El primer fic que he escrito, este fue publicado hasta el capitulo 5 en una página dedicada a Yu-Gi-Oh, aunque para publicarlo aquí tuve que hacerle unas pequeñas modificaciones para no infligir las reglas de la página, aunque nada importante de acuerdo a la trama original del fic, respetándola lo más posible.

Disclaimer: La serie de Yu-Gi-Oh! No me pertenece, los derechos de autor le pertenecen a Kazuki Takahashi, quien hizo la trama original, yo hago esto sin fines de lucro.

UN VERANO DE DESOLACIÓN

CÁPITULO I EL INICIO DE TODO

Era un caluroso viernes del mes de junio, ya estaba por acabar el mes, unos chicos de la preparatoria local estaban platicando en un parque cercano al Instituto de Domino, con respecto de las próximas vacaciones de verano, por como se veían los jóvenes tenían las mismas preocupaciones que todos los jóvenes, como se podría decir, los típicos problemas adolescentes, ya se sabe, clases, tareas, acné, pero por lo que habían pasado anteriormente, era claro que las cosas no eran así y que tal vez nunca lo volvería a ser.

Es que ha honor a la verdad, habían vivido muchas aventuras, muchas de ellas inverosímiles, más dignas de una fabula o una película que mezclara la ciencia ficción con la fantasía; en esos momentos tenían una discusión pendiente acerca de la fiesta de fin de cursos... aunque aun no tenían ánimos para hablar de ella en esos momentos de intenso calor, aunque Japón no fuera un país especialmente cálido.

—¿Por qué no vamos a la casa de mi tía Margot para las vacaciones? —decía una emocionada Tea, con una gran y radiante sonrisa en el rostro, ya que la tía era muy querida por ella—, creo que se alegrara de volvernos a ver otra vez, en especial a ustedes chicos, creo que les a cogido mucho cariño.

—¡Creímos que habíamos acordado no volver a ver a la loca de tu tía después del desastre de navidad! —dijeron al mismo tiempo Joey y Tristán mientras movían sus brazos como si fuesen aspavientos, por lo visto, los chicos querían mantener distancia con la tía de Tea por algo que había pasado con anterioridad.

—¡¿Cuántas veces les tengo que decir mi tía no esta loca? —Gritó indignada la morena—, si mi tía realmente les ha tomado cariño…

En esos momentos había con ellos tres otros dos chicos, uno de cabello blanco, el cual caía casi por debajo de sus hombros y el otro de cabello corto, rojo con el fleco rubio. Los dos amigos sabían que Tea se ponía a discutir con Joey y Tristán de esa forma por que sabía que últimamente a estado muy presionada, entre escuela, club de danza tradicional (1), trabajo y la nueva "brillante idea" de los maestros de escogerlos a ellos como consejo estudiantil del baile, era normal que la chica se sobresaturara.

Ya que los alumnos que formaban parte del Comité Estudiantil de Baile solía ser escogido por los maestros, según parámetros que estos creyeran convenientes, no era mucho que los alumnos dijeran "Ya se están admitiendo alumnos para el CEB (siglas del comité), hay que entrar ¡o no podremos ingresar!", en varias ocasiones, el CEB repetía alumnos, o cambiaba tanto a los alumnos dentro de este, que había en contadas ocasiones que coincidieran alumnos que tenían una "guerra personal declarada", por lo menos, hasta el momento no se les a ocurrido poner en un mismo comité a Seto Kaiba y a Joey Wheeler.

Yugi y Bakura sabían perfectamente que aunque estuviera empezando una discusión muy fuerte entre sus amigos, ellos se querían, a parte de que no lo decían de corazón, ya que han tenido eventos en el pasado que cada vez los hacían más unidos, por lo que ya se estaban acostumbrando a tenerles paciencia, ya que sabían que si se inmiscuían en la discusión, solo ocasionarían que no se calmaran pronto y que incluso alguno de ellos se molestara con ellos por que se estaban poniendo de parte de alguien en particular...

Aunque cada vez que discutían era inevitable que se acabaran metiendo, ya se por que la situación se empezaba a poner pesada o por que ellos volteaban a verlos y pedirles que les dieran la razón sobre el problema

Como era de esperarse, los chicos voltearon y le dijeron a los otros dos: —Sean sinceros ¿Quién en estos momentos tiene la razón?.

