Hola!
después de un largo tiempo ausente y de ponerme al día con mi historia anterior, traigo una nueva idea, algo que se forma, pero que aquellos que me lean les guste.

Declaro que los personajes no me pertenecen, sino que son creaciones de J. K. Rowling

Capitulo 1: El reloj Biológico
Un año atrás…
-Hermione, cariño- la señora Molly la abrazo- ven te daré un agua de manzanilla
- Molly, yo…- la castaña lloraba en silencio mientras entraba a la casa de su amiga Ginny. Había pasado dos meses desde la muerte de su padre, quien choco en su vehículo cuando iba camino a su consulta dental, su madre no lo había acompañado debido a que esta resfriada, por lo que se quedo en casa. Actualmente la castaña había tomado su rutina normal, su madre se había ido donde unas tías que vivían en Francia, allá habría quienes la acompañarían y animarían. Hermione no se sentía con fuerza de apoyarla para superar la muerte Robert Granger.
-tomate unos días- le sugirió Ginny- con Luna nos podemos encargar, Sally podrá cambiar tus citas.

-no quiero faltar más- negó la castaña, limpiándose la nariz- solo pasa que aun no puedo ir al cementerio y quedar bien

-hija, es un periodo de luto, el perder a un padre es muy doloroso- le abrazo la mujer

-he traído lo que me encargaron- dijo Luna entrado muy apurada- hace un frio horrible- se quejo- te traje chocolate, te ayudara- le aconsejo- cuando perdí a mamá, me gustaba comerlo
- gracias Luna- le sonrió la chica. Hermione iba los fines de semana al cementerio, antes iba con su madre, pero siempre acababan ambas llorando y lamentándose no haber hecho nada, hace una semana las tías de la castaña había ido a verlas para darle sus condolencia y surgió la posibilidad de que su madre se fuese con ellas, era la opción más recomendable. Hermione se había ido por un tiempo a vivir a la casa de sus padres para acompañar a su mamá, pero era una tortura estar allí y su madre no lograba animarse, no iba a trabajar ya que Jean Granger trabajaba junto a su esposo.
Que su madre se fuese a Francia por un tiempo junto a sus tías era la mejor idea, estaría mimada y muy acompañada, la castaña estaría junto a sus amigos, y su familia honoraria Los Weasley.

Ahora que Hermione estaba sola, su rutina era trabajar, ir a casa ver televisión, pasear por el parque con su perro Yang, salir a tomar café con Luna, ir a ver a sus amigos, Harry y Ginny, a los hijos de estos, Sirius el mayor de los Potter-Weasley era su ahijado y le gustaba compartir con él y también con Molly, la hija menor de sus amigos. Solo el domingo su día caía, ahora que no estaba su madre iba sola al cementerio y luego iba a almorzar a la casa de los Weasley o de los Potter, tenía prohibido estar sola. A veces deseaba revelarse pero sabía que no serviría de nada, después de visitar la tumba de su padre quedaba en calidad de bulto.

-se ha quedado dormida- susurro la señora Weasley yendo con su hija al comedor donde Luna estaba jugando con Sirius (4años) y Molly (1año) quien estaba bostezando y daba cabezaditas.
- está cada vez mejor, antes no comía, hoy logra comer- comento la pelirroja tomando a su hija- la llevare a dormir la siesta
-creo que Hermione le falta alguien que la acompañe- comento la mujer- un novio

- yo tengo novio, y no es de gran compañía, no creo que sea la solución

-cariño, Peter no es un buen chico- dijo la señora Weasley

-lo sé, pero…

- no quiere mover su culo y buscar otro- agrego la pelirroja entrando al comedor

-mala palabra- dijo Sirius estirando la mano

-Dios! En qué momento se me ocurrió este sistema- se quejo sacando una moneda y dándosela a su hijo quien la deposito en un frasco- sonriendo
-fue cuando Sirius dijo una mala palabra- comento Luna, sin cambiar su sonrisa pese al comentario anterior de su amiga

- cierto- se quejo- mis hermanos debiesen de pagar y llenar el bendito frasco, ellos y sus malas palabras

-iré a dormir la siesta- anuncio el chico, quien se perecía a su padre pero con ojos celestes, se fue bostezando y entro al cuarto donde está su madrina
-es tan maduro y quiere tanto a Hermione- dijo orgullosa Molly adulta- mi pequeño, y tú-le dijo a su hija-cuida tu vocabulario

-si madre, deberé declara cuales serán las malas palabras, porque culo no lo es, o si?

-no- comento Luna- y sobre Peter, ya terminare con él, cuando vuelva, claro

- y donde anda ese- le pregunto Ginny
-en Brasil

- ah! Es tan sacrificado su trabajo

-Ginny- le llamo la atención su madre-cariño- miró a Luna- hay muchos hombres bueno, como…

-hemos llegado

- niños-saludo la señora Weasley, viendo a entrar a dos hombres

- madre- se quejo la pelirroja- ya son viejos para que aun les digas niños
-envidia hermanita- rio el chico- y donde están mis sobrinos y Hermione?

