Prólogo
Dormir en su auto en medio de la carretera no era de lo más sensato que había hecho, pero por el momento no tenía otra opción. No tenía un techo donde dormir, apenas y había logrado sacar dinero, no había querido retirar el dinero que tenía ahorrados para sus estudios, podrían hacerle falta en el futuro, aunque tampoco estaba segura de tener algún futuro.
Suspiro. La verdad era que no tenia nada en ese momento, nada más que a ella misma y a esa pequeña criatura que crecía dentro de ella. Su pequeño milagro, como le había llamado al enterarse de su embarazo. "El" siempre le dijo que no podía tener hijos, que su cuerpo se encontraba detenido en el tiempo y todos sus fluidos corporales habían desaparecido. ¿Entonces como se había desaparecido? Fácil, un milagro había concluido ella. Al menor ahora tenia algo por lo que luchar, su mal herido corazón tenia algo por lo cual volver a latir.
Un golpeteo en e vidrio la hizo salir de sus cavilaciones.
- Señorita, baje el vidrio por favor –dijo un policía con las manos en los costados como jarro. Bella lo miro sospechosamente a lo que el oficial respondió sacando su identificación para que ella pudiera reconocerlo.
Bella suspiro antes de bajar un poco el vidrio y poder ver al policía mientras este guardaba su identificación.
- Lo lamento, es que debo ser precavida –dijo Bella mirando al policía.
- Pues el quedarse en esta zona a estas horas y sola, no es ser muy precavida –dijo el oficial mirándola de forma paternal.
- A si… bueno, es que no tengo donde quedarme y ya me estaba bajando el sueño –dijo Bella encogiéndose de hombros.
- ¿Puede prestarme sus papeles? –Pregunto el oficial.
- Claro –dijo Bella comenzando a revolver sus bolsillos, encontrando tanto sus documentos como los de la camioneta –aquí los tiene.
- Vaya, Forks –dijo el oficial mirando los papeles tanto de Bella como de la camioneta -¿Por qué andas sola por estos lados?
- Estoy haciendo un viaje y me pillo la noche –dijo Bella con simpleza.
- ¿A dónde te diriges? –Pregunto el policía devolviéndole los papeles a Bella, quien se los guardo inmediatamente.
- Aun no lo sé, solo… me voy –dijo Bella balando un poco la mirada.
- Mire señorita no es seguro que transite sola por esto lugares ni menor que se quede a un costado del camino usted sola, unos kilómetros mas adelante hay un servicentro donde puede estacionarse y pasar la noche mas segura –dijo el policía de forma amable.
- Muchas gracias –dijo Bella devolviéndole la sonrisa –voy hacia allá entonces.
- No queda muy lejos, solo unos cuantos kilómetros, pasando esta cuesta –dijo el policía despidiéndose –que tenga un buen viaje y tenga cuidado.
- Muchas gracias, buenas noches –dijo Bella suspirando, era mejor que se acercara a aquella zona de descanso, su cuerpo le pedía a gritos algo de sueño.
Al llegar al lugar, noto como el servicentro y las luces antiguas iluminaban todo el lugar, dándole mayor seguridad. Suspiro pesadamente, mientras se acariciaba su plano vientre.
- Bien mi pequeño… o pequeña –dijo Bella sonriendo con melancolía –desde ahora en adelante, seremos solo tu y yo, ya no habrá pasado para nosotros.
"Sera como si nunca hubiese existido" pensó de pronto.
- Como tu padre me dijo alguna vez, será como si nunca hubiera existido –dijo Bella cerrando los ojos mientras e acariciaba el vientre, dejando que el sueño la envolviera.
