Harry Potter y la búsqueda del poder secreto

El comienzo de todo

En una casa de Privet Drive, par ser mas exactos en la casa numero cuatro de Privet Drive vivía el joven mago mas famoso de todos los tiempos, al que todos los magos llamaban el elegido, antes el niño que vivió.

Este joven se encontraba en una pequeña habitación en el segundo piso, la más pequeña de todas en esa casa, dormido, era un joven muy guapo, con el cabello todo desordenado, color negro azabache y una pequeña cicatriz en forma de rayo en la frente, misma cicatriz que le había causado mucho sufrimiento en seis años. El joven tenía 16 años y dentro de unos días, alcanzaría la mayoría de edad.

A lado de su habitación había una mesa de noche en ella reposaban sus anteojos, y junto a sus anteojos muchas cartas que por el numero que había el joven no las había leído aun. Faltaba poco para amanecer, en unos minutos mas Harry Potter despertaría para seguir con la misma rutina en el 4 de Privet Drive.

-HARRY, DESPIERTA, ¿QUE NO VES QUE A DUDLEY SE LE HACE TARDE? –Se escucho el grito de Tía Petunia desde fuera de su habitación. –TIENES QUE HACER EL DESAYUNO YA.

-Ya voy tía. No se vaya a morir de hambre ese marrano que tienes como hijo. –Pensó Harry. –Valla despertador que me conseguí. –Dijo Harry casi en un susurro para si mismo. Harry tomo las gafas que estaban a un lado se las puso y bajo a la dichosa cocina a preparar el desayuno.

-No tenemos toda la mañana, apúrate muchacho. –Lo apuro Tío Vernon cuando lo vio.

-Si tío Vernon. –Harry se dirigió a la sartén y empezó a preparar unos huevos con tocino.

-Recuerda que debes lavar los platos para cuando regresemos. –Dijo Tía Petunia. –Iremos por tía Marge por si ya lo habías olvidado.

-Claro, yo preparare todo y por cierto, ¿A donde va Dudley?

-Eso no te importa. –Exclamo Dudley quitándole el plato a Harry. –Iré a estudiar con mis amigos.

-Oh mi bebe es tan estudioso. –Dijo tía Petunia muy feliz abrazando a su hijo por detrás.

-Si, digno de todo un Dursley. –Dijo Tío Vernon muy orgulloso.

Los tres se marcharon dejando a Harry solo lavando los trastos, cuando termino de lavarlos se dirigió a su habitación, se dio un baño y recibió a una lechuza con el ejemplar del profeta. Harry le pago un Knut de bronce a la lechuza y abrió el profeta y comenzó a leerlo.

Hogwarts ha decidido mantener las puertas abiertas.

La nueva directora Minerva McGonagall, antes profesora de Transformaciones y subdirectora del castillo, ha decidido mantener las puertas abiertas para todo aquel alumno que decida volver a estudiar ese año.

A pesar de que el ministerio estuvo en contra de que Hogwarts abriera este año, la directora y el guardabosque Rubeus Hagrid se mantuvieron en lucha y tras una junta con el ministro se aclaro que Hogwarts abriría este año, claro con mucha más seguridad.

Así que esta a decisión de los padres si dejan ir a sus hijos a estudiar en este nuevo año, que comienza el primero de Septiembre.

Debajo del articulo venia una foto del castillo Hogwarts con la profesora McGonagall y Scrimegeour el ministro saludando desde la puerta principal del castillo.

-Me sorprende que vayan a dejar Hogwarts abierto después de todo. Era de esperarse, Dumbledore así lo hubiera querido. –Harry se quedo callado después de decir eso, aun no había podido olvidar el día en el que lo vio morir, era uno de sus constantes pesadillas.

-Maldito Snape, nunca pensé que llegara a tanto, como se atrevió a asesinar a la única persona que confió en el al cien por ciento. Lo asesinare junto con Lestrange y su querido amo Voldemort. Todos pagaran por lo que me han arrebatado. –Pensó Harry muy furioso arrugando el periódico el profeta en su mano.

-Aun no se si voy a regresar a Hogwarts, si no regreso me buscaran por todas partes comenzando en casa de mis padres, y si regreso no tendré la oportunidad de empezar la caza de los horrocruxes.

Harry se quedo callado el reto de la mañana, como siempre lo hacia desde que había regresado de Hogwarts, no había querido mantenerse en contacto con sus amigos, ya que prefería estar solo y pensar en lo ocurrido el año pasado, por alguna extraña razón Harry ya había dejado de pensar en Ginny como lo hacia el año pasado. De repente se oyó la puerta y Harry supo que por fin habían llegado los Dursley junto con tía Marge y su detestable perro Ripper.

