Pues bueno gente, dejen que les hable un poco de esta historia antes de empezar. Este en si se trataba de un guion que un colega mío me pidió escribir para un proyecto de a futuro que planeaba realizar, tristemente aquel proyecto se vio frustrado antes de siquiera comenzar. He de decir que no es mi mejor trabajo a la fecha, pero aun así quise compartirlo con ustedes. No obstante dudo que vaya a continuarlo alguna vez, pero eso tampoco es algo definitivo. En fin, disfrútenlo.

En el mundo de las caricaturas hay agitación y revuelo. ¿Por qué? Porque otra vez se acerca la fecha en la que todos celebran el día de las madres. Y como ya había sucedido otras veces antes, muchos hijos no están seguros acerca de que regalarles. Hoy nos centraremos en un grupo de 7 de ellos, los cuales no serían los primeros, pero si los protagonistas de esta primera historia en vivir una aventura de ensueño en una isla paradisiaca.

Primero conozcamos a los chicos, ellos son Dexter, Dash, Timmy, Kick, Tommy, Lincoln y Hogarth (Protagonistas de las series/películas "El Laboratorio de Dexter", "Los Increíbles", "Los Padrinos Mágicos", "Kick Buttowsky: Medio Doble de Riesgo", "Robotboy", "The Loud House" y "El Gigante de Hierro" respectivamente). Y luego a sus respectivas madres, Kat (Nombre elegido en honor a la actriz que le dio su voz al personaje), Helen, Clemence, Honey, Deb, Rita y Annie. Una vez hechas las presentaciones, podemos continuar con la historia.

Todos estos chicos comparten un mismo problema, falta una semana para el día de las madres y no tienen dinero para comprarle un regalo, ni ninguna idea para hacerles algo casero que realmente les guste. Ante esa desesperante situación, surge un rayo de esperanza para todos estos chicos. Al visitar una de sus páginas web favoritas, ellos se dan cuenta de un peculiar anuncio que parecía ser la respuesta a sus problemas. En él se decía que una nueva compañía hotelera, llamada Opide, estaba buscando voluntarios para probar un nuevo tipo de hotel, uno completamente automatizado y casi independiente de personal humano, y que como oferta especial por el día de las madres estaría organizando un concurso para enviar a varias mujeres mayores y a sus hijos a unas vacaciones pagadas y a todo lujo. Los requisitos para participar eran mínimos, solo se debía enviar una foto de la madre junto a su respectivo hijo. La esperanza de ganar tal vez haya sido escaza en su momento, pero por alguna razón los 7 chicos optaron por participar y los 7, para su sorpresa, resultaron ganando.

En el día de las madres, los 7 afortunados ganadores les informaron del viaje a sus respectivas madres y todas ellas se emocionaron y agradecieron a sus retoños por tal maravilloso regalo. Esa misma tarde, las 7 parejas de madre e hijos fueron recogidos por varios autos enviados por la compañía, la cual desde ese momento se harían cargo de ellos tanto en el transporte como en la estadía. Las 7 parejas fueron llevadas en avión hasta la pequeña isla donde se ubicaba el nuevo hotel. Y al llegar a ella, las 7 parejas se encontraron entre si y fueron reunidas en un mismo autobús que se encargaría de llevar a aquel grupo al hotel. Todo parecía perfecto, sacado de un sueño, un viaje a un paraíso tropical completamente gratis ¿Qué podría salir mal?

-¿¡A qué se refiere cuando dice que se extravió nuestro equipaje!?- Pregunto una enfadada Helen al encargado de la recepción del hotel, quien acababa de informales a todos sobre aquel torpe descuido a la hora de transportar su equipaje hasta el hotel.

-Lo siento muchísimo señora Parr, pero así es. El equipaje de ustedes 14 debería haber llegado del aeropuerto junto con nuestros suministros, pero no fue así. Lamentamos este inconveniente.- Explico el encargado, disculpándose de manera formal y educada.

