Los personajes pertenecen a Hiro Mashima
y a su fantástico manga Fairy Tail.
La historia si es mía y espero que sea de su agrado.
Levy.. Levy.. Levy.. – dijo un niño pequeño.
Un chico de unos 5 años aparece en los sueños de Levy.. Tiene los ojos triste..
Porque estas triste? – le pregunto Levy sin tener respuestas por parte del chico. A pesar de tener los ojos vidriosos pudo notar que son rojizos.. Un rojo carmesí que le provoca ternura y ganas de secar sus lágrimas.. – Porque te conozco? Porque siento que esas lagrimas son por mí?.. – pensaba Levy.
No llores.. Estoy aquí.. Porque me llamas? – solo pudo decir eso Levy.
Levy.. Levy.. Levy.. – volvió a llamarla el chico pero ahora le sonreía.
Porque este chico ahora me está sonriendo? Acaso le gusto que le hablara? – pensó Levy. De pronto ve que el niño empieza a alejarse mientras sonreía.
Eeeehhy a donde te vas? – le grito Levy mientras estiraba la mano para agarrarlo. A dónde es que se va? De donde te conozco? – pensó mientras lo veía alejarse. – Por favor.. Respóndeme.. – dijo con tristeza en su voz.
Levy! Levy! Levy!.. Despierta! – le dijo una chica mientras la sacudía para despertarla.
Que? Ehh que paso?.. Lu-chan que haces en mi casa? – Dijo Levy mientras se refregaba los ojos.
Deberías cambiar de lugar donde escondes la llave de repuesto.. Vivís sola ya hace cinco años y deberías ser más cuidadosa si no quieres que entre alguien no deseado.. – dijo Lucy mientras se sentaba al borde de la cama de su amiga. – Además ya vamos a llegar tarde al primer día de clases.. Decí que estamos a menos de 5 cuadras de la academia.
No creo que alguien más extraño que tu llegara a entrar a mi casa - dijo Levy sonriendo - pero si cambio de lugar la llave no podrás venir a verme sin avisar y despertarme por si me duermo leyendo libros.. – dijo señalando todos los libros que había en el borde de la cama.
Por suerte la cama era lo bastante grande como para que entrara ella y los libros que tanto le gustaba leer. Se podía pasar horas leyendo metida en su mundo. Pudo ver como su amiga se levantaba de su cama para dirigirse a la puerta.
Te espero abajo mientras te apresuras para que nos vallamos.. – dijo Lucy mientras salía.
Levy vio cómo su amiga salía de su cuarto. Era una chica bastante impulsiva y alegre. Siempre la animaba y desde el momento en que se conocieron se hicieron grandes amigas. Físicamente eran bastante distintas puesto que su amiga era una chica bastante atractiva que llamaría la atención de cualquier chico a su paso, no como ella que sentía que no llamaba mucho la atención del sexo opuesto. También sus cabellos eran distintos, el de su amiga era de un hermoso color rubio, largo que le llegaba a la cintura, mientras que el suyo era de un hermoso color azulado que apenas llegaba por debajo de los hombros. Lo que si tenían un poco en común era el color de sus ojos, ambos estaban en la gama de los marrones aunque los de Levy eran más de un tono avellana mientras que lo de su amiga era un tono más chocolatoso.
Pensó en lo afortunada que era por tenerla en su vida y sonrió mientras dejaba su cama. Se estiro lo más que pudo para sacarse así la pereza de recién levantada. Se dirigió a su baño y comenzó a alistarse para ir a la academia.
Mientras Lucy se encontraba en la cocina de la casa de su amiga mientras comía un poco de galletas. Le encanta su casa, siempre estaba en orden y estaba acondicionada a la comodidad de su amiga. Además ella disfrutaba muchísimo de decorar cada rincón de su hogar para que estuviese apto para que pudiera leer un libro en cada sector del hogar, actividad que le encantaba tanto a Levy como a ella.
