SC/Atsuo: Hola gente misteriosa y desconocida o.o
ES/Tatsuya: somos los hermanos Soul, o también conocidos como la descabellada mente del autor ¬w¬

SC: Bienvenidos! les presentamos nuestro primer fic...o más bien dicho novelización de algo ya existente

ES: bastante épica y bizarra por cierto o.o y pues, no sabemos cómo va a ir, pero daremos lo mejor!
SC: Y muchas gracias a los que lean, y sobre todo a Zelliana, nuestra hermanita en FF! esto va por ti también!

ES: es un regalo! además de que queríamos darte algo que pudieras entender sin tener que sacrificarte mucho!
SC: Y pues, sin más preámbulo
ES: advertencia, todos los personajes les pertenecen a Nintendo...ya saben, esos tipos que viven con plomeros en las alcantarillas o.o

SC: También saludos a Ryuna! quien quería leer esta historia también!
ES: *le da un golpe* acción!


Todo era silencio y tranquilidad para Link.

El joven de diez años, quien recientemente había vivido la aventura más grande de su vida, se encontraba solo. Muchas cosas habían sucedido los últimos dos años, aún estaban muy presentes en su mente.

Él provenía de una tribu conocida como Kokiri. La gente se caracterizaba por no crecer más allá de los diez años, al menos físicamente. Aunque el tiempo le hizo enterarse de que él en realidad no pertenecía a esta. Él era un hylian, la raza de personas más abundante en su mundo., y a la vez el salvador del mismo reino al que pertenecía, Hyrule.

Sus aventuras eran incontables, lo más relevante es que viajó en el tiempo siete años en el futuro para poder vencer al causante de la guerra que se estaba desatando en su reino, y que además era el escogido por las Diosas para portar uno de los fragmentos del poder dorado. La Trifuerza del Valor.

Y tras dos años de pruebas y arduas batallas, el rey de los Gerudos, Ganondorf, fue sellado en el mundo paralelo a este, conocido como el reino sagrado.

El reino volvía a estar en paz. Se supone que él debería estar tranquilo y continuar con una vida más normal en ese lugar, pero no.

En esos siete años de aventura, Link se hizo de muchos amigos y gente que él podía considerar como su familia.

Pero la persona que lo había acompañado desde el principio no se hallaba por ninguna parte, ni siquiera en el bosque Kokiri, donde esta pertenecía.

Navi. El hada guardián que se le había asignado al rubio, para acompañarlo el resto de su aventura.

Había desaparecido sin más. Claro, se había despedido, pero lo que el rubio no entendía era el porqué de su partida. No fue de regreso a su aldea de inicio, con el árbol Deku, guardián del bosque y de los Kokiris, como él se esperaba. Pasó el tiempo, Link se encargó de seguir su vida como un hylian que era, junto a sus amigos y a todos a quienes conoció en ese reino. Su Hogar.

Pero Navi no regresaba, Link no entendía la razón.

Se propuso a encontrarla, para él las cosas no podían quedarse así. Y tras pensamientos, y decisiones que le chico tuvo que tomar, se dirigió a visitar a la Princesa Zelda. Antes ya había informado a la rubia acerca de todos los incidentes, sucesos, puesto que ella también estuvo a su lado cuando realizó su misión. Era una muy gran amiga para él, al igual que Saria, su mejor amiga de la infancia. La oji azul comprendió al chico, y sintió que su destino, el destino de las diosas, era que Link tenía que dejar Hyrule, no estaba segura de a dónde iría, qué sucedería, ni el motivo exacto, mas daría todo su apoyo a Link.

-Creo que deberías hablar con Saria sobre esto, estoy segura de que ella puede ayudarte- fue el consejo que ella le dio.

Regresó al bosque Kokiri. Un lugar muy importante para él. Sus amigos continuaban en ese lugar. El chico tal vez ya no era un Kokiri realmente pero a los chicos del bosque nunca les importó eso. Todos lo recibieron con la mayor de las alegrías.

Quizá el chico estaba bastante preocupado por Navi, pero no podía, simplemente no podía negarse a compartir con sus amigos en ese lugar, y de paso a visitar al Árbol Deku. Ya no seguía vivo, había muerto tras el ataque de Ganondorf, cuando se dispuso a robar el tesoro de ese bosque: la esmeralda Kokiri.

Él era como un padre. Y a pesar de que ya no seguía allí Link aún podía sentir como su espíritu velaba en ese lugar. Algún día regresaría a la vida.