- duermen – dijo Luna
- llegamos tarde- se disculpo el moreno besando a su esposa, llevaba casado cuatro años con Ginny- el juego se alargo, y luego Ron dio un montón de autógrafos

-debo hacerme publicidad, todo para pagar mi costoso abogado para separarme de Laverder

- todo sea por una buena causa- dijo Ginny

-nunca me gusto esa mujer- dijo la señora Weasley- hay otras chicas mucho mejores- y miro de reojo a la rubia quien miraba la tele. Ginny negó, no quería que su amiga se juntara con Ron, sabía que éste no era mejor que Peter. Su hermano tenía muchas virtudes, pero la fidelidad según ella no era una de ellas y no soportaría ver a su amiga pasándola mal.
-cómo llego Hermione?- pregunto Harry mientras comía
-un poco mejor que otras veces- comento Ginny- solo espero que vaya superándolo

Todos se quedaron en silencio, para nadie era fácil ver a un ser querido pasarla mal. Y para ellos la castaña era una hija o hermana.

En la actualidad…
Hermione vio un bello bosque enfrente. Giro y vio una hermosa casa a lo lejos, se veía una mujer regando, era una anciana quien la saludo con la mano y siguió con su trabajo de jardinería. La castaña siguió mirando hasta que escucho una voz.
-ratoncita, donde esta?- la voz de un hombre se oía desde el bosque, era un hermoso bosque, de un verde primaveral con algunas flores silvestres de diversos colores
-papá- Hermione se vio a si misma siguiendo la voz y yendo hacia el bosque

-ratoncita, debo irme
- no papá, espérame iré contigo- iba a entrar al bosque

- no tesoro, donde voy tú aun no puedes ir, debes hacer muchas cosas
-pero no quiere estar sin ti- lloro como una niña
- ratoncita, yo estoy contigo- una luz pequeña salió del bosque y avanzo hasta ella y se detuvo enfrente a su corazón- y de acá nunca me iré- y se introdujo en su pecho, sintió un suave calor que la calmo, ceso su llanto- debes cumplir tus metas, de esas que me hablabas. Eres una hermosa mujer y quiero que seas feliz, cuida a tu madre y no olvides que te amo- la voz se fue acallando

-papá- Hermione despertó llamándolo. Yang, un Boston Terrier de color negro con una mancha blanca en su ojo izquierdo, le lamia preocupado la mano. Un antiguo novio se lo había regalado, para ella era una de las pocas cosas buenas que había recibido de Michell, él fue su novio hace dos años y su relación había durado medio año y solo recibió dolores de cabeza por culpa de este hombre.- Yang, tranquilo estoy bien, solo fue un sueño- le abrazo.- es hora de desayunar- se levanto para alimentar a su canino amigo-hoy será un buen día- soñar con su padre, o con la voz de él le habría producido una confusión de sentimientos, entre alegría y tristeza, se cumplía un año de su muerte, mañana sábado se reuniría con su madre para ir al cementerio y luego almorzaría con ella.

-hola chicas- saludo Hermione ingresando a la clínica donde trabajaba junto a Ginny y Luna, además de otros colegas. Entre las tres había juntado los fondos además de los gemelos Weasley que había invertido en la sociedad. Y partiendo con algo muy pequeño habían logrado ampliar la clínica, y hoy en día tenían muchos pacientes, y la tres podía manejar sus tiempos, cosa que no habían podido hacer tres años atrás. Todo comenzó como idea de Harry.
Cuando nació el pequeño Sirius, Ginny había tomado un tiempo de descanso y luego con la ayuda de su madre se las arreglo para trabajar y cuidar de su hijo, pero su trabajo como pediatra en el hospital era demandante, y más cuando estaba en el turno de emergencia y podía ser llamada en cualquier momento.

Tres años atrás…
-por qué no trabajas en una consulta particular- le comento el chico en una de las cenas de los Weasley. Los comensales, que se encontraban allí, guardaron silencio. Hecho que hizo que el moreno se sonrojara al pasar a ser el centro de atención, nunca le había gustado, ni en Hogwarts, ni después de la guerra, ni ahora.

