CAPITULO 1: "Arresto Inesperado"
"Me arrestan…
¿Por qué? ¿Qué he hecho?
¡Suéltenme! ¡No he hecho nada!".
Prisionero Anónimo.
Equestria estaba de luto aquel día, la lluvia que los pegasos enviaban era signo de tristeza, aquellas gotas al tocar el pavimento o la tierra, sonaban como si fueran tambores tocando un réquiem.
Los relámpagos que tronaban se sentían como si tuvieran vida y en su interior contenían sentimientos de ira y enojo.
Las Calles estaban solas, ningún poni estaba afuera, todos estaban en sus hogares, con miradas tristes y cabizbajas.
En las Plazas principales de toda Equestria, en las estatuas de Celestia, se hallaba un moño negro y ofrendas florales por una sola razón: La Princesa Celestia había muerto.
Mientras en las mazmorras de Canterlot, una unicornio morada se hallaba encadenada. Su nombre: Twilight Sparkle. Ella había sido la estudiante preferida de Celestia y la más fiel de todas las estudiantes de esta. Entonces las preguntas son: ¿Por qué esta ahí? ¿Qué hizo para que la encerraran?
-¿Cómo pude llegar aquí? Yo… no hice nada -dijo la unicornio con tristeza, luego grito con desesperación -¡¿Por qué me tienen aquí?!
-¡Cállate! –Grito uno de los guardias, mientras daba una patada en la puerta de la mazmorra, con el propósito de escarmentar a la pobre yegua -¡Asesina!
Pasados unos minutos, un visitante llego a la mazmorra, se trataba de Shining Armor, el hermano mayor de Twilight, quien se dirigió a los guardias con una mirada penetrante:
-Vengo a ver a mi hermana –luego con una voz seria dijo- Por favor.
Los guardias accedieron a abrirle la puerta y dejarlo ver a Twilight. Al entrar, Twilight trato de correr para abrazar a su hermano, pero las cadenas la hicieron caer, al levantar la mirada vio que la cara de su hermano, no era de alegría, sino de enojo y confusión.
-Hermano, porque me ves así, pareciera que…
-Twili, ¿Por qué lo hiciste?, yo… no quiero, te lo juro, no quiero que te hagan daño –dijo Shining Armor con preocupación.
Uno de los guardias de la mazmorra que escuchaba la plática, se acercó a Shining Armor:
-Jefe, recuerde que esta va a ser la última plática que tendrá con ella, ya que muy pronto, usted como familiar, no volverá a estar a solas con ella –dijo el guardia susurrando a la oreja de Shining Armor.
El guardia volteo a ver a Twilight y la miro con una mirada demasiado pervertida:
-Muy pronto volveremos a vernos –dijo el guardia.
Twilight comenzó a llorar:
-Hermano, por favor, di… diles, diles que soy… soy… soy inocente –dijo Twilight con lágrimas a su hermano.
Shining Armor empezó a llorar y se acercó a su hermana:
-Lo lamento Twili. Pero ni yo mismo puedo hacer nada, estas ahora…
-¡Por favor! ¡Te lo suplico! –grito Twilight con lágrimas mientras abrazaba a su hermano con más fuerza.
-Sola –dijo Shining mientras caminaba rumbo a la puerta.
-¡Hermano! ¡No me dejes sola! ¡Por favor! ¡Te lo suplico! –grito Twilight con desesperación mientras intentaba alcanzar a su hermano.
-Lo siento Twilight –dijo Shining llorando en cuanto la miro.
-¡Por favor! ¡Soy tu hermana! ¡Piensa en mamá! –grito Twilight a Shining con lágrimas.
-¡No metas a nuestra madre en tus asuntos! –grito Shining enojado.
-¡Por favor! ¡Por lo menos! ¡Intenta salvarme! –grito Twilight con más desesperación.
-Sabes Twilight, si fueras inocente no estarías desesperada –respondió Shining con enojo mientras se acercaba a su hermana.
-¿Qué? –respondió Twilight confundida, luego le dijo con lágrimas en los ojos -¡¿Cre… crees que yo… lo hice?!
-No es de que yo crea, es que estoy convencido que fuiste tú –respondió Shining Armor enojado.
-¡No! ¡No! ¡Por favor! ¡Te lo juro! ¡Soy Inocente! –grito Twilight con desesperación.
-Adiós Twilight –respondió Shining mientras salía por la puerta.
-¡No me dejes! ¡Por favor! –grito Twilight mientras la puerta era cerrada.
Twilight se quedó sola y encerrada en la mazmorra, los vientos eran cada vez más fríos y fuertes, la niebla había comenzado a invadir el recinto.
