Nota de Autora: ¡Hola! Aquí les traigo una pequeña historia NaruSaku, espero y les guste. Saben que me interesan sus opiniones así que no duden en dejar su review. Contiene lemon, mis historias siempre lo tendrán ¡a leer!
Los personajes y lugares pertenecen a Masashi Kishimoto, la trama y el fanfic si son míos. NO doy permiso de que publiquen esta historia en otro foro, ni que la adapten a otros personajes.
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Historia NaruSaku
"Amigas o Rivales"
Capítulo I
En Konoha se respiraba una paz infinita, la guerra había terminado y todos podían estar tranquilos. A Naruto lo catalogaban como héroe del mundo y no era para menos, ganaron la batalla gracias a su gran desempeño. Su eterno rival Sasuke Uchiha regresó al equipo 7 pero sus ganas de irse de la aldea aparecían de vez en cuando, afortunadamente su compañero le daba ánimos y esos pensamientos desaparecían. Por otra parte Sakura, la famosa ninja médico, ocupaba un lugar importante en el hospital de Konoha. No era la directora, pero aspiraba a serlo. Estaba inmensamente feliz por el regreso del Uchiha, pero una tristeza la invadía en su interior. Desde que regresaron el Uzumaki no la frecuentaba como antes, no la buscaba a menudo, rápidamente mostró un gran desinterés. Lo que la llenaba de rabia era ver como las chicas de la aldea corrían tras él y se desmayaban con solo una sonrisa del joven.
¿Quién se cree que es? Se preguntaba a sí misma la kunoichi, le hervía la sangre de solo pensar que esas chicas acabaran en la cama de su amigo. Tiró la carpeta al escritorio y fue al cafetín, no podía concentrarse con tantas dudas rondando por su mente. En una de las mesas se encontraba su amiga Ino, quién tenía la mente distraída en quien sabe qué.
-Ino… ¡Ino!- exclamó en voz alta la pelirrosa.
-¿Ehh?-.
-¿En qué piensas? Tenías la mirada ida-.
-S-si pero no es nada importante, siéntate y acompáñame- dijo la rubia quién todavía no salía de sus profundos pensamientos.
-Tiene que ser muy importante como para que no te dieras cuenta de mi llamado, ¿hay algo que te preocupa?- preguntó sentándose en la silla de la mesa.
-No puedo mentirte, estoy pensando en Sasuke-.
-¿Ahora en que piensas? ¿Por fin te le vas a declarar?-.
-Aún no lo decido, sabes que él no ha mostrado interés en ninguna mujer. Y no quiero sufrir la humillación de ser despreciada-.
-Sabes que él nunca diría algo sobre tus sentimientos, es muy discreto. No pierdes nada con hablar con él, solo tienes que buscar la manera de hacerlo-.
El mesero llegó con un sándwich de jamón y queso con jugo de naranja, el otro plato contenía lo mismo pero acompañado de un batido de fresa. Este último era para la pelirrosa y el primero para la rubia. Se levantaban temprano a trabajar y en el cafetín ya sabían lo que desayunaban. Terminaron de comer y fue cada una a sus respectivas labores.
Una idea cruzó por la mente de Yamanaka pero no quiso comentársela a su amiga, de alguna manera sabía que no le iba a gustar nada. Por otro lado, la ninja medico tomó la decisión de confesarle al Uzumaki sus sentimientos, no aguantaba más esta incertidumbre. Sabía que al estar frente a él y mirándolo a los ojos, su garganta y boca no iba a pronunciar ninguna palabra. Desde que regresaron de la batalla se había vuelto mucho más apuesto que antes, el cabello le llegaba a los hombros, tenía un cuerpo sumamente atlético, y sus ojos y sonrisa derretían a cualquiera. Solo se habían visto 3 veces pero era suficiente para notar su cambio, tanto físico como en su forma de ser, se volvió más serio y directo, pero aún tenía toques infantiles.