-Una disculpa no soluciona nada. Todos acabamos de hacer un viaje de varias horas para llegar aquí y necesitamos un baño y un cambio de ropa para soportar este clima tropical.- Continúo quejándose Helen, mientras detrás suyo el resto de las madres hablaban entre ellas y se mostraban igualmente ofendidas por el descuido de los organizadores.

-Les propongo algo, como compensación por este percance, y hasta que su equipaje sea encontrado su grupo podrá elegir un conjunto de nuestra tienda completamente gratis y a todas les hare entrega de nuestra tarjeta maracuyá de oro, con la cual podrán disfrutar de nuestras más exóticas bebidas de manera ilimitada.- Propuso el encargado, tratando de contentar al grupo de mujeres.

-Eso de hecho suena bastante bien, Helen.- Dijo Rita, tratando de calmar a la enfadada madre de pelo castaño.

-Sí, estoy segura de que una ronda de bebidas tropicales junto a la piscina quitara cualquier mal sabor de boca que nos haya quedado luego de este incidente.- Refuto Deb, ansiosa por cambiarse de ropa y disfrutar de su estadía en el lugar.

-Bien, si todas están de acuerdo entonces yo también.- Respondió finalmente Helen, cediendo a la presión del grupo. –Pero más les vale encontrar nuestro equipaje pronto señor… ¿C1b3r? ¿Qué clase de nombre es ese?- Pregunto ella, luego de acercarse para ver la identificación que el encargado llevaba pegada en su pecho.

-Uno más común del que cree. Ahora por favor síganme, las llevare a la tienda, les mostrare sus cuartos y les daré sus tarjetas.- Dijo finalmente C1b3r al momento de guiar a las mujeres.

Luego de que las 7 mujeres y 7 chicos eligieran un traje de baño de la tienda, el encargado llevo a todo el grupo a sus habitaciones, no sin antes explicarles la forma de trabajo de las manos automatizadas del hotel.

A lo largo y ancho del complejo habían varias manos robóticas programadas para ejecutar ciertas acciones como dar masajes o servir bebidas. Para hacerlas funcionar lo que se debía hacer era dar una orden de manera fuerte y clara y luego aplaudir con las manos. C1b3r dio una demostración de ello parándose frente a un espejo y ordenándole a las manos que le alcanzasen una gorra con el nombre de la compañía dueña del hotel, el cual al reflejarse en uno de los espejos de la tienda revelaba la palabra Edipo (Nombre de un rey legendario que mato a su padre y se casó con su madre).

-Nada mal, ¿Verdad?- Dijo mientras se contemplaba frente al espejo.

Luego de aquella demostración, los 14 nuevos inquilinos fueron a su cuarto a cambiarse y rápidamente bajaron a la piscina. La cual se encontraba llena de otras tantas parejas de madres e hijos que habían llegado antes que nuestro grupo de protagonistas. Lo primero que hicieron todas fue ordenar una ronda de bebidas para celebrar mientras que sus hijos jugaban en la piscina.

-¡Por nosotras, las madres!- Exclamo Kat, la mamá de Dexter, liderando el brindis.

-¡Por nosotras!- Gritaron todas al momento golpear sus bebidas con las de las demás madres, para luego dirigir el trago a sus labios y darle un gran sorbo.

-¡Wow! ¡Este trago es increíble!- Exclamo Honey, sorprendida por la dulzura de la bebida.

-Sí que lo es. ¿Cómo dijiste que se llamaba, Annie?- Pregunto Clemence.

-Aquí dice que se llama "La M.I.L.F. Mimosa".- Respondió Annie mientras leía el nombre desde el menú de la barra.

-Y aquí abajo en su descripción pone que el nombre de la bebida se debe a las frutas que lleva. Las cuales son Maracuyá, Ilama (Annona macroprophyllata), Lima y una exótica Fruta milagrosa (Synsepalum dulcificum).- Acoto Rita.

