Hola, hola!!!! Bueno, pues aquí estoy molestando de nuevo (Aunque en otra sección) con otro fic drogao. Bien, si a alguien la ha gustado o no, si quiere mandar jitomatazos aguacatazos, o lo que sea, un review plis!! Ok, lo que nos truje (...) aquí les dejo esta pequeña parte, y si acaso alguien quiere que lo continúe, no admito menos de tres reviews, advertidos:P Bueno, entonces aquí se los dejo.

Disfruten de la vida y que tengan un buen día!!!

Ojos verdes

- ¡Ese maldito Bandicoot¡Siempre arruina todo!

- Cortex, creo que eso ya no es odio, es obsesión. Te obsesionas con acabar con ese animalejo cuando lo que realmente importa es conquistar el mundo- dijo Brio mientras sostenía en el aire unos tubos de ensayo con extrañas sustancias, una de color verde y otra de color morado. Ambos científicos se encontraban en una habitación que habría dado la impresión de tratarse de un laboratorio, de no ser porque era demasiado oscura, y la única iluminación provenía de unas extrañas pantallas de color verde fosforescente engarzadas en las paredes. Además, los tubos de ensayo y demás instrumentos de química escaseaban ahí.

- ¡¡¡No estoy obsesionado con Bandicoot!!!- gritó al aire el furioso científico- Intento conquistar el mundo¡pero él lo arruina todo¡Él y su mocosa hermana!- Brio movió la cabeza negativamente y siguió mezclando las sustancias de los tubos. Cortex apretó los puños y se quedó un momento temblando de rabia- ¡Ya estoy harrrrto¡Tengo que acabar con esos dos de una buena vez!- al escuchar esto, su acompañante casi se va de espaldas. Logrando estabilizarse y tomar nuevo control sobre los tubos que casi caen al piso, se quedó mirando a Cortex como si hubiera dicho la más reverenda estupidez del mundo.

- ¿Sabes algo, Cortex? Siempre que dices eso, CASI, pero sólo CASI logras que nos destruyan a ambos- Cortex lo miró de mala manera por encima del hombro.

- Ya me cansé de esas dos sabandijas. Y tú tienes que ayudarme a idear un plan para que caigan dos pájaros de un tiro. ¡Por favor!- Cortex juntó sus manos y se dirigió a Brio en tono suplicante. El otro hombre rodó los ojos.

- ¿Ves a lo que me refiero? Prefiero quedarme aquí, seguro, a idear un plan más ingenioso para conquistar el mundo mientras hago unas cuantas investigaciones, que usar la fuerza bruta como TÚ sueles hacer. Si vas a hacer algo, no cuentes conmigo.

- ¿Pero por qué? Creí que lo del Evolvo Ray había quedado atrás- dijo Cortex inocentemente.

- ¡No-es-por-eso!- dijo el hombre calvo bufando exasperado- Digo que nada de lo que haces funciona. Tus animalejos no sirven.

- Pe-pe-pero¡han estado a punto de acabar con Bandicoot! Esos engendros no son del todo inútiles- el hombre más bajo puso una mano en su barbilla, como reflexionando.

- ¿Ah, sí? Y qué me dices de… ¡Koala Kong!- dijo Brio acordándose de algún nombre.

- Bueno, es cierto que una gran musculatura no siempre es muy efectiva- dijo Cortex un tanto apenado.

- Bueno¿y qué hay entonces de Pinstripe?

- Em-bu-bueno… las armas no siempre…

- ¡¿Y qué hay de Ripper Roo?!

- ¡Ese estaba loco, no me culpes a mí!- cruzó los brazos.

- ¡¿Qué tal Tiger, Dingodile, y todos los experimentos que han resultado ser un fiasco¡¡Con los Bandicoot, la fuerza bruta, las armas, y todo eso no funciona¡¿HASTA CUANDO VAS A ENTENDER ESO?!- Brio era el que esta vez temblaba de rabia. Sin embargo, el otro hombre no pareció escuchar ya más que la última frase. Su vista se clavó en algún punto en la nada, y su gran cerebro comenzó a trabajar más rápido de lo normal.

- "Bandicoot es un cabeza hueca, su hermana es el cerebro. Si logro capturar a la hermana, logro capturar a Bandicoot. Pero si la hermana no es tonta¿cómo cacharla?... alguna vez escuché algo de… la mente… y el corazón… ¿no se juega con ellos? No, no, no, era otra cosa, sólo tengo que recordar…"- pensaba el científico sin hacerle caso a su compañero que le pasaba una mano frente a los ojos sin obtener respuesta- "Era algo de… ¿ojos que no ven corazón que no siente¡No!, eso no tiene nada que ver… veamos… era…"

- ¡¡CORTEX!!

- ¿Qué?- preguntó el científico en tono molesto.

- Que desde hace media hora te estoy llamando y no respondes. ¿En qué tanto piensas?

- En alguna manera de…- un foco pareció prenderse sobre su cabeza. Sonrió abiertamente y tomó de los hombros a Brio, sacudiéndolo con emoción- ¡Eso es!

- ¿Qué cosa?- inquirió Brio confundido.

- ¡Eso es!

- ¿De qué hablas?

- ¡Vamos, no tenemos tiempo qué perder!- sin dejarlo responder o quejarse más, Cortex jaló a su compañero fuera de la habitación, y echó a correr llevándoselo a rastras. En el "laboratorio", lo único que quedó fue una leve brisa que arrastró un poco la esencia de las sustancias, que habían quedado sobre una raída mesa de madera.