No poseo ningún derecho sobre los personajes y el mundo ficticio de Harry Potter.

HARRY POTTER Y EL DÍA INTERMINABLE

Día 1

Harry despertó una mañana de lunes con muchas ganas de empezar su día, se levantó de la cama y se cambio para bajar a desayunar. Al entrar en la sala común se encontró con Hermione.

–Buenos días –dijo Hermione con una sonrisa –. ¿Cómo dormiste?

–Bien, gracias –le contestó Harry –. ¿Dónde está Ron?

–Desayunando, tiene prisa, quiere estudiar para el examen de transformaciones –dijo Hermione algo molesta, de seguro por la idea de Ron de estudiar hasta el último momento –, pero yo estoy mas que lista para el examen.

–Rayos el examen –dijo Harry golpeándose la frente con la palma de la mano.

–Se te olvido el examen –gritó Hermione –, como se te pudo olvidar, Harry es el examen más importante del año y si no lo pasas reprobaras transformaciones.

–Ahora no estoy para tus sermones –dijo Harry en tono cortante –. Creo que tendré que seguir los pasos de Ron.

Evitando la mirada de enfado de Hermione, salió de la sala hacia el gran comedor lo más pronto posible para poder estudiar transformaciones. Cuando llego al gran comedor vio a Ron sentado en la mesa de Gryffindor tomando su desayuno y cuando se acercó se dio cuenta de que no masticaba, sino que tragaba la comida de una manera muy desesperada.

–Mucha prisa –le dijo Harry al tomar asiento.

–No estudie para el examen –dijo Ron y casi se atraganta con un pedazo de pan.

–Estas en problemas –dijo Harry tomando su vaso con jugo de calabaza.

–No me digas –dijo Ron con tono sarcástico.

–En realidad me sorprende de cómo estas tomando la situación, te ves muy tranquilo y despreocupado de reprobar un examen tan insignificante como ese –dijo Harry con una gran sonrisa.

–Tú tampoco estudiaste ¿verdad? –dijo Ron.

–No –dijo Harry mirando con tristeza su plato.

Harry se apresuró en comer, no solo por que el examen, sino, porque vio a Hermione acercándose con su clásica mirada de "ustedes dos son un par de irresponsables" Cuándo tomó asiento, Harry y Ron dieron un brinco de las sillas y se despidieron de ella, antes de que pudiera decir: ¿Cómo pudieron olvidar el examen? Y se dirigieron hacia el aula de adivinación.

Harry casi no puso atención a lo que decía la profesora Trelawney mientras leía sus apuntes escondidos debajo de la mesa, solo pude entender unas algunas palabras como: poca, trágico, vida, sufrimiento y muerte, y pudo deducir a que se refería a él. Hubo un minuto de silencio, Harry no comprendió porque había durado tanto tempo sin hablar la profesora Trelawney (con lo tanto que le gustaba comentar sus predicciones), pero muy pronto se dio cuenta de porque ese silencio. Cuando alzo la vista, la vio parada frente a él, al parecer se dio cuenta de que no estaba prestando atención.

–Me atreveré a decir que tiene cosas más importantes que escuchar la clase –dijo la profesora Trelawney, con un tono de resentimiento en su voz.

–Eh... –dudo Harry, no sabía si quejarse o disculparse.

–Bueno, desde el principio me he dado cuenta que no toma enserio esta clase –dijo la profesora Trelawney y paresia muy molesta.

–Si desde el principio me ha dicho que voy a morir de formas trágicas y violentas ¡Y todavía estoy vivo! –dijo Harry empezando a enfadarse.

–En tal caso si no lo va a tomar enserio, creo que su calificación no será muy favorable –dijo la profesora Trelawney mientras escribía algo en su pergamino.

Harry se quedo con la boca abierta y se volvió a mirar a Ron que también lo miraba perplejo, no podía creer que lo acababan de reprobar en adivinación. Harry pasó el resto de la clase pensado en eso, ni siquiera cuando Neville tropezó con la mochila de Lavender y tiró todos los estantes del aula, dejo de pensar en la humillación de haber reprobado una clase.

