Capitulo 1: Sorpresas y Confesiones
Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen. Son propiedad de Naoko Takeuchi. La historia es de mía con fin de entretener.
Era un domingo soleado y demasiado caluroso de verano. Habían pasado 3 años de la batalla con galaxia y las chicas estaban listas para entrar a la universidad. Amy ya había comenzado sus clases de medicina con un curso de introducción en verano. Reí había decidido entrar a estudiar la carrera de administración, ya que pretendía hacerse cargo del templo y antes de entrar, decidió viajar sola todo el verano. Lita escogió gastronomía y al igual que Amy prefirió adelantar materias de verano.
Mina soñaba con convertirse en actriz y cantante, por lo tanto, tomaba cursos intensivos de actuación y los sábados asistía a un club de teatro que realizaba pequeñas obras. Donde lo recaudado era destinado a una fundación para niños huérfanos, que al igual que mina querían actuar y cumplir su sueño.
Serena no entraría a la universidad ese año, ya que no se había convencido de ninguna carrera. No creía que ninguna le sirviera de mucho en Tokio de cristal, solo se había inscrito a un curso de etiqueta para ser una reina tan respetable como todos le exigían. Aunque ese curso era de solo 4 semanas, tiempo que ya había terminado hace 2 días. Había aprendido mucho, pero a escondidas y en casa podía comportarse como una jovencita sin tanta regla de etiqueta, no así con Darién que siempre le exigía cambiar y que se comportara a la altura, como lo que era, una princesa.
Serena se encontraba profundamente dormida en su habitación, la noche anterior Darién la había invitado a cenar pues tenía la noche libre de su trabajo en el hospital de Tokio y quería celebrar el término de curso de su princesa. La cena se había prolongado hasta casi media noche por lo cual ella seguía durmiendo aun pasando el medio día.
De pronto comenzó a soñar, según ella, que mina se encontraba afuera de su casa gritándole y lanzado pequeñas piedras en su ventana y seguido de eso se escucho un enorme grito invadir la casa.
– SERENA! – un torbellino rubio entro a la habitación de su amiga que al escuchar tremendo grito, despertó, espantada y terminó por caerse de la cama.
– ¿Que? ¿Que? ¿Qué pasa?... Eternal sailor moon– grito serena aún somnolienta.
– No serena, no pasa nada, no tienes porque transformarte, además tú mamá está abajo con sammy–
– Ay y entonces que te pasa porque me despiertas de esa manera, estaba soñando con..– Serena se detuvo un momento – ¿Eras tú quien estaba gritando mi nombre y lanzado piedras?–
Mina comenzó a reír escandalosamente – bueno es que no creerás lo que pasó tengo algo que contarte y no puede esperar, eres mi mejor amiga y debes ser la primera en saber-
– Vaya creí que estabas en mi sueños y que es eso tan importante que no puede esperar? –
– Serena siéntate – respondió a lo que serena obedeció y espero a que su amiga hablara.
Mina dio una larga inhalación tratando de calmarse, pero fue en vano pues la emoción le gano y grito – ME AMAAAAA!
– ¿QUE? ¿De qué hablas mina? ¿Como que te ama? ¿Quien?
Mina comenzó a decir incoherencias sin formular una respuesta.
– Vamos que ocurre quién es ese novio misterioso? Que tan malo puede ser? – exclamó dulcemente serena tratando de darle ánimos a su mejor amiga y guardiana.
– Bien te lo diré, ¿pero prometes no gritar ni hacer escándalo cuando te lo diga?-
– Ay mina lo haces como si fuera un extraterrestre– respondió serena soltándose a la risa, la cual cesó inmediatamente al notar como un sonrojo se iba apoderando del rostro de su rubia amiga.
– Bueno un extraterrestre no es pero no es de este planeta, eso no lo convierte en un extraterrestre o si? – y en un susurro continuo – es Yaten.
Serena no respondió nada, pasaron los segundos y seguía sin decir nada, ni una sola palabra salía de la boca de su princesa, a lo que mina se le estaba acabando la paciencia y con más nervios que tranquilidad comenzó a romper ese silencio.
– Bien... No... Me vas a decir nada
– Ah si... pero que distraída soy verdad- dijo sacudiendo ambas manos sin dejar de parecer pensativa – pues felicidades, pero me gustaría saber ¿cómo pasó?... ¿ Acaso ya hay emails intergalácticos?
– Ay serena claro que no – respondió mina colocandose una mano en su frente y tratando de no reírse – mira te contaré... Todo comenzó ayer por la tarde cuando llegaba a mi departamento después de los sábados de mis clases de teatro.
