Disclaimer: Esta es una traducción..! Todo lo que reconozcan pertenece a JK Rowling.. la historia pertenece a Kurinoone y esta inspirada en "A Shattered Prophecy" de Project Dark Overlord..=D

Los lectores han dicho.. y yo escucho..! el mas votado fue That First day.. es como Harry llego con Voldemort y se convirtió en el Príncipe Oscuro ke todos amamos..=D espero les gustee.. dejen reviews..=D

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That First Day – Ese Primer Día

-Q… que me ha hecho?- pregunto Harry mientras quitaba sus deditos de la herida y veía como estaban manchados de sangre.

-Hice lo que tenia que hacer para hacerte mas fuerte. Te he marcado como el ultimo descendiente de Salazar Slytherin, te hice mi heredero. Ahora eres mi hijo- dijo Voldemort con una sonrisa retorcida. Harry miro al mago, sus dedos seguían presionando su frente. No entendía nada, eso era claro ante su expresión confundida. Cerró los ojos claramente adolorido, pero no hizo ningún sonido ante eso.

Voldemort se acerco a él y tomo la pequeña mano para apartarla. Miro la fresca cicatriz adornando la frente del pequeño, la cicatriz era en forma de un rayo. Sonrió para si mismo. Toco suavemente la cicatriz y susurro unas palabras haciendo que la herida cerrara al instante dejando una marca rosa. Voldemort retrocedió un paso mirando como el niño tocaba su cicatriz y se aseguraba de que no hubiese mas sangre. Los grandes ojos verdes lo miraron con admiración.

-Gracias, señor- susurró Harry. Voldemort no dijo nada y miro al niño por unos segundos, luego, abruptamente camino hacia la puerta pasando por un lado del pequeño. Sorprendido y comenzando a entrar en pánico, Harry camino siguiéndolo, demasiado asustado como para correr tras el pero claramente aterrado ante el hecho de quedarse solo en un lugar desconocido. Voldemort abrió la puerta y miro hacia Harry.

-Sígueme- ordenó caminando fuera de la habitación. Harry corrió por la habitación para alcanzar al mago de ojos rojos.

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Voldemort condujo a Harry por la Mansión Riddle, paso incontables puertas y camino por largos corredores. Harry luchaba por mantener el mismo paso que Voldemort. Tenia su mano quemada abrazada en el pecho, protegiéndola de que chocara contra algo. Miro a su alrededor intentando aprenderse el camino, pero estaba demasiado oscuro.

Harry siguió al alto mago pasando a duras penas por el agujero que habia dejado un retrato al moverse y revelar un pequeño corredor. Se estremeció cuando un aire frio lo golpeo. Miro a su alrededor captando los pequeños cubículos que llenaban el pasillo. Tenían barras de metal como puertas y se veían de lo mas sucios. A pesar de la poca luz, Harry examino todo con sus ojos tratando de ver dentro de los pequeños cubículos. Vio cadenas colgando desde las paredes de piedra. De pronto el miedo lo invadió preguntándose aterrado si era ahí donde lo encerrarían. Todas las celdas estaban vacías, por ahora. Harry disminuyo la velocidad para ver si el mago se detenía en alguna de las celdas de la prisión. Pero Voldemort las paso todas y se dirigió al final del corredor.

Suspirado aliviado, Harry se apresuro para ponerse detrás del mago adulto con cuidado de no hacer ningún ruido. Voldemort siguió por el corredor, no decía una palabra. Harry lo siguió hasta que llegaron a una pequeña puerta. Harry miro curioso la perilla de la puerta, tenia la forma de la cabeza de una criatura graciosa y de ojos grandes con orejas puntiagudas y larga nariz.

Voldemort abrió la puerta y entro, Harry paso por la puerta mirando la pequeña habitación, no tenia casi ningún mueble. Voldemort se dirigió a otra puerta al final de la habitación, paso una chimenea muy pequeña y una mesa con muchas sillas de madera. Le indico a Harry que lo siguiera y el pequeño niño camino rápidamente hacia él.

-Quiero que tomes un buen y largo baño- instruyo Voldemort- estas asqueroso. Después de hoy, nunca te presentaras ante mi en ese estado, lo entendiste?