Harry bajo para ver en que podía ayudar, y lo único que recibió fue un duro golpe en el estomago cuando tía marge le aventó las maletas para que las llevara a su habitación.

-Y bien, ¿sigues en ese colegio para delincuentes Potter? –Pregunto Tía Marge.

-Claro que si. –Respondió Harry viendo como su tío asentía desde detrás de su robusta hermana. –Y si me golpean duro.

-Petunia, ¿Donde esta mi Dudders? –Pregunto tía Marge.

-Fue a estudiar a casa de un amigo.

-Me entere que fue el campeón de lucha en su generación.

-Si, Dudley es un gran luchador. Pronto será el mejor de Inglaterra. –Exclamo Tío Vernon con la voz llena de orgullo.

-Yo mejor me voy de aquí. –Dijo Harry y salio de la casa sin esperar una posible respuesta de sus tíos.

Harry se dirigió a un parque que se encontraba un poco apartada de la casa de sus tíos. Ese parque ya se encontraba destruido por la banda de Dudley. Harry pudo divisar a la pandilla de Dudley rodeando a algo no muy lejos de el y de repente escucho un grito de una muchacha; Harry sin pensarlo dos veces corrió hasta la pandilla de Dudley y se abrió paso hasta el centro donde vio a…

-Déjala en paz, pedazo de cerdo asqueroso. No quiero que te atrevas a tocarla otra vez con esas manos asquerosas que tienes. –Dijo Harry muy furioso al ver que la muchacha que estaban atacando.

-Si quieres divertirte como nosotros porque no esperas tu turno Potter. –Oyó que exclamaba un amigo de Dudley desde de tras suyo.

-No permitiré que le hagan nada.

-Entonces porque no luchas contra todos nosotros, si ganas la dejamos en paz. –Dijo Pier a un lado de Dudley.

-Harry, no lo hagas, aun no puedes emplear eso. –Hoyo que exclamaba la muchacha que se encontraba a un lado suyo.

-No te preocupes, no planeo usar eso contra ellos, no son dignos de que use mi poder contra esos apestosos muggles. –Dijo Harry en un susurro para que la muchacha lo oyera.

-A si, entonces lucharas a mano limpia. –Dijo Dudley acercándose a su primo. –Quiero que tires esa vara tuya que siempre llevas. –Harry tomo su varita y la lanzo hasta la otra parte del parque.

-Listo, no soy un tramposo como tu. Ni un cobarde.

-Entonces prepárense muchachos. Vamos a golpear a este pedazo de basura.

-Adelante golpéenme. Pero no vallan a tocarla a ella. –Harry se puso como un escudo entre la pandilla y la muchacha y se dispuso a recibir los golpes de Dudley y sus amigos sin atacarlos.

Después de una media hora la pandilla de Dudley se fue del parque dejando a Harry muy mal herido y parándose a duras penas.

-Harry, porque no te defendiste, mira como te dejaron y por mi culpa.

-Hermione. ¿Que viniste a hacer en Privet Drive? –Dijo Harry un poco furioso.

-Vine a verte, me preocupe por ti, no respondiste a ninguna de mis cartas, pensé que te había pasado algo, y la única opción de saberlo era venir a ver lo que ocurría, pero cuando llegue me tope con tu primo y sus amigos.

-¿Como llegaste aquí Hermione? No vives muy cerca de Privet Drive.

-Mis padres tuvieron un congreso de dentistas aquí cerca de Privet Drive y decidí aprovechar para verte.

-Me alegra haber venido, si no, quien sabe que hubiera pasado.

-Te lo agradezco mucho Harry, pero lo mejor será que vallamos con la señora Figg para que te cure esas heridas.

Harry y Hermione caminaron de regreso a casa de la señora Figg, que como siempre el lugar olía a comida para gato.

-Buenas tardes señora Figg. –Dijo Hermione tocando la puerta.

-Por Dios, que te pasó Harry. –Dijo la señora Figg en cuanto vio a Harry. –Se supone que Mundugunos debería de estar vigilándote ahora.

-Esa miserable rata sigue escondida de mí. –Dijo Harry recordando que Mundugunos le había robado unas cosas de la casa Black.

-Pasen muchachos, te curare esas heridas, de seguro te las hizo ese muggle gordo de tu primo ¿verdad? Que no aprendió su lección con los demetores.

-Parece que no. –Dijo Hermione un poco molesta.