» Encontré una carta debajo de mi puerta, venía sin remitente, solo decía "Para: Mi hermosa diosa del amor" y entonces mi corazón comenzó a latir demasiado fuerte y me puse nerviosa – hablaba mina muy emocionadamente al recordar la tarde anterior – puedes creerlo yo la gran mina aino diosa del amor nerviosa por un pretendiente misterioso
Serena la observaba por el espejo de su habitación con una enorme sonrisa. Definitivamente la alegría de su amiga era contagiosa; mientras que ella estaba tratando de arreglarse un poco ya que mina la había despertado y sorprendido en fachas. Riendo un poco dijo – no mina, no lo imagino pero y luego ¿que paso?
– Pues nada comencé a leer la carta y ...
Flash de nuevo
Mi diosa del amor te preguntarás quien te envía esta carta, supongo que tendrás una sospecha, bien, te aclararé tus dudas. Soy una simple estrella fugaz que no puede callar más estos sentimientos. Mina... Mi diosa de Venus... Lanzaste tú flecha de amor de Venus sobre el corazón de la estrella más necia, fría y testaruda de la galaxia y lograste atraparme bajo tu hechizo. Te amo mina y no puedo callarlo más y si aceptas a esta humilde estrella en tu vida, estoy dispuesto a cruzar la galaxia entera y renunciar a mi deber por ti. Solo debes de responder esta carta y dejarla en la puerta de tu casa... Ella llegara a su destino.
Atte.
Yaten Kou
Fin del flash back
— Y... aún no le respondo — concluyo la rubia dejándose caer pesadamente en la cama.
— ¿Cuál es el problema mina? No entiendo, ¿tu no lo quieres acaso?
Mina levanto su vista a la ventana y al observar el sol resplandeciente y los pájaros cantar dio un largo suspiro.
—Serena tú sabes que es lo que siempre soñé, encontrar el amor y después cuando los chicos llegaron, solo quería estar con uno, no importaba quién. Pero después yaten se volvió especial, aunque siempre era frío y cortante en el fondo es una buena persona con buenos sentimientos y me enamore
— Y cuál es el problema mina, si se quieren, ambos tienen la oportunidad de pelear por su amor— serena callo un poco como meditando sus palabras y con una sonrisa continuo — ya se te invito un delicioso helado y tal vez me coma unos cuantos pasteles y dos malteadas como tú dices "las penas con pan alejan las tristezas"
— Ah serena a si no es – dudó un poco mina – es las penas con pan le dan prisa al mal paso
Y así ambas amigas salieron de toda prisa de la habitación, mientras serena se despedía de su mamá gritando.
—MAMAAAA! VOY A SALIR CON MINA AL PARQUE
—Ay serena tonta porque gritas si mama está en la cocina y bien te puede oír, cuando vas a madurar— dijo sammy molesto subiendo las escaleras rumbo a su cuarto.
Serena hizo caso omiso al reclamo de su hermano menor y se limitó a sacarle la lengua como una niña pequeña.
— Serena y sammy dejen de pelear — intervino mama Ikuko saliendo de la cocina a despedir a las chicas.
— Mina me da mucho gusto que salgan a distraerse y mi serena tenga una amiga tan alegre como tú
Se giró a darle un beso en la mejilla a Serena y después a mina, susurrándole al odio — Ojalá puedas levantarle el ánimo últimamente la noto muy triste
Mina solo asintió quedándose muy pensativa mientras salían de casa de Serena; ambas rubias caminaban tan sumidas en sus pensamientos que no se dieron cuenta cuando una camioneta negra con cristales polarizados comenzó a seguirlas .
Cuando de pronto Mina sintió un jalón en el brazo, era serena que la apresuraba para entrar al local de helados.
— Corre minaaaa, es domingo y nos van a ganar los helados— mina comenzó a correr junto a serena y lograron alcanzar la mejor mesa.
Después de media hora tenían la mesa llena de postres que serena se había encargado de pedir con el pretexto de que no había desayunado nada.
—Bien ahora sí dime ¿cuál es el problema? – llevándose una enorme cuchara de helado a la boca agregó —thu nosjh tihiens un prethsjtxo
Mina río en ese momento, sabía lo que dijo, ella era la única que la entendía cuando hablaba así, pues ella también lo hacía muchas veces y entonces tuvo el pretexto perfecto para hacerla hablar.
— Serena ¿somos amigas cierto? Tenemos que confiarnos todo y si tú no me dices que tienes entonces tendré que comerme la última rebanada de pastel de fresas con chocolate que está en esta mesa y es tu favorito no es verdad?
— ¿Que? No! No puedes ser tan cruel, soy tu amiga — contesto con lágrimas en los ojos — pero esta bien, prometo contarte, solo no te comas mi pastel y hasta después de que tú me digas ¿qué pasa? ¿porque no quieres corresponder a Yaten?
