Disclaimer: todos los personajes son propiedad de Rumiko Takahashi, hago esto sin fin de lucro por ello no incurro en ningún delito.



Una decisión es solo el comienzo

Capítulo I

Todo había comenzado con una de las típicas trampas de Shampoo. Ella, hábilmente había empezado una pelea con sus tres enemigas, Kodachi, Ukyo y Akane. Sabía que después de la boda fallida en Jusenkyo tenía que apurarse a conquistar a Ranma. Así que, tomó a Ranma de la casa de los Tendo y lo hizo correr junto a ella; Akane al ver esto, salió corriendo detrás de ambos, pasó por el restaurante de la cocinera de okonomiyakis y ésta, al ver al trío pasar, no lo dudó y los siguió, para terminar en la casa de Kodachi Kuno. En este lugar, Tatewaki Kuno empezó a atacar a Ranma en el primer momento en que se dio cuenta de que el chico de la coleta se encontraba en su propiedad lo cual, Shampoo había previsto, así empezó la pelea.

Sin embargo, las tres auto nombradas prometidas del joven Saotome le llevaban muchas ganas a Akane, muy en el fondo temían que Ranma sintiera algo más por la chica de azules cabellos por lo que, la discusión dio inicio para ver cuál de ellas la liquidaba o al menos, le daba una buena lección. Al no ponerse de acuerdo, por el ego de por medio, Kodachi disimuladamente atacó a Akane, quien esquivó el ataque sin mayor problema.

Shampoo y Ukyo se enojaron con la pelinegra no obstante, fue algo breve y comenzaron a atacar a Akane mientras, Ranma se desasía del Rayo Azul de Furinkan logró divisar como las tres chicas obsesivas atacaban a su Akane y se enfureció, los recuerdos de cómo casi la pierde en Jusenkyo volvieron a su mente y sintió un gran vació dentro de sí al creerla muerta, por lo que se interpuso delante de Akane para protegerla y gritar.

-¡Déjenla en paz!- dijo muy serio, su cara mostraba un semblante de odio, enojo, tal vez.

-Ranma…- susurró la peli azul.

-Pero airen. ¿Por qué protegerla?

-¡Ranma mi amor! Protégeme a mí- le gritó entusiasmada Kodachi.

-¿Qué tratas de hacer? ¡No te metas Ra-chan!- le gritó su amiga de hace tantos años. Ranma no pudo contestar, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se llenó de pánico.

-Dejen de molestarla, es injusto una pelea de tres contra cuatro, tomando en cuenta que Akane aparte de ser fea, es muy débil- fueron las palabras que finalmente lograron salir de la boca del chico.

-¡Baka! No sé porque me preocupo por ti- le gritó la chica para proporcionarle una cachetada y marcharse.

-Eres una niña tonta y violenta- le gritaba Ranma mientras la observaba desaparecer.

-Ra-chan… ¿Quieres ir a comer a mi…?

-Ni lo sueñes, Ranma ir con Shampoo…

-Ojojo, no, Ranma pasará el resto del día conmigo- decía en pose triunfal Kodashi.

-No pasaré mi día contigo- dijo el chico en cuestión ante la risa maléfica de la chica Kuno -no quiero ir a comer contigo- le dijo a su mejor amiga de la infancia- y la verdad, es que no quiero nada con ninguna de las tres…- finalizó el chico un poco alterado.

-De las tres…- dijo un poco desconcertada la cocinera -estás excluyendo a Akane- dijo en un murmuro audible para los presentes.

-Si…- susurró el chico de la coleta -ella es, ella es… Mi única prometida, y no quiero volver a repetirlo- dijo bastante seguro, al ver a la chica de cabellos azulados marcharse, algo en su interior volvió a romperse, como en Jusenkyo -no me importa si no lo aceptan, yo ya lo acepté, ella es mi prometida desde antes de que naciéramos y… Ella estará primero que cualquiera de ustedes y cualquier otra loca que se le ocurra querer atraparme…

-¿Loca? ¿Quieres decir que somos locas por estar enamoradas de ti?- le reclamó la amazona con sumo resentimiento.