–Vamos Harry, no eres el único que a fallado en adivinación –dijo Ron animándolo cuando se dirigieron a clase de pociones–; recuerda lo que hizo Hermione en 3°.

–Ella abandono, no reprobó –dijo Harry muy molesto.

-Oye yo solo trataba de animarte, no te desquites conmigo–dijo Ron evitando la mirada de furia de Harry.

–Ni una palabra a Hermione –dijo Harry amenazándolo con el dedo.

–Pero... –dijo Ron.

– ¡NO DIGAS NADA! –gritó Harry –. ¿Entendido?

–Está bien –dijo Ron cohibido –, pero no te enojes.

Al entrar en el aula de pociones vieron a Hermione, estaba sentada al final del salón, les había separado sus lugares entre ella y Neville. Ron se sentó junto a ella y Harry junto a Neville.

– ¿Qué tal su día hasta ahora? –dijo Hermione con una sonrisa hipócrita, de seguro seguía molesta por el examen.

Ron abrió la boca para hablar, pero Harry lo golpeó debajo del pupitre y solo fingió una sonrisa.

–Silenció –gritó Snape y el aula cayó en un gran silenció –. Hoy haremos una poción para ser invisible y los ingredientes que usaremos son peligrosos en manos inexpertas, por lo cual se necesita total atención.

˃˃Hoy usaremos extracto de cuerno de unicornio y saliva de manticora. El cuerno de unicornio se usa en muchas pociones diferentes, así que la más leve variación de la cantidad afectaría considerablemente la poción. Por otro lado la saliva de manticora es muy poderosa y al mezclarla con el cuerno de unicornio causa una explosión, por lo cual usaremos 5 gotas de extracto de cuerno de unicornio y 2 gotas de saliva de manticora. Repito, agregar más gotas de saliva podrían causar una gran explosión que daría como resultado la destrucción total del castillo y la muerte de todo ser viviente a 5km a la redonda.

Muchos tragaron saliva, acepto Harry que no había oído ninguna palabra de Snape (lo que regularmente hace) por pensar en lo que le había sucedido. Pero ese no era un buen momento para estar distraído le había tocado como pareja a Neville, otra razón (aparte de los ingredientes volátiles y altamente peligrosos) para que pusiera atención.

Mientras que Ron y Hermione tenían su clásica pelea de cuando trabajan juntos, Neville caía en la desesperación, no podía diferenciar cual el extracto o la saliva, ambas eran transparentes, y Harry no era de mucha ayuda.

–Harry ¿Cuál dijo el profesor Snape que el extraco de cuerno de unicornio, el de la derecha o la izquierda? – preguntó Neville muy nervioso, Snape se acercaba a ellos.

–Eh... no sé... adivínalo tu –dijo Harry sin apartar la vista al frente.

Neville dejo escapar un grito ahogado, Snape estaba más cerca. Con las manos temblorosas agregó a la poción los ingredientes, mientras la cabeza de Harry se encontraba en otro lugar, que ni siquiera hizo caso a la mesa temblorosa.

– ¡Que rayos hiciste! –oyó gritar a Snape a su lado.

Harry volteó a ver qué pasaba, el caldero paresia baliar en la mesa. Se escuchó un ligero silbido, Snape se tiró al piso y todos los alumnos lo imitaron; Harry no entendía que pasaba pero pronto averiguaría. El caldero explotó en mil pedazos que cayeron por todas partes y la poción se esparció en todas las paredes, Harry solo alcanzó a cerrar los ojos, sintió que una sustancia viscosa se pegaba a todo su cuerpo.

– Que asco – se oyeron multiplicarse en el aula.

Harry se atrevió a abrir los ojos y se vio cubierto por una masa marrón que parecía goma de mascar. Alzó la vista, Snape lo miraba, parecía que su situación le causaba gracia por que en su rostro se veía que trataba de no sonreír. Cuando Neville se levantó fue acribillado por el dedo amenazador de Snape.

– ¿Estás bien Harry? –le preguntaron sus amigos al salir del aula.

–Estoy bien –les contestó Harry con una voz de ultratumba.

