Disclaimer: Todo lo referente a la saga de Harry Potter, tanto personajes como escenarios, son propiedad de J.K. Rowling. Esto es una simple historia hecha sin ánimo lucrativo, sólo por entretenimiento.
¿Qué deseas, Lily?
Una pelirroja se estaba peinando frente al espejo de su cuarto. Detallando cada facción de su cuerpo, definitivamente se podía decir que Lily Potter no era la misma niña de trenzas que siempre se escondía detrás de su padre, de su poder y su fama. A pesar de sólo tener 13 años, su cuerpo estaba ya bastante desarrollado, siendo así una de las chicas más codiciadas de Hogwarts y dándole mucho trabajo a sus hermanos mayores, James y Albus. Pero no únicamente su cuerpo había madurado, también su mente. Y es que durante esas vacaciones decidió trazarse metas: no quería seguir siendo Lily Potter, la hija del "Niño que vivió", la de los hermanos Prefecto y Premio Anual sobre protectores; había decidido ser sólo Lily, la chica capaz de cuidarse por sí misma, a quien le regalaran obsequios, no por su fama, sino por sus encantos y su inteligencia. Sin embargo, por sobre todas las cosas, había elegido olvidarse de una vez y para siempre, de aquel rubio que la volvía loca desde el mismo momento en que se conocieron, el que aceleraba su corazón cada vez que se acercaba a ella, ese, que cono ojos de hielo le hacía perder toda la seguridad que existía en su ser. Había decidido olvidarse de Scorpius Malfoy.
Lo que no sabía la pelirroja de Gryffindor era que al otro lado de la ciudad, en una lujosa e inmensa mansión, el chico rubio no estaba sino pensando en ella.
¿Por qué, por qué¿Por qué siendo él el joven más deseado de todo el colegio, tenía que portar el maldito apellido Malfoy que le hacía imposible la unión entre su Lily y él? Claro que quería a su madre y su padre, pero el simple hecho de que su abuelo fuera un mortífago cambiaba su historia. Obviamente no dejaba de ser un Slytherin, su orgullo (al igual que sus ojos, heredado de su padre) estaba primero, todos lo sabían. Nunca permitiría que ese sentimiento hacia la pelirroja, que muchos llamaban amor y él simplemente denominaba atracción, se llegara a saber. Iba contra sus principios querer a una Gryffindor y mucho menos amar a una Potter, ya que era eso: una Potter. Encima, era tres años menor que él, se verían horriblemente mal y además, lo odiaba, lo sabía, y el hecho de que Scorpius se la pasara insultándola todo el tiempo tampoco ayudaba, aunque tenía que admitir que se veía realmente preciosa cuando se molestaba. Realmente preciosa… Con ese pensamiento se levantó de su cama y se fue a duchar, para luego irse al tren que lo llevaría a su penúltimo año de colegio.
Ya vestida y arreglada para el gran día, bajó a desayunar, aunque su reloj indicaba que a esa hora sólo su madre estaría despierta ya que sus hermanos no eran del tipo madrugador, y menos su padre, que a pesar de colocar cinco despertadores para no dormirse en esa fecha, éstos misteriosamente nunca sonaban.
Sus presagios se hicieron realidad cuando al llegar a la cocina se encontró a una pelirroja casi igual a ella, pero con unos 26 años más. Ginny Weasley seguía siendo una persona estupenda y una excelente madre, que hacía a sus hijos preguntarse frecuentemente cómo podía entrar en un cuerpo tan delgado y frágil un carácter tan fuerte y severo. Estaba lavando los platos, pero al darse cuenta de que su hija llegaba, comentó:
-Menos mal que llegaste. Me parece de muy mala educación que tus amigas anden mandando lechuzas a esta hora. Más vale que sea urgente, porque tu amiguita me ha despertado.
-¡Buenos días, madre! Has amanecido de buen humor hoy –dijo con notorio sarcasmo, heredado de sus tíos, los gemelos Weasley-. Si Tseng me ha escrito una carta, no le veo el menor problema. Ah… -se hizo la pensativa-. Pero que aún no hayas superado que mi mejor amiga tenga como madre a la ex de mi papi sí es un problema, pero para ti.
-Lily Ginevra Potter, no me hables así.
-Perdón mamá. Cambiando de tema¿cuándo nos vamos? Quiero llegar temprano a la estación.
-Buenos días, hermosas. Ya Albus y James vienen bajando. ¿Pasa algo?
A pesar de los años, Harry Potter no se había puesto feo, todo lo contrario, la edad le sentaba de lo mejor. Dominaba a la perfección el toque de galán que había empezado a aprender durante su adolescencia, sin llegar nunca a la prepotencia. Mas lo que realmente permitía que Harry no envejeciese, era su familia. Amaba a su esposa e hijos, cada uno con las cosas que los diferenciaban, pero los amaba por igual.
-¿Se puede saber qué pasa? –volvió a preguntar a las dos mujeres presentes.
-Nada, sólo que tu hija se vuelve cada vez más grosera.
-Lily¿te puedes explicar?
-Nada papá, sencillamente que mi madre se ha puesto a lanzar fuego por la boca porque Tseng me ha mandado una carta, que por cierto no he leído, y es obvio que todavía sigue celosa de Cho, que para tu información –dijo dirigiéndose a su madre-, es como una tía para mí.
-Cómo puedes querer a ésa como una tía si es…
-Ginny, Ginny, mi amor, cálmate –dijo Harry acercándosele y dándole un suave beso en los labios-. Es evidente que ambas tienen razón. Tú, Lily, deja de hablarle así a tu madre –la aludida dirigió su mirada al plato de cereales que se estaba comiendo-, y tú deja de ser tan celosa.
Si su madre hubiera visto la carta, definitivamente habría reventado de la rabia, porque lo menos que era, era urgente. Sencillamente era para saludarla y decirle que se verían en la estación.
Después de un rato de aguantar las rabietas de su madre que, aunque la amaba demasiado, era muy molesta a veces, bajaron sus hermanos cargando sus baúles. Ambos llevaban una insignia diferente, James con la de Premio Anual y Albus con la de Prefecto. Los dos eran espectacularmente guapos, fornidos por las prácticas de Quidditch, y galantes.
El desayuno transcurrió sin más percances, para luego partir juntos a la estación King Cross.
Continuará
Este es mi primer fic, una historia larga acerca de la pareja Lily/Scorpius, una de mis favoritas y que escribí motivada por el reducido número de fics sobre ella. Aún no tengo determinado la cantidad de capítulos, aunque estoy elaborando los siguentes con constancia.
Espero sinceramente que lo hayan disfrutado, envíenme todas sus opiniones, comentarios, críticas o sugerencias mediante un review. Son las opiniones de los lectores las que hacen a una buena historia, porque instan al autor a mejorar.
