Hola
Gracias por estar aquí
Este fic lo escribí con tres canciones que me gustan mucho del álbum "lo Que Te Conté Mientras te Hacías La Dormida" de la agrupación española La Oreja de Van Gogh.
Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen son propiedad de Masami Karumada.
Capítulo 1
Deseos de Cosas Imposibles
Era ya avanzada la noche, ella empacó sus pocas pertenencias, ya había tomado su decisión y estaba segura de que era lo mejor, lo mejor para ambos. Y es que no le parecía justo que él se sintiera obligado a quedarse allí solo por ella, ella no quería ser un grillete en su vida. Sabía muy bien que él la quería y que su decisión lo lastimaría. Pero ella ya no podía continuar así , sabía que él jamás la entendería , tenía muy claro que, aunque él la quería, él nunca llegaría a amarla en la forma en que ella lo amaba a él. Por ello había tomado esa decisión , se iría lejos de allí sin dejar ningún rastro y así lo liberaría a él de su promesa , aquella que le había hecho a su maestro cuando combatieron en el Hades.
Al terminar echó un último vistazo a esa cabaña que había sido su hogar siempre, donde había vivido tantos momentos tan felices al lado de los dos hombres que siempre amaría . Tomo la carta, aquella que con lágrimas en los ojos había escrito para despedirse de él , y la dejó sobre la mesa. Con su rostro bañado en lagrimas salió de allí lo más rápido que pudo.
"Shiryu
Lamento mucho haberme ido de esta manera sin esperarte para despedirme de ti, lo siento , realmente lo siento.
Quiero decirte lo mucho que agradezco todo lo que has hecho por mi en todo este tiempo. Mi vida sin ti no habría sido tan feliz. Desde que llegaste a Rosan encontré en ti a mi amigo mi confidente. Nunca te olvidaré y nunca olvidaré lo bueno y cariñoso que has sido conmigo. Sé que tu tienes una misión muy importante y ya no quiero ser más una carga para ti.
Shiryu quiero que sepas que desde que te conocí te he amado, aunque sé que tu jamás podrás corresponderme como yo quisiera. Y es por esta razón que me marcho ya no puedo seguir viviendo aquí sintiendo que jamás podrás amarme.
Deseo que seas inmensamente feliz y que la vida te dé todo aquello que anheles.
Con eterno amor
Shunrei"
Caminó lo más rápido que pudo por ese bosque que conocía de memoria y en poco tiempo llegó al pueblo más cercano, allí tomó el autobús que la llevaría a la capital provincial. Tenía claro lo que quería, estar lo más lejos posible de Rozan. Sabía que jamás dejaría de amar ese lugar al que consideraba su hogar y también sabia que jamás lo dejaría de amar a él.
Igual que el mosquito más tonto de la manada
yo sigo tu luz aunque me lleve a morir,
te sigo como les siguen los puntos finales
a todas las frases suicidas que buscan su fin.
Igual que el poeta que decide trabajar en un banco
sería posible que yo en el peor de los casos
le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón
haciendo que firme llorando esta declaración:
Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón.
Pero pase lo que pase,
y aunque otro me acompañe,
en silencio te querré tan sólo a ti.
Dos años después
Shunrei, antes de tomarte tu tiempo para almorzar, lleva por favor la cuenta a los dos jóvenes sentados junto a la ventana – dijo la Sra Aitana, propietaria del restaurante donde trabajaba – ah….otra cosa Shunrei, hoy cerraremos temprano. Las muchachas me estuvieron comentando que desean ir a ver una película ¿Te gustaría ir con ellas? Me sentiría más tranquila sí tú las acompañas.
Pues la verdad no tenía pensado hacer algo especial hoy. Si ella lo desean las acompaño con gusto -respondió ella-
Por favor Shunrei, sabes que a ellas les encanta tu compañía. Entonces es un hecho, las acompañaras esta noche.
Shunrei llevaba trabajando allí un año y medio, había sido para ella una bendición encontrar ese trabajo en un lugar como Macao, no solo por el hecho de que tenía una buena paga, sino también porque la propietaria era una señora encantadora y amable. La señora Aitana tenia unos cuarenta años; había llegado hace diez años a Macao desde Portugal con sus dos gemelas, Catalina y Euginia , hacía poco había quedado viuda así que ella y sus dos hijas adolescentes se hacían cargo del negocio familiar, un pequeño restaurante ubicado en una zona escolar del lugar. Cuando Shunrei le pidió empleo a la señora Aitana esta no dudó en contratarla ya que la chica no solo le inspiró confianza sino que también sus hijas quedaron encantadas con ella.