Harry se encorvo, sus ojos miraron directamente la mano del hombre esperando que se levantar y callera sobre el para acompañar la orden. Para su alivio, nada sucedió. Harry asintió rápidamente y dio un bajo "Si, señor". Voldemort asintió indicándole que entrara por la puerta. Harry se adelanto y entro a un baño, rápidamente sus ojos se dirigieron a la tina. Voldemort trono los dedos provocando que Harry brincara, se giro rápidamente pensando que el gesto había sido para él, pero se sorprendió cuando dos pequeñas criaturas aparecieron, tenían orejas puntiagudas, ojos enormes, eran elfos domésticos. Las dos criaturas hicieron una pronunciada reverencia a los pies de Voldemort.

-Si, mi Lord?- hablaron con voces agudas aun con sus narices tocando el suelo.

-Bañen a este niño y vístanlo con las ropas que dejare afuera- ordeno Voldemort- sean gentiles con él, esta herido- dijo señalando la mano de Harry. Harry miro asombrado como los dos elfos domésticos se inclinaban y acababan al mago. Voldemort los ignoró, miro a Harry a los ojos una vez mas antes de irse cerrando la puerta abruptamente.

A Harry lo invadió el pánico. Estuvo a punto de ir hacia la puerta, quería correr con el hombre, el mago que había usado magia para ayudarlo, para sanarlo. Pero le habían dicho que se bañara y no quería molestar al hombre desobedeciéndolo. No quería ser desobediente. Por que entonces lo castigarían, como su papá lo castigaba. Harry se estremeció, e recuerdo de su papá golpeándolo causo que su estomago se revolviera. El pequeño sacudió la cabeza. Seria bueno y haría lo que le habían dicho. Sin importar lo asustado que estuviera.

Se giro lentamente para ver a los dos Elfos domésticos comenzar a llenar la tina con agua caliente y aplicar algo de una botella pequeña. Una gruesa capa de burbujas se comenzó a formar en la superficie de agua. Pronto, el baño se lleno con olor a coco y chocolate. Las dos criaturas, del mismo alto que el pequeño Harry, lo llamaron.

-Joven Amo, señor!- dijeron con sus chillantes voces- su baño esta listo, señor!

Harry camino dudoso preguntándose en silencio que eran esas criaturas y por que se veían tan graciosas. Hizo lo que le habían dicho y se quito las asquerosas ropas y los zapatos antes de meterse a la tina.

A Harry nunca lo había bañado alguien mas. A como recordaba, nunca había tenido un baño con agua caliente. Su mamá solía llenar una cubeta de agua fría y ordenarle que se parara en la bañera. Ella le tiraba el cubo de agua fría en la cabeza y ya estaba. Sin jabón, ni shampoo, ni suaves burbujas flotando en la superficie del agua que provocaban que Harry se estirara intentando agarrarlas. Harry dejo que los elfos lo bañaran y frotaran con suaves esponjas toda su piel. Le hacia cosquillas y no importaba lo mucho que intentaba mantenerse en silencio, se le escaparon unas cuantas risitas.

Los elfos ayudaron a Harry a salir suavemente de la tina y lo envolvieron en una suave toalla que estaba deliciosamente tibia. Harry siguió a las dos criaturitas enredando la toalla mas ceñidamente. Los dos elfos guiaron a Harry fuera del baño hacia el salón principal y ahí, encima de una mesa de madera, estaban un traje y unos zapatos para él.

El pequeño niño miro asombrado sus nuevas ropas. Los elfos lo vistieron con el traje verde botella, el cual era un traje encogido del mismo Voldemort, eso le dijeron los elfos emocionados.

-El Amo nunca deja que nadie toque su ropa- le dijeron a Harry- usted señor ha sido bendecido con ese honor!

Harry sintió un extraña ola de felicidad invadirlo desde su estomago y expandirse por todo su cuerpo. Habían dicho que había sido bendecido. Eso debía ser algo bueno.

Después de vestirse y de que sus mechones negros fueran forados a permanecer en un estado mas o menos presentable, Harry fue llevado por un corredor de regreso a la oficina de Voldemort. Los elfos lo dejaron en la puerta y se apresuraron a desaparecer.

Harry toco suavemente la puerta con su pequeño puño quedándose de pie nerviosamente esperando respuesta. Las puertas se abrieron solas y, nerviosamente, Harry entro en la habitación.

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Lord Voldemort estaba de pie frente a una gran ventana mirando hacia el oscuro cielo nocturno cuando escucho un débil golpe en la puerta. Con un movimiento de su mano la abrió pero paso un minuto o dos hasta que el niño entro nerviosamente. Se giro para mirar al pequeño y asintió para que se acercara.

