Disclaimer: The Loud House fue creado por Chris Savino y es propiedad de Nickelodeon. Lo único mío es esta historia.


Solo dos semanas y finalmente serían libres. Eso estaba en la cabeza de cada estudiante de la preparatoria, y si bien los estudiantes de último año tenían algunos sentimientos encontrados al respecto, la verdad es que ellos también ansiaban por mandar al diablo las tareas, los salones y muchas cosas más. Y sin importar los temores y demás cosas, un evento grande que nadie podía ignorar por poco que les importara también se acercaba…

El baile de graduación.

Luna Loud no era alguien que normalmente se preocupara por tales cosas, ni siquiera por ser una oportunidad para poder bailar con cierta joven de rubia cabellera con un mechón azul, No que fuera a tener esa oportunidad.

Después de todo, Sam y ella estarían muy ocupadas tocando en el evento junto con el resto de su banda. Ese había sido un golpe de muy buena suerte.

—Sigo sin creerlo, Luna. ¿Crees que si le pregunto amablemente, el director me pasará un poco de lo que fumó?

—Muy graciosa, Sam, pero esta podría ser nuestra oportunidad. Nuestra banda podría ser descubierta ese día y BAM. Will be buying the stairway to heaven!

—Siiiiiiiiii.

Las dos quinceañeras entraron al salón donde tomarían su clase de Historia Universal (Soporífera hasta más no poder.) totalmente emocionadas y pensando ya en nuevas letras para el día del baile, aunque la rockera de los Loud estaba teniendo algunos problemas de inspiración. El problema no era la falta de ella, pues pensar en Sam le daba muchas ideas… aunque todas se traducían en letras bastante, bastante atrevidas, y considerando que la castaña aun seguía en la etapa de cartas de amor anónimas, pues…

—Afróntalo, Luna. —susurró para sí la joven. —No es como si la inspiración cayera del cielo.

De repente notó que los estudiantes habían dejado de entrar al salón. Cuando se preguntaba el porqué, tuvo su respuesta en la forma de una jovencita que ingresó y automáticamente se robó las miradas de todos. No era por su rubia cabellera o sus radiantes ojos azul cielo, que a Luna le recordaban mucho a Leni si algún día se dejara el pelo más corto que Lori. Tampoco el precioso vestido de una pieza que llevaba, el cual llevaba encajes en las mangas y la falda, la cual llegaba a la mitad de sus muslos, además de dejar sus hombros al descubierto. Mucho menos la gargantilla en su cuello, hecha del mismo material que el vestido. La radiante sonrisa de la joven tampoco era lo que obligaba a uno a mirarla.

Lo que atraía cada ojo del salón a la recién llegada era el amplio escote en V que dejaba al descubierto su pecho, revelando un impresionante tatuaje de seis alas negras que resaltaba como una sombra proyectada sobre una hoja en blanco.

—Wuaaaau. ¿Estas viendo eso, hermana? —Sam golpeó las costillas de Luna. —Ese tatuaje está fuera de este mundo.

—Siiiiii. Totalmente radical.

La joven se sentó en el primer asiento libre que encontró, donde pronto fue asediada por la división local del cliqué de populares.

—Hola. No te habíamos visto por aquí antes. ¿Es tú primer día?

—Así es. Mi nombre es Lyla Wilson, y mi familia y yo acabamos de llegar a esta ciudad hace un par de días.

—Pues bienvenida seas a Royal Woods. Mi nombre es…

—Y aquí van… Como sabuesos sobre un filete jugoso. —dijo Sam juguetonamente al ver la escena.

—O así sería de no ser por Leni. —Luna sabía que su hermana había iniciado involuntariamente una revolución al interior de su preparatoria, pues gracias a su apariencia y buen corazón, había logrado que las populares dejaran de ser las típicas arpías para ser algo diferente, más noble, y que fuera un poco menos salvaje con los menos agraciados en la escala social. —Ahora solo es charla, charla y un interrogatorio que deja en vergüenza a los del FBI.

Durante la clase, la chica nueva se mostró atenta al principio, como todos, pero tras unos minutos fue claro que comenzó a distraerse y pensar en otras cosas, igualmente como todos, pero una diferencia es que el alumnado parecía pensar en la mejor forma de hablar con la recién llegada una vez terminara la clase. Luna también pensaba en abordar a la rubiecita, no porque le gustara. Sam era la única para ella, pero la forma en que su tatuaje estaba expuesto denotaba mucha seguridad en sí misma y…

"Bah. ¿A quién engaño? Ese tatuaje es hipnótico y me está dando ideas para una nueva letra. Tengo que conocerla más. Seguro los dioses del rock me bendecirán con una rola legendaria."

