Hoy era un día raro en Forks, el sol brillaba dejando atrás la tormenta (que no me dejo dormir) de anoche. Mi día empezó normal, Charlie fue a trabajar temprano en la mañana y mama estaba viendo su telenovela mientras preparaba el desayuno.

Me encontraba en la escuela buscando mi libro de literatura cuando el chico que me hace soltar uno que otro suspiro me hizo una petición NO tan normal.

-Necesito que me beses-pidió

Me atragante con mi saliva, Edward Adonis Cullen me estaba pidiendo a mi Isabella Patosa Swan que lo besara? De seguro me encontraba en uno de esos programas en donde humillan a la gente haciéndole bromas crueles, yo diría que si y aparecería alguien con una cámara apuntándome; si definitivamente eso era: una broma y una muy cruel.

-¿Que?-dije sonrojada-Edward ¿tu te sientes bien?-puse mi mano en su frente para saber si tenía fiebre por que de seguro estaba delirando

-Perfectamente y no, no es una broma-dijo leyendo mis pensamientos- necesito que me beses- volvió a pedir

-Solo estas jugando- cogí el libro, cerré el casillero y empecé a caminar hacia mi próxima clase pero claro no tardo en interceptar mi huida

-Le dije a Tanya que eras mi novia para que dejara de seguirme pero dijo que no me creía y ahora esta apunto de pasar por este pasillo, necesito que me des solo un beso-explicó

Me hubiera sentido halagada pero técnicamente el me iba a utilizar y de repente el enojo vino a mi.

-No lo voy a hacer-dije entre dientes- ¿Por que no buscas a alguien mas para utilizarla?-me deshice del agarre que tenia en mi muñeca y continué con mi camino

-Bella!-me llamo- espera- esta vez me agarro de la cintura y me atrajo a su musculoso pecho acorralándome contra uno de los casilleros

-Mírame a los ojos y dime que no quieres besarme- susurro muy cerca de mi

Su aroma a menta y la distancia me hizo olvidar mi enojo, se acerco mas llegando a rosar nuestros labios y finalmente unirlos. Lo que sentí en ese momento no se compara a nada, sus labios suaves, dulces y carnosos se movieron contra los míos mandándome miles de descargas eléctricas por todo mi cuerpo; su legua delineo mi labio de una manera lenta que casi me hace sufrir un ataque al corazón y abriendo paso en mi boca. Sentí como mis piernas me fallaban, puse mis manos al rededor de su cuello acercándome más a el.

Cuando la falta de aire hizo presencia se separo de mi, estaba mas sonrojada de lo normal cosa que lo hizo sonreír para finalmente robarme un beso pequeño.

-Sabes-murmuro aun cerca de mi- lo de Tanya no era cierto

-¿Cómo?-dije desconcertada-Pero si tu...

-Fue solo una excusa- me interrumpió- para poder besarte

Se separo de mi para decirme Te Quiero y finalmente ir a su clase. Definitivamente hoy no era un día normal.