-Y también pone que lleva champagne del mejor y que se debe preparar con un día antes de su consumo para que el sabor "Madure" y "Tome forma" con el paso del tiempo.- Añadió Helen.

-No importa lo que lleve, solo sé que quiero otra. ¡Más M.I.L.F.s, por favor!- Dijo alegremente Deb mientras aplaudía para que le sirviesen otro trago.

Varios tragos después…

Luego de numerosas rondas de tragos las 7 MILF se encontraban ligeramente ebrias, con sus inhibiciones más bajas y con una insoportable sensación de calor corporal.

-Ufff. Sí que comienza a hacer calor.- Dijo Annie mientras se abanicaba con su mano en un intento de disminuir la sensación de calor de su enrojecido rostro.

-Sí, es cierto. Sobre todo en mi pecho, siento como si estuvieran en llamas.- Comento Clemence, mientras frotaba la zona sobre sus senos con un cubo de hielo que había sobrado de las bebidas, sin darse cuenta de que sus pezones se encontraban extrañamente erectos por alguna razón.

-Pues no sé qué vayan a hacer ustedes, pero yo iré a la piscina justo ahora. En el autobús de camino aquí le prometí a mi hijo que le enseñaría algunas de las acrobacias acuáticas que solía hacer cuando era joven.- Dijo Honey, mientras se levantaba de la barra tambaleándose.

-¿Así que vas a divertirte con tu hijo, eh? No me parece una mala idea. Creo que yo iré a caminar un poco con el mío.- Dijo a su vez Helen, levantándose de igual manera.

-Yo creo que iré a broncearme un poco. ¿Me acompañas, Kat?- Le pregunto Annie a la pelirroja sentada a su lado.

-Me encantaría, pero la mesa de masajes y yo tenemos una cita pendiente.- Contesto la mamá de Dexter.

-Pues yo me conformo con un baño de burbujas tranquilo. Les sorprendería lo difícil que es tener uno de esos cuando tienes 11 hijos y un esposo en casa.- Comento Rita.

-Tal parece que quedamos solo nosotras, querida. ¿Quieres jugar al vóley?- Le pregunto Deb a Clemence.

-Claro, pero no quiero quitarle los ojos de encima a Timmy, eso lo hago siempre en la casa y me gustaría hacer algo distinto para variar. ¿Te parece jugar en parejas?- Le pregunto ella.

-Claro. Mientras más mejor. Jejeje.- Contesto la madre de Tommy de forma juguetona.

En algún lugar del hotel, fuera de la vista del público…

-Las del grupo que acaba de llegar ya están embobadas y se dividen, señor. ¿Comenzamos con la fase 2?- Pregunto un personaje envuelto en sombras, sentado frente a una computadora con un enorme teclado y numerosos monitores a su alrededor, cuyo rostro era iluminado por la luz de los mismos, revelando un cabello desalineado que le tapaba los ojos.

-Por supuesto, Kal. No hay que hacer esperar al público. Jejeje.- Contesto de forma otra figura sombría con una gran sonrisa en su rostro mientras veía con impaciencia lo que estaba a punto de suceder.

Poco después, en la piscina del hotel…

Los chicos se encontraban cerca de la piscina, unos en el agua y otros tantos sentados en los bordes de la misma charlando entre si sobre como planeaban aprovechar el viaje.

-Este lugar es increíble, ¿No creen?- Pregunto Tommy.

-Sí, aunque esas manos automáticas de las que tanto presumen en realidad dejan mucho que desear.- Dijo Dexter, criticando el diseño de las mismas.

-Lo dices como si tú pudieras hacerlo mejor, cerebrito.- Acoto Timmy.

-En realidad creo que el verdadero problema aquí son estos trajes de baño que nos dieron en la tienda. ¿Alguno más siente como que son demasiado ajustados?- Pregunto Lincoln mientras estiraba ligeramente el elástico que rodeaba su cintura.

