El día estaba soleado, perfecto para salir, pero en mi caso el día estaba perfecto para ser echada de casa. Si, después de tensar mucho la cuerda con mi "Foster family" (un par de fanáticos religiosos de esos que te repiten a cada rato un párrafo de la Biblia) estos decidieron que no era más que un estorbo para su paz espiritual y decidieron echarme alegando que era una "hija de Satanás". Mientras esquivaba el jarrón que la esposa me lanzaba en el umbral de la casa y fingía estremecerme por el agua bendita que me lanzó el hombre agarre mi mochila, la funda de la guitarra y me largue en el skate.
Estaba atardeciendo y sabía que si quería sobrepasar la noche viva (y virgen) necesitaba plata, por lo que me dirigí a la plaza más cercana para tocar.
Disculpen que no me haya presentado antes, soy Alicia tengo 17 años y hace 4 que vivía una vida completamente normal con mi familia. Se preguntaran que fue lo que paso para que termine sin un centavo en las calles de Tokio? Fácil, mis padres volvían del trabajo y se toparon con el típico borracho que vuelve de la despedida de soltero. El problema fue que ese mismo borracho conducía un auto y ese auto se topo con la vida de mis padres. El dolor que sentí después de recibir la llamada aquella noche todavía me atormenta.
Después de que murieran me escape, no quería causar problemas a nadie, así que simplemente me borre del mapa llevando como únicas pertenencias mi guitarra y mi skate.
Viví en la calle un tiempo pero un día mientras tomaba un café con mis ganancias de música callejera, Seguros Sociales me encontró y me obligo a ir a una casa de acogida. No fue una experiencia agradable, se los aseguro, éramos medio millón de mocosos encerrados en un espacio reducido, cada uno con peor historia que el otro. De todos esos chicos con historias de abuso y drogas digamos que yo era la más "limpia", nunca había tomado ni había tenido novios, mis papás eran personas maravillosas y mi situación económica era buena, por lo tanto las monjas me vieron como un buen partido para la adopción. Así empezó todo, la primera familia fue la típica pareja que no puede tener hijos, pero que están demasiado viejos para adoptar un bebe, me escogieron porque según ellos yo era "linda y educada". No me adoptaron oficialmente en lo que a la ley corresponde, fue algo así como observar a un animal en un zoológico. La verdad yo no me sentía cómoda con ellos, siempre me miraban expectantes, como si en cualquier momento fuera a lanzarme en sus brazos y aceptarlos. Obviamente no resulto y fui devuelta a la casa de monjas.
La segunda vez, la que me adopto fue una mujer soltera cuya hija de mi misma edad (entonces 14) había muerto de cáncer cerebral. La pobre mujer estaba hecha un manojo de nervios, siempre verificaba mi temperatura, porque según ella así fue como empezó todo con Daniela, su difunta hija.
Un día después de venir de clase en pleno invierno con el skate pesque pulmonía y como es de suponerse mi temperatura aumento a tal grado que simplemente me desmalle en la puerta del edificio donde vivíamos. Cuando me desperté en el hospital vi a mi lado a Olivia, la trabajadora social, quien me dijo que la pobre mujer no estaba lista para volver a cuidar a un niño y me termino devolviendo.
La tercera y última vez que fui adoptada fue cuando finalmente llegue a Japón, verán me adopto la típica familia rica que ve la adopción algo así como adoptar un cachorrito. El esposo era un empresario que viajaba mucho y su mujer la Srs. Kate una mujer pálida y delgada que siempre tenía un pañuelo en su calva cabeza estaba en cama por Leucemia.
En pocas palabras me adoptaron para hacer de entretención a la esposa del empresario.
Un día el hombre vino diciendo que debíamos viajar a Japón inmediatamente, pues ahí es donde tenía la oportunidad de hacerse más asquerosamente rico de lo que ya era. Yo le advertí que la Srs. Kate estaba muy débil y que no soportaría el viaje, pero hizo oídos sordos a mis advertencias y empezó a hacer las maletas. Al día siguiente estábamos en un avión privado rumbo a Tokio, cuando paso la desgracia. La Srs. Kate estaba muy mareada y me pidió que le cantara una canción, cuando termine me dijo que había sido una niña maravillosa y que realmente me iba a extrañar, pero que su labor en este mundo ya estaba completa, seguido de esto me dio un beso en la frente y me susurro al oído "Adiós", yo me despedí aguantando las lagrimas puesto que le había tomado cariño a esa mujer.
