Prodigiosa: Las aventuras de Ladybug, es propiedad de sus respectivos autores.

N/A: Definitivamente me he fascinado con este hermoso fandom.


You're the Mona Lisa type

"Ella es tan enigmática como la Mona Lisa"

Sus brazos reposaban sobre el barandal.

Veía hacia el horizonte, justamente dónde la silenciosa luna posaba junto con radiantes estrellas.

El balcón es su lugar preferido, un lugar dónde hay silencio y oportunidad para reflexionar sobre su día, cada detalle verlo con optimismo y así mismo aceptar sus errores.

Sí, porque Marinette no era perfecta en todo sentido. Aunque, ¿Ladybug lo era realmente? Para su compañero, al menos, si lo era. A pesar de todo, Ladybug no dejaba de ser un ser humano y como tal tenía cualidades y debilidades.

El frío estaba por colarse atrevidamente sobre su piel, sin embargo, pareció no importarle. Su pequeña kwami permanecía expectante pues de nueva cuenta mostraba su faceta, la filosofía recaía sobre ella. Era tan evidente la madurez que iba adquiriendo con el pasar del tiempo, aunque no dejaba de lado a aquel carisma que le caracterizaba. Tikki estaba orgullosa de Marinette al igual que ella lo estaba de su pequeña compañera.

[…]

En completo silencio, cierto felino se abría paso por los tejados parisinos. El patrullaje nunca había sido tan relajante y tal parecía que Ladybug no haría acto presencia.

Dio un salto ágil con la ayuda de su bastón, pudiendo llegar al área central que más le agradaba, un lugar tan preciso como para ver a una resplandeciente torre Eiffel. El histórico monumento se alzaba imponente, pudiendo maravillar a cualquier persona.

La brisa acaricio su rubio cabello y con su pintoresca sonrisa se mostró más contento. Chat Noir, el héroe de París estaba sumamente alegre.

Camino girando su bastón en el trayecto.

¿A dónde se dirigirá? Aún tenía más lugares por recorrer, lo cual le entusiasmaba y sin dar marcha atrás, corrió velozmente recuperando su camino a prisa.

Pasaron algunos minutos y al encaminarse por la zona norte pudo llegar a la reconocida panadería de la ciudad, dónde visualizó como a un reflejo a cierta chica que contemplaba el cielo nocturno.

Aquel rostro le era tan familiar más decidió observar con lejanía, estaba en lo correcto, era su compañera de clases, Marinette.

Por un segundo aquel apacible rostro le pareció misterioso.

Iracundo, se acercó más, ocultándose detrás de una chimenea.

De alguna forma lo atrajo.

Captó tanto su atención que él sólo pudo ver su singular mirada, con suavidad, ella se revolvió el cabello desordenándolo a su paso. No había inquietud, nada. Esa imagen parecía atesorarla, noto los cambios, su cabello ligeramente azulado había crecido un poco más acentuando sus rasgos, ambas coletas continuaban presentes solo que en estas un adorno rosado lucia impecable. Su blusa había cambiado, dejando ver en su lugar una camisa de tela vaporosa y aquella falda azul con corte redondo circundaba su pequeña cintura.

Era diferente, aunque la misma Marinette, seguía allí, impávida ante alguna adversidad.

A su mente el recuerdo de Ladybug llego de improvisto, colocando al gatito en su lugar.

Ya había sustituido lo suficiente a su lady, que traicionero pensar tenía. Sacó su arma y dispuesto a activarla estaba por continuar su patrullaje hasta que captó con su oído el correr de una puerta, ella entraría a su habitación. Activo el bastón saltando nuevamente, que hipnotizadora era ella.

Una chica tan misteriosa seguramente debía ocultar un secreto.

Por qué era ella el tipo de Mona Lisa que a él le agradaba.