Deseo de cumpleaños
Capítulo 1
La fiesta
Feliz día del amor y la amistad, que mejor manera que con este nuevo fanfiction, mientras trabajaba se me ocurrió esta loca idea y miren que salió
Este fanfiction será corto no tendrá muchos capítulos como el de la apuesta y la profecía espero que les gusten
También decirles que gracias a la diosa del drama por editar el capítulo de verdad muchísimas gracias yanet26 por editar este capítulo
Los personajes de Frozen no me pertenecen son únicamente propiedad de Disney
Había pasado casi un año desde la coronación de Elsa y la descongelación del reino, por suerte los habitantes habían aceptado el gobierno de Elsa, algunos reyes aún le tenían miedo pero al ver como Elsa gobernaba dejaron de preocuparse.
Por desgracia, al haber congelado su reino se produjeron varias perdidas económicas, pero gracias a las enseñanzas que le impartían los cientos de libros que había leído mientras estaba encerrada en su habitación, había ideado nuevas ideas sobre cómo llevar una situación así, el reino era próspero y todos parecían estar alegres menos cierta cobriza, muy a pesar de saber la verdad sobre el porqué se mantuvo encerrada por tantos años.
- Otra junta de consejo tiene Elsa y otra vez no tiene tiempo para mí – Decía Anna aburrida al cuadro de Jon.
- Lo sé, lo sé, ella es la reina y tiene mucho trabajo, pero aun así casi no pasamos juntas, extraño pasar el tiempo con ella.
Anna estaba triste, desde que había rescatado a su hermana esta había tenido mucho trabajo y casi no hablaban, como si fuera poco parecía que la evitaba, bueno eso era lo que Anna creía, de repente escuchó como la puerta se abría y se veía a un animado muñeco de nieve entrar.
- ¡Hey Anna te estaba buscando!
- ¿Que sucede Olaf?
- Kristoff te estaba buscando, queríamos saber si nos acompañas al pueblo.
Anna se debatía entre si ir a pueblo o no, después de todo quería pasar tiempo con Elsa, pero esta estaba ocupada como siempre.
- Vamos – Dijo mientras se levantaba del mueble en el que se hallaba acostada.
En otra parte del castillo se encontraba Elsa saliendo de su reunión con el consejo, se dirigía a su despacho, al llegar pudo notar sobre su escritorio los documentos que tenía que aprobar, esta solo suspiró y comenzó su labor, cuando de repente alguien tocó a la puerta.
- Adelante – Respondió sumergida en la lectura de los contratos de compra y venta con el reino de Corona.
- Disculpe que la interrumpa su majestad.
- ¿Que sucede Kai?
- Es sobre su hermana alteza.
Al escuchar que se trataba de su hermana dejó de leer el documento y miró a Kai.
- ¿Que le sucede a Anna? - Preguntó asustada.
- Tranquilícese su majestad, no le sucede nada malo.
- ¿Entonces qué pasa Kai?
- Falta exactamente un mes para el cumpleaños número 19 de su hermana majestad, desde la muerte de sus padres no se ha celebrado, era para saber si este año se llevaría a cabo el cumpleaños de la princesa Anna.
Elsa quedó sorprendida no solo por el hecho de que su hermana no celebrara su cumpleaños sino por haberlo olvidado, tanto tiempo encerrada y sumergida en los libros le habían hecho olvidar una fecha tan importante.
- Hablaré con Anna para ver qué opina y después te haré saber mi decisión, ¿Sabes dónde se encuentra?
- La princesa Anna se dirigía al pueblo con Olaf y el joven Kristoff.
Al escuchar el nombre del rubio Elsa solo pudo gruñir, no le agradaba mucho que su hermana estuviera con el.
- Entiendo, ¿Sabes a qué hora volverá?
- Lo dudo su alteza, lo único que puedo decirle es que siempre vuelve a la hora de la cena.
- Entendido, dígale a la cocinera que prepare algo especial para mí y para Anna, cenaremos juntas esta noche.
- Si su majestad.
Kai se retiró del lugar dejando a Elsa algo irritada, quien masajeaba su cien tratando de tranquilizarse.
- Ahora el tonto de Kristoff disfruta la compañía de mi Anna mientras yo estoy firmando estos tontos papeles - Dijo enojada mientras congelaba su escritorio sin darse cuenta.
Se percató de lo que había hecho y con un movimiento de muñeca derritió el hielo.
