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Disclaimer: Shingeki no Kyojin es propiedad de Hajime Isayama, Kodansha, Wit Studio y Production I.G, a excepción de los OC's de esta historia

AN: Hola a todos, ShokoRoko here! Ahora escribiendo algo casi poco visible en nuestro fandom latino y es... *redoble de tambores* EL EREN x READER! Porque seamos honestas, cuando se trata de este personaje, no hay casi fics de este tipo en español... Y yo no permitiré que eso siga así...

En fin nenas, las dejo leer


Europa-1944

Se escucha el sonido de los bombardeos que destruyen los edificios de la ciudad, al igual que los gritos y suplicas de las personas que ahora yacían presas del terror al verlos entrar con sus rostros inmutables, no se hace esperar el sonido del gatillo disparando a algún civil y las órdenes en alemán junto con el rugir de los camiones que van rumbo a los campos de concentración. La noche es trágica en la desolada Varsovia, donde el Ejército Nazi la ha dejado en ruinas y ha desalojado a sus habitantes… o más bien, casi todos.

Ocultos entre los escombros, se hallan 3 jóvenes escondidos mientras observan como los transportes se marchan, escuchan el potente sonido de aquellas maquinas marcando su retirada al asomar poco a poco su cabeza, se han marchado, dejando a la ciudad casi desierta, en la penumbra nocturna junto con el silbido del viento. El trío sale de su escondite a la vez que asoman su mirada detenidamente para afirmar que no hay nadie.

La primera en salir es una chica, cuyos cabellos se ondean mientras talla su rostro y ropa que se hallaban sucios, seguido de una chica asiática que acomodaba su bufanda roja y por último un chico rubio que tosía mientras se levantaba, los tres observaban devastados el desolador paisaje, no podían creerlo, aquella ciudad donde habían pasado su niñez juntos ahora estaba reducida a polvo.

-No puede ser…- habló la pelinegra sorprendida

-Nuestro hogar… Nuestro hogar fue…- prosiguió el rubio

-Destruido…- Finalizó la chica con una voz entrecortada, bajó la mirada y rompió a sollozar

(_) (-.-.-.-), una chica de 15 años de edad, no lograba procesarlo ni aceptarlo, todo aquello que amaba se había esfumado ese mismo día, su hogar, sus padres, todo. Observó asustada como su padre era fuertemente golpeado mientras su madre era profanada por aquellos soldados nazis, después de aquello fueron subidos a esos grandes transportes que los llevaban rumbo a la muerte, una mirada fugaz bastó para que ella supiera que era un adiós definitivo, esa última mirada que estaba cargada de tristeza, pesar y remordimientos. Sin embargo, ahí estaban también Mikasa y Armin, amigos de (_) desde la niñez, igualmente habían atestiguado como sus padres eran brutalmente maltratados y también llevados a esos camiones, ahora estaban los tres solos, sin familia, en un mundo sumido en la más cruenta guerra jamás habida en la historia de la humanidad.

La Segunda Guerra Mundial.

¿Cómo aquellos chicos lograban dormir tranquilos con las terribles noticias de los acontecimientos que asolaban Europa? Sangre, muerte, desolación, tragedia ¿Acaso aquello parecía no tener final? ¿Qué precio tenían que pagar junto con aquellas personas inocentes para padecer una barbarie de tal magnitud?

(_) se hallaba sumergida en ese pensamiento hasta que un rugido en su estómago la devolvió a la normalidad, cae en la cuenta de que ella, al igual que sus dos amigos, desde hace horas que no han comido algo, ni siquiera un pequeño bocado. Daría lo que fuera por tener siquiera algo para llevarse a la boca.

Un olor débil llega a su nariz, es dulce, pero débil, babea un poco mientras logra procesar aquel aroma que se dirige a su olfato, es…

-¡Pan!

-¿Eh? ¿Sucede algo (_)?- pregunta Mikasa algo sobresaltada

Pero (_) hace caso omiso de la pregunta mientras sale caminando disparada hacia la panadería, los dos amigos se sorprenden y van tras ella, despavoridos y asustados por cualquier cosa que podría suceder

-¡(_)! ¿A dónde vas tan rápido?- gritaba Armin perplejo mientras corría agotado

-¡(_)! ¡Por favor, no te alejes tanto!- exclamo Mikasa algo alterada

Pero ella hacía caso omiso, lo único que buscaba era algo para que los tres lograran saciar su hambre. Después de aquello tal vez lograría convencer al par de huir al amanecer hacia quién sabe, siempre que se hallara lejos de aquel infierno que unos dementes podrían considerar un paraíso.