-Yo sí. Estas cosas no dejan nada a la imaginación y con todo el "Paisaje" que nos rodea se pone aun peor.- Respondió Dash.

-¿A qué te refieres con eso?- Pregunto Hogarth al no entender de lo hablaba el chico rubio.

En ese mismo momento llegan sus madres, las cuales en sus ceñidos y reveladores trajes de baño provocaron una reacción en cadena de erecciones que se extendió a lo largo de todos los chicos, quienes quedaron anonadados por los torneados y bien conservados cuerpos de todas ellas, los cuales solo eran cubiertos por una delgada capa de tela que apenas y alcanzaba a cubrirles sus pezones y la parte delantera de su coño.

-Creo que ese es el "Paisaje" al que se refería.- Pensó en voz alta Kick, sin percatarse de que lo había hecho.

-¿Qué cosa, cariño?- Le pregunto su madre mientras se agachaba ligeramente, ofreciéndole a los chicos una mejor vista de sus pechos.

-N-nada, mamá.- Respondió el chico desviando la mirada y sintiéndose apenado por lo que acababa de ver.

-O bien, ¿Aun quieres que practiquemos juntos esa acrobacia de la que te hable? El trampolín de ahí arriba parece perfecto para ella.- Le pregunto Honey mientras señalaba el trampolín más alto del lugar.

-No lo sé. Tal vez en otro momento.- Respondió Kick, sumergiéndose más en el agua para así esconder su erección.

-¡Vamos! Sera divertido hacer algo juntos para variar.- Dijo finalmente ella al momento de tomarlo de la mano, sacarlo de la piscina y llevarlo a rastras hacia el trampolín. Todo mientras el chico se cubría la entrepierna con su mano libre.

-Tú también acompáñame, Dash. Vayamos a dar un paseo por ahí.- Le dijo Helen al chico.

-P-pero…este…le dije a los chicos que les enseñaría lo rápido que puedo nadar así que…- Dijo el chico, intentando inventar una excusa para no salir del agua.

Al oír eso Helen se inclina y se acerca al oído de su hijo para decirle algo.

-Tenemos que hablar de algo importante. Solos tú y yo.- Le ordeno ella, sin percatarse de lo fácil que se podía malinterpretar eso.

-Mmm…bueno…te acompaño.- Dijo finalmente Dash al salir de la piscina incluso más excitado que antes. –¡O Dios! ¡O Dios! ¿¡De que querrá hablar!? ¿¡Acaso ella…!?- Se dijo mentalmente mientras su mente volaba, llena de todo tipo de pensamientos pervertidos.

El resto del grupo se fue dividiendo poco a poco de igual manera. La mayoría fue a realizar actividades con sus respectivos hijos, pero otras tantas se separaron de los mismos para así relajarse por su cuenta. Fuera como fuera, nos enfocaremos en las primeras dos parejas que se separaron.

Kick y su madre se encontraban junto a la escalera del trampolín dispuestos a subir por la misma y arrojarse a la parte más profunda de la piscina. Pero antes de eso, Honey se tomó el tiempo de repasar los detalles de la acrobacia con su hijo.

-…y entonces cuando veas que toque el agua, espera unos 5 segundos y luego tú te lanzas, ¿De acuerdo?- Pregunto la mujer luego de finalizar su explicación.

-Mmm…si, mamá. De acuerdo.- Respondió Kick, el cual estaba sentado en el suelo, con las piernas juntas y tratando de tocar la punta de los dedos de sus pies. –S-solo deja que estire un poco primero, tú ve subiendo.- Dijo el chico, el cual estaba haciendo eso más que nada para distraer su mente y deshacerse de lo poco que quedaba de su erección.

