Como ya saben los personajes son de Meyer. La trama es de mi loca imaginación. Solo espero que les guste. Esto apenas es el inicio de un alarga travesía te atreves a seguirla conmigo?
"¿Puede el amor superar todos los obstáculos?. ¿Edward podrá ver mas alla de lo que sus ojos ven?. ¿Bella dará todo de si por el ser feliz?
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DECIMO MANDAMIENTO
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Algo de lo que estaba seguro era que el naranja no era su color favorito.
Sentado en esa pequeña cama con los dedos masajeándose la sien, recordó cuando tenía seis años sus padres lo llevaron a escuchar una misa en domingo, recordó lo que el padre había dicho sobre los mandamientos de Dios. El solo tenía seis años y aún así cuestionó sobre esos mandamientos
Amarás a Dios sobre todas las cosas
¿Amar? Claro que sabía lo que era el amor, lo supo cuando la vio por primera vez en el jardín de infancia, la amo desde el momento en que esos hermosos ojos color chocolate se posaron en él, y desde aquél día la amaba por sobre todo, por sobre el mismo.
No tomarás el nombre de Dios en vano
Lamentablemente el centro de su vida se volvió ella, y en contadas ocasiones había tenido que jurar en nombre de Dios para conseguir todo lo que le pedía. Hubiese dado la vida por ella si se lo pidiese.
Santificarás las fiestas
Claro que lo hizo, por sus padres, por los padres de ella, había respetado, había sido responsable en todo, en la escuela, en la casa, con la ciudad, solo por merecerla. Solo por merecer su amor.
Honrarás a tu padre y a tu madre
Edward y Elizabeth, eran los padres más amorosos que en su vida había deseado tener. Pero no pudo cumplir. Los había defraudado, al estar aquí dentro de estas cuatro paredes, había destrozado todo lo él representaba en sus padres.
No matarás
Aunque las ganas no le faltaban, lo hubiese hecho. Odiaba a James. Odiaba el hecho de pensar que sus sucias manos pudiesen haberla tocado.
No cometerás actos impuros
¿Actos impuros? El sexo no era impuro si era por amor. Era la máxima representación del amor.
No robarás
Nunca pensó en hacerlo, pero las circunstancias lo habían obligado.
No levantarás falso testimonio ni mentiras
El mentir era parte de su vida, lo hacía solo por ella. Todo por estar con ella.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros
Desde que la conoció, desde su primer beso, su primera vez, en su mente solo ansiaba hacerla suya donde fuera y a la hora que fuera, durante toda su vida. La amaba a pesar de todo.
No codiciarás los bienes ajenos
Siempre había tenido lo que quería. Siempre obtenía lo que deseaba. Y aunque su familia no ostentaba una posición económica abundante, sus padres trataban siempre de darle todo lo que anhelaba. Y desde que puso sus ojos en ella sabía muy dentro que ella era para él, pero la vida no iba a ponérselo muy fácil. Ella era prohibida. Primero sus padres. Luego James. Y lo más importante el dinero. Eso era lo que ella amaba. El dinero. Nunca lo amo a él, solo fue un títere para ella.
-Tienes visita- le dijo el guardia, devolviéndolo a la realidad.
El solo asintió y se levantó. El guardia abrió las rejas, colocó las esposas en las muñecas de él y lo condujo hacia la sala de visitas. Al llegar allí todo su cuerpo se tensó. Con cuidado se sentó delante de la última persona que él esperaba ver allí
-¿qué haces aquí?
-Hola, Edward
-¿Qué demonios haces aquí?- preguntó Edward otra vez con un nota de furia en la voz
-Sólo quería saber cómo estás
-Como vez estoy disfrutando de mis vacaciones
-Edward, por favor…
-Por favor ¿qué? Ah, que esperabas que te recibiera con los brazos abiertos y te declara mi amor, y te dijera que todo va estar bien? Pues no. Nada está bien. Me pudriré en esta cárcel. Moriré aquí.
-No tiene porque ser así…yo puedo conseguirte un abogado…todo se va a solucionar
Edward soltó una carcajada amarga
-Y al fin de cuentas que importa si salgo de aquí o no. Tú tomaste una decisión no. Te casaste con él no? Con James
-No es como piensas…James…
-Isabella, es mejor que te vayas de aquí. No quiero volver a verte nunca más. Entendiste. ¡Nunca más!
-Pero Edward yo te a…
-No lo digas. No te atrevas a decir una blasfemia como esa. Tú nunca me amaste. Nunca lo hiciste. ¡Nunca!. Solo fui un juego para ti. Un títere más en tu colección.
Y diciendo eso Edward Masen se levantó de la silla, y con paso apresurado salió de la sala. Sin voltear la mirada. Y no se percató que una lágrima descendía por el hermoso rostro de la mujer. Ni miró como ella se levantaba lentamente de la silla, tomo su bolso con una mano, y la otra la llevó a su vientre abultado. Ni escucho como le había susurrado su vientre que su padre lo amaba a pesar de todo, y qué él regresaría a ella. Siempre regresaba.
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Rews?
No hay mucho que decir. estoy de nuevo por aqui con una nueva historia, esta vez mia de mi jajaja
Rews?