Harry camino hacia el y se detuvo lo mas cerca que se atrevió. Los ojos rojos de Voldemort lo estudiaron.

-Mejor- dijo- tienes mucho que aprender, estas usando las ropas de un Amo y debes de comportarte como tal.

Harry levanto la mirada hacia el mago adulto pero no cambio su postura. Se quedo donde estaba con los hombros encorvados, la cabeza agachada y las manos jugueteando nerviosamente con las mangas de su traje. Voldemort sonrió de lado pero no dijo nada. Se giro de nuevo hacia la ventana.

-Sabes quien soy, Harry?- preguntó.

-No, señor- respondió el niño.

-Me llaman Lord Voldemort, aquellos que se atreven a decir mi nombre como es- dijo con una sonrisa- la mayoría no se atreve a decir mi nombre- se giro para mirar a Harry observando lo confundido que estaba- sabes por que me temen?

-No, señor- respondió de nuevo el niño.

-Me temen por que no entienden por que hago las cosas que hago- explico- pero solo hago lo que mis ancestros hicieron antes que yo. Llevo a cabo las nobles acciones que mi gran ancestro, Salazar Slytherin. El creía que el mundo debía ser de cierto modo y yo creo lo mismo-se giro completamente hacia Harry- y cuando crezcas, Harry, creerás lo mismo que nosotros, ahora eres un descendiente de Slytherin.

Harry no parecía entender mucho, su pequeño rostro seguía con expresión confundida.

-He usado magia para unirnos, par formar un vinculo de sangre entre tu y yo- explico Voldemort- ahora eres, en todo sentido de la palabra, mi hijo y el ultimo descendiente de la línea Slytherin- Voldemort aparto los mechones de cabello de la frente de Harry- esta cicatriz es la marca de tu herencia Slytherin.

El pequeño niño claramente no tenia ni idea de quien o que era Slytherin pero aun así asintió.

-Bien- murmuró inocentemente.

-No te preocupes, Harry. Aprenderás todo acerca de Slytherin pronto- Voldemort se irguió frente al niño- te enseñare todo sobre la magia- dijo- bajo mi tutela, crecerás para ser un poderoso mago- mío a Harry intensamente- quieres eso?

Harry asintió.

-Si, señor- respondió en voz baja- pero, mi papá, él dice que no puedo hacer magia. Dijo que soy un.. un Squib.

-Tu padre es un idiota- dijo Voldemort- él no entiende lo que es el poder. Sentí tu magia, Harry, aun antes de que entraras en la habitación. Cuando estabas afuera con Nagini la sentí y era muy fuerte. Tienes el potencial, son lo necesitas aprender a usarlo.

Harry bajo la mirada hacia el suelo sin querer contradecir al hombre, pero sabia que no tenia suficiente magia, su padre siempre se lo decía. Voldemort paso un dedo por debajo de la barbilla del pequeño y levanto s rostro para que lo mirara a los ojos.

-Tienes un diferente tipo de magia, Harry. Algunos la llaman magia negra. Es por eso que tus padres te odian. Te lastiman por que no entendían el potencial dela magia que posees-Voldemort negó con la cabeza- son unos tontos, no entienden que no hay tal cosa como magia negra. Lo que tienes es oscuridad, una oscuridad interior que puede llevarte a lograr grandes cosas.

Harry miró al hombre.

-Como… como lo sabe, señor?- pregunto el pequeño. Voldemort le sonrió.

-Lo se por que yo tengo la misma oscuridad en mi interior. Tengo a misma magia que tu y es por eso que la gente también me odia a mi- Harry estaba sorprendido. Ladeo la cabeza y sus cejas se unieron.

-La gente no lo quiere?- pregunto con inocencia. Voldemort negó con la cabeza volviendo a mirar por la ventana.