— Bien te lo diré... Antes que ser una chica normal con sueños, somos sailors serena, eso lo tengo en mente siempre y aunque ahora todas estemos tratando de cumplir nuestros sueños, algún día tendremos que renunciar a ellos para crear Tokio de cristal. Es por eso que no puedo estar con Yaten... Además el también es una sailor yo no podría pedirle que renuncie a su deber, a su princesa. Yo jamás podría hacerte esto y en tercera, serena conocimos un futuro que jamás debió ser revelado pero pasó y en ese futuro nosotras no tenemos pareja, ni esposos, novios o hijos, nada, ni si quiera somos Mina o Amy o Lita o Reí, ellas no existen
Serena se quedo callada y sus ojos comenzaron a llenarse de lagrima – Mina acaso ¿no quieres ese futuro?
— Claro que no serena, no quiero que pienses así, no quiero hacerte sentir mal y claro que lo quiero, peleamos mucho por eso y por la pequeña dama pero no puedo hacer renunciar a Yaten a su vida para que en unos años cuando Tokio de Cristal nazca lo deje. Eso sería egoísta y el amor no es egoísta
— Sabes Mina creo que tienes razón y se hace tarde es mejor que regresemos tengo algo que decirte y no puede ser aquí
— Claro vamos — pagaron la cuenta y se marcharon a la casa de Serena.
Al llegar ambas chicas subieron a la recámara, Serena se encontraba muy sospechosa.
Comenzó a buscar a luna por toda la habitacion y al no encontrarla comenzó a cerrar puertas y ventanas.
— Serena ¿que te pasa me estás poniendo nerviosa? — susurro mina ante la actitud tan extraña de su amiga.
Esta vez fue el turno de serena de sentarse respirar profundamente y hablar.
— Mina tú sabes que antes de cualquier otra cosa, antes de ser mi guardiana o mi sailor, somos como hermanas — serena hizo una pausa — Mina estoy enamorada de otro hombre— dijo cerrando los ojos con fuerza para contener las lágrimas.
— Y no quiero fundar Tokio de cristal sin amor, no sé qué hacer estoy confundida, amo con todo mi corazón a Rini pero no así a Darien. No tengo el valor para renunciar a ella, no podría, jamás sería feliz y nunca me lo perdonaría
Mina se quedo sin palabras ante esa confesión, se podía esperar todo menos eso.
— Por eso Mina, quiero que tú luches por ese amor, tú no tienes que cargar con un reino a menos tú puedes ser feliz y no quiero que dejes pasar esto ... Yo ... Yo te relevo de tu cargo como líder de las sailor, puedes ser feliz y tener una vida normal junto a Yaten y Mina no acepto un no, si es necesario será una orden.
Eso tampoco se lo esperaba, Serena le había dicho dos cosas en menos de un minuto que la dejaron helada, era imposible articular una palabra. Por supuesto que mina sospechaba que Serena ya no amaba a Darién y también sospechaba quién era ese otro hombre, después de todo ella era la diosa del amor debía saber lo que hay en los corazones de todos, pero lo que más le impactó fue el hecho de que su amiga la había relevado de su cargo como sailor.
— Se.. Sere... Serena yo no.. No sé qué decir – balbuceaba mina sin poder decir una frase completa – ¿porque nunca me dijiste nada? es ... Es el... acaso estás hablando de Seiya.
Y las lágrimas que hasta ese momento Serena trato de contener escaparon traicionandola al escuchar el nombre del dueño de su corazón.
— Si Mina es el, es el y lo amo tanto, lo extraño — respondió serena lanzándose a los brazos de su amiga a llorar todo lo que había soportado desde que se dio cuenta que lo amaba.
Realmente se había quitado un enorme peso de encima, se sentía mas ligera pero destrozada al saber que su amor era imposible.
Pasaron dos horas para que serena pudiera calmarse un poco mientras que mina solo pudo abrazarla y acariciar su cabello como muestra de apoyo.
—Mina no se lo digas a las chicas por favor, no tiene caso — se levanto del regazo de mina y mostrando una enorme y resplandeciente sonrisa — y bien que piensas hacer con Yaten ¿ Le dirás que si verdad? hazlo por mí quiero que seas muy feliz.
A mina se le llenaron los ojos de lágrimas al ver cómo su amiga una vez más peleaba por el bienestar de todos los que la rodeaban por sobre su propia felicidad.
— Claro serena pero no pienso renunciar a ser tu guardiana, ya cuando sea necesario veremos y te prometo que vamos a solucionar lo tuyo ambas debemos pelear por esa felicidad.
— No mina por mi no te preocupes estoy bien y no quiero volver a hablar de eso, se bien cuál es mi lugar – respondió inmediatamente.
— Pero serena
— No mina nada — interrumpió rápidamente.
— Está bien, bueno me voy tengo una carta que responder — salió mina a toda velocidad — adiós serena, gracias.
Mientras mina caminaba pensó "por supuesto que no se queda así, tengo que hacer algo para ayudar a Serena. Ella ya hizo mucho por todos nosotros " .
Y con ese pensamiento camino hasta llegar a su departamento.
