¡Hola!
Esta es mi primer historia. Siempre quise escribir una, y bueno, tengo algunos cuentos cortos por ahí escritos que jamás me atreví a publicar, pero tuve un sueño que despertó (irónicamente) algo en mí, y mis dedos comenzaron a moverse por cuenta propia….
Espero les guste.
El Despertar
— ¿Hemos tenido suerte? — preguntó el rubio de ojos azules entrando silenciosamente a la habitación con un ramo de flores. Seguido de él venía un muchacho de cabellos negros y expresión seria.
— Está estable, pero aún no ha dado señales de querer despertar. — respondió la peli-rosa con una sonrisa triste — Pero es bueno que vengan a hablar con él — explica mientras reemplaza las bonitas flores en el jarrón al lado de la cama — no tenemos una muestra tan grande de personas en esta condición como para dar resultados concluyentes, pero creemos que los pacientes en estado de coma al escuchar las voces de sus seres queridos hablando con ellos como si estuvieran despiertos, estimula los circuitos de su memoria de largo plazo, lo que puede desencadenar los primeros destellos de conciencia.
Naruto soltó una de sus estridentes risas al escuchar esto.
— ¡Entonces déjamelo a mi Sakura-chan! ¡Tengo mucho que contarle! — dijo, sentándose en uno de los bancos al lado de la cama — KAKASHI-SENSEI, DEJA DE SER UN FLOJO Y DESPIERTA, DEBISTE VER CÓMO LE PATEÉ EL TRASERO A SASUKE EL DÍA DE HOY, FUE INCREÍBLE.
Sakura y Sasuke se taparon los oídos. Ambos lanzándole miradas asesinas.
— ¡NARUTO! ¡Dije que hablaras con él, no que le reventaras los tímpanos! — le reprendió Sakura, golpeándolo en la cabeza.
— ¡Pero ! Yo solo quería… — lloriqueó Naruto.
— ¿Y a quién diablos le pateaste el trasero idiota? Huiste del campo antes de que termináramos — dijo el azabache, dándole otro golpe en el mismo lugar.
— ¡Oi! ¡Tú ya no te pudiste parar, me quedé una eternidad esperando! — dijo levantándose de la silla y poniéndose en modo de defensa.
— Sólo son las 9 de la mañana, ¿no es muy temprano para los problemas maritales? — entró un risueño enfermero a la habitación, acercándose a Sakura y tendiéndole unos papeles — Buenos días, preciosa.
Sakura reprimió una carcajada al ver las mejillas de sus amigos coloreándose furiosamente de rojo.
— Buenos días, Itachi-kun. ¿Shizune-san se ha marchado a su misión?
— Así es, tuvo que partir temprano. Me pidió que te avisara, y que por favor te encargaras de estos pacientes. — respondió con su sonrisa imperturbable. Se giró hacia Naruto y Sasuke al escuchar que hablaban de él.
— ¡Es tu hermano, tu dile algo! — susurraba Naruto irritado.
— ¡No haría esos comentarios si cerraras la boca por 5 malditos segundos! — respondió Sasuke, susurrando igualmente furioso.
— Es curioso, podría jurar que escuché claramente cómo le pedías que abriera la boca la semana pasada en las aguas termales. — dijo Sai con su voz queda y su sonrisa falsa, entrando sin que nadie lo escuchara llegar.
Sakura se giró hacia donde yacía Kakashi en la cama, para que no vieran las lágrimas traicioneras que resbalaban por sus mejillas al estar aguantándose la risa.
— ¿Debería rescatarlos? — le preguntó a Kakashi en un susurro, mientras esponjaba su almohada y revisaba su temperatura — ¿A quién en gaño? Creo que si alguien puede competir en crueldad con Itachi-kun eres tú, sensei. — dijo, riendo quedamente, para después lanzar un pequeño, aunque amargo, suspiro.
Kakashi seguía tan profundamente dormido como hacía ya 6 meses. Habían intentado de todo para despertarlo, pero nada había dado resultado... Sacudió la cabeza y pronto se recuperó de sus cavilaciones, y comenzó a realizar el chequeo regular que solía hacerle.
Itachi se acercó a Sai y le pasó un brazo por los hombros.
— Siempre es un placer verte.
— ¿Lo dices de manera literal? — preguntó Sai honestamente curioso. Itachi se limitó a giñarle un ojo.