- es cierto, cuñado eres un genio- dijo Fred- puedes abrir una consulta y así no deberás de dejar a mi sobrino a su suerte

- Fred- le regaño Molly Weasley- el niño no queda a su suerte, se queda conmigo

- cierto, pero mi hermanita desearía poder estar con él o no?
- es cierto- asintió la chica- pero no es fácil abrir una consulta

- pueden abrir un clínica, acá tienes una medimaga- George señalo a la castaña, quien estaba atenta a la conversación- una psicóloga- miro a Luna y le giño un ojo- y no dudes que habrán otros que se les quieran unir

- sí, pero y los fondos- argumento la chica- con solo querer no se podrá
- está el dinero de mis padres- agrego Harry, un poco tímido al ver que la conversación con su esposa era ahora un tema familiar

- nosotros seremos socios de tu empresa- dijo Fred sonriendo junto a su gemelo- nos encargaremos de cosas pequeñas como el lugar, la publicidad y otros detalles

-yo también tengo dinero, si es que puedo entrar en la sociedad- dijo Luna

- claro, Lunita- dijo George, Ginny vio que su hermano se mostraba muy afectuoso con su amiga
- y yo he reunido dinero así que podría unírmeles, podemos acordar cual es el capital de cada uno y cerrar algunos detalles- agrego la castaña

- vaya, que fabuloso- comento el patriarca de los Weasley- brindemos para que surja este proyecto
- Salud!- dijeron todos
- bueno no será solo eso- dijo alegre la pelirroja- viene en camino un nuevo integrante. Estoy embarazada!- todos quedaron sorprendido, y muchos entendieron porque Harry había sacado ese tema. Todos felicitaron a la pareja.

En la actualidad…
Hermione estaba más que feliz con haber participado de tal iniciativa, y ahora sabía cuales podían ser sus tiempos y manejarlos a su gusto.
- Hermione- le saludo la pelirroja, quien venía junto a sus hijos

- tía- Sirius corrió para abrazarla
- hola pequeño
- tía ya no soy pequeño, he crecido pronto cumpliré seis y voy a ir al colegio, cierto mamá?

- sí, tesoro- le respondió su madre
- y este terremoto ira a la guardería- le beso la mejilla a su hija, una pequeña de dos años, tenía el cabello castaño rojizo y de ojos verdes como los de sus padres, era una pequeña con exceso de energía y travesuras. Le sonrió a su tía mostrándole sus pequeños dientes blancos.

- eso será fabuloso- les felicito la chica- serán unos buenos alumnos- miro a su ahijado que era un niño muy tranquilo a diferencia de su hermana y vio como la pequeña Potter intentaba sacar unos folletos.
- bien, vengo a buscar unos papeles que he olvidado y además de querer saludarlas, tengo montones de cosas por hacer- con un movimiento ordeno que llegara a ella lo que había olvidado – iré matricularlos en la escuela que queda cerca de acá. Se supone que parten en lunes y hay mucho por hacer. Nos vemos - Ginny se despidió de la gente que se encontraba allí- saluden a Luna por mí- dijo antes de que las puertas del ascensor cerraran.
- son un encanto los hijos de la señora Potter- comento Sally, la secretaria, era una mujer de unos cincuenta años, de carácter muy afable. Era la quinta secretaria que tenia la clínica, las anteriores, terminaron siendo novias de George y siempre se iban haciendo un escándalo, si no fuese porque habían una excelente atención hubiesen perdido a sus pacientes hace tiempo.

- es cierto, son un encanto- asintió la castaña- a qué hora llega mi primer paciente
- a las 9, usted como siempre llega con anticipación, desea un café señorita Granger
- no se preocupe, y llámeme Hermione
- oh, no podría- le sonrió
-ya lleva más de un año con nosotros
- es cierto, pero no me acostumbro- le sonrió- iré a la tienda de enfrente, en unos minutos llegara la Señorita Lovegood y necesita su café
- bueno, si va para allá, me podría traer uno a mi también

- excelente, vuelvo en un momento- la mujer salió de la clínica, era una persona encantadora, se alegraba de tenerla dentro del personal.

La castaña se dirigió hacia su consulta y se coloco el delantal blanco, miró el reloj le quedaba cuarenta minutos para comenzar su jornada.
- Hermione- saludo Luna entrando y sentándose en la silla, se saco unos lentes negros

- QUE TE HA PASADO!- dijo asustada al ver a su amiga con un ojo negro- no me digas que ese cretino te golpeo

- fue un accidente, y hablo enserio- sonrió la chica- ayer termine con Peter
- ya era hora, te demoraste más de un año en hacerlo
- cierto- rio la rubia- después de hablar con él me dirigía mi departamento y me preparé un café
- debes dejar ese habito, te hace mal

- es mi única debilidad- aseguro la rubia, mientras se trenzaba el cabello

-lamento el día que te lo ofrecí

- no es culpa tuya. Bueno, estaba en eso cuando quise sacar un tiesto del mueble y como éste es alto tuve que estirarme, cuando lo tuve cogido no me percaté que había otro encima y este se me cayó en la cara- señalo su ojo- y acá esta el resultado

- Merlín, Luna- le regaño su amiga- veamos qué puedo hacer por ti, y yo que ya iba a cortarle las pelotas a ese

- con permiso- entro Sally- ya sabía yo que estaría usted acá

- siempre me regalonea -dijo feliz Luna
-JESUS-exclamo la mujer al ver el rostro de la rubia- quien fue?