—Si les decimos nuestra opinión de modo sincero como la están pidiendo se va a acabar molestando con nosotros, por que sabemos muy bien que siempre es lo mismo con ustedes tres, será mejor que en estos momentos hagamos lo de Pilatos y nos lavemos las manos del asunto —respondió el muchacho de cabello blanco a la pregunta de sus amigos.

—Seré sincero, en estos momentos a quien le doy la razón acerca de la discusión es a Bakura, por que últimamente se han puesto en plan un poco pesado, creo que las presiones nos están matando —respondió Yugi

—Parece ser que últimamente a ustedes dos les da básicamente lo mismo que esto siga a si, ¿o estoy equivocado? —Preguntó Tristán, como quien no quiere la cosa—. Si fuera que ya los estuviéramos preocupando, estarían intentando contenernos, por que pareciera que no se ven tan interesados cada vez que nos peleamos.

—Miren... será mejor que nos veamos mañana aquí alas nueve, los 5 hemos tenido una semana muy pesada, así estaremos un poco más tranquilos... además aun tengo que ayudar a mi abuelo con su equipaje —dijo Yugi, algo cansado.

—Oye es cierto, que tu abuelo tiene asuntos que atender fuera del país... ¿a que hora se va a ir? ¿A donde nos dijiste que iba tu abuelo?... y ¿por cuanto tiempo?... —empezó Tea, pensando en el viejo Solomon Moto—, ¿si tiene todo listo?...

—Tea... no te vuelvas a enojar conmigo... pero no le hagas tantas preguntas a Yugi que pareces del FBI —le dijo Joey poniendo una cara seria, aunque claro, era muy rara en él, ya que por lo general era uno de los más cómicos del grupo, aunque era más por estar medio mareado por las preguntas de la chica.

—No hay problema Joey, creo que con la semana que hemos tenido olvidaron que les dije todo eso, sale hoy a las ocho treinta de la noche, va estar un mes y medio en Estados Unidos, por asuntos de unas convenciones de juegos de mesa que se llevaran a cabo durante ese lapso —explico Yugi a sus amigos—, durante la última convención se darán a conocer nuevas cartas de duelo, con suerte y el abuelo nos traiga algunas; después estará otro mes en Egipto con el profesor Hawkins, ya saben, el abuelo de Rebeca, ya que el profesor lo invito a participar en una excavación en el valle de los reyes.

—Entonces durante ese tiempo, ¿quien va a estar contigo durante estos dos meses contigo Yugi?, por que conociendo a tu abuelo... bueno, aunque no te sobre protege, no es tan descuidado con respecto ah algo tuyo como para dejarte tanto tiempo solo —comento algo preocupada Tea.

—Ya les había dicho también eso Tea... bueno les explico esto por enésima y última vez, una vecina se había ofrecido con mi abuelo ha cuidarme, es la señora que vive en la contra esquina de mi casa —como Yugi veía en el rostro de sus amigos que no entendían nada, o más bien, no recordaban a quien se refería él en ese momento, les tuvo que decir el nombre de la vecina—, la señora que adora a los gatos, Agatha Gibb.

—¿Con la loca esa? —comento un exasperado Joe al oír la respuesta de su amigo, dado que esa mujer lo había traumatizado hablándole un día que fue a la casa de Yugi y que ella estaba ahí hablándole media hora sin pausas y sin respirar acerca de sus doce gatos, además él siempre se quejaba de que ella olía a gato justamente por esa razón.

—Joey no seas impertinente, esta bien que no te simpatice la señora Gibb por su complejo de mujer gato, pero no es para que te metas así con ella, además ya sabes que es una de las mejores abogadas del país —le dijo en modo de reproche Tea a Joey.

—Tea... no te hagas, tu también le tienes roña a la señora Gibb, cuando ella te entretuvo un día antes de clases con una clase sumamente larga acerca de las diferentes razas de gatos domésticos que hay y sus características y cuidados especiales... como ese día aparte de que te aburrió horriblemente tú y Yugi llegaron muy tarde a clases, provocando que el maestro casi los matara del puro coraje —le dijo Joey en modo de deja de fastidiar señorita perfecta—, no creas que no hemos notado eso.

