismo tiempo que el padre de la morena murió por cirrosis. Como no iban a la misma escuela, no la vio por un largo periodo, no hasta que un día, en el segundo semestre de su primer año de secundaria, Ymir entró por la puerta del salón, presentándose con su típica cara de aburrimiento, explicando que venia del instituto María, desde que llegó, Christa solo ha querido hablar con ella, recibiendo solo rechazo y una que otra sarcástica sonrisa.

-Escucha alguna vez a tu tía, Ymir…- le decía su amigo Bertholdt, ella solo guardo silencio.

-No sé en que estas metida idiota, pero si sigues metiendo en problemas te daré una paliza- la amenazó el rubio.

- Si gorilón, estaré esperando tu súper paliza imbécil – la pecosa miró a su pequeña amiga- y tu narizona, ¿no dirás nada?

La rubia la miró- lo tengo guardado para otra ocasión, hoy iré a quedarme contigo a tu casa, y me importa una mierda si tenías planes con los imbéciles y drogadictos de tus amigos.

-Bueno, si deseas ir a dormir conmigo y hacerme cariñitos durante la noche, no me negaré en absoluto amorcito… AUCH- Annie la golpeó en la pierna haciendo que Ymir se recogiera de dolor y le diera una sonrisa burlona, burlona pero sincera. A la distancia Christa observó todo y no pudo evitar sentir una oleada de celos, al ver como Ymir le sonreía a la otra rubia.

Al terminar las clases Christa y Sasha se fueron al gimnasio donde tenían su ensayo de las porristas, cuando llegaron se sorprendieron al ver que el club de boxeo practicaría en el mismo lugar que ellas, a lo lejos la rubia pudo divisar a Ymir, esta solo vestía con unos shorts negros y una corta polera que dejaba todo su marcado abdomen a la vista, la pequeña diosa no podía parar de mirarla, a lo que la morena se dio cuenta, pero esta solo la miro fijo y arqueo una ceja, a lo que la rubia se sonrojo al máximo y se dio la vuelta,

-¿Viste que cuerpazo tiene Ymir?- le pregunto su amiga Sasha.

-Eh, si si, lo ví- decía la chica sin voltear, aún no se pasaba su sonrojo.

-Con razón tiene tanta mujer a sus pies- la castaña suspiró como chiquilla enamorada, actitud que su rubia amiga encontró sospechosa.

-¿Sasha?¿Te gusta Ymir?-

Primer capítulo :D espero que les haya gustado, gracias por leer