-Ustedes no me quieren, solo están obsesionadas conmigo- declaró el chico.

-Ra-chan…

-Si me quisieran, les importaría lo que yo siento y no es así, durante estos dos años y medio que tengo de vivir aquí, me he dado cuenta de eso… Yo ya acepte la vida que me va a tocar.

-Pero Ra-chan, tú… No será que… ¿Estás enamorado de Akane?

-¡No! Tú siempre la tratas mal, la insultas…- habló enérgicamente Kodashi, el chico la miró con calma y resignación.

-Así es y siempre la termino salvando cuando está en aprietos, que la mayoría son por mi culpa- dijo suspirando.

-Pero, eso querer decir que…

-Y ella ha sido capaz de dar su vida por mí, por eso es que he decidido casarme con ella, y aun no sé si, si solo lo terminé aceptando o, o simplemente es lo que quiero, pero independientemente de eso, es lo que voy a hacer y no hay vuelta atrás, ya lo decidí.

-¡Nunca lo aceptaré!- dijo la amazona.

-Ra-chan, yo tampo…

-¡No me importa!- gritó el chico –no me importa lo que piense o haga cada una de ustedes, lo único que les digo es que, Akane es la única que no me pone trampas para que yo la ame, es la que no se aprovecha de mí, al contrario, es capaz de dejarme para que yo sea feliz… y…

-Y…- lo animó a continuar Ukyo, no quería aceptar lo que acababa de escuchar pero era necesario acabar con esto -eso no es motivo suficiente para que te tengas que pasar el resto de tu vida con ella.

-Ranma… Airen, acaso tú… ¿Tú estar enamorado de… esa…?

-No tengo porque dar más explicaciones, creo que es suficiente, no quiero que la vuelvan a molestar, o se las verán conmigo, las quiero mucho, pero no quiero que la lastimen, yo no podría ya… vivir sin ella- con esas palabras el chico se marchó dejándolas desconsoladas.

-Nunca lo aceptaré.

-Haz lo que quieras Shampoo sin embargo, yo ya entendí lo que quiso decir, Ra-chan, está enamorado de Akane y no hay nada que podamos hacer.

Y así las tres se marcharon, entre lágrimas y sollozos sin saber que hacer al respecto.


-¡Akane!- llegó gritando el chico al dojo -¡Akane! ¿Dónde estás?

-¿Qué quieres?- le contestó la chica con calma mientras bajaba las escaleras, ya había decidido dejar de sufrir por el chico, ya todo le daba igual.

-¡Ah! Ya llegaste, yo…- decía mientras jugaba con los pulgares -quiero decirte que…

-¡Papá! ¿Papá, dónde estás?- entró corriendo Nabiki, detrás de ella venía entre lágrimas Kasumi.

-¿Qué sucede Nabiki? Kasumi, ¿por qué lloras?

-Es que…- trataba de hablar la mayor de las Tendo sin embargo, no lograba respirar con normalidad para lograr su cometido.

-¿Qué pasa Nabiki?- dijo su padre mientras se hacía presente.

-Nos van a quitar el dojo- declaró la mediana de las Tendo.

-¿Qué estás diciendo?- interrumpió Genma.

-Llegó esta carta del Consejo Internacional de Artes Marciales, dice que tú ya no ejerces las artes marciales y tampoco le enseñas a nadie, y por eso, y por eso, te van a quitar el tablero ya que, llevas mucho tiempo retirado y no tienes un heredero varón que se haga cargo de él- finalizó Kasumi entre lágrimas, la angustia se notaba en su rostro.

-¡No!- comenzó a gritar amargamente el hombre y lloraba trágicamente.

-Tendo no llore, con llorar no resuelve nada- dijo el hombre que se transformaba en panda.

-Es cierto, no hay de qué preocuparse- intervino con tranquilidad Ranma -Nabiki, ¿Dentro de cuanto cerrarán?

-La carta dice que si no presentamos una prórroga con una solución, cerrarán en un mes.

-¿Qué vamos a hacer Ranma?- le consultó un poco preocupada su prometida.

-Akane- le dijo con seriedad mirándola fijamente a los ojos -solo tú y yo podemos salvarlo…

-¿Cómo?