-No, Harry, no me quieren- dijo- cuando era un niño, de tu misma edad, estaba con personas que no entendían la magia- no entendían lo que era lo que había en mi pero sabían que era diferente y todos me odiaban por ello- los ojos rubí escanearon el cielo sin estrellas con intensidad- crecí sabiendo que era diferente, que no encajaba con el resto. Pero no me di por vencido. Deje que mi oscuridad, que mi magia interior me guiara y forme mi propio camino. Caí muchas mas veces de las que permanecí de pie, pero no me rendí. Tenia personas que se interponían en mi camino, así que las aparte. Hoy, me conocen como Lord Voldemort, el mago mas poderoso que el mundo vera jamás- se giro a mirar a Harry- tu me recuerdas mucho a mi mismo- le dijo- fuiste desafortunado como yo al crecer con personas que no te entendían, que te odiaban por lo que eres. Pero a diferencia mía, tu tendrás a alguien que te guie hacia la grandeza. Estaré contigo cada paso que des hasta que seas capaz de estar solo. Entonces, el mundo entero se inclinara ante mi y mi hijo.

Harry no pudo hacer mas que mirar al hombre con confusión. Voldemort se aparto de la ventana y se movió hacia la silla de respaldo alto y apariencia costosa. Harry camino detrás de él, no quería alejarse mucho de él. Se sentía seguro cerca del hombre que lo había curado y ayudado.

-Yo te entrenare, te enseñare como controlar tu magia y si trabajas duro y haces lo que te digo, te volverás tan poderoso que podrás hacer lo que quieras-Harry asintió con los ojos muy abiertos de admiración.

-Hare lo que y usted diga, lo prometo- Voldemort se giro para mira a Harry.

-Cuando estemos entrenando o te de lecciones teóricas me llamaras "señor"- dijo Voldemort- pero fuera de eso me llamaras "Padre", lo has entendido?

Harry asintió rápidamente.

-Si…P…Padre- dio, la palabra salió con dificultad.

-Te parecerá extraño al principio- continuo Voldemort- pero con el tiempo saldrá natural.

Voldemort sao su varita y apunto hacia la puerta. Siseo un hechizo y una luz brillante dejo la punta de su carita, voló a través dela habitación y desapareció por ella. Harry miraba asombrado, nunca había visto a su mamá y papá hacer magia como esa.

Ni siquiera dos segundos después, un pequeño sonido proveniente de la puerta llamo su atención. Harry salto ante el ruido, tan rápido como pudo corrió hacia Voldemort casi escondiéndose detrás de él. Voldemort miro divertido como el niño se escondía detrás de él con sus pequeñas manitas sujetándose de sus pantalones negros. Miro hacia la puerta y con un movimiento de su mano, las puertas se abrieron permitiendo la entrada.

Harry se asomo por detrás de Voldemort, miro a las dos personas que habían entrado, un hombre y una mujer entraron en la habitación y se acercaron rápidamente. Ambos cayeron de rodillas haciendo una profunda reverencia, al igual que las criaturas que lo habían bañado.

-Mi Lord- murmuraron ambos.

Harry miro al hombre, tenia cabello largo y rubio y el rostro pálido y puntiagudo. ´la mujer era diferente, tenia cabello negro, al igual que el suyo pero no estaba desordenado, era bonito y caía por sus hombros suavemente.

-De pie- hablo Voldemort con voz fría y el hombre y la mujer se pusieron de pie inmediatamente mirando al pequeño niño que se asomaba desde detrás de las pierna de su amo, tenían curiosidad pero no se atrevían a preguntar. Voldemort miro hacia abajo para ver a Harry antes de volver a mirar a sus Mortífagos- él es Harry, mi hijo.

La sorpresa lleno los rostros de os dos recién llegados mientras miraban hacia el niño. De pronto ambos cayeron de rodillas haciendo su reverencia hacia Harry. El pequeño se oculto por completo era de Voldemort como respuesta.

-De pie- ordeno Voldemort de nuevo-arreglen una habitación para él, asegúrense que sea apropiada para mi heredero.

Bella y Lucius hicieron otra reverencia.

-Si, Amo- dijeron al mismo tiempo.

Salieron rápidamente, Bella se giro para ver a Harry una vez mas. Cuando ala puerta se cerro, Harry salió tímidamente desde detrás de Voldemort.

-No tardaran en acomodar la habitación- dijo Voldemort- tienes hambre?- pregunto. Harry sacudió la cabeza, era una reacción por instinto mas que nada. Lo castigarían severamente en casa si se quejaba de tener hambre.

-No acostumbro repetir lo que digo- advirtió Voldemort, su voz se volvió peligrosa. Harry retrocedió un paso, asustado- así que no te lo preguntare de nuevo. Te recomiendo que me digas la verdad.