En realidad no le fue tan mal, Snape no lo castigo, ni siquiera le grito (algo que solo ocurre cada mil años) al parecer pensó era suficiente humillante estar cubierto por la masa marrón, pero Harry prefería estar cubierto de esa cosa que haber sido castigado por el resto de semestre, ser nombrado el mago más incompetente y haber perdido una gran cantidad de puntos para Griffindor (Harry creía que ese numero no existía) como le sucedió a Neville. Harry pudo sacudirse gran parte de la poción antes de entrar al aula de transformaciones, la profesora McGonagall los esperaba al final de la sala con una gran pila de pergaminos, al parecer el examen será teórico, para la mala suerte de Harry el solo estudio (lo que alcanzó a estudiar) practica.

–Bien, el examen es muy simple – dijo la profesora McGonagall entregando a cada uno su examen –; consta de 30 preguntas, 20 son de opción múltiple esas solo valen el 30% de la calificación, el otro 70% es de las preguntas de respuestas larga y cuando terminen, recuerden anotar su nombre en la lista que esta en la puerta que será su asistencia.

Harry leyó el examen, no entendía ninguna pregunta así que decidió responderlas al azar lo cual le sirvió para las de respuestas múltiples, y en cuanto las de respuesta larga no le quedo otra opción que inventar respuestas sin sentido que no llegaban a ningún lado. Cuando terminó el examen, salió de aula sin dejar de mirar el piso, en el pasillo se encontró con Ron y Hermione.

–Harry que bueno que ya sales –dijo Hermione se veía muy contenta –. La verdad es que ese fue el examen más fácil de año.

–Sí ese fue el examen más fácil del año, Hermione, no me veras aquí mucho tiempo- dijo Ron muy molesto.

–Tu té lo mereces –dijo Hermione –, y Harry ¿Cómo te fue?

–Eh... veamos, sí le aserte a las primeras y las de la segunda hoja y si conteste bien las ultimas –dijo Harry contando con los dedos –, sacare 3 ½ preguntas bien contestadas.

Hermione no dijo nada, solo meneó la cabeza de un lado a otro. Los tres se dirigieron de nuevo al gran comedor para cenar, y cuando pensaban que el día no podía empeorar se encontraron con Draco Malfoy. Malfoy, Crabbe y Goyle estaban recargados en la pared del pasillo cerca de un gran agujero en el muro que había causado la tormenta anterior.

–Oh, Potter me sorprende verte aquí, pensé que estarías arruinando otra clase –dijo Malfoy arrastrando las palabras mientras Crabbe y Goyle reían tontamente.

–Cierra la boca Malfoy –dijo Harry comenzaba a enfadarse.

Malfoy asomo la cabeza por el agujero del muro y comenzó a gritarles a los alumnos que estaban afuera.

– ¡Escuchen esto, Potter está pegado con esa sabihonda sangre sucia y no le ha servido de nada -grito Malfoy con una sonrisa malévola –, o tal vez Weasley le pego la estupidez!

Hasta en el pasillo se oyeron la carcajada de los de Slytherin, Harry volteó a ver a sus amigos que estaban rojos como tomate. Harry quedo en silencio por un momento no sabía que hacer, no quería meterse en problemas; pero Ron no pensó lo mismo, avanzaba hacia Malfoy con las manos listas para estrangularlo. Harry y Hermione lo sujetaron de los brazos y lo sacaron de la vista de Malfoy.

–Déjalo Ron solo quiere provocarnos y no vale la pena –dijo Hermione –, no ahora.

Al soltar a Ron cada uno se fue por su lado, Harry se fue directo a los dormitorios lo que quería en esos momentos era que ya terminara el día. Se cambió y se metió en la cama, quedo viendo el techo un mucho tiempo.

–Hoy a sido un día pésimo –dijo Harry para sí mismo–. Desearía que no hubiera sido así, me gustaría cambiarlo para mejor.

Harry cerró los ojos, sintió una sensación rara en todo su cuerpo, pero no le importó solo quería dormir y esperar que el día siguiente fuera mejor.