-Akane- acto seguido el chico se arrodilla, ella se asusta, sus corazones empiezan a latir muy rápido y ambos se sonrojaron -¿Quieres casarte conmigo?

-¡Ranma!- gritó Soun Tendo llorando aún más.

-Al fin te decides hijo mío, ¡qué felicidad!- mientras el padre del chico empezaba a llorar.

Los segundos fueron interminables para el chico, sostenía delicadamente una de las manos de la chica, sentía como ambas temblaban. En los pensamientos de la chica solo se cruzaban esas tres palabras que acababa de escuchar "¿quieres casarte conmigo?". Para qué negarlo, eso era lo que más quería pero…

-Si…- dijo en un susurro casi inaudible, que por suerte, todos lograron escuchar. Esas palabras salieron por si solas, no era la respuesta que su mente estaba buscando, fue su corazón el que habló.

-Me pregunto si, si solo lo harán por salvar el dojo- dijo sarcásticamente Nabiki -¡vaya! qué sacrificados- los prometidos la volvieron a ver con cara de pocos amigos sin separar sus manos.

-Nabiki por favor- dijo Kasumi con una hermosa sonrisa, las lágrimas habían abandonado su rostro -hay que hacer una cena para celebrar, Nabiki encárgate de mandar la carta.

-Genma, compadre, amigo, mi hermano ¡al fin!-

-Así es hermano Tendo, no hay palabras, al fin nuestro sueño se hizo realidad- ambos hombres seguían llorando de la felicidad mientras caminaban al comedor.

-Bueno, iré a hacer la carta antes de que me enferme de ver a estos dos.

Ranma y Akane se miraban fijamente, los dos en el interior estaban muy felices pero no podían aun reconocer sus sentimientos hacia el otro.

-Bien, lo hecho, hecho está, ya no hay vuelta atrás- dijo el chico una vez que estuvieron solos,

-Ya sé que solo lo haces por el dojo- le respondió la chica con una triste mirada.

-Al igual que tú… Mañana te daré el anillo, ¿te parece? Aunque tengamos nuestras razones, será una boda de verdad- le dijo con una sonrisa tímida.

-¡Ah! Sí… Bueno, Ranma yo, quiero decirte que…

-Creo que ya se lo quieres, que dejemos de pelear e insultarnos, ¿verdad?

-Eh… Sí, así es… será lo mejor- le respondió la chica aunque esas no eran exactamente las palabras que iba a decirle.

-Bien, como una tregua, ahora será mejor ir con ellos.

-Sí- y se unieron a la celebración junto a sus familiares, los dos en el fondo estaban muy nerviosos sin embargo, sentían una felicidad inmensa, al fin estarían con el ser amado y lo más difícil sería decirlo. Al día siguiente despertaron por un gran escándalo.


-¿Qué pasa? Hoy es sábado, quiero dormir- salió Akane gritando de su habitación ya que, anoche no pude conciliar el sueño por la emoción.

-Lo siento Akane, que bueno que despertaste, necesito que me ayudes a sacar todo lo de tu cuarto- le dijo Kasumi -ya que están trayendo todo para ampliarla.

-¿Ampliarla? ¿Por qué?

-¿Qué pasa? ¿Por qué tanto ruido?- habló Ranma saliendo de su habitación.

-Buenos días hijo- le saludó su madre con lágrimas en los ojos mientras lo abrazaba.

-¿Mamá? Pero qué… ¿Qué haces aquí?

-Mi adorada Akane, al fin mi hijo es un hombre, te adoro mi querida hija, al fin se casará contigo, ¡qué felicidad!- le decía su suegra mientras la abrazaba e ignoraba olímpicamente a Ranma.

-Mamá pero ¿qué…?

-Llegué a tiempo para ayudar a Akane con la remodelación de la habitación.

-¿Cuál habitación?- decía la chica.

-Cómo que cual, la tuya- le dijo Kasumi.

-Que ahora será la tuya y la de Ranma- le dijo su suegra.

-¿Cómo? Pero ¿por qué?- gritó alarmado Ranma.

-¿Cómo que porqué?- preguntó con una mirada desafiante la madre del chico.