Ya en la noche, Twilight se sentó en sus patas y empezó a recordar lo ocurrido en la mañana de ese mismo día:
Eran las 3:00 de la mañana, ella se encontraba durmiendo en su casa, en Ponyville, cuando de repente, un grupo de guardias tocaron la puerta, estaban armados con lanzas y escudos.
Spike al oír que tocaban la puerta fue a abrir y cuál fue su sorpresa al ver que eran guardias de Canterlot:
-¿Qué buscan aquí? –pregunto el pequeño dragón.
-Ah! Conque tú eres el sirviente de la asesina –respondió uno de ellos, aparentemente el líder del grupo.
-¿Cuál asesina? –pregunto Spike con temor.
-La unicornio –respondió el líder -tengo órdenes de llevármela presa.
-Pero...
-¡Aun lado enano! –grito el guardia mientras empujaba a Spike contra la pared.
Los guardias al entrar, comenzaron a ocasionar destrozos en el vestíbulo de la biblioteca.
Después, se dirigieron hacia la parte de arriba donde Twilight dormía cómodamente y tranquila, ella no había escuchado los destrozos debido a que Spike le había puesto unas orejeras para poder descansar cómodamente.
En cuanto entraron a su habitación, la vieron cómodamente dormida, por lo que procedieron a despertarla:
-¿Qué sucede? –dijo Twilight con sueño al sentir como la movían para despertarla.
-¿Twilight Sparkle? –pregunto el líder.
-Si –respondió Twilight con una tímida sonrisa.
-Está detenida –dijo el guardia a Twilight.
Twilight se hecho a reír, pensando en que la princesa Celestia le estaba jugando una broma o que simplemente los guardias estaban jugando:
-¡Wow! ¡La princesa ahora si me sorprendió! Pensé que no le agradaban las bromas a sus estudiantes –respondió Twilight entre risas.
-Arréstenla por favor –ordeno el líder a dos de los guardias.
Twilight al verlos acercarse, cambio su actitud alegre a una de miedo:
-N… no es bro… broma
-No estúpida ¡Perra! –dijo uno de los guardias que se acercaban a ella.
En ese momento, en un abrir y cerrar de ojos, Twilight fue encadenada de sus patas traseras con pesadas cadenas de hierro:
-¡No! ¡Suéltenme! –gritaba Twilight mientras trataba de evitar que fueran encadenadas también sus patas delanteras.
-¡Cállate! –grito el otro guardia.
Twilight intento usar su cuerno para tratar de hacer un hechizo de escape:
-¡No la dejen usar magia! –ordeno el líder a otros guardias quienes se abalanzaron sobre Twilight.
-Esto hará que no escapes –le dijo uno de los guardias mientras le colocaba un dispositivo metálico que bloquearía su magia.
-¡Por favor! ¡Yo no hice nada! ¡Ayúdenme! –gritaba Twilight con lágrimas y asustada mientras era llevada a un carruaje tirado por pegasos.
-¡Rápido! ¡Rápido! –ordenaba el líder con voz apresurada.
Twilight fue arrojada con fuerza al carruaje a donde también subieron dos guardias para vigilarla:
-¿P… por… porque hacen esto? –pregunto Twilight nerviosa a uno de los guardias.
-Por haber asesinado a la princesa Celestia –respondió uno de los guardias seriamente.
-¡¿Qué?! –exclamo Twilight sorprendida por la noticia.
-Por eso ahora, serás juzgada y castigada por tu delito –le dijo el guardia a Twilight con una mirada enojada.
Twilight se asomó por la ventana con barrotes del carruaje y observo a la distancia la Ciudad de Canterlot.
Al llegar, miles de fotógrafos aguardaban a la entrada de las mazmorras para fotografiarla, también habían reporteros de periódicos.
Al bajar del carruaje, comenzaron a sacarle fotos a Twilight y a los guardias que la acompañaban:
-¿Lo que hizo fue orquestado por un grupo criminal? –preguntó un reportero en cuanto se acercó a Twilight.
-Este… yo…
-Para el Ponyville Express, ¿usted asesino a la princesa por cuestiones personales o sociales? –pregunto otro mientras trataba de entrar a empujones.
-Yo…
-Para el Manehattan Times, ¿Es terrorista? –pregunto otro.
-Yo… solo…
-¡Por favor! ¡Aun lado! –grito enojado uno de los guardias que la acompañaban.
Los reporteros intentaron alcanzarlos, pero un grupo de guardias los bloquearon para impedirles el paso.
Twilight fue empujada a la mazmorra y encerrada sin razón.
Twilight comenzó a llorar, luego de recordar aquella mañana, sin embargo, la falta de sueño, hizo que se quedara dormida en aquella mazmorra.