Nada más sonó el timbre, la rockera guardó sus cosas tan rápido como pudo para tratar de alcanzarla.

—¿Amor a primera vista, Luna Lunera?

Luna se congeló al oír la voz de Sam, quien la miraba con una sonrisa pícara.

—No, no. Para nada. En mi corazón solo suena la música que tuuuooca Mick. Es que ese tatuaje está sacándome ideas y quizás si la conozco más, pueda tener la letra perfecta para estrenar rola en el baile.

—Como digas, hermana. See ya later, aligator.

Sam solo pudo observar con esa pícara sonrisa a su amiga casi tropezar por la prisa. Si no fuera porque…

"De verdad creería que se enamoró a primera vista."

Luna estaba por alcanzar a Lyla, pero fue detenida por una de las populares.

—Lo siento, Luna, pero si quieres hablar con Lyla, tendrás que esperar hasta después del almuerzo.

—Hey. No pueden acapararla. ¿Crees que a Leni le gustará saber que actúan así?

Las populares se rieron de Luna como si fuera una estudiante de secundaria. —Hello? ¿Pues con quien crees que la llevamos? Alguien como Lyla definitivamente debe conocer a Leni.

La castaña de playera purpura optó por no discutir mas y decidió ir con Sam para almorzar con sus amigos. Tal vez tendría oportunidad de hablar con la chica del tatuaje angelical a la salida, y aun si no se daba la oportunidad, estaba segura de que Leni no pararía de hablar de ella en el camino de vuelta a casa.


"Nop. Me equivoque."

Leni ni siquiera había esperado a llegar a Vanzilla para aturdir a sus hermanas con la historia de la recién llegada.

—Resulta que estaba viviendo en Alemania. ¿O nació allí? Como sea. Y ese vestido… Como que lo vi y dije "OMG, como que es un diseño maravilloso." ¿Y vieron ese tatuaje? La forma en que combina con su vestido es increíble. Ya pensé en cuatro o cinco diseños que le sentarán increíbles.

—Creo que literalmente nadie podría dejar de verlo aunque quisiera. —Dijo su compañera de cuarto con algo de indiferencia. La primera impresión que Lori tuvo de Lyla fue que era demasiado atrevida. La única razón por la que la chica no exponía su busto al aire es porque, salvo su tatuaje, no tenía casi nada que presumir, pero una vez que llegó la hora del almuerzo, terminó borrando esa primera impresión. La forma en que la chica nueva conversaba con su hermana menor era algo con lo que había soñado. Es decir, Leni tenía muchas amigas, seguidoras e influencia, pero podía contar con una mano las que no la trataban con cierta condescendencia debido a su no muy alta inteligencia. Lyla no era de esas. En el poco tiempo que las vio hablar, observó que la chica nueva disfrutaba de la compañía de su hermanita preciosa, se reía con ella y no de ella.

—Esa chica dejará su imagen tatuada en la mente de todos. Jajaja. ¿Entienden?

Todas gruñeron con el chiste de Luan, aunque Luna tuvo admitir que su hermana bromista tenía toda la razón. La joven sería recordada por mucho tiempo.

—Hola, Leni. No esperaba verte tan pronto.

Y hablando de la reina de Roma, Lyla se les acercó y saludó muy cariñosamente a la modista de la familia.

—Hola, Lila. ¿Qué tal pasaste el resto del día?

—Maravillosamente. Esperaba poder tomar laboratorio de biología hoy, pero será dentro de un par de días.

—¿Te gusta biología? —preguntó la mayor de las hermanas por curiosidad.

—Mucho. Hay algunas cosas que me resultan muy interesantes y muero por verlas. —Y la rubia rio de una manera que hasta a Lucy le habría parecido adorable. El sonido de un claxon interrumpió la charla. Todos los estudiantes que salían pudieron ver que había llegado un vehículo bastante elegante, un Mercedes Benz Clase E para ser específicos.

—Vaya. Ya llegaron por mí. Nos vemos mañana, Leni.

—Hasta mañana, Lila.

La despistada fue la única que no quedó boquiabierta ante semejante vehículo. Luna había logrado resistir un poco más, pero su quijada terminó de caer cuando vio que alguien bajó del auto a abrirle la puerta trasera.