-Oh, buena idea, cariño. Yo también estirare un poco antes de subir.- Dijo ella al momento de estirar sus músculos de diversas formas mientras seguía hablando, posando y dándole al chico una mejor vista de su entrepierna y pechos en varias ocasiones. –Y recuerda, cariño…Trata de mantenerte concentrado…No te distraigas con nada…O ambos podríamos chocar y…lastimarnos.- Dijo poco antes de acabar sus estiramientos y subir por la escalera. –Te espero arriba.- Dijo guiñándole el ojo a su hijo, el cual ahora se encontraba aún más empalmado que antes.

Por otro lado, Helen y Dash se habían adentrado en lo profundo de una zona selvática muy próxima al hotel, esto debido a que la mujer dijo que ambos necesitaban privacidad. Llegado a cierto punto, ambos se detiene y Helen comienza a hablar con el chico.

-Muy bien, creo que aquí estaremos bien para hablar. ¿Imagino que sabrás porque te traje aquí verdad, jovencito?- Pregunto ella una vez estuvo segura de que se encontrasen los dos solos.

-N-no, mamá. Ni idea.- Le contesto el chico.

-¿En serio? Creí que te darías cuenta. ¿Por qué crees que vinimos a un lugar tan alejado de todo? Tú y yo tenemos algo que arreglar.- Le dijo ella, poniéndose de cuclillas, dejando su rostro a la misma altura que el de su hijo, al cual comenzó a acelerársele el pulso.

-Oh cielos. ¡Oh cielos! ¡Esto se parece mucho a esa película que vi el otro día en internet!- Pensó él, recordando cierta película XXX que había visto pocos días atrás.

-Los súper-trajes de ambos estaban en nuestras maletas. ¿Qué haremos si alguien los encuentra?- Pregunto la mujer, sorprendiendo y desilusionando completamente al chico.

-¿Que? ¿¡Los trajes!? ¿Era de eso de lo que querías hablarme?- Contesto Dash.

-Pues sí, ¿Que pensaste que…?- Estuvo a punto de preguntarle Helen al chico, pero es sorprendida repentinamente por un pájaro que le robo de manera habilidosa la parte de arriba de su traje de baño, dejando así sus pechos al descubierto. -¿¡Pero que!? ¡Vuelve aquí y devuélveme eso!- Grito ella al momento de correr en persecución del animal. Mientras que Dash se quedó atrás, impactado y excitado por la fugaz visión de los pechos de su madre.

Volviendo a la piscina, Honey se encontraba ya en el borde del trampolín preparada para salta, Kick estaba tras ella a la espera de su turno. Su madre da un par de brincos sobre la plancha antes de lanzarse en un gran e impecable clavado.

-Nada mal, ahora es mi turno.- Dijo Kick, al momento de colocarse al borde de la plancha y prepararse para brincar.

Pero aquel preciso momento Kick es atacado por dos pájaros. El primero se encontraba sobre su casco y de alguna forma se las arregló para empujar el mismo hacia el frente, para así bloquearle la vista al chico. El segundo se encontraba sobre la plancha del trampolín y se encargó de bajarle el traje de baño hasta la altura de los tobillos. Ambas aves provocaron que el muchacho perdiera el equilibrio y cayera de manera poco grácil hacia la piscina.

-Muy bien, cariño, ahora ven a los brazos de mamá.- Dijo Honey una vez hubieron pasado los 5 segundos que había mencionado antes. Ella emergió del fondo del agua y estiro los brazos para atrapar en el aire a su hijo. Pero inmediatamente después de que emerger, vio como Kick caía de panzazo sobre el agua, generando un estruendo seco y sumamente doloroso. -¡Kick!- Grito ella al momento de ir a socorrer a su niño. -¿Estas bien? ¿Qué paso?- Pregunto ella al momento de recostar la cabeza del chico sobre sus pechos.

-U-unos pájaros muy extraños me atacaron y…- Comenzó a explicar el chico mientras volvía a acomodar su casco, dándose cuenta entonces de los dos jugosos y tentadores melones que se encontraban frente a él. -…y e-ellos me…hicieron caer…y…emm…- Siguió explicando él mientras hacia un intento por despegarse de su madre para que ella no notase su la erección que se estaba formando en ese momento.

