¿Iniciamos ahora? Espero que gusten de esto.
Nota de la Autora al Final del escrito :) si llegas ahi, te estaré muy agradecida.
¡Gracias de Antemano!
Disclaimer: Naruto y posteriores no me pertenecen... El fic esta hecho con la unica finalidad de entretener a distintos fans. Creditos a su respectivo creador.
¡Disfruten!
Un lugar en el que nadie pudiera hacerle daño.
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Tenía el sueño pesado, por lo menos en semanas de turno agotador.
No era un reclamo, ni menos aún la clásica queja. Era un recordatorio, de que la mujer con la que compartía su cama y también su vida, era trabajadora y que por muchas cuestiones; en la vida que habían logrado formar, ella era la más dedicada a ciertas labores.
Los audibles llantos que provenían de la habitación contigua, habían aumentado conforme el tiempo transcurría. Ella no despertaría, y él estaba ahí, un poco desesperado por correr esos cuantos pasos con el único objetivo de atenderlo, pero sin poder mover un de sus músculos.
Era la segunda vez esa noche.
Sabía que debía mover los pies, pero siempre había sido tachado de alguien que llegaba tarde. Quizá, ahora que era padre, debía considerar el perder esa costumbre tan suya. Kazuki no era un niño que esperaba, y sabía que no lo haría.
Abrió los ojos, la oscuridad lo invadía todo y el blanco techo era ahora un oscuro cielo sin estrellas. Los llantos habían cedido un par de segundo, y pensó que quizá no era necesario poner los pies en el piso, pero otros dos segundos después el llanto había continuado. Sabía que mientras más rápido lo atendiera mejor sería…
Puso ambos pies en la alfombra de la habitación, el suelo estaba caliente pero el ambiente era un poco gélido. No usaba más prenda que unas pantaletas ligeras al momento de dormir, era lo suficiente ya que compartía la cama, el calor era suficiente y algunas noches, incrementaba notablemente.
Su torso desnudo podía sentir un leve aire ambiental, y comenzó a dar su segunda vuelta al cuarto de su pequeño hijo. La poca luz no era inconveniente, su vista era casi perfecta aun en la penumbra de las habitaciones.
El llanto de Kazuki no era fuerte, y menos aún penetrante, era un llanto tranquilo y de espera. Era así cada noche, por lo menos dos veces comenzaba con el gimoteo seguido de un llanto, suave pero lo suficientemente audible para todas las habitaciones de la casa; eran ciertas las veces en las que la madre del pequeño escuchaba el llanto y se levantaba, sin si quiera dudarlo, no sentía un ápice de flojera o molestia, era como un reloj natural. Cuando Kazuki lloraba de verdad y él no podía amortiguar el llanto del niño.
Él era un ninja reconocido, su sentido auditivo estaba preparado para sentí hasta el más mínimo sonido a unos 5 metros a su alrededor, y la cuna de Kazuki estaba como a 4 metros sin contar la fina pared que lo separaba de su habitación. No bastaban más de 7 largos pasos para llegar a la cuna del pequeño y poder mecerlo.
Tras haber dado 5 de los 7 pasos, el niño ya había sentido la presencia de una segunda persona en su habitación y su llanto había disminuido a pequeños gimoteos. Kakashi no hizo más que esbozar una sonrisa, era un niño con un sentido de percepción demasiado fuerte, o estaba acostumbrado a las tardanzas de su padre.
En cuanto se asomó a interior de la cuna, el pequeño mantenía los ojos entrecerrados con una mueca de molestia y algunas lagrimillas desbordando de sus pequeños orbes. Aun daba gimoteos y movía las manitas fuera de las mantas como exigiendo que lo cargaran. Cualquiera diría que era una rutina, pero Kakashi se tomaba el tiempo suficiente para descubrir nuevas y más delicadas formas de cargar a un bebe.
El suyo, y por eso era aún más delicado.
―Supongo que no quieres despertar a mamá esta noche―le dijo al pequeño en un susurro mientras lo tomaba con toda la delicadeza del mundo. Sosteniéndolo como su mujer le había indicado, por detrás de la cabeza y entre la cintura y las piernas. ―Buenos días Kazuki.