- mi torpeza- dijo la chica

- debe ser más cuidadosa- le recomendó- está bien?
- si- le aseguro la chica- ahora que Hemione me ayude quedare como nueva

- bien, si se les ofrece algo me avisa
- gracias- dijeron ambas
- mira hacia arriba- la castaña tomo su varita y le enfoco con una luz el ojo- no se ve gran daño, si puedes haz que Parkinson te vea
-mm… hoy le toca venir?
- creo que si- le aplico unas gotas- esto te aliviara y…- le aplico un hechizo para disimular el color morado- esto ayudara a que no alteres a otros al verte como mapache- la chica rio

-gracias- dijo feliz su amiga- le preguntare a Sally si viene Parkinson y le pediré que me evalúe. Quién diría que trabaja con nosotras
- como dijo Fred, es una de las mejores en su especialidad. Y ella dice que no le pagan mal

- no es mala- aseguro la rubia

-no, no lo es, pero no es la madre Teresa
-es, cierto. Bueno iré a mi consulta, ya llegaran mis paciente

- no te sobre cargues y no tomes mucho café
-no, tranquila- tomo su café y saco su bata de color lila del perchero de la castaña
- debería de cobrarte por dejar tus cosas acá
- eres muy buena para hacer eso- rio mientras salía
- sí, pero tampoco soy la madre Teresa- ambas rieron

La castaña encendió su computadora, los gemelos habían insistido en mezclar lo muggle con lo mágico, y tenían alta tecnología. Hermione leyó sus correos mientras tomaba su café.
Mientras leía se percato de un mensaje distinto, lo abrió y escucho una música que iba junto al anuncio y surgió una voz…

Aun es tiempo de ser madre, aprovecha tu juventud y acércate a nuestra clínica de fertilidad, te ofrecemos confiabilidad y los mejores perfiles de hombres magos y muggles…

La castaña cerró el anuncio y sentía su rostro sonrojado, porque mierda estaba eso en su bandeja de entrada. Desde cuando había comerciales mágicos tan bulliciosos. Espero que su corazón se tranquilizara, esto debía ser un spam o su amiga Ginny y su gran lema "Todas deberían de ser madre". Era cansador tolerar una vez al mes su discurso sobre el reloj biológico, ella aun tenía 28 años, era joven. Aunque a veces le surgía el anhelo de ser madre, cuando nació Sirius brotaron esas ganas, y es que ser madre debe ser algo genial, no para cualquiera, solo para valientes. Ella no era cobarde pero la maternidad era otra cosa, vio su agenda mientras la idea paseaba por su cerebro. Vio que hoy en la tarde tenía su cita con la ginecóloga, tal vez debía averiguar sobre eso del reloj biológico.

En la hora de almuerzo se junto con Luna, se fueron a un restaurante unas cuadras más allá de la clínica, luego se acercaron a tomar un helado y pasearon. Ya venían de regreso cuando se dieron cuenta que habían dos personas a la entrada del edificio

- esos no son Malfoy y Parkinson?- comento Luna. Hermione no veía a Malfoy desde su graduación hace diez años, había leído y escuchado del chico, sobre todo el revuelo que se formo cuando abrió una empresa unida a los muggles, ese había sido su redención, mucho más que el haber aportado y ayudado en vencer a Voldemort. Para Hermione ya no era un enemigo, pero no había logrado pasar a ser una persona del todo grata. Llegaron cerca de los jóvenes y por un momento pensó que no se darían cuenta que ellas se acercaban. Pero no fue así y se giraron para mirarlas de frente.
- buenas tarde Parkinson, Malfoy
- Hola Granger- le saludo el chico- Lovegood
- hola- le saludo Luna
- veo que les va de las mil maravillas- les felicito el chico
- es cierto- asintió la castaña- creo que a ustedes también les ha ido bien
- lo dudaste? Pero mujer si un Malfoy hace algo, lo hace para triunfar- de forma petulante la miro
- ya lo creo, trabajar con muggle se te dio bien
- no me quejo, no son seres tan difíciles de tratar- encogió los hombros
- lastimas que no todos los seres vivos sean iguales- la chica lo miro- pero nada es como uno quiere- sonrió – gusto haber conversado contigo- y se fue sin esperar que el chico se despidiera
- aun no te agrada- dijo Luna entrado con ella en el ascensor
- no, siempre me saca de mis casillas- dijo la muchacha- tanto ego me altera

- lamento oírlo- escucho la voz del rubio y se lamento mentalmente la chica

- Disculpa- se hizo la desentendida- de que hablas?