-¡Dios! Tienes toda la cara roja. Creo que deberíamos ir a la…enfermería- Le estaba sugiriendo ella, pero es sorprendida e interrumpida por cierto objeto que se estaba presionando contra una de sus piernas. -¿Eh? ¿Qué será esa cosa que está picándome?- Se preguntó internamente al momento de bajar su mirada y percatarse de que aquel objeto se trataba de la polla de Kick, la cual se encontraba al descubierto y estaba totalmente empalmada. -¿¡Pero que!? ¿¡Eso es…!? ¿¡Acaso esta es su…!?- Pensó asustada y perpleja en un primer momento, pero poco a poco se siente sobrecogida por una extraña sensación de deseo y excitación por aquel miembro viril en particular. -¿…su polla? ¿E-esta es la polla de mi hijo? La encuentro…encantadora. Me pregunto porque será.- Pensó ella, casi en un estado de trance en el cual su deseo sexual llego hasta las nubes. –¡Clarence Buttowski! ¡Acompáñame!- Dijo finalmente ella en un tono que sonó autoritario y serio para el chico, pero que en realidad enmascaraba deseo e impaciencia.

-¡Oh rayos! ¡Ella se dio cuenta!- Pensó preocupado Kick.

Por otro lado en la selva, Helen continuaba la persecución del plumífero que le había quitado la única cobertura de sus pechos.

-¡Dame eso, plumero con patas!- Grito mientras corrí tras el escurridizo ladrón emplumado.

La persecución del animal llego hasta la entrada de lo que parecía ser una formación rocosa en medio de la selva, la cual era una estrecha entrada a una cueva, a la cual el ave entro.

-¡Bien! ¡Ya lo tengo! ¡No podrá escapar de…!- Fue lo que dijo Helen al arrojarse de lleno y sin pensar a la estrecha entrada de la cueva. Al momento de hacerlo, ella advirtió que sus caderas eran demasiado grandes como para cruzarla por completo y que ahora mismo se encontraba atorada. –N-no puede ser.- Pensó ella al percatarse de su actual situación. Lo peor del asunto no fue eso, sino el hecho de que la cueva, que en su momento parecía ser profunda y sin salida, resulto ser pequeña y con una salida trasera, muy espaciosa y visible a pocos metros de donde se encontraba Helen. El descarado animal le dio un vistazo a la mujer, casi burlándose de ella antes de salir volando por la otra salida y desaparecer de su vista. -¡Tienes que estar bromeando!- Grito ella, completamente frustrada y molesta.

-¿Mamá? ¿Estas por aquí? Descuida, no estoy viendo nada.- Dijo Dash, llegando a los pocos segundos, con una mano en sus ojos, pero notoriamente espiando por entre los dedos. -¿Mamá? ¿Cómo fue que acabaste ahí dentro?- Pregunto él al momento de percatarse de la posición en la que se encontraba su madre.

-Eso no importa. Solo ayúdame a salir.- Le respondió ella.

-Sí, enseguida voy a…- Le contesto él poco antes de ser sorprendido por el mismo pájaro que había causado todo esto, el cual se posó sobre el trasero de Helen mientras miraba directamente a Dash.

-¿Qué ocurre ahí atrás, cariño?- Pregunto ella al sentir las patas del animal sobre sus voluminosas posaderas.

-Es…el pájaro. Está parado sobre…ti. Y todavía tiene la parte de arriba de tu traje de baño en el pico.- Le contesto el chico.

-Oh, qué bien. Ve si puedes atraparlo, cariño. Pero no hagas movimientos bruscos que puedan asustarlo.- Le pidió Helen.

-Sí, yo me encargo.- Le respondió él, mientras se acercaba con mucho cuidado hacia el animal.