/

Link se encontraba en la entrada de los bosques perdidos. Era un lugar misterioso, nadie ha estado nunca seguro de los secretos que oculta ese místico lugar. Dicen que es un portal a muchos lugares, lugares que ni se ha pensado que existen. Había personas que se han perdido por mucho tiempo en él, incluso para siempre.

Afortunadamente, el oji azul conocía una minúscula senda de este lugar, una senda que le ayudará a encontrar a Saria.

El rubio iba de pasadizo en pasadizo mientras escuchaba cómo la melodía de su amiga resonaba armoniosamente por casi todo el lugar. Tras varios giros y vueltas el chico se topó con el jardín y la mansión abandonada.

Muchas criaturas revoloteaban y se paseaban por el lugar a medida que el chico se acercaba al sitio especial donde Saria siempre lo esperaba por las tardes.

-Link!- exclamó la peli verde deteniendo su melodía y abrazando a su amigo.

-Hola Saria- respondió el chico con el mismo afecto.

La chica miró curiosamente a la criatura que acompañaba al oji azul- Y ella, ¿La conoces cierto?
-Eh? Ah, ella es Epona, la conocí fuera, un tiempo después de que partí hacia mi destino- respondió el chico señalando a la pequeña yegua con la cuál viajó durante sus aventuras. Ella era color Anaranjado, con melena, patas y cola que iban de negro a blanco.

-Es muy bonita- respondió mientras acariciaba a la criatura- Y cómo has estado? Te noto bastante cansado, y algo preocupado- La peliverde tenía sus sospechas bien claras.

Él no pudo dar otra cosa que un suspiro- Es una larga historia, así que mejor te acomodas para que te cuente un cuento- bromeó.

Cada palabra llegaba a la chica, siendo difícil de asimilar sin asombrarse, o sin reír en algunas ocasiones. Desde que salió del bosque, había combatido contra incontables bestias, viajado por todo el reino, incluso a través del tiempo. De hecho incluso se había encontrado con ella en el futuro, para su sorpresa. Las cosas habían pasado en mucho tiempo para ellos, pero en muy poco para él. Todo seguía fresco en su mente, como si hubiese pasado hace unas horas.

-Vaya, esa sí que es una historia…- exclamó ella aún algo confusa respecto a los viajes en el tiempo y todo lo que había sucedido en otra era sin su consciencia allí presente.

-Ya ves… aunque la verdad no sé cómo reaccionar a todo esto- presentó una sonrisa bastante peculiar.
-¿Reaccionar? ¡Mírate! Nos has salvado a todos y todavía tienes esa sonrisa de siempre!- rió la chica- yo no sabría que pensar si estuviese en tu lugar.

-¿No creo que sea una muy buena idea sabes?, aunque no te preocupes, de aquí a siete años más me volverás a ver y lo entenderás todo…por muy extraño que suene- rió él también.

-Diosas, siempre supe que eras diferente, pero esto me ha dejado anonadada- exclamó mirando al cielo mientras se recostaba en la hierba.

- Dímelo a mí, de hecho descubrí muchas cosas por allá afuera.

-Debió ser un muy bonito viaje.

-Sí, dejando a un lado toda la violencia y deberes, fue maravilloso.

Ella rió.

Silencio, pero del bueno. Aunque no duró demasiado.

-¿Link?

-¿Sí Saria?

- Te he notado algo diferente, algo te preocupa, ¿no es así?

-¿Cómo es que lo sabes?- preguntó el chico sentándose.

-Eres mi mejor amigo, sé cuando estás así, además de que Navi no está contigo, asumo que es por eso.

-No sé cómo lo haces.

-Creo que, tienes que admitir que las mujeres somos más listas- respondió la peli verde con una sonrisa.

Soltó una breve risa- bueno, ya sabes, se trata sobre Navi.

-¿Se ha enojado contigo?- preguntó adoptando una postura algo más seria.

- No estoy seguro, tampoco sé si eso sea parte del problema- respondió mirando hacia lo profundo del bosque.

- ¿Qué quieres decir Link?

-Navi se ha ido, Saria. No sé a dónde, sólo se fue tras terminarse todo.

-…- la chica meditó por un momento- ¿No te ha dicho nada?
-No lo hizo. De verdad me preocupa. ¿A dónde se podrá haber ido? No hay lugar seguro para mí.

-Puedo ayudarte a saber eso, sólo deja concentrarme un momento.

-¿Puedes hacer eso? ¡Gracias Saria! No sabía que t-
-Link, la concentración.

-Oh- exclamó el chico y guardó silencio.