-Yo… s… si, tengo un poco de… hambre, señor- admitió Harry con dificultad. Contento con la respuesta, Voldemort trono los dedos. Otro elfo domestico apareció haciendo una gran reverencia frente a él.

-Una comida simple y un vaso de leche caliente- instruyo Voldemort. Le indico al elfo que se fuera y este se apresuro a desaparecer- vamos- le dijo Voldemort a Harry y lo condujo fuera de la habitación.

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Harry fue dirigido hacia otra habitación, esa tenia una larga mesa en medio de la habitación y al menos cien sillas de respaldo alto enfiladas a los lados. Harry vio un plato con un sándwich y una copa en uno de los lugares al final de la mesa. Voldemort lo llevo hasta la silla mas cercana y le dio que se sentara. Harry batallo para subir a la silla usando solo su mano sana para impulsarse con dificultad. Se las arreglo para sentarse cómodamente. Espero hasta que Voldemort le indicó.

-Come tu comida, Harry- tímidamente, Harry tomo su sándwich de quiso y le dio una pequeña mordida. Voldemort miro como el niño comía desde la cabecera dela mesa- toma toda tu leche- le instruyó señalando la copa- tienes mucho por crecer.

Obedientemente, Harry tomo la copa, su mano herida comenzaba a ser un problema, ya que sin ella no podía tomar la pesada copa, pero se las arreglo para darle un sorbo, la leche tibia y ligeramente dulce no se parecía a nada de lo que había probado antes. Harry le dio otro trago, y otro, hasta que la copa estuvo vacía.

Voldemort miro en silencio. Una vez que Harry termino su comida y bebida, Voldemort extendió una mano hacia él. Harry lo miro confundido por un momento antes de darse cuenta de que lo que quería era ver su mano. Cautelosamente, Harry le mostro su mano quemada. Desde uno de los bolsillos de su saco, Voldemort saco un frasco con una crema amarillenta. Harry se quedo lo mas quieto que pudo mientras Voldemort tomaba un poco de la crema y se la aplicaba en la herida. Ardía y Harry tuvo que tragarse sus gritos ya que la forma en la que Voldemort aplicaba la crema era brusca y sin cuidado. Finalmente, el hombre dejo su mano quemada y se limpio los dedo en una servilleta.

-Estará perfecta en la mañana- le dijo a Harry, el niño solo asintió, tenia lagrimas inundando sus ojos pero se las aparto de un manotazo- te duele algo mas?- pregunto Voldemort.

-No, señor- respondió Harry.

-Como es que te dije que me llamaras!- exclamo Voldemort. Harry salto de su lugar y lo miro asustado.

-P… Padre, lo siento, padre- dijo Harry. Voldemort asintió levemente.

-No suelo repetir lo que ya he dicho, Harry- le advirtió- pero ya te he dicho esto dos veces. Recuerda siempre lo que te digo y haz lo que te ordene, entendiste?- Harry asintió de nuevo.

-Si, p… padre- murmuro. Voldemort se sentó un momento simplemente mirando al niño que trataba de no comenzar a temblar. El sonido de alguien tocando al puerta capto la atención de ambos. Bella hizo una profunda reverencia al entrar.

-Mi Lord, la habitación esta lista- Voldemort asintió y le indico que se retirara. De nuevo, Bella se piso de pie y le dedico a Harry una curiosa mirada antes de desaparecer de la habitación.

-Vamos- indico Voldemort y Harry se apresuro a bajar del asiento, no quería hace enojar al hombre.

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De nuevo, Harry fue dirigido por la Mansión Riddle, los corredores y las paredes completamente oscurecidos ante la poca luz. Harry se quedo cerca de Voldemort, no quería perderse en ese lugar que parecía un laberinto. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad para el pequeño de cuatro años, se detuvieron frene a un par de puertas de apariencia pesada. Voldemort las empujo y le dijo a Harry que entrara.

Harry se detuvo justo en el umbral de la puerta, paralizado ante el shock de lo que veía. Miro la habitación, era el cuarto más grande que había visto en su vida, sus ojos se abrían mas y mas conforme miraba cada una de las cosas en la habitación. Miro la cama, era muchísimo muy grande para él solo, un ropero de ocho puertas en una de las paredes, un escritorio de apariencia costosa con una silla en la esquina y un inmenso librero de pie junto al escritorio. Harry camino lentamente hacia la cama mirando a su alrededor, notando el fuego en la chimenea que dejaba la habitación a la temperatura ideal. Una puerta abierta en la pared frente a él lo conducía hacia el baño, todo cubierto de mármol blanco. Se giro hacia Voldemort, quien lo miraba detenidamente. Voldemort miro la habitación con sus ojos rojos tomaba cada detalle de esta.