Eran casi las 4:30 am. Quizá después de ese momento no dormiría de nuevo, tampoco quería hacerlo.
Ciertamente, pasar momentos con su pequeño hijo hacía de los días más interesantes, Kazuki era un niño al que le debía demasiada devoción. Aquella personita, pequeña e indefensa era su hijo y haría todo lo posible por que el niño tuviera una vida plena y feliz.
Como cada noche, lo mecía entre sus brazos, esperando que el pequeño reconciliara el sueño y nuevamente entrara a aquel mundo en el que nada podría lastimarlo, pero el pequeño abrió aún más los ojos con curiosidad. Extendiendo sus pequeños puños hacia su padre, pataleaba un poco y había dejado de gimotear.
― ¿Frio?― hizo la pregunta al aire. El pequeño solo meció la cabeza aun manteniendo en alto sus frágiles manitas. ―Supongo que no.―dio un leve suspiro mientras lo acercaba a su rostro. Hasta que los pequeño dedos del bebe tocaran su mejilla.―Entonces solo querías algo de atención, eh Kazuki. ― Deposito un beso en la frente del niño antes de recostarlo en uno de sus hombros. ―Eres un niño muy listo…
Kazuki no retomaría el sueño y el no deseaba hacerlo.
Dirigió sus pasos, lentos y ahora fríos, a través de su habitación, hasta situarse al lado de la cama nuevamente. Aun sosteniendo con una mano al pequeño, apoyado plácidamente en el hombro de su padre, se metió nuevamente en la cama recostando la espalda contra la pared. Él bebe le daba leves pataditas Kakashi volvió a cogerlo en sus brazos.
Odiaba que la gente hablara, cosas que no conocía, situaciones que no entendía. Lo único que esperaba era que su hijo no se viera afectado con la habladuría, después de todo… Kazuki no se merecía eso.
El sería un chico listo y perceptivo, lo había demostrado y tendría años para mejorar sus habilidades. El daría todo porque Kazuki creciera en un ambiente seguro, con una familia unida y más que todo jamás sufriera.
Él era su hijo, él era Kazuki Hatake. El sería el mejor ninja de su generación, Kazuki era su todo, junto a su esposa.
―Ga… ― gimoteo él bebe observándolo con curiosidad.
Acaricio la cabecita de su bebe, ya poblada con cabellitos plateados. Él era su hijo, muchos decían que el niño era su viva copia… pero él sabía que tendría un parecido más grande con su madre. ¿Cómo lo sabía? El niño tenía los ojos de su pareja.
Ella terminaría esta semana el turno tan pesado que había tenido en el trabajo. Dejaría de tener el sueño pesado… y serían las madrugadas que pasaran juntos. Junto a su hijo, y en el mundo que había decidido formar juntos.
Sin importar la habladuría de la gente, sin tomar en cuenta las malas intenciones de los chismes… solo serían ellos. Solo seria su familia.
¡Hola!
Si llegaste hasta aqui es por que acabaste la lectura. Bueno... antes que nada supongo que me toca presentarme.
Es un gusto, me dicen Edythe o simplemente Lu. Soy nueva en el fandom, relativamente. Escribiendo llevo mucho, mucho tiempo, pero por cuestiones personales de estudio estuve en Hiatus durante un par de años (Claro, continuaba leyendo pero deje muchas historias al aire, mis lectores van a asesinarme) No soy de este fandom, lo reitero, por lo cual nadie me conoce. Llevo mucho tiempo queriendo escribir aqui, no se por que, simplemente quiero hacerlo. Y después de dos años, me salio esto. Voy a mejorar muchisimo, por que estuve un poco perdida en otros rumbos.
Aun así, espero que a ti lector te interese mi escrito. Por el momento esta es mi pequeña prueba, es lo que a una antigua escritora de fics que escribía todos los días todo el día y actualizaba constantemente, le salio. Es lo que me salio después de dos años de no escribir nada.
Esperare a que gustan de esto y veré si continuo un largo fic de capítulos de Kakashi y su hijo. Y por si se lo preguntan, si, la madre ya al tengo en mi cabeza peros se revelara en un fic que haré dentro de un par de semanas.
Un comentario me ayudaría muchísimo, ademas que me gustaría saber tu opinión
¡Gracias por leer!
Un Saludo.