— ¡LARGO DE LA HABITACIÓN DE KAKASHI-SENSEI COCHINOS PERVERTIDOS! — bramó Naruto.
— ¡Que cierres la boca maldita sea! — lo volvió a golpear Sasuke.
— ¡PERO ES QUE ELLOS…!
— Chicos, algo no está…— se escuchó la voz de Sakura amortiguada por los gritos de Naruto, revisando los signos vitales de Kakashi en el equipo.
— ¿Estás terminando con él? — preguntó Sai.
— ¡Tú…! — se giró Sasuke dispuesto a asesinar a Sai.
— Silencio. — sentenció Itachi, callándolos al instante — ¿Qué pasa Sakura?
— No lo sé… Por un momento creí ver que se elevaba una cifra, pero fue tan rápido que no sé si lo imaginé o…
Todo pasó en cámara lenta.
Itachi empujó a Sakura para alejarla de la trayectoria del ataque. Sasuke y Sai reaccionaron rápidamente y detuvieron considerablemente la intensidad del mismo, pero fueron arrojados hacia las ventanas, rompiéndolas al instante y cayendo fuera de la habitación.
— ¡Kakashi-sensei! ¡Está despierto! — Naruto estaba paralizado por la confusión.
— Atrás Naruto, Kakashi no está estable. — dijo Itachi con expresión seria, poniéndose frente al rubio — Debe estar confundido al despertar luego de tanto tiempo… Kakashi-san, ¿sabes cómo llegaste aquí? ¿Sabes quiénes somos?
— Nunca se olvida a un traidor. — dijo en un tono frío y áspero.
Naruto abrió los ojos en shock, sin poder creer lo que había escuchado. ¿Es que estaba jugando? Sabía que el hombre odiaba los hospitales más que nada en este mundo, pero hacer una broma de mal gusto como esa….
Itachi permaneció imperturbable ante el iracundo peli-gris. Algo estaba claramente mal con él, pero las posibilidades eran variadas.
Bien Kakashi podría haberse despertado aún en el calor de la batalla donde perdió la consciencia, y no saber que ya hacía tiempo de eso. O bien podría no saber ni quién era el ni ninguno de ellos, ya que no dio muestras de reconocimiento a Naruto…. Maldición.
Los tres hombres seguían inmóviles. Naruto sin saber qué hacer, Itachi evaluando la situación, y Kakashi estaba agitado y su posición era bastante rígida. Sus fuerzas se veían considerablemente menguadas al haber permanecido en coma por 6 meses.
De pronto, Tsunade entró por una de las ventanas rotas a espaldas de Kakashi, y dándole una palmada en medio de su columna, inmovilizó su cuerpo. Sin saber aún qué le había pasado, Sakura llegó por un lado y lo inyectó en el brazo y sostuvo su cuerpo para impedir su caída al verlo ceder ante la anestesia.
Kakashi se removía y gruñía en los brazos de Sakura, claramente molesto por haber sido neutralizado tan rápido.
— Sakura, tu e Itachi amárrenlo en la camilla y llévenlo al piso de cuartos de seguridad. Prepárenlo para interrogatorio. — ordenó Tsunade — Pase lo que pase, NO permitan que se duerma.
— Sí, Tsunade-shishou. — respondieron al unísono Itachi y Sakura, y comenzaron a moverse coordinadamente.
— Ustedes, necesito que vengan conmigo. — les dijo a Sasuke, Sai y Naruto.
— No entiendo, ¿cómo que lo llevarán a interrogatorio? ¡Qué diablos le pasa a Kakashi-sensei! ¿Por qué nos atacó de esta forma? — dijo Naruto alterado.
— Su ataque iba dirigido a Itachi-san. — apuntó Sai.
— Él está bien. — comenzó a explicar Tsunade — Sus signos vitales han estado en perfectas condiciones, y durante estos 6 meses Sakura, Shizune y yo hemos podido trabajar con su Sharingan cómodamente, y podría decirse que está casi completamente armonizado con su cuerpo ya que lo ha descansado.
— ¿Entonces cuál es su problema? ¡Le dijo a Itachi-niisan que nunca se olvidaría de los traidores! — exclamó Naruto incrédulo.
— Kakashi es un jodido sádico con sus bromas al igual que Niisan, pero sé que no cruzaría ese límite. ¿Acaso él…?