-Te traeré un par de libros- dijo señalando el librero- claro, primero tendré que enseñarte a leer- murmuro para si mismo, se giro para mirar a Harry- tienes mucho por aprender- le dijo simplemente- pero ahora necesitas descansar- dirigió a Harry hacia la cama, era tan grande como para que ocho adultos durmieran cómodamente en ella. Sentó a Harry en la cama y se sentó a su lado.

-Ahora, prometiste hacer lo que yo te diga- le recordó Voldemort. Harry asintió, sus brillantes ojos verdes estaban fijos en Voldemort- eso es muy importante, Harry. Te dije que las personas me odian, quieren lastimarme al igual que tus padres te lastimaban a ti, por que no nos comprenden, no comprenden lo que somos y lo que podemos hacer- Harry asintió de nuevo- debido a eso, debes de asegurarte de que nadie te vea aquí, viviendo conmigo- Harry lo miro confundido, ladeo la cabeza y alzo una ceja- tengo muchos seguidores, personas que trabajan para mi- explico Voldemort- pero esas personas no mantendrán en secreto tu existencia, ni siquiera si se los ordeno. Le dirán a otros, y si el mundo se entera de que estas aquí, tus padres también lo harán.

En cuanto dijo eso, Harry se tenso, el miedo lo invadió inmediatamente. Voldemort lo miro cuidadosamente.

-Quieres volver con tu mamá y papá, Harry?- el pequeño negó rápidamente con la cabeza.

-Entonces, bajo ninguna circunstancia le digas a nadie quien eres. Podrías causar que te llevaran lejos de mi. Incluso si tus padres no se enteran, hay personas en este mundo, Harry, que te lastimaran solo por el hecho de que eres mi hijo- explico Voldemort. Harry asintió con la cabeza.

-Bien- dijo- te ira bien, Harry, todo lo que tienes que hacer es escucharme y siempre hacer lo que te digo- Harry asintió.

-Lo hare, padre- sonrió tímidamente al recordar que de ahora en adelante le llamaría así.

-Los únicos que saben quien eres son Lucius y Bellatrix, las dos personas a las que llame para que arreglaran tu habitación- le recordó a Harry- son mis mas fieles seguidores. Me ayudaran a entrenarte. Puedes hablar con ellos, pero con nadie mas- le instruyo Voldemort- quédate en la habitación, es tuya, puedes hacer lo que quieras- Voldemort estiro la mano y aparto el cabello de la frene de Harry, miro la cicatriz nuevamente y sonrió- ahora duerme, Harry. Te veré en la mañana.

Harry se quito los zapatos usando solo una mano. Miro la cama, tenia miedo a ensuciar las sabanas con la crema amarilla que seguía en su mano. Se giro hacia Voldemort con los ojos llenos de duda.

-No importa. Tu descanso es mas importante que las sabanas- le dijo. Una pequeña sonrisa iluminó el rostro de Harry. Se metió debajo de las sabanas, aun con la ropa puesta y se acomodo para dormir. Se quito las gafas y las dejo en la mesita de noche.

-Otra debilidad tuya que necesita arreglarse- dijo- una noche mas, Harry, mañana tu visión será mejorada y no necesitaras gafas nunca mas.

Harry parpadeo sorprendido.

-Puede hacer eso?- pregunto Voldemort sonrió mientras se ponía de pie. Miro al pequeño niño, que parecía aun mas pequeño acostado en esa enorme cama.

-Con el tiempo veras, Harry, que hay muy pocas cosas que no puedo hacer- le sonrió de nuevo ante la expresión de admiración en el rostro del niño- duerme ahora, vendré por ti en la mañana.

Camino hacia la puerta y se giro antes de salir. Miro al niño acostado con los ojos cerrados ya casi completamente dormido. Voldemort sonrió para si mismo. El niño ya estaba siguiendo sus ordenes. Aun sonriendo satisfecho, el Lord Oscuro salió cerrando la puerta con cuidado detrás de el para no molestar el sueño de su hijo.

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A que es lindo Papi Voldy.. aww todos lo amamos a el también..=D espero sus reviews..=D