Halloween
Calabaza
Era 31 de Octubre. Las nueve de la mañana y el Gran Salón se encontraba a rebosar de los alumnos que se disponían a desayunar. Todo estaban expectantes por el día que se les presentaba: algunos irían a Hogsmeade con sus amigos y volverían cuando se hubiera puesto el sol, para saborear el banquete que prepararían los elfos domésticos; otros se quedarían en el colegio sin hacer nada de deberes, porque era un día especial (esos serían los de primero y segundo, desde luego, porque los de séptimo estaban hasta las cejas de trabajos).
Pero había una persona que sabía que iba a pasarse el día castigado, seguramente limpiando calderos asquerosos en las mazmorras o ayudando a Filch, el encargado de mantenimiento, con sus tareas diarias. Esa persona era James Potter, de sexto y de Gryffindor, que ahora se encontraba sentado junto con sus inseparables amigos en la mesa de su casa.
La idea había sido de todos cuatro, por algo los Merodeadores eran un equipo. Pero James sabía que hacía demasiado poco de la luna llena y Remus estaría cansado. También sabía que Sirius tenía una cita ese día y no quería chafarle la cita. Y a Peter nunca le había gustado esa noche y no quería putearlo más. Así que ninguno de ellos se negó cuando James se ofreció como cabeza de turco en esa operación especial denominada "Un Halloween inolvidable" (el nombre lo había escogido Sirius, y por eso tenía tan poco gancho. Su amigo no era precisamente lo que se dice un poeta).
James miró el reloj. Faltaban pocos segundos para las nueve y cinco (momento en que sucedería todo). Siete. Seis. Cinco. Cuatro. Les guiñó el ojo a sus compañeros, que bajaron la mirada divertidos. Tres. Dos. Uno. Toda la decoración que había en el Gran Salón (una docena y media de enormes calabazas que flotaban mezcladas con las usuales velas) estalló con un gran estrépito. A la explosión la precedió la masa de calabaza en la que se había convertido la decoración, que cayó sobre todos los alumnos.
Se hizo el silencio.
Entonces, se oyó un garabateo, como de pluma por encima de las cabezas de los alumnos. En el techo había aparecido escrito 'Feliz Halloween'.
-¡Potter! –chilló la profesora McGonagall, cubierta de pasta de calabaza. James sonrió. Tal y como había imaginado, reconoció su caligrafía. Sus amigos estaban fuera de peligro y sonreían completamente manchados de masa de color naranja.
Obviamente, eso no era todo. Lo que todavía no habían descubierto era que la calabaza iba a teñirlos de color naranja durante tres días. Pero eso todavía estaba por llegar.
Bueno, esta pequeña viñeta creo que sirve de ejemplo para saber en qué consiste el concurso de Potter&Cia (h t t p : / / o r d e n m e r o d e a d o r a . f o r o e s . n e t / r e t o s - y - t a b l a s - f 2 9 / t o r n e o - d e - h a l l o w e e n - t 1 8 5 . h t m). En este link vaig a encontrar las bases, aunque no son nada complejas (no es necesario estar registrado a la web para poder participar). Animaros a participar ;) y dejad comentario para saber qué os ha parecido. Además, es mi participación en el susodicho concurso.
Besos,
Eri.
