Este fic participa en el minireto de febrero para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Todos los personajes aquí representados son obra de J. K. Rowling


Siempre me has considerado la más sabia de los cuatro, pero en estos momentos me siento como una simple chiquilla incapaz de pensar con coherencia. Te veo hablando con ellos, nuestros amigos, y parece que yo esté lejos, espiándote en secreto. No puedo dejar de pensar en tus ojos, cuando me descubres mirándote. En tu sonrisa socarrona cuando pillas a algún alumno tratando de gastar bromas y se la devuelves en lugar de castigarle.

¿Está mal que no sea capaz de hilar dos pensamientos cuando estoy junto a ti? Yo me siento mal. Me falta el aire, me duele el pecho como si me lo fueran a arrancar. El silencio se ha convertido en mi lacra personal, porque, al fin y al cabo, tú siempre has sido el valiente de los cuatro, y yo solo soy la más inteligente.

Y, aún con todo, no llego a descifrar esto que siento, esa incapacidad de actuar, de confesarme a mí misma lo que tan claro tiene mi interior. ¿Temo perderte si me dejo llevar por esta sensación que me embarga cuando nuestros dedos se rozan en el comedor? Creo que mi miedo no es perderte, es confiarte mi interior y que eso no cambie nada.

Aquí me tienes, como una simple estudiante, asustada por decirle a su maestro que lo quiere.

Quiere… Cada día me cuesta menos admitirlo.

De nuevo te veo, y de nuevo me pregunto por qué no te digo nada. Un saludo, cordialidad, y nos dirigimos a nuestras clases. Algo en mi interior se retuerce de simple furia contra mí misma, pero continúo en dirección contraria a la tuya con una sonrisa.

Llegaré al final de mis días y nunca sabré tu posible respuesta a mis sentimientos. Me descubro algunas noches soñando que tú sientes lo mismo, solo para despertar en un mundo en el que no sé ni cómo me siento yo misma.

Ya no poseo mi diadema, la hija que una vez quise, la que me recordaba que hubo un tiempo en el que solo te quería como amigo y amaba a otro, me la arrebató porque no fui capaz de ver su sufrimiento. Pero solo siento no haberme podido sincerar con ninguno de los dos antes de mi marcha. Nunca os pude decir cuánto os amaba. Godric, Helena… Siempre os querré.