—Bueno nos vemos mañana a las nueve de la mañana, tengo que ir a ayudar a mi abuelo, aparte de que seguramente la señor Gibb ya debe estar en mi casa, para ver en que puede ayudar a mi abuelo... —como Yugi esperaba, con tan solo oír la probabilidad de que si fueran a ver al abuelo de Yugi se encontraran con la loca de su vecina mejor cada quien jalo para su propia casa y estuvieron de acuerdo en verse al día siguiente para terminar lo que habían empezado ese día.

Por lo que Yugi aprovecho para ayudar a su abuelo, así que a las seis de la tarde estaban yendo para el aeropuerto (2), para que el abuelo estuviera a tiempo para tomar el avión, así que a las seis treinta, abuelo y nieto se despidieron y este último fue para la entrada mientras que el primero tomaba su avión.

En el transcurso de camino casa, estuvo mucho tiempo viendo su rompecabezas del milenio, y cada vez que lo hacia se le iluminaban los ojos y aparecía en ellos un brillo que nadie más había notado en ellos antes.

Apenas había cerrado la puerta de la casa después de entrar, una luz surgió del rompecabezas del milenio que Yugi traía en el cuello y apareció segundos después un muchacho un poco más alto que el, pero de la misma apariencia, aunque tal vez se diferenciaban más en la mirada, ya que mientras que la de él es tierna, dulce y gentil, la del muchacho que acababa de aparecer tenía mucha fuerza, a la vez de astucia y una antigua nobleza, aparte de cierta rudeza (aunque el no fuera de carácter propiamente rudo), en su mirada, podrían pasar por hermanos por el gran parecido que tienen entre si.

—¿No te sientes raro por tener que haberles mentido a tus amigos acerca de con quien te quedarías estos dos meses y medio que tu abuelo no va estar en el país? —le pregunto a Yugi el muchacho.

—Un poco, pero se que contigo voy a estar bien, cuando he estado a solas contigo estoy bien... —le contesto un poco ruborizado Yugi.

—Yugi... esta bien, no te diré nada, pero piensa que pasara si tus amigos... —la oración fue cortada por un comentario de Yugi

Nuestros amigos... —lo corrigió el pequeño Yugi

—Bueno... que dirán nuestros amigos si se enteran que a la Sra. Gibb se le olvido que te tiene que cuidar y por eso se irá mañana a Francia de vacaciones y tu les dijiste que te quedarías con ella —le comento el otro muchacho a Yugi, por que al parecer no le caía muy bien que digamos que le anduviera con secretos a sus amigos.

—Pero Yami... sabes que no nos hubieran querido dejar solos a los dos si les digo que como única compañía por acá solo te tendría a ti, aunque te tengan mucha confianza son capaces de estar insistiendo a cada segundo que si me quedo a dormir con alguno de ellos, así que no insistas —intento convencerlo, aunque no sabía muy bien que palabras emplear para esto, estaba seguro que no sería fácil—, por que... por... bueno, pensé que tal vez, después y todo lo que nos había pasado desde "Ciudad Batallas" y todo mundo queriéndome retar para tener el título del "Rey de los Juegos" y con lo de la escuela y las vacaciones de verano, yo pensé que tal vez te agradaría... pasar un tiempo a solas.

—No es que me desagrade la idea... pero... ¿no pudiste decirles a tus amigos? Al menos decirles que desde hace dos meses y medio tengo la capacidad de salir de tu cuerpo para tener uno propio cada vez que quiera...

Mientras estos dos chicos hablaban, Yami Bakura, estaba extrañamente, tranquilo en su "habitación mental" piensa como hacer sufrir al gran faraón y creo que ya tiene en mente una terrible venganza doble… o si, este vengativo espíritu de más de 5000 años ya tiene algo en mente, y no será lindo.

(1)En este caso, me refiero a Danza Tradicional Japonesa, ya que no sería "tradicional" si fuera algo como mambo, samba, o de tendencia occidental, aunque en el país de origen de la canción, esta sea considerada como "música folclórica" o "música tradicional", recuerden que ellos viven en Japón, así que, música tradicional de allá.

(2)A los pasajeros se les pide estar, no recuerdo si una o dos horas antes de tomar un avión, por eso andaba desde las 6:30 en el aeropuerto a pesar de que el abuelo salía a las 8:30