-"Sólo un trozo…"- dice ella en su interior- "Siquiera permíteme alcanzar sólo un pequeño trozo de pan"

Ella detiene su avance al ver que se acerca a la panadería, la cual había resistido considerablemente a los bombardeos, aunque para ser honestos, no dejaba de estar en un estado algo crítico. Mikasa y Armin se detienen por igual mientras sus estómagos rugen levemente, ahora se dan cuenta de que su amiga iba sólo por un trozo de comida, sin embargo, Mikasa no puede evitar sentir un pequeño escalofrío en su espalda mientras muerde el labio inferior, presiente que no son los únicos en la ahora ciudad fantasma.

-(_)…- masculla en la oscuridad- Por lo que más quieras, apresúrate y sal de ahí.

Armin intenta no temblar de nervios, al igual que su amiga pelinegra, un extraño presentimiento lo invade, como si se tratara de una advertencia. Asustados, se ocultan entre un callejón cercano mientras observan algo atemorizados a (_), quien ya se ha introducido en aquella panadería, aspirando el olor suave que embarga aquel lugar, por aquello podría decirse que la invasión no tiene mucho tiempo, tal vez han pasado unas cuantas horas desde los bombardeos, la chica sigue buscando hasta que da con algunos panes, los toca y nota que aún se hallan algo calientes, habían sido recién hechos antes del ataque.

Sonríe llena de satisfacción y los guarda en sus bolsillos, avanzando cuidadosamente entre las ruinas, pobre jovencilla, no sabe el futuro que le aguarda al salir de aquel lugar. Mikasa y Armin parecen escuchar pasos, pasos que resuenan por todo el lugar, asoman levemente su cabeza y ven pasar lentamente a una chica, no, era una temible Obergruppenführer*, sus pasos eran lentos y pesados más su mirada era fulminante, ambos amigos sólo rezaban por dentro por la suerte de (_).

La ingenua chica por fin logra salir victoriosa de aquel lugar, pero voltea hacia cualquier lugar desconcertada, no ve ni a Mikasa ni a Armin, empieza a temblar levemente mientras retrocede hasta dar con un cuerpo que se alza hacia ella, voltea para observar y admira asustada a aquella mujer de rasgos asiáticos, cabello largo y negro, cuya vestimenta la identifica como miembro del Schutzstaffel*, quien la mira con repudio y desprecio. Basta sólo una mirada para que aquella adolescente sienta como aquella mujer la desnuda con tan sólo observarla de pies a cabeza, después se detiene para sorpresa de (_), sin imaginar lo que vendría después.

(_) está llena de pavor, no sabe qué hacer en ese momento, quiere correr, huir, pero aquella mujer atemorizante se lo impide con tan sólo su presencia, intenta hablar o tomar aire, pero para su terrible sorpresa, un intenso rodillazo llega hacia su estómago, haciendo que la joven escupiera sangre mientras caía al suelo gruñendo de dolor

-¿¡Así que intentabas huir, verdad?!-finalmente habló la mujer con un tono burlón mientras lucía una sádica sonrisa- ¡Eso solamente demuestra que eres una cobarde infeliz! ¡Vamos! ¡¿Por qué no intentas golpearme, zorra?! ¡Inténtalo!

La desquiciada mujer empezó a reír como una demente para susto de los presentes que observaban, (_) la observaba aún con más horror mientras intentaba ponerse de pie a la vez que limpiaba su boca ensangrentada, se hallaba desconcertada y a la vez molesta.

-Será m-mejor… Q-Que cierres t-tu boca… m-maldita perra…- Habló mientras limpiaba su rostro, no sabía la magnitud con la que soltaba sus palabras, la mujer pelinegra se acercó hasta quedar a casi nada del rostro de (_)

-Me gustaría escucharte de nuevo, ya que…- En ese mismo instante tomó la garganta de (_) y la apretó con tal fuerza que estuvo a punto de dejarla sin aire- Tu voz es totalmente inaudible…

Ella casi no respira, siente como sus fuerzas poco a poco la abandonan, aspira lentamente por la garganta mientras logra articular unas cuantas palabras

-¡C-Cierra tu boca, m-maldita perra!- exclama furiosa. Después de eso, aquella cruel mujer la suelta, dejándola caer en el suelo; (_) talla su garganta mientras dirige un débil puño al rostro de la mujer, pero es sorprendida por ésta al agarrar con fuerza el brazo

-Debo admitir que tienes agallas…- Le susurra al oído para luego tomarla de los cabellos y empezarla a golpear- ¡PERO TODO ESO ES INÚTIL! ¡ENTIENDE QUE NO ERES MÁS QUE UNA VIL Y DÉBIL PERRA! ¡HAGAS LO QUE HAGAS, NUNCA LLEGARÁS A DEVOLVERME EL GOLPE!

