Hola queridos lectores hoy les presento un fic que hacía tiempo que tenía en el baúl de los recuerdos y quería compartirlo con ustedes. Esperando que les guste o por lo menos dejen sus comentarios (claro es opcional XD) para saber si continúo subiéndolo o de plano quitarlo. Sin más que decir gracias por tomarte las molestias de leerlo.

Love Live School Idol no me pertenece

...

En una cafetería de la ciudad de Londres se encontraba una mujer alta, tez blanca como la nieve de hermoso cabello negro azabache, a pesar de ser un día nublado sus ojos eran cubiertos por lentes obscuros. Vestía unos jeans azules con botas negras que hacían juego con la gabardina del mismo color.

Miraba el ir y venir de las personas, observo su reloj digital indicándole que había llegado el momento para ir donde su cliente la esperaba, término de beber su café tomo su maletín, dejo dinero en la mesa y salió justo cuando la lluvia comenzaba a caer nada le gustaba más que caminar bajo la lluvia donde podía sentir las gotas mojando su piel a paso lento se dirigió a un edificio abandonado toco la desgastada puerta donde ya la esperaban 4 guardias de seguridad, en una bandeja coloco su celular, a su fiel compañera una 9mm beretta de plata y sequito lo lentes obscuros dejando ver unos hermosos y peligrosos ojos color sangre

-Quédatelos. - le dijo con burla al guardia que estaba enfrente de ella dándoles a entender que no portaba más armas

-Gracias. – fue lo único que pudo decir aquel hombre abriéndole la puerta donde su jefe la estaba esperando.

Detrás de esa puerta se encontraba un salón con la más fina decoración en tonos jade una hermosa mesa de cristal en el centro donde un hombre castaño y una rubia la esperaban.

-Bienvenida a mi guarida espero sea del agrado para la gran Nico. -dijo con burla aquel tipo, la pelinegra solo respondió con una sonrisa de despreocupación

-Has hecho el intento eso ya es algo. - contesto con desdén

-Entrégame el maletín de la mercancía. – ordeno serio aquel hombre

-Dónde está mi dinero. -pregunto de la misma manera

-Hoo Nico esta vez no habrá dinero… en esta ocasión me quedare con ambos. -dijo con malicia haciendo una seña a la rubia para apuntarle con una Desert Eagle plateada

-Por qué haces esto… -respondió con fastidio mientras ponía sus manos detrás de su cabeza para acomodarse mejor en el respaldo de aquella silla

-Es hora de que dejes este mundo. - respondió con soberbia por la actitud de la chica

-Estas equivocado Henry. -dijo seria mientras apretaba un botón de su reloj activando una bomba que resultaba ser el celular.

-Y qué piensa hacer si has venido sola y no tienes armas. -dijo con burla, pero poco le duro el gusto pues la bomba se había activado haciendo estallar la entrada del lugar la pelinegra aprovecho el estruendo para darle una patada en la cabeza de la rubia quien no dejaba de apuntarle para quitarle el arma.

-Aun eres una niña para tener una de estas. - dijo al tomar el arma y comenzar a matar a diestra y siniestra a los hombres que entraban al lugar, cuando al fin termino con todos se dirigió a Henry quien estaba herido bajo un pedazo de pared que le había caído en la pierna izquierda.

-Te dije que te equivocabas nadie deja a Nico. – dijo con una sonrisa sádica apuntándole en la cabeza

-Perdón…por favor perdóname. -suplico inútilmente pues la pelinegra le disparo matándolo al instante, tomo ambos maletines uno con 15 millones de euros y el otro lleno de LSD.

Mientras en las oficinas centrales del FBI se encontraban reunidos el mejor grupo de agentes para la captura del imperio de tráfico de drogas más peligroso del continente asiático.