Terminó de ordenar los informes médicos, apagó la luz de su oficina y salió de allí. Fue rumbo a casa del jinchuriki, aún era temprano y supuso que estaba comiendo ramen. Iba caminando por la calle pensando en cómo le diría de su amor, de sus sentimientos. Desconocía como reaccionaria, pero no daría marcha atrás. Estaba a unos pasos de la casa de su amigo cuando lo vio salir de la mano de Ino.
-¿Ino? ¿Qué está haciendo aquí y… agarrada de la mano de Naruto?- preguntó para sí misma en voz baja. Por impulso los siguió silenciosamente, sus amigos no se dieron cuenta. Ino y Naruto llegaron hasta una parte del bosque la cual estaba a oscuras, la kunoichi se escondió detrás de un árbol. No escuchaba que hablaban, pero la cercanía que tenían despertaba celos y sospechas en ella.
¿Qué hablaran esos dos? Sea lo que sea no me gusta nada- decía ella en su interior.
-Desde que llegaste a la aldea nació un sentimiento en mí. Después de pensarlo mucho, me di cuenta que estoy profundamente enamorada de ti- expresó la rubia mirando directamente a los ojos al jinchuriki.
Éste no se movía solo escuchaba, devolviéndole la mirada a la joven. La pelirrosa quedó boca abierta con lo dicho por su compañera, ¡le confesó que amaba a Sasuke y ahora se le declaraba a Naruto! ¡Era una desgraciada!
Iba a interrumpir el encuentro pero quedó totalmente paralizada al ver como Ino se acercaba lentamente a Naruto y le daba un cariñoso beso, su corazón se rompió en mil pedazos. Sin darse cuenta una lágrima se deslizaba por su mejilla derecha, reaccionó rápidamente y se ocultó de nuevo tras el árbol. Los dos jóvenes luego del beso se separaron y siguieron hablando, no oía nada. Se regañó internamente por seguir allí viendo esa espantosa escena. Poco a poco se distanció del lugar y cuando ya se vio lo suficientemente lejos corrió a su departamento. La gente en la calle la saludaba pero su mente no estaba allí, sino en el beso que presenció. Apenas llegó a su departamento, fue a la habitación y se tumbó en la cama. Sentada en la orilla de la misma comenzó a llorar, su rostro estaba bañado en lágrimas. Tuvo que hacer un esfuerzo enorme para contener las ganas de gritarle que eran unos traidores, especialmente a su disque "amiga".
Al día siguiente debía ir al trabajo, el reloj marcaban las 8:30am. Se despertó con los ojos rojos de lo que había llorado toda la noche y rastro de lágrimas secas se notaban en su cara. Lavó su rostro con agua y con jabón, luego de secarlo con una toalla miró su reflejo en el espejo. Hoy mismo enfrentaría a esos dos, no iba a permitir que jugaran con su dignidad de esa manera. No sería la burla de todos en Konoha.
¿Por qué no habrá llegado Sakura? Pensó Ino quien se encontraba desayunando en el cafetín, como la hacía con su compañera diariamente. Miró el reloj que colgaba en la pared y eran exactamente las 9:15am. Pagó la cuenta y fue a culminar con los informes pendientes, 1 hora después caminaba en dirección a la oficina de Haruno cuando una voz la detuvo.
-¡Ino! ¿Cómo estás?- saludó el rubio alegremente.
-Hola Naruto, ¿Qué haces aquí?-.
-Vine a curarme la herida del brazo y saber cómo está Sakura-.
-Ella no ha llegado, justo iba a su oficina para preguntar si sabían algo de ella-.
-¿No vino? Qué raro… ella no falta a su trabajo-.
-Seguro se le presentó algún inconveniente- dijo la rubia y observó el color extraño que tenía la herida del chico –ya que ella no está, deja que yo te cure-.
-Si te lo agradecería mucho, la verdad es que me urge que cambien este vendaje- expresó mostrando totalmente el brazo.
Entraron a la oficina donde había un consultorio con todos los materiales para desinfectar y limpiar bien esa herida. 15 minutos después el rubio salió felizmente vendado, más atrás salió Yamanaka cerrando la puerta cuando los dos se toparon con Haruno.