Ella golpea con los brazos, luego con sus pies, hasta dejar a (_) casi inconsciente, dejando momentáneamente su visión algo borrosa, aprecia como esa desalmada mujer le sonríe pícaramente mientras la vuelve a jalar del cabello para apreciar su rostro levemente demacrado.

-Vaya que eres algo linda después de todo, será mejor enviarte al Campo de Concentración de una puta vez, quisiera verte gritando mientras la muerte te devora lentamente- dice mientras alza su puño hasta que una voz masculina la interrumpe

-Teniente Takegawa- habla entre la oscuridad- ¿No cree que ya se ha divertido bastante?

Ella sólo voltea y mira al Oberstgruppenführer* que se acercaba, era alto, de cabellos castaños y ojos esmeralda que destellaban débilmente en la oscuridad

-Tch, deja tus formalidades Eren- Habla ella mientras chasquea su lengua- No puedo acostumbrarme cuando se trata de ti ¿Sabes?

-Vamos ¿Es que acaso te molesta que te llamen por tu nombre, Mara?

Si, el nombre de aquella desalmada mujer era Mara Takegawa, la Teniente General de la SS, era sorprendente que una mujer de distinta nacionalidad lograra obtener tal cargo, se le agradecía comúnmente a su crueldad ilimitada y uso de la violencia desmedida, además de la alianza formada entre Berlín y Tokyo, lo que sumaba miles de puntos a su favor.

-Cierra la boca, estúpido Titán

-Oh vamos, deja de ser tan hostil tan sólo por un momento ¿Quieres?

-Como sea

Eren mira hacia la chica que yacía en el suelo, había perdido el conocimiento por los brutales golpes propiciados por Mara, su rostro estaba totalmente morado y lleno de llagas que sólo sacaban sangre

-Espera ¿Qué no habían evacuado a toda la ciudad?

-Se supone, ya sabes cómo son estos cabrones, ni una puta cosa pueden hacer adecuadamente. Como sea ¿Qué se supone que harás con ella? ¿La llevarás a algún campo de por aquí o qué?

El castaño no dice nada, sólo observa su cuerpo, se ve suave, terso y virginal, relame sus labios mientras imagina las miles de atrocidades que podría lograr con semejante atributo digno de Venus, sonríe mientras la carga y observa su rostro inconsciente

-Y bien Titán ¿Ya sabes qué hacer? ¿Tienes algo en mente?

-Nada, simplemente he pensado que… romper las reglas no estaría algo mal ¿No lo crees?

Mara sólo lo mira extrañado mientras la brisa acaricia sus oscuros cabellos, miran hacia el cielo nocturno y ella sonríe

-Eren, eres un caso perdido. Bien, creo que ya es hora de irnos

El asiente mientras se dirigen hacia el transporte que los lleva a la capital del Tercer Reich, Berlín, donde se haya el hogar de Eren Jaeger, o más bien conocido por su apodo peculiar…

El Ángel de la Muerte


-Schutzstaffel: También conocidas como la SS, eran las Escuadras de Defensa de la Alemania Nazi, era una organización política, militar, policial y de seguridad

-Obergruppenfürher: Rango militar de la SS, era lo equivalente a Teniente General

-Oberstgruppenfürher: Rango militar de la SS, era lo equivalente a Capitán General


AN: Qué? Esperaban un Eren lindo y toda la cosa? PUES NO LO ENCONTRARÁN AQUÍ! MUAJAJAJAJAJAJA!

En fin, en fin, sé que muchas de ustedes odian al OC de esta historia, Mara, ya saben, por dar madrazos nivel Touka + Michoza (?) hahaha, pero verán que la van a odiar el doble! Por qué? Descubránlo! Si se atreven ¬ u ¬ jujujujujuju. He pensado si decido agregar lemon en el capítulo que viene, no sé si sea buena idea, pero de que habrá lemon, habrá... Y será so hard 4 u

No olviden dejar un lindo review o sugerencia, lo tomaré en cuenta y lo responderé en el próximo capítulo!

ShokoRoko se despide, BYE!