Poco a poco salía el sol por el horizonte, alumbraba poco a poco la Aldea de la Hoja, era época de paz y prosperidad. Ya faltaba poco para ser las seis la mañana, unos cuantos negocios yacían abiertos observando como tres jóvenes se dedicaban a ir al campo de entrenamiento a las afueras de la aldea.

– ¿Seguros que tendremos entrenamiento hoy? Escuche que Naruto-sensei salió a una misión urgente.

– Rin, relajare nuestro sensei nunca nos dejaría botados ¿Verdad Kakashi?

– Mmmmm supongo que ya lo descubriremos en un rato – Su voz despreocupada era muy molesta para Obito pero perezoso y todo, era un gran amigo y sobre todo seguía siendo uno de los alumnos que más resaltaba en su generación.

Llegaron al campo de entrenamiento número 7 y esperaron por lo menos media hora y no había señales de su sensei. Hasta que entre los árboles observaron una melena rosa saltando. Se pusieron en posición de ataque, si algo les había enseñado su buen sensei aparte de su JutsuSexy fue a siempre estar prevenidos. La melena rosa por fin se paró frente a ellos.

– ¿Qué tal chicos? Perdón por la demora – sonrió y alzaba la mano en forma de saludo – Naruto-sensei esta ahora en una misión muy importante junto a Jiraiya y no estará con ustedes por una semana, así que me ah pedido que yo sea su reemplazo por ese tiempo – Los pequeños la miraron por un rato y dos de ellos sonrieron pero había uno que tenia cara de ingenuidad.

– Disculpe sensei… ¿Cuál es su nombre?- un pequeño sonrojo se presento en la única chica del grupo y es que su sensei era hermosa.

– Mi nombre es Haruno Sakura, soy una ninja médico y estuve en el mismo equipo que Naruto y Sasuke, nuestro sensei fue el Cuarto Hokage y después fui aprendiz de Tsunade – Dedicó una sonrisa encantadora mientras movía sus manos explicándoles – Antes de comenzar quisiera saber sus nombres y que es lo que más dominan.

– Mi nombre es Nohara Rin y me especializó en el Ninjutsu Médico

– Soy Uchiha Obito y seré Hokage algún día – con su dedo se señaló – Me especializó en los Jutsu de Fuego.

– ¡Ohhhh! Veo que Naruto tiene una dura competencia – Le acarició tiernamente el cabello negro y esté suspiro enamorado – Bien tu turno.

No era necesario preguntar quién era, ella lo conocía muy bien, paso tres meses enteros con él, aunque Kakashi no lo supiera, él fue una de sus primeras misiones en ANBU, vigilar y analizar que tanto había afectado la muerte de Hatake Sakumo en Kakashi. Sí bien es cierto que fue una misión muy peligrosa la que le quitó la vida al Colmillo Blanco de Konoha, ambos eran muy unidos. Por esa misma razón le ordenaron seguirlo. Pero ella siempre quiso saber más del joven, acercársele, había algo dentro de ella que le decía que tenía que estar más junto a él, pero nunca pudo hacerlo, hasta ahora.

– Me llamo Hatake Kakashi, me especializó en el Raiton y presentó buen Taijutsu y Ninjutsu… – Su cara de ingenuidad seguía presente y la única incógnita de su mente era "¿Cómo carajos una cara bonita podía enseñarles a ser mejores ninjas?"

– Interesante alumnos tiene Naruto, bien empecemos el entrenamiento, sé que su sensei les ah contado sobre mí – Siguió hablando mientras se ponía unos guantes en sus manos – La famosa "Saku-chan" – Ellos la recordaron al instante y se pusieron nerviosos, era una de las mujeres ANBU más fuertes – Está de más decir que nunca aprobé a ningún estudiante mío, dado que nadie aguanta el entrenamiento que doy. Hoy trabajaremos en equipo, su misión es arrebatarme este collar que esta en mi muñeca – Observo la cara de espanto de sus nuevos alumnos – Pueden usar cualquier técnica pero para el final del día esté collar lo tienen que tener ustedes. Sin más que decir comencemos – Apretó su puño y sin que sus alumnos puedan reaccionar dio un puñetazo potente al suelo. Rompiéndolo y alzando varias piedras al aire. Todos lo esquivaron con dificiltad y cuando se posicionaron en el piso no ocultaron su entusiasmó.

-¡Wooooooou! ¡Sakura-sensei es genial!- grito tanto Rin como Obito.

Unos ojos de corazón se le formaron al último Hatake, que equivocado estaba al pensar que solo podia ser una cara bonita.

– ¡Que fuerza tan increíble! – Su barbilla, de no ser por su máscara, alcanzaría el suelo, su sonrojo levemente notorio, algo apretó su pecho cuando observó la sonrisa que presentaba su nueva sensei.

– Vamos chicos, apenas esto comienza.

Continuará