—Vaya. ¿Ese será su hermano mayor? Porque viste bastante bien. —Y claro, solo Leni no se dio cuenta de que ese seguramente era algún tipo de sirviente o ayudante.

—Haría una broma, pero en serio, me quedé sin palabras.

—Yo también, Luan. Literalmente yo también.

Las chicas subieron a Vanzilla (Que de repente parecía mucho más humilde de lo normal.) y fueron a recoger a sus hermanos menores. En el camino pusieron la radio, aunque Lori la quitó nada más comenzó el noticiero. La nota principal seguía siendo un vagabundo al que habían asesinado el día anterior. Ella recordaba haber visto la noticia antes de dormir la noche anterior y lo arrepentida que haberlo hecho, pues incluía una foto del cuerpo. Habían destripado al pobre sujeto y dejaron sus intestinos al lado del cuerpo atados en forma de moño. Estuvo 5 minutos en el baño dando unas arcadas terribles, pero al menos no vomitó. Lori hizo un esfuerzo sobrehumano para sacar esa imagen de la mente. No quería darle a sus hermanos otro motivo para que la llamaran "Princesa del vómito".

Esa noche, la cena en la casa Loud fue dividida una vez más en mesa de chicos y mesa de grandes para sorpresa de todos, aunque esa no fue la única sorpresa.

—Lynn, tesoro, ¿puedes ir a comer a la mesa de chicos esta vez?

La atleta miró a su madre como si le hubiera hablado en zulú. —¿Pero por qué? No creo haber hecho nada tan inmaduro como para que me manden a la cocina.

—Lo sé, junior. —aclaró su padre. —Pero queremos hablar de algunas cosas con tus hermanas que…

—Si se trata de sexo, pueden decirlo con confianza. Ya me dieron la charla y no es como que lo vaya a tomar a broma algo como eso, si es lo que les preocupa.

Rita y Lynn Sr. se quedaron viendo por un momento y al final, dieron un largo suspiro.

—Esta bien. Puedes quedarte, amor, pero lo que digamos aquí, no se le debes contar a tus hermanos, incluyendo a Lincoln. ¿Entendido?

—Sí, mamá.

La cena fue bastante tensa. Hasta Leni notaba la incomodidad en el rostro de sus padres, pero no se atrevió a preguntar nada. Una vez que terminaron con sus alimentos, Rita se aseguró de que los menores estuvieran en lo suyo y le dijo a su esposo que no había moros en la costa.

—Bueno, niñas, la razón para que hayamos cenado de esta forma es porque su madre y yo tenemos algo muy importante que decirles. ¿Saben que ocurrió un crimen muy grave ayer?

Lori hizo una arcada y tuvo que tomar un vaso con agua para no devolver su cena.

—Bueno, al parecer Lori lo sabe y con mayor detalle de lo que nos gustaría. —La rubia se encogió ante la mirada acusadora de su madre. —Para las que no saben, ayer asesinaron a una persona.

Todas las chicas dieron un suspiro de sorpresa.

—Su madre y yo nos ahorraremos los detalles, pero solo diré que la forma en que lo hicieron fue muy cruel. —Salvo Leni, las demás comenzaron a entender la seriedad de la conversación. —Y la policía no tiene ninguna idea de quien podría ser el culpable. Ni una sola pista.

—Por eso, su padre y yo decidimos que hasta que consideremos que no hay riesgo, no habrá ninguna salida nocturna, y la hora límite para estar en casa será a las 8 de la noche, su padre y yo incluidos.

Cualquier protesta que las hermanas tuvieran se quedó en sus bocas tras esa revelación de Rita.

—Su madre y yo no queremos correr riesgos innecesarios, así que nos sujetaremos a la misma regla que ustedes. Queremos verlos crecer y debemos cuidarnos también. Iremos con los chicos ahora. Si les preguntan, tengan mucho cuidado de no mencionar lo del asesino. No quiero que se asusten.

—De acuerdo, papá, mamá. Nos quedó claro y literalmente pueden contar con nosotros. —Les aseguró Lori.

Las chicas regresaron a la planta alta mientras sus papás iban a la cocina para hablar con los menores. Iban algo preocupadas. Hasta Leni, que no entendía del todo la gravedad del asunto.

—Supongo que hasta viste fotos del cuerpo si es que estabas por hacerle honor a tú título, hermana.

La cara de Lori se puso verde de nuevo, y tras tragarse su vómito, sujetó a Luna por el cuello.

—Si devuelvo mi cena por tú culpa, te convertiré en un pretzel humano. ¿De acuerdo?