- sobre lo que comentaban con Lovegood- le dijo él entrando al ascensor con ellas
- Lovegood, si pudiera hablar contigo ahora- le dijo Pansy
- bueno, iré a tu oficina-dijo la chica, presionando el botón del piso que iban
- iré por un café, luego subiré, quieres uno?
- claro- Luna se animo, era su debilidad- te acompaño- la castaña vio como su amiga se iba sin darle importancia dejarla con el rubio- nos vemos luego Hermione
- pero…- la castaña no pudo decir más ya que las puertas se cerraron
- hemos quedado, tú y yo
-así veo, pero no dejes fuera tu ego
- así que si hablabas de mí
- qué más da- encogió los hombros, miraba los números y se percato que pasaban de uno a otro muy lento
- te puedo preguntar por qué no te agrado, no es que me importe, pero si me causa curiosidad, no creo que sea rencor
- no es eso Malfoy, simplemente me molesta tu forma de hablar
- mi léxico?

-no, tu actitud al hablar, siempre te muestras mejor que todos
- puede ser, pero no obligo a los otros ser menos que yo
- a que te refieres?
- mi estimada Hermione- dijo él como si nada- yo hablo con superioridad, porque considero que la tengo, pero no le digo a los demás que sean inferiores, son ellos los que se consideran menos
- quieres decir que es una cuestión de actitud
- claro, pese a lo mucho que te insulte, y vuelvo a pedir disculpas por ello, durante nuestros años escolares nunca dejaste de ser la mejor alumna, la más inteligente, la promesa de Hogwarts
- pero eso fue porque no me importaba lo que me decías, pero muchas veces las palabras pueden ser perjudiciales, no todos tienen la fuerza para no darle la importancia – le rebatió la chica. El hombre que media más de 20 centímetros que la chica se la quedo viendo con curiosidad, y sonrió de lado
-puede ser, lo tendré presente- la castaña se sorprendió que cediera tan pronto
- he llegado- dijo Hermione- nos vemos

- me bajo acá, vengo al dentista- dijo el chico- Pansy me lo recomendó
- Simon, es un excelente dentista
- tu comentario no afectara a otros dentista, ya que menosprecias las aptitudes de los demás dentistas
- entiendo, ahora usaras mis palabras para lanzármelas- la chica rio con humor, haciendo que el chico la quedara viendo- nunca cambiaras. Hola Sally
- buenas tarde, su paciente ha llegado- le señalo una mujer que se levanto
- gracias, pase.- la castaña la hizo pasar, el rubio pensó que se iría sin decir nada, pero Hermione voltio- Nos vemos Malfoy

-puedo ayudarlo- pregunto la secretaria

- sí, tengo hora con el dentista
- su nombre?
-Draco Malfoy

oooOOOOOOOooooo
-hasta el lunes, Sally- se despidió
- hasta el lunes, señorita Hermione- le dijo la mujer al despedirse, la castaña se fue con una sonrisa, al fin la mujer la llamaba por su nombre, tal vez más adelante quitara lo de señorita. Hermione camino rumbo a la consulta de su ginecóloga, entro y se encontraron muchas mujeres embarazadas. Su cerebro broto su imagen con un vientre igual a los que veía y una sonrisa surgió.
-Bienvenida
- hola, tengo una hora con la doctora Jones
- nombre
- Hermione Granger

-bien señorita Granger, tome asiento

- gracias- la castaña se sentó entre dos mujeres, una tejía un gorrito rosa y la otra leía una revista que se titulaba "La maternidad". Hermione se quedo divagando en muchas ideas.
- señorita Granger- la castaña se levanto –pase
- gracias- paso a la consulta, donde se encontraba una mujer rubia, de mejillas sonrosada y mirada afable.
-hola Hermione
- hola doctora
- como te has sentido
- bien, después de las pastillas se me ha regularizado el periodo
-que bueno- la mujer saco unos documentos- tus exámenes son buenos, se puede ver que tu periodo fértil está en un buen punto

- qué significa?
- que tienes un 75% de posibilidades de quedarte embarazada
- ah! Falta mucho para que se detenga mi reloj biológico, o no?
- aun tienes tiempo, si es esa tu pregunta, si ves tu fertilidad como un grafico entenderás que tu línea de acá en adelante ira decayendo
- pero falta para eso?- pregunto preocupada

-claro, pero debo señalarte, que cada vez será más complejo ser madre, cuando llegues a los treinta- miro los papeles- aun te falta para eso, tu fertilidad irá disminuyendo, hasta que ya no haya óvulos que fecundar. Puede ser una opción, si es que aun no deseas ser mamá, congelar unos óvulos-la mujer tomo un folleto- acá tienes la información necesaria.
-ah!
-puedes pensarlo
-claro, lo pensare

La castaña se fue pensativa hacia su casa, paso al callejo Diagon, necesitaba adquirir algunas pociones ya que no tenía tiempo para crearla ella misma. Cuando ya había comprado todo, incluso un libro nuevo, vio una tienda extraña, nunca la había visto. Se acerco a esta y entro. Una mujer ya anciana le dio la bienvenida.
-que desea?- le pregunto la mujer
-eh, nada solo quería mirar, es nueva la tienda?- consulto viendo las vitrinas

-no, siempre hemos estado acá- le sonrió mientras limpiaba el mostrador- ahora que la veo tengo algo que viene justo para lo que necesita
-que? no necesito nada
- segura? yo diría que este anillo le serviría - Hermione pensó que tal vez la mujer no vendía mucho y deseaba venderle aquel anillo
- y para que sirve el anillo
- te ayudara a encontrar lo que buscas
- cualquier cosa?
-no, solo el hombre que es tu complemento

- algo como la media naranja?
-no necesariamente. Tú buscas esposo?