-La única información que tenemos hasta el momento es que el líder y fundador se hace llamar así mismo "escorpión" y su verdadero nombre es Hiroshi Nohara. Su mano derecha es esta chica que vemos en esta foto. -decía una peli azul de ojos miel, mostrando en la proyección la imagen de la pelinegra con lentes oscuros

-Su nombre es Nico y en esta otra foto tenemos a su mano izquierda su nombre Erena Toudou. - aprecia en el proyector una peli violeta de hermosos ojos de color esmeralda

-Ambas expertas y despiadadas asesinas, eso es lo que nuestro informante infiltrado ha reportado. -volvió a explicar la peli azul

-Pero eso ya lo sabíamos, lo importante es descubrir cuál es la identidad de Géminis pues es el único que se mueve con más libertad que ellas. -interrumpía furiosa la pelinaranja

-Calma Honoka. – le reprendía la peli azul

-Sabemos es que él es otro fundador. -dijo derrotada la agente especial Sonoda Umi, debido a que la información que consiguieron era poca, además de saber que su jefa y amiga llevaba más de 3 años en el caso desde que vio como esas asesinas mataban a más de 10 niños huérfanos a sangre fría por órdenes de un supuesto Géminis quien siempre les veía la cara cada vez que intentaban conseguir pistas sobre su persona.

En Chiba en una parte privada de la Playa de Onjyuku se encontraba una pelinegra lanzando pelotas de golf hacia el mar mientras que su hermosa novia la observaba complacida por aquel espectáculo

-Meda gusto ver que has vuelto sana. – dijo la vos suave de una peli violeta acompañada de dos chicas más una castaña de nombre Kira Tsubasa y otra peli cobre de nombre Yuuki Anju

-Y ese quien es…- pregunto fastidiada viendo como un chico castaño las acompañaba

-Es un nuevo recluta. – dijo Erena indicándole al chico que se presentara ante la pelinegra pero antes de poder decir una palabra una pelota de golf golpeo fuertemente su frente rompiéndole el cráneo al instante

- ¿Se puede saber qué es lo que te pasa? –pregunto molesta Tsubasa

-No me gustan sus zapatos. -fue lo único que contesto observando su palo de golf. Entonces la peli violeta les hizo una señal a Anju y Tsubasa para revisar los zapatos de aquel chico, encontrando en el interior de las suelas un par de micrófonos

-La próxima vez que metas a alguien preséntamelo primero o busca a alguien con mejor gusto en zapatos. – contesto con una sonrisa burlona a lo que su hermosa novia también se unió en risas ofreciéndole un delicioso cóctel.

-Gracias Kotori. -dijo Nico a una peli gris a quien beso apasionadamente.

Días después en una zona boscosa los oficiales del FBI hallaron una jeep estrellada dentro se encontraba el cadáver de un chico castaño con el cráneo roto

- ¿Cómo descubrieron que Anderson era nuestro informante? – dijo molesta Umi cubriéndose con un pañuelo la boca al identificar al cadáver de su compañero

-Tranquila agente… sabíamos que esto podía pasar. -le respondió Honoka seria pues no quería que Umi perdiera la cabeza por ese incidente debido a que la peli azul apenas comenzaba su formación en el cuerpo del FBI.

Mientras al este-sudeste de la bahía de Tokio en una gran casa blanca decorada en el interior por retratos de una hermosa y feliz pareja de casadas, aunque en la actual situación con sus habitantes no era como en la de los retratos, en la sala se encontraban una pelinaranja pensativa y una castaña preocupada pues en esta ocasión también tenía miedo. De pronto el timbre se escuchó sacándolas de la situación entonces la castaña abrió la puerta dejando ver a una pelirroja quien también se notaba preocupada.

- ¿Como esta? -pregunto la pelirroja ingresando a la sala

-Está muy asustada. -respondió siguiéndola

-Rin…- llamo a la pelinaranja sentada en el sofá absorta en sus pensamientos

-Maki… cuando llegaste. – dijo sorprendida

-Rin…siempre supe que lo que hacías no era lo correcto y que todo lo que hacías era para mantenernos a salvo a pesar de que soy la mayor-dijo sentándose a su lado entrelazando sus manos con los de la pelinaranja.

-Discúlpame Maki…. -dijo al recordar su doloroso pasado

Hacía más de 16 años la pelinaranja comenzó a trabajar para la organización de escorpión después de ver como sus padres eran asesinados brutalmente en medio de la noche en su propia casa, Rin pudo escapar gracias a que se escondió entre la ropa sucia del cuarto de lavado después del incidente llego la policía quienes no pudieron resolver nada y fue llevada a un orfanato donde conoció a la pelirroja quien al igual que ella había sufrido el mismo destino, al poco tiempo se hicieron amigas a pesar de la actitud seria de la pelirroja, sin embargo el terror aún no había terminado debido a que en el orfanato los niños sufrían todo tipo de abusos y maltratos.

