Disclaimer: nada me pertenece
Prólogo
Pateaba aquella pelota roja y dura, aun cuando papá siempre me decía que no servía para eso, sino para jugar al quidditch. Pero a mí me divertía. Miré un momento a mi madre, sentada en aquel banco, leyendo un libro aunque de vez en cuando echándome una mirada. Entonces oí algo. Había alguien entre los árboles, que me llamaba. Entonces me interné en el bosque, sin llamar a mi madre. De repente, cuando ya estaba demasiado dentro, no podía volver. A lo lejos, podía escuchar la voz de mi madre.
―¿Remus? ¿Remus? ―llamaba ella.
Mientras tanto, me encontraba sólo ya aterido de frío. Me abroché la chaqueta mientras temblaba. Entonces, alguien apareció.
―¿Mamá? ―pregunté. Estaba anocheciendo y apenas podía ver.
―No, pequeño. ¿Te has perdido?
Era un hombre alto el que hablaba. Joven, de unos veintitantos años. Tenía el pelo largo y barba de varios días. Sus manos tenían unas uñas amarillentas y sucias. Y en general un olor muy fuerte. Entonces, se acercó a mí.
Mientras tanto, un hombre alto, de pelo castaño se aparecía en el parque donde su mujer e hijo tenían que estar. Era ya de noche. A John Lupin le pareció una estupidez haber ido allí, ya que su mujer seguramente había regresado a casa.
John estaba furioso. Había tenido una discusión con Greyback, su subordinado, que cada día estaba más rebelde. Tanto que lo amenazó con despedirlo.
De repente, una mujer salió del bosque. John se acercó para ver quién era.
―¿Mary? ―era su esposa, Mary Lupin.
Tenía los ojos anegados, varias rasgaduras en su vestido, algún corte en la cara y el pelo revuelto, con hojas enredadas.
―Jhon...
Se refugió en sus brazos mientras lloraba.
―Mary... ¿qué ocurre? ¿Dónde está Remus?
―Se adentró en el bosque. No lo encuentro...
―No pasa nada... lo encontraremos.
Entonces escucharon un grito desgarrador. John Lupin sacó su varita y se adentró en el bosque mientras su mujer esperaba. Corrió guiado por los gritos de su hijo. Porque sabía que quien gritaba era su hijo.
Entonces, llegó hasta un claro. Y allí lo vio. Un hombre que parecía una bestia. No lo reconocía, pero en su cuello vio una cadena dorada que sólo una vez vio en su vida. Era Fenrir Greyback. Debajo de él, sobre un charco de sangre, estaba Remus.
―¡Desmaius!
El hombre lobo consiguió esquivar el hechizo, escapando.
Minutos después, John Lupin salía del bosque llevando a su hijo malherido. Mary contempló sollozando a su hijo. Entonces, una vez juntos, se desaparecieron de allí.
Nuevo fic, sobre la vida de Remus como licántropo. Lo estoy escribiendo en primera persona, igual que el de Twins. No sé si el padre de Remus se llamaría John, pero he decidido llamarlo así por ser el segundo nombre de Remus.