Faltando poco para que estuviera a su alcance, el ave agacho la cabeza y coloco su pico alrededor de uno de los tirantes de la única prenda que le quedaba a la mujer. Al ver eso, Dash se detiene en seco y observa lo que iba a hacer el animal. El pájaro cierra su pico y corta de manera impecable aquel tirante, causando que la parte inferior del traje de baño cayera de inmediato al piso. Luego de eso, el ave se alejó volando fuera del alcance de Dash.

-¿Dash? ¿Qué paso? ¿Lo atrapaste?- Pregunto Helen, sin darse cuenta de lo que acababa de pasar. -¿Dash?- Volvió a insistir ella, pero el muchacho se encontraba hipnotizado por lo que tenía frente a sus ojos, por lo cual no dio una respuesta inmediata.

-N-no. Se…escapo.- Respondió finalmente él.

-Bien, no pasa nada. Solo ayúdame a salir de aquí. ¿Puedes jalarme hacia afuera?- Le pregunto ella.

-D-de hecho. Creo que sería mejor si te empujo, mamá.- Le respondió Dash, mientras se quitaba su traje de baño.

-¿De veras crees que eso ayudara?- Pregunto Helen, no convencida de poder pasar por ese lado y sin imaginarse lo que el chico estaba a punto de hacer.

-Si. No tengo la menor duda de eso.- Dijo finalmente él mientras apuntaba su polla a la entrada del coño de su madre.

De regreso en la piscina, Honey y Kick se encontraban dentro de uno de los numerosos vestidores que estaban próximos a la misma. Luego de la fuerte caída del chico y de su "Incidente", la madre de Kick gustosamente lo arrastro ahí dentro para así aliviarlo.

-¡Ah! ¡M-mamá! ¿¡Que estas…!? ¿¡Por qué haces esto!?- Pregunto Kick mientras su madre se encontraba inclinada sobre él, rodeando su polla con sus pechos mientras que con su boca le daba una intensa mamada en la punta.

-Jejeje. Solo quiero hacer sentir mejor a mi acróbata favorito. Te golpeaste muy fuerte por aquí abajo. Y dicen que los besos de una madre pueden aliviar todo tipo de dolores.- Le contesto ella de manera risueña mientras le daba un ligero beso al miembro viril de su hijo. –Dime, ¿No te hace sentir mejor?-

-B-bueno…sí. Pero…- Contesto Kick, incapaz de negar el placer que sentía en ese preciso momento.

-Eso creí, cariño. Ahora solo deja que yo me haga cargo de todo.- Dijo Honey al momento de ponerse de pie, hacer a un lado la tela que cubría su entrepierna y comenzar a tragarse la polla del chico con esta última. -¡Ah! ¡Eso es, cariño! ¡Sigue así! ¡Ah! ¡Dios! ¡Kick!- Dijo entre gemidos ella mientras montaba ferozmente la polla de su hijo.

-C-cielos. Ve más despacio, mamá. Estas yendo muy rápido.- Dijo Kick mientras era sometido antes las subidas y bajadas de su madre.

-Ni lo pienses. Siempre has dicho que un buen acróbata nunca baja la velocidad. Así que mejor ajústate el cinturón, cariño.- Le contesto ella al momento de aumentar la velocidad de sus caderas. –Jeje. Si quieres puedes jugar un poco con mis "Bolsas de aire".- Dijo al momento de ofrecerle sus pechos al chico. El cual comenzó a lamerlos, morderlos y palpar a gusto con sus manos. -¡Mmm! ¡Si, cariño! ¡No te detengas! ¡Ah!-

Por otro lado…

-¡Ah! ¡D-Dashiell Robert Par! ¿¡Que crees que estás haciendo!?- Pregunto Helen mientras era embestida brutalmente por su hijo.

-¡Te estoy ayudando, mamá! ¡Sé lo "Flexible" que te pones luego de que tú y papá hacen esto! ¡Si hago que te corras podrás salir con facilidad de ahí!- Contesto el chico mientras seguía arremetiendo contra ella y apretaba los enormes glúteos de su madre con sus manos, las cuales se hundían ligeramente en los mimos.