Esa noche, como lo habían planeado, Shunrei y las gemelas habían salido a disfrutar de pasear por los centros comerciales, cenaron y por supuesto vieron la película, la cuál por cierto las dejó bastante decepcionadas ya que se habían imaginado algo mejor . Ya era tarde cuando la película se terminó, acompañó a las gemelas a su casa se despidió de ellas y salió apresurada por llegar a su apartamento. Sentía algo de miedo, aunque nunca le había sucedido nada desde que vivía allí, siempre recordaba las palabras de su maestro en cuanto estar fuera de casa a altas horas de la noche. Al recordar al maestro , su protector y padre, una nube de nostalgia se dibujo en sus ojos ¿Qué pensaría su padre de ella si supiera que había tomado alas y ahora vivía tan lejos de Rozan?...
Mientras caminaba por las calles pensando en su padre y en todas las invaluables enseñanzas que había heredado de él , escucho unos gritos de auxilio que venían de una callejuela cercana , sintió miedo , pánico, pero su padre le había enseñado a que debía ayudar a todo aquel que se encontrara en problemas y esa persona sin duda necesitaba su ayuda.
Se acercó a donde había escuchado el llamado de auxilio y encontró allí a un hombre el cuál tenía una profunda herida en el abdomen. Rápidamente Shunrei busco la manera de detener la hemorragia y llamar un ambulancia para que atendieran lo más pronto posible al herido.
Espero un poco y en pocos minutos la ambulancia llegó para auxiliar el paciente. Estaban a punto de subirlo en la ambulancia cuando el hombre tomo las manos de Shunrei y le rogó – no me deje solo se lo suplico, venga conmigo .
Shunrei accedió a su petición y subió ala ambulancia con él.
Llevaba varias horas en la sala de espera de aquel hospital a donde habían llevado al hombre mal herido. Cuando ella vio al doctor salir de la sala de cirugía se acerco a él y le preguntó cómo estaba el herido.
El paciente se encuentra estable, logramos sacar la bala de su abdomen y ahora esta en sala de recuperación – le indico el doctor – es una suerte para él que usted le brindara los primeros auxilios, realmente hizo un excelente trabajo al detener la hemorragia. Por cierto Srta. ¿es usted familiar o amiga del paciente?
Oh…. No, solo pasaba por el lugar cuando escuche su llamado por ayuda, realmente no lo conozco. Pero él me pidió el favor de acompañarlo hasta aquí. Me alegra que se encuentre fuera de peligro ahora.
En ese caso Srta. usted ha sido como un ángel al estar en el lugar y el momento adecuado para prestarle su ayuda , créame unos minutos más y seguramente no estaríamos contando la misma historia. Si lo desea puede retirarse a descansar , por el momento el no saldrá de recuperación hasta mañana. Y usted puede pasar a visitarlo si así lo quiere .
Gracias doctor, me iré a descansar y volveré mañana temprano. Que tenga una buena noche.
Shunrei salió del hospital y tomó un taxi hasta su apartamento. Al llegar y prepararse para descansar no pudo evitar recordar como años atrás ella se encargaba de curar las heridas que los entrenamientos y batallas dejaban en Shiryu, ella siempre se esmeraba por cuidarlo bien por que se recuperara pronto, y recordó también que le preparaba aquellas bebedizos que en ocasiones el rehuía tomar por su mal sabor, recordar todo aquello hizo que inevitablemente su rostro terminara bañado en lágrimas y es que aunque habían pasado dos años desde que no sabia nada de él, sin embargo, no había pasado ni un solo día en que no pensara en él , no había pasado ni un solo día en que no lo extrañará y no había pasado ni un solo día en que no deseara verlo de nuevo. Aun así seguía pensando que su decisión era la mejor , lo mejor para su frágil corazón.
Al dia siguiente Shunrei tenia su dia libre , así que decidió ir al hospital a visitar al hombre que había encontrado herido. Al verla llegar el chico le agradeció profundamente la ayuda que ella le había prestado. Ella supo que se llamaba Diogo, que estaba en la ciudad por asuntos de negocios, y que pertenecía a una familia adinerada de Portugal. Diogo no pudo evitar pensar que la chica que lo había salvado era un ángel, no solo por la ayuda que le había prestado, sino porque la chica le parecía realmente preciosa.
En pocos días Diogo fue dado de alta del hospital y también empezaron las investigaciones para dar con los delincuentes que lo habían asaltado y dejado al borde de la muerte. Diogo mantenía cercana comunicación con Shunrei, él se sentía muy agradecido con ella pero también había empezado a tener otra clase de sentimientos por la chica que le salvó la vida, fue inevitable para él ya que Shunrei además de ser muy hermosa de apariencia y de figura era una chica con una personalidad muy especial.