Después de la muerte de su esposa, el empresario estaba perdido y cada vez que me miraba notaba en sus ojos la rabia y confusión, pues no sabía qué hacer conmigo ya que me había adoptado con el único propósito de hacer feliz a su esposa. Fue gracias a él que termine en casa de esos fanáticos religiosos. Todo paso muy rápido. Un día mientras dormía el empresario me agarro del brazo y me indico que agarrara mis cosas, luego se dirigió al auto sin decir una palabra. Condujo por hora y media hacia ningún lugar aparente hasta que se detuvo en una casa pequeña de dos pisos con los colores desgastados, desde el umbral una pareja japonesa de mediana edad nos esperaba.
El empresario me hizo bajar del auto, grito alguna cosa en japonés que no entendí a la pareja y se fue. Nunca más lo volví a ver.
De eso hace un año, hasta hoy, parece que mis esfuerzos por joderles la vida a la pareja dieron sus frutos. Mentiría si digiera que no trate de relacionarme con ellos, la verdad parecían buenas personas y hablaban un español decente pero todo fue de mal en peor cuando les dije que era atea.
Cuando finalmente llegue a la plaza busque un lugar cómodo para tocar. Al final me decidí sentarme al borde de una fuente. Mientras conectaba la guitarra a unos mini amplificadores (estos japoneses inventan de todo) medite sobre que canción podría llamar la atención de la gente. Al final me decidí por Help de The Beatles, ya que hace mucho había leído que la canción realmente era una petición de ayuda y esperaba que los japoneses pudieran captar la indirecta de que necesitaba dinero. Comencé a rasgar las cuerdas de la guitarra y finalmente decidí cantar:
Help! I need somebody
Help! Not just anybody
Help! You know i need someone
Help! when i was young, was so much younger than today
I never needed anybody's help in any way
But now these days are gone i'm not so self assured
Now i findi've changed my mind, i've opened up the doors
Help me if you can, i'm feeling down
And i do appreciate you being 'round
Help me get my feet back on the ground
Won't you please, please help me?
And now my life has changed in oh so many ways
My independence seems to vanish in the haze
But every now and then i feel so insecure
I know that i just need you like i've never done before
Help me if you can, i'm feeling down
And i do appreciate you being 'round
Help me get my feet back on the ground
Won't you please, please help me?
When i was young, was so much younger than today
I never needed anybody's help in any way
But now these days are gone i'm not so self assured
Now i findi've changed my mind, i've opened up the doors
Help me if you can, i'm feeling down
And i do appreciate you being 'round
Help me get my feet back on the ground
Won't you please, please help me?
Help me. Help me, oooh!
Note con alegría que mientras cantaba, los transeúntes iban dejando plata en la funda de la guitarra que estratégicamente había dejado ahí. Cuando me proponía a contar cuanto dinero había juntado escuché una voz preguntarme "Porque alguien con tan linda voz está abandonada a su suerte en este lugar?", por un momento me quede helada, me sorprendió mucho escuchar una voz entendible en esta tierra de ojos rasgados. Vacilante levante la cabeza para saber quién era y me tope con un chico alto de pelo negro azulado y ojos índigo, me miraba con curiosidad y en sus ojos note un atisbo de burla. "No es nada de tu incumbencia" le respondí, ya que no sabía que intenciones podría tener este misterioso chico. Cuando estaba girando para largarme de ahí sentí como me agarro de la muñeca y me tironeo para atrás, lo mire con sorpresa y justo cuando estaba lista para pegarle una buena patada donde el sol no brilla me dijo "A los ángeles caídos no se les abandona, déjame que te invite un café Rebel Girl " Antes de que pudiera responderle me tomo de la mano y se dirigió a la cafetería de enfrente.
Nos sentamos en una mesa que daba a la ventana, cuando finalmente vino la mesera el ordeno un Chocolate y se viro mirándome expectante "Que vas a pedir?" me dijo, yo le mire un rato sin saber que decir hasta que finalmente respondí "Lo mismo".
Después de un largo tiempo callado le dije " Porque me trajiste aquí? No me conoces y yo tampoco a ti, asique dame una razón por la cual debería confiar en vos?"
Lo admito fui un poco brusca, pero el aura de misterio que lo rodeaba me sacaba de quicio.
El por su parte me miro burlonamente y agrego " Si estas pensando que soy un violador, te equivocas, me llamo Ikuto tengo 17, te traje aquí porque no es justo dejar a una señorita sola tan tarde, Tokio es un lugar peligroso sabes?" Me reí con sarcasmo "Eso lo dice alguien que acaba de recoger a una desconocida sin siquiera saber su nombre" El se acerco a mí, nuestras caras a unos pocos centímetros y me susurro " Entonces Rebel Girl, cuál es tu nombre?" no pude evitar sonrojarme, pero lo disfrace con una sonrisa y conteste.