-no
- ya lo sabía yo- abrió un cajón y saco una caja- tú quieres ser madre- la castaña se sorprendió, cómo sabia aquello, tal vez fue suerte- con este anillo, podrás ver al hombre ideal para ayudarte a ser madre

-y como lo sabré?- la anciana abrió la caja y saco un anillo
- primero, debes estar segura que deseas ser madre

-eh! Aun soy joven, podría esperar un tiempo

- bueno, tal vez no es para ti- guardo el anillo y cerro la caja

- puede haber otra cosa que necesite- dijo la castaña

- oh, no creo. Por el momento no necesitas nada- guardo la caja- dame tu mano- la castaña se la paso- eres una mujer muy inteligente, está relacionada con la salud, hace poco has sufrido una gran pérdida- Hermione sintió como su corazón saltaba.- Has tenido algunos amores, pero no veo ningún hombre en tu presente, si uno en tu futuro, aunque depende de ti.
-es usted adivina
-no, solo digo lo que veo, eso está aquí- le señalo la mano- no lo he inventado, usted nunca le gusto esa materia en Hogwarts
- como lo sabe, conoció a la profesora…

-no, es lo que sale en tu mano, dice muchas cosas más- le dio una palmadita y le soltó la mano- pero no necesitas nada de acá, tal vez más adelante quieras el anillo, puede venir por él
- claro, gracias por… todo- no sabía que decir, la mujer se le hizo familiar.

-no tienes nada que agradecer
- hasta luego- se despidió.

Apareció en su departamento. Saludo a Yang- un anillo para encontrar el hombre que me ayudara a ser madre, puede haber algo así- Yang la miró doblo la cabeza mostrándole que no le entendía- no me hagas caso.

OOOOOoooo
-ya ha pasado un año- suspiro Jean tomando una taza de té
-pareciera que fuese menos tiempo- comento Hermione sentándose junto a su madre, ya era una experiencia más tranquila para ambas, aun sentía tristeza pero iba acompañada con el consuelo que Robert Granger estaba en un lugar mejor.
-supiste que Anne tuvo un bebé?
- no- es que todo era referente a la maternidad, parecía un bombardeo- y que fue?
- niñita, es una hermosura. A mí me gustaría ser abuela- le dijo sonriendo
- deberás esperar un poco- dijo la castaña- aun no es el momento

-pero quieres tener hijos?
- claro, me gustaría. Pero no tengo buena suerte con los hombres
- no es necesario que te cases- su madre se entristeció
- que sucede mamá?
- nada, solo cosas de vieja- le quito importancia
- no eres vieja- rio la chica- la verdad es que estoy pensando en congelar mis óvulos, puede que ahora no sea madre, pero más adelante podre serlo
-no dejes que pase mucho tiempo, con tal que pueda conocer a mi nieto, seré feliz
-tranquila mamá, no será tan tarde- sonrió

Lunes, hora de almuerzo…
-chicas ustedes conocen la tienda que está al lado de la librería?
-hablas de la tienda de chocolates?- le pregunto Luna. Se encontraba las tres chicas almorzando en un restaurante cerca de la clínica
- no, hacia el otro lado- negó la castaña cogiendo el jarro de agua

-eh… creo que hay una tienda de articulo de limpieza- comento Ginny- mamá va siempre a ese negocio

-segura, que raro, juro que el viernes entre a la tienda que está cerca de la librería
- puede que te hayas confundido- dijo Ginny- suele pasar

- cierto, que tal tus hijos, como quedaron en el colegio
-bien- dijo alegre la pelirroja- llore a moco tendido y ellos solo se fueron felices
-eso es mejor a que ellos hayan llorado, tú te hubiese sentido peor- agrego la rubia
- si- hizo un pechero- sobre buenas cosas, que tal te sientes después de haber terminado con el odioso Peter
- bien, más tranquila, ya no me molesta nada- encogió los hombros la chica- antes sentía que algo tenía pendiente
- al fin lo solucionaste- dijo la castaña
- bueno ahora encuentras un buen hombre, puedo decirle a Harry que les presente unos amigos y le traigan amiguitos a mis hijos