Diogo era un joven de unos veinte años. Era alto, de buena figura, cabello castaño y ojos negros, además de eso se desempeñaba como gerente de su propia empresa , era el heredero de una famosa industria química y se encontraba en Macao por asuntos de negocios. Sin embargo el joven alargó su estadia allí solo por pasar más tiempo con Shunrei. Siempre iba a almorzar al restaurante donde ella trabajaba solo como una excusa para verla y siempre se ofrecía a llevarla a su casa cuando ella terminaba su jornada laboral.
Semanas después
¡Otro ramo de flores esta semana! – exclamo la Sra. Aitana – parece que este joven Diogo quedó impresionado contigo Shunrei. A mi parece que esto es más que simple agradecimiento.
Se enamoró de ti… - dijo en un tono romántico y dramático Catalina – que romántico te ha enviado como una docena de ramos de flores las ultimas semanas.
Por favor dejen de estar haciendo historias -exclamo en tono de reproche Shunrei – él solo esta agradecido por la ayuda que le presté.
Si, claro, solo agradecido – exclamó con ironía Euginia – por eso es que se ha vuelto el cliente numero uno del restaurante y siempre viene a recogerte cuando terminas tu trabajo.
Shunrei quedo un tanto enrojecida por tales comentarios. Las gemelas tomaron sus pertenencias y salieron al colegio. En esto la Sra. Aitana tomó unos momentos para hablar a solas con Shunrei.
¿Estas segura que tú y este joven Diogo son solo amigos? – pregunto en tono maternal la Sra. Aitana- a mi me parece que este joven esta sinceramente interesado en ti.
De verdad solo somos buenos amigos – respondió sinceramente la chica – usted sabe muy bien que yo tengo sentimientos muy fuertes por alguien que conocí hace muchos años atrás.
Lo sé Shunrei. Ya me has contado de Shiryu y de lo que sientes por él. Pero me parece que, como tu me has dicho tantas veces, tu amor con él no se realizará. Toma mi consejo Shunrei , tu sabes, quiero tu felicidad, permítele a tu corazón recibir a alguien más, tu estas muy joven y te mereces amar a alguien que te pueda corresponder. Quizá Diogo sea ese alguien, el muchacho parece realmente sincero, piensa en darle una oportunidad.
No lo sé Sra. Aitana…. No lo sé – respondió confundida Shunrei -.
Ese mismo día por la noche Diogo paso por el restaurante y se ofreció a llevar a Shunrei hasta su casa. Estaban casi por llegar frente al edificio donde vivía ella cuando Diogo detuvo su auto
Shunrei, quiero decirte que estaré eternamente agradecido por lo que hiciste conmigo. Pero también quiero que sepas que últimamente pienso mucho en ti – dijo tomando sus manos entre las suyas – Shunrei eres la mujer mas hermosa que he conocido no solo por como luces sino por tu bella personalidad…..tu…. tu me gustas mucho.
Shunrei se quedó congelada en ese momento, realmente no se esperaba esta confesión y no sabía que responder ante lo que acababa de escuchar. Ciertamente se sentía alagada con lo que Diogo le decía y era innegable que él era un chico muy simpático y agradable. Pero en ese momento no pudo evitar pensar en Shiryu, no podía negarle a su corazón que todavía lo amaba, no podía dejar de pensar en él. Entonces pensó en la conversación que había tenido con la Sra. Aitana esa mañana y en los consejos que ella le había dado ¿Era el momento de acallar su corazón y darle la oportunidad a alguien más de amarla? Es más ¿Acaso esa era la oportunidad de darse a si misma la posibilidad de intentar amar a alguien que si le correspondiera? Por momentos estas inquietudes invadieron su mente, ¿Seria posible olvidar a aquel que ella consideraba el amor de su vida y permitirle a otro hombre ocupar ese lugar en su corazón?...
Igual que el mendigo cree que el cine es un escaparate,
igual que una flor resignada decora un despacho elegante,
prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño
y reír será un lujo que olvide cuando te haya olvidado.
Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo
procuro encender en secreto una vela no sea que por si acaso
un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver
reduciendo estas palabras a un trozo de papel.
Me callo porque es más cómodo engañarse.
Me callo porque ha ganado la razón al corazón,
pero pase lo que pase,
y aunque otro me acompañe,
en silencio te querré,
en silencio te amaré,
en silencio pensaré tan solo en ti.
Continuara…
Próximo capítulo:
…Era para ella la primera vez que alguien la besaba y no podía entender como ese gesto había movido tanto en su interior, no dudo en abrazarse al cuello del chico y corresponderle con toda la pasión que había dentro de ella…..
Tranquilo amigo Shiryu no me tienes que dar tantas explicaciones. Además solo llevas aquí dos semanas no creo que en tan poco tiempo alguien te valla a robar a Shunrei – dijo pícaro el niño – seguro ella esta bien.
N/A: ¿Qué tal les pareció?... Espero les halla agradado y recuerden de que me harían muy feliz si me dejan sus opiniones.
Nos leemos pronto
Besos….
