Fue un domingo. Terminé de ver la película de "El increíble castillo Vagabundo", por décima vez y me di cuenta que ya era hora de dormir. He leído tantas veces el libro y visto la película que era obvio que me había enamorado, como una tonta más, de Howl Pendragon. Encendí mi computadora y me puse a navegar un poco, redes sociales, videos de música, noticias, pero no puedo dejar de pensar en Howl, mi cabeza estaba en modo "amor imposible" una vez más.
Busqué un par de imágenes suyas en Internet. Estaba tan perfecto, tan guapo. ¿Existían hombres así que hermosos e interesantes en Gales? Porque definitivamente aquí, en mi país, nunca encontraría a alguien así por más que lo buscara. Aburrida y enamorada, abrí la bandeja de entrada de mi correo y comencé a escribir:
Para: Ingary, Ciudad de Porthaven, Hechicero Jenkin
Admirable Mago Howl Pendragon:
Espero no encuentre impertinente mi carta, pero no puedo evitar pensar en lo mucho que le quiero. Me ha encantado desde la primera vez que creí haber visto su verdadero rostro, pero en realidad no es su apariencia lo que me interesa. Le amo, con todo mi corazón, no dejo de pensar en usted. Es mi inspiración, el motivo de mis suspiros, así sin más lo ha conseguido.
Permítame saber que está aquí conmigo, que al menos existe no sólo en mi imaginación. ¿Usted sabe lo mucho que nos hace sufrir, a mí y a las demás? Howell, es verdad que usted es muy cruel. Envío la carta al lugar más preciso al que puedo atinar, Porthaven, porque no sé si llegaría a sus manos si se me ocurriera enviarla a Market Chipping o a Kingsbury.
Con mucho cariño y respeto a su señora, pero no quería quedarme con el secreto por el resto de mi vida, que aún soy joven con ganas de vivir nuevas experiencias.
Su admiradora Secreta.
Yo sabía perfectamente que no existía, ni hoy ni nunca, no tenía sentido enviar la carta a alguien imaginario, pero sin embargo lo hice, obviamente un gran mensaje de "error" apareció.
Como era de esperarse, no había lugar al que esa carta pudiera llegar, era imposible. Cerré mi bandeja de entrada y apagué mi computadora, jamás hablaría de esta vergonzosa situación a nadie, si lo hicieran pensaría que estoy loca, que soy retrasada o algo así. Miré el reloj y ya pasaba de la una de la mañana, después de todo esto no me hubiera importado soñar con Howl, así al menos sentiría por un momento que es real y no una simple fantasía. Me quedé dormida casi de inmediato, pero no logré soñar con él.
Ese día, lunes, transcurrió de manera normal, asistí a clases, vi televisión e hice mis deberes. Mientras tomaba un baño recordé que la vergonzosa carta que había escrito se había quedado en la bandeja de borrador de mi buzón.
No le di importancia hasta que nuevamente ya casi era hora de dormir. Solo yo tenía acceso a mi cuenta, no me gustaba pasarle mi dirección de correo electrónico a casi nadie y sabía perfectamente que la carta jamás se había enviado, pero por alguna razón había un correo nuevo. ¿Howl había respondido mi carta?
Para: Apreciable Admiradora Secreta
...