-¿¡Que!? ¿¡Cómo es que sabes eso!? Es decir…¡D-detente ahora, jovencito! O sino yo…¡Ah!- Dijo ella en un intento de amenaza. -¡D-Dios! ¿Por qué esto se siente tan bien?- Se preguntó ella misma mientras sentía como poco a poco Dash aumentaba la velocidad de sus estocadas.

-Tú tranquila, mamá. Esto será rápido.-Se limitó a decir Dash al momento de levantar una de las piernas de su madre en el aire, rodeándola con sus dos brazos para sostenerse y así aumentar el ritmo de sus caderas lo máximo posible.

-¡Oh Dios! ¡Siento como si todo mi interior estuviera vibrando! ¡M-me voy a…!- Exclamo ella al sentir como las penetraciones del chico se precedían una detrás de la otra.

-¡CORRER!- Grito finalmente ella al momento de alcanzar el orgasmo, al mismo tiempo que su hijo y la pareja de Kick y Honey.

Finalmente, luego de correrse dentro de su madre, Dash se retira tembloroso de su interior y deja caer en el suelo. Por su parte, tal como había dicho Dash, el cuerpo Helen se había aflojado bastante luego de correrse, por lo cual logro salir del agujero donde estaba con suma facilidad. Y al igual que su hijo se dejó caer al piso debido al cansancio que sentían sus piernas.

-¿Estoy castigado?- Pregunto de improvisto Dash, sabiendo que habría consecuencias por sus actos.

-Si, por supuesto.- Respondió Helen. –Pero…seré indulgente contigo…si vuelves a hacer eso…cuando volvamos al hotel.- Término de decir ella completamente satisfecha por la forma en que su hijo se la había follado.

-Hecho.- Dijo Dash con una amplia sonrisa en su rostro.

En medio de esa conversación, el pájaro de antes bajo del cielo y se robó la parte inferior del traje de baño que había quedado en el suelo.

-¿¡De veras!? ¿¡Hablas en serio!?- Grito enfadada Helen luego de ver eso.

Mientras tanto, del lado de Honey y Kick…

-¡Wow! Eso fue asombroso, cariño.- Dijo Honey, completamente satisfecha y agotada.

-Somos Buttowski, mamá. Somos asombrosos en todo.- Le contesto Kick, con orgullo de lo que acababan de hacer.

-Jeje. Tienes razón. ¿Quieres que te enseñe más "Acrobacias" cuando volvamos al cuarto?- Le pregunto ella de repente.

-Claro que si.- Contesto él, sin pensárselo dos veces.

Mientras tanto, en algún recóndito y escondido agujero en la selva…

Los dos individuos de antes, observaban por los monitores la escena final de aquellos dos actos de incesto.

-¡Jajaja! ¡Excelente! ¡Un inicio impecable para nuestro pequeño proyecto!- Dijo la figura del que estaba al mando de ese lugar. –El afrodisiaco de las bebidas y los pájaro-bots que preparaste hicieron un magnífico trabajo, Kal.- Continuo diciendo mientras sostenía en su mano la parte de abajo del traje de baño de Helen, la cual uno de los pájaros le había traído como obsequio. –Sobre todo el que trajo este estupendo trofeo. Tiene una esencia verdaderamente "Increíble". ¿Entiendes? Jajaja.-

-Me alegra que estés conforme. Pero te recuerdo que aún hay mucho por hacer.- Respondió Kal mientras señalaba al resto de las madres objetivo.

-Es verdad, es verdad. Ya ansió ver con que me sorprenderás a continuación.- Dijo con emoción Danny, el jefe de VCP y aquel que había financiado todo el hotel y el viaje.

-Oh, ya lo veras.- Dijo Kalock, quien estaba al mando de incitar directa o indirectamente los encuentros entre madres e hijos.

Continuará…