— Sí, son muchas las posibilidades …. Pero todo apunta a que Kakashi perdió su memoria. — sentenció Tsunade — Quiero ver qué tan grave es, porque si los hubiera reconocido, no los habría atacado como lo hizo si iba directamente hacia Itachi, simplemente los habría hecho a un lado, o se habría frenado al verlos. — respondió Tsunade con gesto preocupado — Vamos, debemos apresurarnos.
Los tres chicos la siguieron con expresiones lúgubres en sus rostros.
— Kakashi-sensei, no te duermas por favor, quédate con nosotros…
Esa voz… conocía esa bonita voz, pero no podía relacionarla con ningún rostro conocido. No podía ser Kurenai, sonaba demasiado aguda para ser de ella. Tampoco Anko, su voz era más bien un tanto masculina. No era ninguna de las ANBU tampoco.
Ésta era una voz dulce y cantarina. La misma voz que resonaba en aquella cueva donde se encontraba atrapado, no sabía desde hace cuánto tiempo ya. A veces la escuchaba más cerca, a veces lejos, pero siempre era la misma voz. Cuando no la escuchaba sentía que la oscuridad se cernía sobre él y lo asfixiaba lentamente, y justo antes de caer en el vacío, esa voz regresaba y lo guiaba lejos del frío abismo, llevándolo a un lugar cálido.
Era en este lugar cálido donde comenzaba a escuchar más voces. Algunas más graves, otras más ruidosas y estridentes, otras ligeras y calmas, pero era este juego de voces lo que lo hacían sentir tranquilo. Al menos todo lo tranquilo que podía estar.
¿Qué era esa cueva? ¿Por qué no podía salir? ¿Cómo llegó ahí? ¿Por qué sentía como si estuviera flotando? ¿Por qué no veía nada? ¿Por qué no podía hablar?
Todas estas preguntas se las quería hacer a esas voces que lo llamaban. Quería llegar a donde ellos estaban, pero por más que se estirara, no lo lograba.
— Vamos hombre, ya estás aquí, lo hiciste, no nos dejes otra vez…
Sí, esa era otra de las voces que escuchaba regularmente. Pero esta voz lo hacía sentir… ¿nostalgia? Esta era una voz que sí tenía rostro, estaba seguro.
¿Por qué no la recordaba?
De repente sintió que lo colocaron en una superficie dura y fría. Su cuerpo aún se sentía pesadísimo y no le respondía. Lo único que parecía responder eran sus párpados.
Necesitaba abrirlos, salir de esa oscuridad.
— Creo que está abriendo los ojos…
— Será mejor que salga, podría alterarlo de nuevo el verme.
Escuchó una puerta abrirse y cerrarse. Sintió una mano suave y cálida acariciar su mejilla.
— Kakashi-sensei, todo está bien. Vas a estar bien. — le dijo la voz. Nunca la había escuchado tan cerca como ahora.
Parpadeó fuertemente, tratando de enfocar, y lo primero que logró distinguir fue un par de enormes y angustiados ojos verde menta, enmarcados por unas largas cortinas rosadas.
— ¿Dónde…? ¿Dónde estoy? — preguntó Kakashi.
¿Estaba escuchando bien o su voz de pronto era demasiado ronca y grave?
— Estás en el hospital de Konoha. — le dijo la pequeña muchacha parada frente a él — Estuviste en coma por 6 meses ya...
Su cabello era rosa, como los pétalos de una flor de cerezo, su cremosa piel se veía como de porcelana, y vestía un traje rojo con blanco. Tenía el ceño fruncido de preocupación, y sus bonitos ojos verdes estaban conteniendo a duras penas unas lágrimas.
Preciosa.
Pero, ¿por qué estaba preocupada por él? ¿Quién era ella? ¿Se conocían? Estaba seguro de que no olvidaría ese cabello, ni esos ojos, ni esas piernas…
— No puedo creer que por fin hayas despertado, yo… todos nosotros estábamos tan preocupados — le dijo mientras de abalanzaba contra él y lo atrapaba en un asfixiante abrazo.
El peli-gris se removió en su sitio un poco aturdido por la sorpresa de su arrebato.
— ¡Lo siento! — se disculpó la peli-rosa, soltándolo avenrgonzada. — Es solo que…
— ¿Sakura? ¿Todo bien? — preguntó una mujer rubia con gesto severo que entró en ese momento a la habitación.
¿Sakura? Un nombre bastante acertado.