- ya comenzó- se quejo Luna con humor

-nada de que comencé, es verdad, sus relojes no estarán siempre, se detendrá y el tren de la maternidad se irá
- yo no deseo ser madre- dijo la rubia tranquilamente
-qué?- dijo horrorizada la pelirroja, Hermione supo que vendría una conversación larga y tendida, su amiga nunca mostro ganas de ser madre, a diferencia de ella que si quería pero que no encontraba un hombre con el que pudiese tenerlo, pero con la opción de congelar ovulos, había una posibilidad.
-… después te arrepentirás, hay mujeres que cuando se deciden es tarde- termino su argumento Ginny

-puedes congelar tus óvulos- agrego Hermione- mi ginecóloga me dio un folleto, si quiere te lo paso

-no pensaras en serio en hacerlo- comento su amiga- cuando puedas no tendrás la misma energía que hoy tienes, tal vez sean tus óvulos, pero es tu juventud, ya ves tú como son los niños.
- es cierto, pero no se qué otra forma, también me llego el anuncio de una clínica de fertilidad, no me has inscrito tú, cierto?- miro a Ginny, quien sonrió con culpabilidad

-se que deseas ser madre, pero te cierras por no tener pareja

-cierto, pero…- se detuvo ya que su celular comenzó a sonar, hace años que manejaba este tipo de tecnología, su madre y algunos amigos le llamaba. –alo! Si, con ella, si… qué- la castaña palideció- debo irme, mi madre le ha dado un ataque al corazón- la chica se levanto y arreglo sus cosas
-te acompaño- se ofreció Ginny

-no, díganle a Sally que cambie mis horas, mi madre está estable- trato sacar su billetera
-vete, nosotras pagaremos- dijo Luna al ver a su amiga tan nerviosa
-gracias- dijo saliendo

OOOooOOoo

-señorita Granger, su madre está estable, pero es necesario que siga una dieta y tome medicina, además de asistir a una revisión regular con el cardiólogo.
- claro, hare que lo cumpla- dijo la castaña aun pálida, había hablado con su madre y ésta se encontraba tranquila
- por hoy ella se quedara acá y mañana le daremos el alta
- bien, vendré por ella mañana
- está bien, pase para despedirse de su madre
- gracias- Hermione se despidió del doctor y paso al cuarto de su madre, quien estaba hablando con una vieja amiga, la señora Fellon- como te sientes?

-bien, que dijo el doctor?

- que tendrás una serie de cosas que cambiar en tu vida, así que mañana vendrás a mi departamento, para comenzar la dieta y tus cuidados
- pero solo por unos días, no puedo vivir siempre contigo, tengo mi casa y me gusta estar allí

- como quieras, pero esta semana te quedas conmigo- le pidió la chica

-cuando vuelvas a casa-dijo la amiga de su madre- yo estaré al tanto de ella
-veo que tendré mucha atención- rio la señora Jean
-ya se acabaron las visitas- anuncio una enfermera

- bien, me voy madre- la castaña beso a su madre y se despidió
-adiós Jean-la amiga de su madre salió junto con la castaña
- mamá me dijo que Anne tuvo una niña, dele mis felicitaciones
-en tu nombre, es un encanto la pequeña, si un día se puede nos podemos juntar y la conoces, es mi felicidad… creo que ser abuela es lo mejor, puedo mimar libremente, no es lo mismo como cuando uno tiene sus hijos, los nietos ayudan a dar cariño y malcriar- rio la mujer, luego se giro hacia la castaña tomándole la mano- Hermione queda tranquila cuando tu madre vuelva a casa, yo cuidare de ella

- gracias señora Fellon
- de nada tesoro- se despidieron

La castaña llego a su casa, habían cancelado todas sus citas, se sentó en el sillón acaricio a Yang y las lagrimas salieron de sus ojos, no quería perder a su madre, estaba realmente asustada. Tomo un baño y se preparo un té, se fue a la cama. Sus amigas la llamaron para preguntar por su madre. Y luego se durmió.

Hermione se encontraba nuevamente enfrente de un bosque, iba hacia él. Cuando la llamaron.
-Hermione- una anciana la llamaba desde un jardín- Hermione, ven.
-buenos días- le saludo la castaña
-pasa a tomar té- la castaña entro a la casa de la mujer
- muchas gracias- Hermione vio que el lugar era como una tienda, le parecía familiar, igual que la mujer

- que deseas?
-yo… nada- dijo Hermione
- segura, yo creo que deseas algo- dijo la anciana colocando una taza de té
- yo deseo que mi madre mejore
-nada más?- Hermione pensó, en todo lo que había vivido hasta ahora, y su anhelo de ser madre había crecido hasta la fecha, pero pensaba que siempre debía ser la ecuación casarse y tener hijos, no era lo que todos esperaban. Pero quien dice que no podría ser madre sin casarse. Era el tiempo, tenía una estabilidad, la salud, todo…
- quisiera ser madre- dijo la castaña
- y que esperas
- cierto- la castaña se levanto.