El chico observaba cómo su amiga se concentraba. De Saria conocía lo de poder comunicarse a largas distancias y poder conectarse con el bosque y todo lo que este interconectaba en el reino, por algo era la Sabia del bosque, pero esto era nuevo para él.

-Mmm…

-¿Qué sucede?- preguntó el chico.

- Ya sé qué fue de ella.

-¿Qué fue…?

Saria permaneció silenciosa y apuntó hacia donde una enorme entrada se encontraba a la distancia.

-¿En alguna parte del bosque?

-No Link, esa es la zona prohibida del bosque. Sólo el árbol Deku sabe acerca de ella, no se nos tiene permitido entrar allí. Nadie sabe lo que oculta ese lugar. El árbol Deku dijo una vez que ese lugar es incluso más vasto que el propio reino.

- La zona prohibida…

-No puedo saber dónde se encuentra Navi, pero es seguro que ella se ha ido por allí…

-Tengo que ir a buscarla.

-¿Qué? Link, ¿En qué estás pensando?

-Es Navi Saria, no puedo dejar que se vaya sola. Por más que lo piense, ella no tiene nada que hacer en ese lugar.

- Sí, pero… no sabes lo que hay allá, podrías no poder volver.

-…Saria.

-No puedes al menos… ¿quedarte un tiempo más?

Era cierto. Link había desaparecido por mucho tiempo. Estaba destinado a cumplir con el destino de salvar a Hyrule. Este era un viaje personal…

Saria lo comprendía, lo aceptaba, pero a pesar de eso, Link no podía evitar sentirse culpable por dejar atrás a sus amigos.

La vida en ese mundo no era eterna. ¿Qué pasaría si él moría? ¿Volvería a ver a sus amigos en otro lugar? Y de ser así, ¿cuánto tiempo le tomaría?

Y repentinamente toda su familia Kokiri se encontraba en el lugar.

-¡Link!- exclamaron todos.

-¡C-Chicos!- exclamó muy sorprendido.

-Link, ¡te vamos a extrañar mucho!

-¡Te estaremos esperando para cuando regreses!- exclamaron todos al unísono.

-Amigos…-sonrió el rubio con gran felicidad.

-Link... eres un rufián.

Todos se paralizaron.

-¡Mido!- exclamó Saria molesta al peli rojo quien poseía ese nombre.

-No me malinterpretes Saria- el chico cerró los ojos mientras la chica pareció calmarse en su totalidad- Link, sé que desde la última vez que estuviste aquí, cuando el árbol Deku murió, no nos llevábamos muy bien… recuerdo muy bien todo lo que ha pasado. Desde que te has ido, he tenido mucho tiempo para pensar. Perdón por haber sido así todos estos años- terminó con un rubor de vergüenza el chico.

-¿¡MIDO!?- exclamó el resto (excepto Saria y Link) en completo asombro.

Link y Saria no hicieron más que presentar una sonrisa en sus rostros.

-¿¡QUÉ!? ¡No me miren así! ¿Qué acaso creían que no puedo sentir nada?- exclamó avergonzado.

-De hecho sí- respondió uno de ellos.

-¡Cállate Fado!- gritó entre molesto y divertido.

-Está bien Mido-respondió Link tranquilamente-

-…qu-qué?- el peli rojo se sorprendió.

-Que todo está bien Mido, no hay rencores- afirmó el Rubio expresando su mirada de rivalidad, característica de ambos. Mido hizo lo mismo- Pero hay una cosa que no entiendo… ¿por qué me has dicho Rufián?

-¿Rufián? ¡Pero si lo eres!

-¡Hey!

- ¿Cómo quieres que no te diga rufián? ¡Pensabas en irte sin despedirte de nosotros!

-Um…- Link no tenía una respuesta para eso.

-Es cierto, eres muy impulsivo Link- añadió Ly, una chica de cabello púrpura.

El oji azul miró a Saria como queriendo recibir ayuda.

-Lo siento Link, pero creo que esta vez el apoyo va para ellos- rió ella.

-¡Saria! Pero si yo-

-Nada de peros Link, te guste o no tendrás que quedarte unos días y prepararte antes de ser un aventurero otra vez.

-¡Pero!

-¡Nada de peros Link!- exclamó toda la familia unida.

El chico no pudo hacer nada más que dar un "¡GAH!" y estallar con una risa junto a todos los demás.


SC: prólogo listo!
ES: esperemos les haya gustado! actualizaremos lo más pronto que podamos!
SC: si tienen dudas, consejos, quejas, peticiones misteriosas, ya saben, usen esa cosita que se llama review ¬w¬
ES: hasta otra! coman sus VEGETALES O-O