Al darse cuenta del peligro en el que estaban una noche decidieron escapar de aquel lugar y vivir por cuenta propia sin embargo su suerte no fue diferente debido a que no tenían comida o un hogar al que ir. Los días pasaron y aduras penas sobrevivían entre robando algo de pan y viviendo bajo un puente siempre alerta de que alguien quisiera hacerles daños pues solo tenían 10 años y el mundo se ensañaba con ellas. Un día de invierno Maki cayó enferma de fiebre debido al estilo de vida que tenían si se podría llamar a eso vida.

-Vamos Maki-chan tienes que ser fuerte. – decía con ojos llorosos la pelinaranja tomándole mano de la pelirroja quien se encontraba acostada sobre unas cajas húmedas debido a la nieve que comenzaba a caer.

-Lo siento Rin-chan, pero ya no tengo fuerzas para seguir tengo mucho sueño. – le contesto débilmente

-Te vas aponer bien ya lo veras voy a conseguir medicina, pero tienes que mantenerte despierta. -le rogaba Rin con lágrimas en sus ojos.

-Lo intentare…- susurro.

-Enseguida vuelvo. -dijo saliendo de aquel callejón corrió y corrió lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían, hasta llegar a la parte más obscura de la ciudad donde había escuchado hablar de una organización que se dedicaba al de tráfico de drogas. Toco la puerta de metal desgastada donde un hombre de aspecto atemorizante le abrió

-Que es lo que quieres mocosa. -dijo con desagrado

-Quiero trabajar para ustedes. -dijo determinada a pesar de que por dentro moría de miedo, pero si quería salvar a Maki tendría que reunir todo el valor que tenia

-Humm…lárgate de aquí si no quieres que te mate. -le contesto el tipo

-Solo déjame trabajar te prometo no fallar. -decía desesperada

-Que te largues. -le contesto golpeando su rostro y haciendo que callera a medio metro de distancia

-No… me iré. -respondió poniéndose de pie y aferrándose a la pierna de aquel sujeto

-Que carajos crees que haces suéltame. -dijo golpeando repetidamente a la pelinaranja que en vez de soltarlo se aferraba más a su pierna

-No…no te soltare. -le respondió antes de que aquel tipo sacara una pistola pues ya se había fastidiado de aquella chiquilla

-Lo siento Maki te he fallado. - pensó al ver aquella arma apuntándole en la cabeza

-Alto ahí se escuchó la voz profunda de un joven pelinegro de 30 años quien había observado todo desde las sombras haciendo que aquel hombre parara al instante.

-Así que quieres trabajar para mí. -respondió tranquilo dirigiéndose a Rin

-Si. - fue lo único que pudo decir la chica pues los golpes en su rostro comenzaban a dolerle

-Y podrías decirme para que necesitas el dinero. -pregunto con burla

-Me estoy muriendo de hambre. -respondió secamente, no iba a decir que tenía una hermana enferma

-Me gusta tu actitud… bien entonces toma esto y mañana a primera hora vendrás y comenzaras a trabajar para mí. - dijo aquel pelinegro entregándole un puño de dinero.

-Pero señor… solo es una mocosa. -intento replicar el otro hombre

-Recuerda pequeña si intentas verme la cara, no me costara mucho encontrarte y sacarte los órganos para venderlos en el mercado negro. – amenazo aquel joven poniéndole una navaja en el abdomen de la pelinaranja.

-Estaré aquí a primera hora señor. -contesto con toda la seguridad que podía sentir.