—Mensaje recibido.

Para cuando dieron las 11, todos se fueron a dormir, aunque las mayores tuvieron que aguantar ser bombardeadas por sus hermanos menores sobre la razón de ese toque de queda. Lori estaba satisfecha de que casi todos quedaron convencidos.

"Todos excepto Lincoln y Lisa. Ese tonto es demasiado curioso, pero al menos sé qué hará caso y quizás, ni haga más preguntas. Lisa, literalmente por otro lado… Ella me preocupa más. Podría terminar haciendo una investigación sobre eso y sé que no se detendría hasta conocer la verdad."

Sabía que su hermana era muy inquisitiva y esperaba que no averiguara la verdad, o si eso resultaba inevitable, que al menos no se encontrara con esa horrible foto.

"Literalmente no imagino que clase de maldito desequilibrado podría hacer algo tan horrible."


En una calle solitaria, detrás un cine para ser exactos, un joven de 27 años que había salido tarde de su trabajo estaba desangrándose inevitablemente. Estaría gritando, pero el corte en su garganta había seccionado su tráquea y solo se oían gemidos húmedos.

—Esto siempre es tan divertido.

La persona que lo atacó estaba sobre él, abriendo su abdomen lentamente con un bisturí con una sonrisa. Habiendo concluido su macabra tarea, metió sus manos dentro, recorriendo a placer el interior.

—Amo la sensación de las vísceras entre mis dedos, y amo mucho más ver como brota la sangre. Es tan maravilloso. ¿Verdad que sí?

El joven lanzó un grito enmudecido cuando sintió como le arrancaban algo. Esa persona se levantó para comenzar a bailar al ritmo de un imaginario vals, siendo su pareja el páncreas de su víctima. El chico sentía mucho frío de repente, así como mucho sueño. ¿Así se sentía morir? ¿Por qué no era más rápido? Ya no quería sufrir, y si la muerte era lo que necesitaba para que el dolor acabara, la aceptaría con mucho gusto.

—Pero lo que más me gusta son los ojos. Recuerdo cuando mis papis de verdad me regalaron los ojos de una chica a la que llevaron a casa. Se sentían tan chistoso entre mis dedos. Como gelatinitas. ¡Ya sé!

El chico se sacudió horriblemente cuando sintió la punta del bisturí clavándose en la cuenca de su ojo derecho. Quien le atacaba intentaba sacárselo y el dolor era inenarrable.

—Diantres. Está muy oscuro y no puedo ver bien, y además, se está sacudiendo mucho. ¿Podrían encender una lámpara por favor?

Una luz brillante cayó sobre el joven, permitiéndole ver la hoja del bisturí acercándose nuevamente a su ojo.

—Mucho mejor. Ahora aunque se mueva, no dañaré los ojos y podré jugar con ellos. Algo que me gusta mucho es sujetarlos y hacer como que me ven. ¿Sabían que son como pequeñas esponjas?

Nuevos gritos enmudecidos llenaron los oídos del atacante. Gritos que si bien para ese ser eran como un coro celestial, en realidad eran una expresión de miseria y desesperanza inadulteradas. ¿Cómo no gritar cuando están metiendo una hoja debajo de tú globo ocular y la mueven hasta sacarlo de su cuenca?

Lo último que los verdes ojos de ese joven verían antes de ser arrancados de su lugar no sería el rostro de su atacante…

… sino el llamativo tatuaje de seis alas negras que llevaba en su pecho.


Muy buenas noches a todos. ¿Saben que pasa cuando tienes un arranque de inspiración' Terminas escribiendo algo como esta historia, la cual será también multicapítulos. Eso si, planeo que no tenga más de seis. Quizás siete si es necesario, que ya tengo algunas pendientes. (Se esconde de todos los que lo quieren linchar por no actualizar Dulce Pesadilla.) Quizás tengan muchas preguntas, comenzando con la personalidad de quien cometió el asesinato. La identidad... no es que lo haya hecho difícil de adivinar. Jajajaja. En el próximo episodio, Lincoln hará su aparición y conocerá a una chica mayor que lo verá como Lori ve a Bobby. Eso no puede ser tan malo, ¿cierto?

¿Cierto?

Muchas gracias por este tiempo, y si leen esta historia en nochebuena, les deseo de la manera más sincera una feliz navidad en compañía de sus seres queridos, y una gloriosa semana de descanso y confort (Recuerda que tiene que volver a la oficina el martes u.u) Hasta pronto, mis amigos y pasen una semana de éxitos.