La casa era dos plantas. En el primer piso había un gran living que estaba decorada con cuadros abstractos en colores fuertes que llenaban las paredes colores beige. Ahí podía pasar el tiempo con sus amigos ya que tenía un gran televisor pantalla plana donde podía darse el gusto de ver películas o los noticieros. Había un sillón en forma de U que le daba lugar para que todos sus amigos estuviesen cómodos junto con otro par de sillones más chicos para así sentarse solos si se deseaba. En medio de la sala estaba una mesa ratona que servía para apoyar vasos o platos cuando se sentaba a ver películas mientras disfrutaba de dulces o golosinas. Desde el living podías pasar a un comedor donde rara vez lo ocupaba ya que la mesa era bastante grande y vivía sola como para desear comer ahí sin compañía de nadie. De vez en cuando disfrutaba de esporádicos almuerzos con sus abuelos, puesto que hace años sus padres habían fallecido, y sus abuelos paternos decidieron hacerse cargo de ella al momento en que los perdió. Obviamente, como toda casa, tenía una cocina algo modesta ya que no le dedicaba mucho tiempo a ese sector de la casa pero aun así era una excelente cocinera, nada más que prefería no dedicarse mucho a ello ya que con un buen café y un par de tostadas podría disfrutar de su más hermosa actividad en toda la casa que era dedicarse a su gran colección de libros. En la segunda planta había tres dormitorios, uno era el de Levy, que contaba con un baño propio y su cuarto estaba de color amarillo claro con una enorme biblioteca, que ocupaba a una de las cuatros paredes de la habitación, en otro lugar tenía un escritorio con una computadora notebook que a pesar de no ser una de escritorio era bastante moderna y con las mejores actualizaciones ya que la necesitaba para informarse, estudiar y trabajar en manuscritos de libros que le gustaba escribir de vez en cuando, era fanática de la literatura y soñaba con ser novelista algún día en el futuro, al igual que su mejor amiga Lucy, otra cosa en común que tenían y que había hecho que se llevaran tan bien. De vez en cuando se enviaban por correo los manuscritos que iban creando para así tener la opinión de la otra y poder mejorarlos. Volviendo a su cuarto, tenía una cama de dos plazas con colchas en colores pasteles que le permitían relajarse y estaba lleno de almohadones que si no están en la cama están en el piso para dar lugar a sus libros de lectura nocturna. Su habitación era la única que daba a un pequeño balcón el cual le gustaba abrir cuando el clima lo ameritaba. Solía dejar abierta las cortinas y el mismo balcón ya que hace un par de años, en la casa del frente no vivía nadie y aunque daba al del vecino, al no tener uno, no le molestaba para nada.
Los otros cuartos eran bastantes acogedores, uno era matrimonial en tonos bordo en el cual se quedaban de vez en cuando sus abuelos, aunque en los últimos años ya no se quedaban, no tenía baño propio ya que la única habitación que lo tenía era la de Levy y es por eso que ella se cambió ahí ya que nadie más vivía en esa casa y por ende era bueno elegir la mejor de todas. Luego se encontraba una habitación para huéspedes que por lo general se quedaba alguna de sus amigas ya que como vivía sola, su casa solía ser el punto de reunión de todo el grupo de amigos desde hace años. Por último se encontraba un baño bastante lujoso y bien amoblado para la comodidad de los huéspedes o invitados.
La casa no estaba muy decorada con fotos familiares, es mas rara vez se podían ver fotos de Levy junto a sus abuelos puestos que no tenían tanto contacto ni eran tan cercanos ya que sus padres decidieron ser personas humildes que no vivian al cien por ciento de su gran herencia familiar que le dejaba el apellido McGarden y por eso habían tenidos varias discusiones familiares en el pasado y su relación se había desgastado por todo eso, y ni la muerte de sus padres había logrado unirlos ya que Levy nunca quiso irse de la casa donde vivió toda su vida, decidiendo ser igual de humilde como lo habían sido sus padres. Su apellido era conocido en la hermosa ciudad de Magnolia ya que era el nombre de una de las editoriales más famosas que había logrado lanzar al mercado miles de libros de gran renombre. Debido a la imagen que debían mantener los abuelos de Levy aceptaron con decepción que esta quisiese vivir en esa casa que aunque era grande para los ojos de algunos, no se comparaba con la mansión en la que vivían sus abuelos, aun así se hicieron cargo de ella y aceptaron que quisiese vivir de esa forma pero decidieron brindarle todos los elementos para que pudiese vivir cómodamente a su corta edad ya que ninguno viviría con ella. Es por eso que también se volvió un poco más independiente desde joven y muy apegada a sus amigos ya que solo contaba con ellos. En cuanto a la manutención, a pesar de que mensualmente sus abuelos le mandaban o ella buscaba el dinero para que esta pudiera comprar las cosas indispensables como comida, ropa o cosas de aseo personal, la mayoría de las cosas se las compraba con su sueldo, sobre todo los libros que tanto le atraían. Lo bueno de la academia era que permitía a los estudiantes trabajar siempre y cuando no afectara a su nivel académico. En dicho trabajo es donde conoció a una de sus mejores amigas Lucy.
