¡Hola!
Revisando los documentos de mi drive encontré algo que nunca me había animado a publicar aquí, aunque sí que publiqué en el foro que frecuentaba por ese momento. No estoy muy segura de si era UFF o FFL. En todo caso, decidí publicarlo aquí también.
Título: Ropa
Serie: Kuragehime
Pareja: KuranosukexTsukimi
Summary: Detrás de la obsesión de Kuranosuke por la ropa había una muy buena razón… O mejor dicho, dos buenas razones.
Advertencias: -
Clasificación: K+
Palabras: 375
Ropa
Detrás de la obsesión de Kuranosuke por la ropa había una muy buena razón… O mejor dicho, dos buenas razones.
La primera de ellas era que la ropa no es sólo algo que ponerse para protegerse del frío o del calor, la ropa es una forma de vida. Demuestra tu personalidad. El ejemplo más claro de ello eran Tsukimi y él.
Tsukimi era la típica persona calladita, introvertida y con miedo a las personas -una friki sin más amigos que sus amigas frikis- y vestía con ropa cómoda y que no llamara la atención. Que ocultara sus piernas y sus brazos… ropa de deporte. Y ya no tenía ni que mencionar su pelo, con esas dos trenzas desastrosas que se hacía por las mañanas.
Él, Kuranosuke, era todo lo contrario, extrovertido, divertido, carismático y con muchos amigos -y amigas… y más que amigas también- y, como no, vestía a la moda siempre. Y cuando decía siempre era siempre. Tanto si se vestía como una mujer para salir de fiesta como si iba vestido de hombre a la universidad.
La segunda de esas razones, ya que prefería no divagar sobre su carácter y el de esa chica virgen sin atractivo alguno que últimamente le hacía palpitar el corazón… Era su madre.
Su madre, una famosa actriz que siempre iba bien vestida, que tenía un precioso armario lleno de los vestidos más bonitos del mundo y que no podía ser más amable con él, le había enseñado a amar la ropa: occidental, oriental, antigua, moderna, de los años cincuenta… todo era perfecto si sabías cómo utilizarlo.
Y bueno, él de verdad, de verdad, que no entendía como una chica-medusa -si es que a Tsukimi se le podía llamar chica- como ella, no entendía el poder que daba vestir bien.
Y ya puestos a no entender… no entendía porqué en esos mismos instantes sentía tanta rabia acumulada cuando la… cosa aquella, se quedaba mirando a su hermano -otro virgen- con los ojos brillantes, las mejillas sonrojadas y una expresión tan adorable que le daban ganas de matar a su hermano para que solo le mirara a él de esa manera. No lo entendía. O, bueno sí.
Seguro que era el poder de la ropa.
Sí, debía ser eso.
Espero que os haya gustado 3
