In corpore adfecto

Reír, reír y reír. Lo había calculado todo. Tan fríamente como si el futuro que esperaría, apaciblemente, a Suzaku y Nunnally pudiera ser ya palpable. Con un aguijonazo de desesperación que anestesió consolándose con que en caso de suceder, él no estaría allí para verlo, vio cómo contraían nupcias y si apretó los puños con rabia en algún momento, fue porque se le ocurrió visualizar a Nunnally en el ajuar y a Suzaku dejando de actuar como un maldito hermano, para convertirse en un león sediento de sexo. Eso no le correspondía verlo. Por su propia torpeza o el peso de las circunstancias, estaría fulminado, en el mejor de los casos sin dar a conocer su identidad. Un último regalo prometido por C.C.

Qué ingenuo ha sido. Suzaku Kururugi, ni más ni menos que el piloto del susodicho Lancelot, supuestamente reservado a algún miembro de la realeza con valentía suficiente como para enfrentar a los Caballeros Negros. Y Lelouch, que se lo imaginaba pelando papas todo el maldito bajo el mando feroz de sus superiores. Lelouch, que no puede frenar su risa, que lo convulsiona, ni siquiera ahora que le brotan las lágrimas. Porque nadie salvo él, que podría condenarse hoy o mañana va a hacerse cargo de Nunnally. Así que está de nuevo entre la espada y la pared, con píldoras de cianuro en el bolsillo y sabiendo que a C.C. tendrá que pedirle que escape si los capturan, que busque a Nunnally y la lleve con él a la tumba. El único lugar en el que podrán fundar una Utopía si esta en la tierra de los vivos fracasa.

Como si otra clase de desenlace pudo ser posible en primer lugar. Tan ridículo como cuando se planteó, después de iniciar la guerra entre británicos y japoneses, si acaso no podría Suzaku irse a vivir con ellos, como a veces lo hacían Cornelia, Euphemia y Clovis. Un hermano más, por encima de la violencia que colmaba el paisaje. Un hermano más, para turnarse el cuidado de Nunnally. Un hermano más, qué ingenuo fue Lelouch, qué tonto y soñador, como si pudiera siquiera existir alguien aparte de sí mismo para desempeñar esa tarea.