— Sí shishou, ha despertado hace sólo unos minutos. — respondió Sakura, poniendo expresión seria y enfocada.
— Hatake, ¿cómo te sientes? — preguntó Tsunade, parándose frente a él.
— Como si me hubieran sedado. — respondió con ironía — ¿Quiénes son ustedes?
Sakura se congeló en su sitio, incrédula a lo que acababa de escuchar. Kakashi no pasó desapercibido este gesto.
Así que sí nos debemos de conocer.
— Yo soy Tsunade, la Godaime Hokage de Konoha. Y ella es Haruno Sakura, mi aprendiz.
— ¿Godaime Hokage? ¿Qué ha pasado con el Sandaime?
— Murió. Orochimaru lo asesinó hace ya algunos años…
Kakashi estaba perplejo. ¿Cómo que hace algunos años?
— Antes que nada, necesito que me digas, ¿qué es lo último que recuerdas? ¿Cuál fue tu última misión? ¿Con quién estabas antes de que despertaras aquí?
— Yo… — comenzó Kakashi, dubitativo, no recordaba realmente nada importante, y su cerebro estaba a mil por hora analizando lo que acababan de soltarle.
'En coma por 6 meses. Entonces, ¿por qué esta mujer dijo que el Sandaime murió hace años? No tiene sentido.'
— Lo último que recuerdo es haber vencido a Gai en Ichiraku, en un concurso de todo lo que pudieras comer en 1 hora. — recordaba con dificultad — Luego de eso fui convocado por el Sandaime. Me dijo que tendría a mi cargo un equipo de Genin. Me negué, y lo siguiente que supe fue que estaba en un cuarto con personas muy ruidosas….
En ese instante lo recordó: Itachi Uchiha.
Estaba parado a unos escasos metros de él, y a su lado estaba lo que parecían ser 2 Uchihas más que no logró reconocer, y que de todos modos era imposible que pasara. El clan Uchiha había sido masacrado, y él único miembro que quedaba (a parte de Itachi) era un mocoso al cual nunca había visto.
— Vi al traidor Itachi Uchiha al despertar. Estoy seguro de ello. — sentenció Kakashi.
— Itachi Uchiha está aquí en Konoha, y es un miembro de la aldea. Estoy al tanto de sus acciones. Y te sugeriría no volver a atacarlo ni llamarlo traidor en un futuro. — respondió Tsunade en tono calmado y amenazante.
¿Qué estaba mal con estas personas? ¿Acaso Konoha había sido tomada por traidores? ¿Orochimaru se habría hecho con el poder de la aldea? Y de ser así, ¿por qué lo mantendría vivo?
— Dices que estabas con Maito Gai, y que Sarutobi te llamó para hacerte cargo del Equipo 7, pero te negaste…. — prosiguió Tsunade — ¿Y qué pasó cuándo te negaste?
— Me dio los expedientes de los mocosos, y me los llevé para evaluarlos. Después de eso desperté y vi a… Itachi Uchiha. — sentenció cautelosamente.
— Hatake, ¿puedes decirme cuál es tu edad?
— Tengo 27 años, ¿por qué eso sería relevante?
¿Por qué lo hacían hablar a él? Era él quien tenía demasiadas cuestiones.
Tsunade y Sakura no podían dar crédito a lo que escuchaban.
— Hatake… tu sí aceptaste ser el Sensei de esos Genin. Te fue encomendado el Equipo 7.
— ¿Perdón? — parpadeó confuso — Yo no…
— No, nos enteramos tiempo después de que habías reprobado a todos los equipos que te eran asignados. — habló por primera vez Sakura — Fuimos el primer equipo que aprobaste.
'¿Fuimos? ¿Pero esta chica era (o había sido, en todo caso), su alumna? ¿Por eso debían de conocerse?'
En este momento, entró un muchacho rubio a la habitación, y tras él… ¿Itachi Uchiha? No, se parecía mucho pero ese chico no era Itachi.
— ¡Déjate ya de bromas Kakashi-sensei! — dijo Naruto poniéndose frente a él — Incluso para un retorcido como tú, esto ya fue demasiado lejos.
— Naruto… — advirtió Tsunade.
— ¡De veras Obachan! ¿En verdad crees todo eso de que perdió la memoria y no sabe quiénes somos? ¿Le llama así a Itachi-niisan? ¡Por favor! ¡Fuimos el primer equipo que aprobó! ¡Sakura-chan y yo fuimos los primeros en conseguir esos cascabeles! ¡Sakura-chan lo mantuvo con vida hasta que llegamos aquí después de que Akatsuki…!
