Pergaminos prestados…

¿Alguna vez te ha pasado? Estas aburrido, en clase de historia de la magia (la clase más aburrida que se te ocurra) y quieres hacer algo, y lo único que se te ocurre en el momento de frustración es dibujar, colorear o escribir , más en cambio no lo quieres hacer en tu propio pergamino, sabes muy bien que si empiezas a hacer garabatos en tu pergamino, quedara sucio y descuidado, y tú tienes unas ganas irrefrenables de hacer algo con las mano en un puto pergamino (cabe destacar, ya que es lo único que puedes hacer en casos así) y no quieres que sea el tuyo, y sabes, porque joder tú lo sabes, que tienes un examen de esa materia pronto, y que en este momento deberías estar poniendo atención a la clase para estudiar un poco, pero mierda no puedes, simplemente no, porque tienes unas putas ganas de dibujar o hacer cualquier cosa con tus manos, y yo sé, como tú, que no lo harás en tu pergamino, y tienes todas las intenciones de pedirle a tu compañero de a lado su pergamino, y sabes que no te lo prestaría si supiera lo que pretendes hacer con él, y si, esto le pasa a cualquiera, nadie es inmune a los efectos de la aburrición, porque incluso yo, Rose Weasley la hija de Hermione Granger, la sabelotodo de su grado, me veo forzada a pedirle a Scorpius Malfoy su pergamino para dibujar inconscientemente cosas de las que después me arrepentiría, o tal vez no tanto, viéndolo desde el punto de que ahora es mi novio, pero no es aquí a donde quería llegar, pero solo te diré, que cuando el primogénito de los Malfoy vio su pergamino, primero se enfureció, y cuando capto lo que decían esos garabatos pase la mayor vergüenza de mi vida.