-Tía tranquila, ya sabes que Ranma es muy tímido para estas cosas, y… ¿qué va a pasar con la habitación de Ranma y tío Genma?

-Pues, resulta que la tía Nodoka se muda con nosotros, y cómo es la esposa de tío Genma pues, es lógico que la decoremos para ellos, pues es una habitación grande y no necesita ampliación, como la de ustedes- le explicó Kasumi a su hermana pequeña.

-Bien, bueno, Akane, tú decora a tu gusto, a mi esas cosas no me interesan, ¿Nabiki mandaste la carta?- le preguntó el chico una vez se dio cuenta de la presencia de la otra hermana Tendo.

-Sí, me devolvieron hace poco una llamada, me dijeron que ampliarán el plazo a dos meses, pero si no mandamos el certificado de su boda, aparte de cerrar el dojo, nos pondrán una multa.

-Así que…. En dos meses… Estaremos casados…- murmuró Akane.

-Sí…- la secundó Ranma.

-Bien, buscaré precios de muebles para que luego los vayan a ver- les informó Nabiki a los novios.

-Bien- dijo mecánicamente Akane.

-Y bien Akane, quiero ver ese anillo- dijo Nodoka, Ranma empezó a sudar.

-Eh…- una sonrisa nerviosa acompaño la respuesta de Akane, sabía que la madre de su novio se iba a molestar -lo que pasa es que…

-No mamá, lo que pasa es que, como fue una declaración espontánea no tuve tiempo de recogerlo en la joyería pero voy a llamar para ir junto con Akane a recogerlo y luego iremos a hablar los dos solos sobre ciertas cosas- le informó el chico.

-A bueno, espero entonces ver esta noche ese hermoso anillo- le respondió con una mirada maléfica.

-Claro tía, siempre y cuando esté listo.

-Sí claro mi querida Akane- le dijo Nodoka retomando a su inocente semblante -también espero no volver a ver a esas otras por aquí- le dijo a su hijo seriamente refiriéndose a las "otras auto prometidas".

-¿De quién hablas mamá?

-De las otras chicas que se hacían llamar tus prometidas.

-¡Ah! Por ellas no te preocupes, ya lo solucioné.

-¿Qué…?- murmuró Akane.

-Bueno, tengo hambre voy a desayunar.

-Akane ayúdame a empacar tu ropa para pasarla por mientras, al cuarto de Nabiki- le pidió Kasumi a su hermana.

-Sí.

-Ranma, desayuna rápido para que vengas a sacar estos muebles- le pidió Kasumi a su cuñado.

-Muy bien.

Entre Kasumi y Akane recogieron la ropa, los adornos y las demás cosas pequeñas y las pasaron al cuarto de Nabiki, mientras que Ranma sacó la cama, la mesita de noche y el escritorio del cuarto de Akane, y los llevó a la planta baja.

-Kasumi, ¿qué quieres que haga con esto ahora?- le preguntó el oji-azul.

-La cama se la daremos al maestro Happosai junto con la mesita de noche, y hoy vendrán por el escritorio los de la mueblería, lo van a retocar puesto que, Akane y tú necesitan donde estudiar ya que, aun no terminan la escuela- le dijo con una sonrisa.

-Bien, entonces, pondré el escritorio por la puerta y llevaré lo demás al cuarto del maestro.

-Gracias, eres muy amable Ranma.

-Ranma, ¿dónde estás?- le gritó en ese momento su padre desde el segundo piso.

-Acá abajo papá.

-Hijo, sube para que nos ayudes a mover unos muebles aquí en mi cuarto- le gritó esta vez su madre.

-Voy.

Ranma no se había dado cuenta pero, Akane se dirigía hacia abajo y él, había decidido saltar al segundo piso cuando se la encontró de frente. Trató de esquivarla sin embargo fue imposible, y se la trajo consigo hacia abajo pero para protegerla, la abrazó. Los dos rodaron y cayeron al piso, Ranma cayó encima de Akane, pero protegió su cabeza con sus brazos, era la primera vez que estaban solos desde que decidieron al fin casarme por el bien del dojo.

Continuará….