Vamos Levy tienes menos de 15 minutos para bañarte, cambiarte y salir para que lleguemos a tiempo. – le grito desde la cocina Lucy mientras comía.
Pasaron 14 minutos y Levy ya se encontraba lista – En menos de 15 minutos lo logre – Dijo con una gran sonrisa – es lo bueno de que nuestro uniforme sea cómodo para cambiarse rápido.
Si – dijo sonriente Lucy – Amo nuestro uniforme – dijo mientras daba una vuelta – es una de las razones por la cual elegí esta academia, aunque también fue por él.. – dijo poniendo ojitos de corazón al pensar en el chico que le gusta desde la infancia y que lo encontró en la academia.
Será mejor que salgamos – dijo Levy a su amiga sabiendo que cuando entraba en ese tema no había quien la pare de lo genial que era el famoso pirómano de la academia.
Al salir de la casa, notaron un camión gigante que llevaba un cartel de fletes y mudanzas.
Levy-chan tienes nuevos vecinos – dijo Lucy mientras su amiga cerraba su casa – esto es toda una novedad. Hace años que nadie habitaba en esa casa no? – pregunto a lo que Levy simplemente se sorprendió.
Levy ve salir a un chico de unos 10 años desde la casa para buscar más cosas del camión. Lucy como siempre se acerca y lo saluda.
Hola! – dijo alegremente. – soy Lucy Heartfilia bienvenido al barrio, yo no vivo aquí pero tu vecina es mi mejor amiga asique es probable que nos veamos seguido.
Hola! soy Levy McGarden. Encantada de conocerte. Cómo te llamas? – le dijo con una gran sonrisa.
Ho.. Hola, me llamo Romeo. Me acabo de mudar con mi padre y mi hermano mayor – dijo el joven algo avergonzado y con un leve rubor en sus mejillas.
Oh encantadísima, cualquier cosa que necesi.. – Levy no pudo terminar la frase cuando Lucy la agarra del brazo y se echan a correr ya que había visto la hora en su celular y sabía que no tenían mucho tiempo.
Si la necesitas llama a su puerta.. Perdón pero llegamos tarde a clases y es el primer día!.. – dijo Lucy corriendo mientras se despedía con una mano y con la otra agarraba a su amiga. Levy simplemente le sonrió a Romeo y ambas se perdieron de vista.
Romeo veía como se alejaban las dos chicas y no podía evitar mirar a la chica de cabellos azulados, era de baja estatura y aunque tenía unas hermosas caderas y una cintura súper finita, no tenía tanto pechos como su amiga que era bastante voluptuosa, con una larga cabellera rubia. Aun así él se quedó hechizado de la sonrisa de la peliazul, aún era chico para fijarse en chicas pero algo en ella lo flecho. En lo que se queda bobo mirando por donde se fueron corriendo las chicas..
Eey renacuajo no te quedes parado y ayuda a terminar de desempacar, no creas que por ser el menor yo voy a hacer todo tu laburo. – dijo un chico alto de unos metro ochenta, cabello negro y algo alborotado que le llegaba hasta la cintura y en su rostro tenia pirciengs en la nariz y en la ceja izquierda, dándole así un aspecto más rudo y sus facciones hacían eco de dicho aspecto.. Vestía con una remera verde oliva ajustada al cuerpo, con unos pantalones negros sueltos y para completar su look estaba con unos borcegos con tachas y unos guantes que también tenían tachas y que dejaban ver sus dedos,.
De pronto le llega un golpe por detrás al joven alto. – deja de molestar a tu hermano Gajeel. Y vos Romeo.. – también dándole un cocacho. – tampoco te quedes parado como un tonto en medio del camino. Porque es que te quedaste así?
Acabo de encontrar a la chica más linda del mundo - dijo el joven mientras el padre le mira riéndose.
Será mejor que terminemos ya que tienen que acomodarse e instalarse rápido en su nuevo hogar puesto que mañana van a la academia, han faltado hoy y mañana si o si tienen que ir. – dijo el padre de los jóvenes.
Ambos hermanos hicieron un gesto de desagrado mirando al costado. El padre solo pudo sonreír ante el parecido de sus hijos aun con la diferencia de la edad que se llevaban. – Bueno no me importan sus gestos igual tienen que llevar todo para adentro y prepararse. Les guste o no – sentencio el padre de los jóvenes.
Como sea.. – dijo Gajeel mientras sacaba más cajas del camión e ignoraba a su padre y hermano.
Y fue así como todos los hombres empezaron a bajar las cosas para poder instalarse en su nuevo hogar.