La señora Figg los condujo hasta una pequeña sala en donde sentaron a Harry y luego de unos segundos la señora Figg llego con un frasco de alcohol y varias gasas para curar los golpes y cortadas que tena Harry.

-Ya esta muchacho. ¿Como te sientes?

-Prefiero la medicina mágica que la muggle. –Dijo Harry por el ardor que el alcohol le había ocacionado. –Pero ya me encuentro mejor.

Después de darle las gracias a la señora Figg, Harry y Hermione se fueron a la casa de Harry.

-Y para que querías que viniéramos aquí Hermione. –Quiso saber Harry.

-¿Que ni siquiera te tomaste un poco de tu tiempo en leer tu correo? En el te explique que te invitaba a mi casa en lo que íbamos a la madriguera para la boda de Bill y Fleur.

-No se si me deba ir de Privet Drive Hermione, Dumbledore me dijo que mientras sea menor de edad me proporciona un escudo contra Voldemort.

-Pero que mas da, en unos días mas ya eres mayor de edad, para ser exactos en dos días ya eres mayor de edad, y a parte la boda de Bill y Fleur es el siete de agosto, no falta mucho para eso. Y además así me aseguro que no hagas ni una locura como ir a cazar a los mortifagos tu solo.

-Me das tiempo para pensarlo, por mientras puedo ir a preparar el baúl por si acaso.

Harry y Hermione entraron en el numero cuatro de Privet Drive.

-POTTER. –Grito tío Vernon cuando lo vio. –COMO ES POSIBLE QUE TE VALLAS A PELEAR CUANDO SALES DE LA CASA.

-Dudley nos dijo que querías hacerle daño a una muchacha y que el la defendió. –Dijo Tía Marge parándose de la silla y con las mejillas todas rojas debido a la media botella de vino que se había tomado.

-Eso no es verdad. –Dijo Hermione que nadie la había visto hasta ese momento.

-YA NO QUIERO VERTE EN MI CASA NINGUN SEGUNDO MAS, YA PUEDES MARCHARTE YA CASI ERES MAYOR DE EDAD Y NO CREO QUE ESE VIEJO SE ENFADE SI TE VAS CON SOLO UNOS DIAS ANTES DE SERLO. –Dijo Tío Vernon muy furioso.

-No necesito que me corras, planeaba irme desde este mismo instante, y que quede claro que yo me salí por mi propio pie y no porque tu me hayas corrido. Ah y ya sabes que esta casa ya no contara con la protección que tenia, así que no se alarmen si las cosas les empiezan a salir mal. –Harry tomo a Hermione de la mano y se la llevo a su habitación en donde se pusieron a guardar todo en su baúl.

Unos minutos después los dos caminaban en la enrojecida tarde en la calle de Privet Drive rumbo al parque en donde se encontraron.

-Entonces si vendrás conmigo verdad Harry.

-Claro, es mucho mejor a estar en este lugar.Muchas gracias por invitarme.

-Y siempre ¿si regresaras a Hogwarts?

-Después de pensarlo varias veces, si Hermione regresare a Hogwarts, si no termino con mis estudios me será mas difícil enfrentarme a Voldemort. Y con respecto a los horrocruxes buscare la información necesaria en Hogwarts.

-Así me gusta Harry, me alegra que no vallas a hacer las cosas sin pensar como antes. Y otra cosa, ¿Planeas seguir usando el libro del príncipe?

-Esa cosa ya lo tire, no lo necesito y me encargare de eliminar a su dueño.

-Me alegra que te hayas desecho de el. –Dijo Hermione con una gran sonrisa en el rostro.

-Y a que hora llegaran tus padres.

-Ya no deben tardar. –Y en efecto los padres de Hermione llegaron cinco minutos después.

-Papa, mama, les presento a mi mejor amigo Harry Potter.

-Oh, con que tu eres el famoso Harry Potter del que mi hija no para de hablar. –Dijo La mama de Harry saludándolo. –Mucho gusto, yo soy Jane Granger y el es mi esposo Eduard Granger.

-Mucho gusto señores Granger. –Dijo Harry saludando a ambos padres de Hermione.

-Bueno Harry, será mejor que ya nos vayamos, y conozcas nuestra casa. –Dijo el señor Granger invitando a Harry a subir al coche.

Y en unas horas mas Harry se encontraba en la entrada de la gran residencia Granger, donde pasaría dos semanas sin pensar en los Dursley.

Bueno hasta aquí les dejo escrito, espero que les haya gustado mi primer capitulo y que me dejen su comentario.

Gracias por leer.

Liz Echizen.