-Entonces vete. -dijo aquel hombre mientras encendía un cigarrillo

Cuando la pequeña pelinaranja salió corriendo de aquel lugar se dirigió a una la farmacia sin embargo por su apariencia andrajosa y la cara con moretones le negaban la compra de medicamento pues nadie quería problemas

-Fuera pordiosera. - le grito el dueño de la última farmacia que conocía

-Solo quiero medicamentos y comida. – respondió ingenuamente

-Aquí no damos caridad. – dijo molesto aquel regordete hombre

-Tengo dinero. -dijo mostrando el dinero al borde de las lágrimas al verse impotente solo por su apariencia a pesar de vender prácticamente su alma al diablo no podía comprar el medicamento para Maki

-De seguro ha de ser robado… asique vete. -contesto fastidiado

-Y qué más da que sea robado, usted solo tiene que vender no preguntar de donde lo ha conseguido. -contesto una pelinegra de 14 años quien se probaba unas gafas negras.

-Pero es que…- intento replicarle a la adolecente

-Que también vas a cuestionar de donde he sacado dinero para comprar esto…si es así te diré que acabo de matar a una familia completa. – dijo sacando una navaja mientras sonreía de manera sádica.

-Qué esperas. -dijo amenazando a aquel hombre

-Enseguida. -respondió de miedo al ver los ojos rojos de aquella chica, rápidamente le dio el medicamento y los víveres que Rin había pedido

-Gracias. -le dijo la pelinaranja a la extraña chica

-No agradezcas. -respondió saliendo de la tienda

-Cómo te llamas. -pregunto dudosa a su salvadora

-Será mejor que te apresures. -respondió quitándose su abrigo y aventándoselo a la pelinaranja mientras se perdía entre las sombras, por lo que Rin reacciono y corrió en busca de la pelirroja que la esperaba.

Al llegar encontró a la pelirroja temblando de frio y llena de sudor

-Descuida Maki-chan ya he vuelto ahora te podrás curar. – dijo cubriéndola con el abrigo que le había dado aquella chica, después le dio el medicamento, más tarde la fiebre de la pelirroja bajo por completo

-Rin. -fue lo único que pudo decir al ver a la pelinaranja quien estuvo observándola en todo momento

-Me alegro que ya estés mejor. -dijo con cansancio

-Que te paso en la cara pregunto asustada

-Nada solo tropecé por venir corriendo...de seguro tienes hambre ten he traído comida – dijo extendiéndole pan y leche

- ¿De dónde lo sacaste? –volvió a preguntar pues la comida era demasiado buena en comparación a las sobras que aduras penas podían conseguir

-He conseguido trabajo así que no te preocupes y come todo lo que quieras que ya no nos volverá a faltar de comer. -dijo llevándose a la boca con un gran trozo de pan mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas de ambas chicas debido a que Rin no sabía cuánto tiempo duraría esa felicidad. Y desde entonces la pelinaranja tuvo que vivir arriesgando la vida por su hermana y a sus 24 años le había llegado el amor al conocer a Koizumi Hanayo quien a pesar de saber a lo que se dedicaba la pelinaranja la amaba con toda su alma a tal grado de casarse con ella, pero hoy tendría pensado huir del país junto a su amada y formar una familia aun que en el proceso dejara a Maki para que ella viviera su vida.

-No tienes nada de que disculparte… esta noche te iras a Nueva York junto a Hanayo y por fin podrán ser libres de Nico ella no notara que te has ido… y yo siempre seré tu hermana mayor. - dijo abrazándola y muy en el fondo rogaba para que ambas escaparan de esa organización, aunque personalmente no conocía a Nico sabía que era una persona peligrosa no por nada era buscada internacionalmente.

-Gracias Maki…- dijo abrazándola fuertemente pues a pasar de no ser hermanas de sangre para ambas eso era lo de manos mientras Hanayo observaba el abrazo familiar, minutos después entre las tres prepararon una deliciosa comida que paso entre risas y bromas, más tarde Maki se marchó para dejarles espacio a la pareja.

-para cuando Nico sede cuenta ya estaremos muy lejos. -le animo la castaña mientras le ofrecía una deliciosa tarta de fresas.

-Si Kayo-chin tienes razón. -dijo tomando aquel postre que le ofrecía su esposa

-Yo te estaré esperando en el aeropuerto a las 8 y Rin-chan tiene que llegar. -le dijo abrazándola

-Ahí estaré Kayo-chin. - dijo correspondiendo al abrazo con más fuerzas.