Hermione despertó y vio que faltaba cinco minutos para las siete, la hora que habituaba levantarse. Se preparo, llamo al hospital para saber de su madre, dejo la comida de Yang y se apareció en la clínica. Todo el día estuvo con la idea que broto en su sueño, deseaba ser madre. Cuando salió del trabajo se fue con sus amigas a buscar las túnicas para asistir a la celebración de los ex –alumnos.
-deslumbraremos- dijo Ginny- pasare a comprarle una escoba a Sirius
- debo ir a buscar un libro- dijo Hermione

-yo me debo reunir con Neville
- esa es mi Luna- le animo la pelirroja
-solo somos amigos y colegas- negó la rubia- me prestara una tesis que me interesa mucho
-fome- se quejo la chica. Las tres rieron
- saluda a los chicos de mi parte- se despidió la castaña, cada una salió hacia distintas partes. Hermione llego a la extraña tienda y se fijo que estaba entre la tienda de libros y la tienda de productos de limpieza. Ginny se había confundido. Entro a la tienda y vio a la misma señora, ahora entendía era la mujer de sus sueño, por eso le había visto cara de conocida.
- Buenas tarde señorita- le saludo- ya sabe lo que necesita?
- si, usted me ofreció un anillo
- claro- abrió un cajón distinto donde lo había guardado, pero ahí estaba el anillo- aquí esta
- bien, cuánto cuesta
- primero tiene un tiempo de prueba, usted lo usa y luego verá si le resulta

- y como se asegura que pagare o devolveré el anillo
- con un contrato mágico
- ah! es legal esto- le pregunto preocupada
- sí, todo queda en sus mano, el contrato es claro. Aquí lo tiene- le entrego a la castaña una hoja - tome asiento- la castaña vio un living, era extraño no lo había visto la vez anterior ni ahora que entro
- gracias
- desea té
- bueno, gracias
- de nada- la mujer salió y Hermione leyó el documento

Contrato

El siguiente contrato se realiza con el fin de que la persona logre encontrar su pareja compatible para lograr la unión de fertilidad. Para ello se le hará entrega de un anillo de fertilidad. El plazo será de tres meses, cuando el interesado encuentre a su pareja desde ese momento comenzara a correr el tiempo para que se logre la unión. Si pasado el plazo no logra realizar la unión, no se recibirá reclamos y deberá ser cancelado el producto. Para seguridad del beneficiario se asegura la vida de las personas involucradas.


Hermione lo leyó dos veces, no perdía nada. La anciana le había dejado una taza de té.
-solo tengo una consulta, cual es el costo del anillo?- bebió del té
- es el valor de encontrar a la pareja
- no entiendo
- el anillo te dará la posibilidad de encontrar una pareja 100% compatible contigo, puede ser un hombre casado, anciano, joven, el anillo solo te señalara cual es el que te conviene para unirte y te da la seguridad de que es el indicado, que te dará un hijo o hija.
- entiendo, pero señala acá que si no lo cumplo, ósea que una vez el anillo me dice quien es y no me uno a la persona deberé cancelar, habla de costo monetario?
-no, solo te dice que si no te unes en un plazo de tres meses, ese hombre se ira de tu vida y no habrá más oportunidades con él.
-ah! Bueno, si no resulta buscare otra solución, veré que hacer- tomo un lápiz- supongo que le tendré que devolver el anillo
- no se preocupe el anillo regresara solo- dijo la anciana
- y si lo logro, como cancelare
- no habrá cobro, porque el anillo busca dar vida, es el objetivo, la fertilidad- dijo la mujer- pero esto funcionara una sola vez, el anillo desaparecerá y no podrá solicitarlo más.
-y usted que gana?- estaba dudosa
- ayudar, esa es mi misión, ayudar a quien lo necesite
- creo que entendí, el anillo me dirá cual es mi pareja, y si no me uno a él solo se irá
- sí, pero nunca más lo veras
-como me avisara el anillo?
-cambiara de color- la anciana saco el anillo y se lo mostro- la piedra es de un color verde, si es el hombre que necesita esta cerca de ti pasara a ser de un color rojo, cuando estés embarazada pasara a ser un rosa.
- bien, y si me uno, el anillo me obliga a quedarme con el hombre?
-no, esa es opción suya aunque el hombre que el anillo señale es el amor de su vida
- vaya, usted se haría millonaria si muestra eso, muchas mujeres lo pedirían
-es cierto- sonrió la anciana- pero no todas lo necesitan, ahora no siempre lo que el anillo muestra es lo que buscamos. A veces el anillo une gente que nunca se hubiese imaginado estar juntas

-entiendo- asintió la castaña- si se asegura mi vida y la del otro, no tengo nada que perder- firmo y una luz rosa la cubrió.

Hasta el próximo capítulo
dejan sus comentarios, ideas, etc.