Fue frenado en plena frase por un fuerte golpe de Tsunade en la cabeza.
— ¡No entiendes la gravedad de la situación idiota!
— Pero Obachan, no puede ser cierto, Kakashi-sensei no puede habernos olvidado solo así… — dijo Naruto lloriqueando.
Y mientras Tsunade reprendía a Naruto, el intento de Itachi Uchiha se acercó a Sakura, y le susurró algo que Kakashi no pudo escuchar. Pero fuera lo que fuera, hizo que la mirada de la chica se ensombreciera unos segundos, para después sacudir la cabeza y reemplazada por una más cálida, acompañada de una bonita sonrisa. La peli-rosa le contestó algo también en susurros, y con eso, el chico se encogió de hombros y se giró a donde estaban los dos rubios ruidosos.
— Nos vamos. — sentenció mientras tomaba por el cuello del suéter a Naruto y se lo llevaba lejos.
— ¡Oi, Sasuke! ¿Qué haces? ¡Debemos hacer que Kakashi-sensei regrese a la normalidad! — se quejaba mientras era arrastrado.
'Sasuke… El último de los Uchiha, claro'. Tenía entendido que era el hermano menor de Itachi. Eso explicaba el parecido.
— Ellas se harán cargo, nos llamarán si somos necesarios. — contestó el chico, y dirigiendo una última mirada fría hacia Kakashi, y después hacia Sakura, cerró la puerta tras de sí.
Sakura se quedó viendo el lugar por donde habían salido ambos chicos, su sonrisa tornándose ahora más bien triste. Tsunade se sentó en la silla frotándose las sienes debido a la migraña que estaba asentándose en su cabeza.
Pocas cosas asombraban a Hatake kakashi, incluso en las más angustiantes situaciones y las más densas misiones, lograba mantener la cabeza fría para pensar claramente en su siguiente paso. No por nada había sido un legendario jefe de escuadrón ANBU, pero debía admitir que se encontraba perdido ahora... Sin recuerdos, pistas, pruebas, información, algo.
De pronto sintió su cuerpo pesado y parecía que estaban taladrando su cabeza.
Bien, pensó, sentir está bien. En la cueva no sentía nada, no había nada. Sólo él y… volteó a ver a Sakura. Ahora tenía nombre para esa voz que lo mantuvo cuerdo en esa prisión oscura.
— Tengo sed. — dijo irrumpiendo el silencio, sintiendo la garganta extremadamente seca.
Tsunade afirmó con la cabeza en gesto de comprensión.
— En unos momentos te traerán comida y agua. Te desataremos ahora. Confío en que sabes que no estás en peligro, por lo que no hay necesidad de que estés a la defensiva.
— Tengo demasiadas preguntas. — dijo Kakashi mientras Sakura comenzaba a desatarlo.
— Lo sé, pero necesitas descansar y concentrarte en recuperarte. Tu pérdida de memoria bien puede ser temporal, y simplemente puedes estar bloqueado por la conmoción. Estuviste fuera mucho tiempo. — dijo Tsunade genuinamente preocupada — Nunca habíamos lidiado con un coma tan extenso, por lo que no puedo asegurarte nada. Pero es imperativo que recuperes fuerzas. Estás muy flacucho y pálido ya.
Kakashi se quedó perplejo por la familiaridad con la que lo trataba. Él estaba seguro de que no le estaban mintiendo, no se sentía amenazado en absoluto, ni siquiera con el chico ruidoso. Lo único que sentía era una sed y hambre infernales.
— Sakura se encargará de ti de ahora en delante. Cualquier duda que tengas, cualquier cosa que recuerdes, puedes consultarlo con ella. — dijo, mientras caminaba hacia la puerta. Y antes de salir, se dirigió hacia Sakura — Me encargaré yo misma del entrenamiento de Itachi el día de hoy, y él verá a tus pacientes ya que Shizune está fuera.
— Sí, Shihshou. — respondió eficientemente Sakura.
— Acompáñame unos minutos afuera, por favor. — pidió. La peli-rosa se limitó a asentir con la cabeza, y siguió a su maestra hacia afuera. — Es bueno tenerte de vuelta Hatake.
Y con eso, lo dejaron solo en la habitación.