- Es normal que me enoje, soy la hermana mayor y Anna es muy hermosa, la chica más bella y hermosa del planeta, solo quiero proteger a mi hermanita de tontos que quieran juegar con ella, aunque la haiga ayudado no confió en ese tipo que tiene como amigo a un reno, espera, ¿qué estoy diciendo?, no debo de comportarme así con él si nos ayudó, no sé qué me pasa, cada vez que veo a ese tonto rey de los renos con Anna me dan ganas de congelarlo y dárselo a Malvavisco para que juegue con el.
No se había percatado de que había congelado todo su despacho a causa lo enojada que estaba, cuando lo notó hizo un ademan descongelando todo y se acomodó mejor en su asiento.
- ¿Que es este sentimiento que tengo por Anna?...
Anna paseaba y se divertía con los niños del pueblo, mientras Kristoff observaba como la cobriza jugaba.
La princesa le había confesado a Kristoff que no lo amaba, que amaba profundamente a Elsa pero que esta no le prestaba ningún tipo de atención, siempre estaba resolviendo asuntos del reino y esto la había deprimido mucho, pero gracias al rubio lograba no sentirse tan triste.
Kristoff sabía que el corazón de la princesa le pertenecía a alguien más pero no era correspondida, así que se propuso intentar conquistar a la princesa.
Como era de esperarse la princesa había regresado a la hora de la cena, se dirigió al comedor y grande fue su sorpresa cuando vio a Elsa sentada en el comedor leyendo un libro, por impulso corrió en su dirección.
- ¡Elsa! – Gritó emocionada.
La platinada alzó la vista pero lo único que pudo ver fue un vestido verde que saltaba sobre ella y la abrazaba.
- ¡Elsa estoy muy feliz de que estés aquí! – Decía aun abrazándola.
Elsa estaba en un aprieto, su hermana la estaba abrazando demasiado y sentía los pechos de esta chocar contra su cara, se sentía en el paraíso pero lo que le preocupaba era la falta de oxígeno que la estaba aquejando.
- Anna…..m..e…es…tas….es…tran…gu…lan..do - Trataba de decir la platinada.
La princesa de inmediato la soltó pero aún permanecía sentada en sus piernas.
- ¿Estas bien?
La rabia asintió mientras recuperaba el oxígeno que había perdido.
- Lo siento Elsa, es que estoy feliz porque es hermoso que estés aquí, eso no quiere decir que tu no seas hermosa porque claramente eres hermosa, muy hermosa, más que cualquier chica que haya visto, espera que?
Elsa comenzó a reír al escuchar a su hermanita divagar, hace tiempo que no escuchaba a Anna hacer eso, la cobriza se contagió de la risa de la platinada hasta que escuchó carraspear a alguien y dejaron de reír.
- Disculpe su majestad, ¿Ya le sirvo la cena? - Preguntó Kai algo apenado de ver a Anna sentada en su regazo de Elsa.
La cobriza se dio cuenta de la posición en que se encontraban y de inmediato se separó de su hermana colocándose en su lugar completamente sonrojada, Elsa por su parte regresó a su pose de reina.
- Puedes servir la cena – Indicó la reina.
Kai realizó una reverencia, después de unos minutos varias platos que contenían diversos tipos de chocolate comenzaron a adornar la mesa de la cena, Anna estaba sorprendida de ver los diversos platillos con chocolate.
Sin pensarlo dos veces comenzó a tomar varios chocolates y comerlos, Elsa miraba tiernamente a su hermanita, un poco de chocolate la había quedado en el rostro, Elsa se acercó y lo limpió con uno de sus dedos, sin pensarlo se llevó los dedos a la boca y comió el sobrante, segundos más tarde se percató de que había hecho algo que no debía al ver como Anna tenía los ojos abiertos y la cara roja como un tomate.
Elsa no supo que decir, solo se limitó a comer el chocolate de su plato.
- Anna…
- Si… – Contestó aun sonrojada.
- ¿Pronto será tu cumpleaños verdad?
La cobriza se puso a pensar para recordar en qué fecha estaba y después de pensarlo unos segundos asintió.
- Bueno, sé que por lo ocurrido con mis poderes estuvimos mucho tiempo separadas, después ocurrió la muerte de nuestros padres y después lo de la coronación, ammm estaba pensando ¿si te gustaría celebrar tu cumpleaños este año? - Preguntó por fin Elsa.
Anna no podía creer lo que su hermana estaba diciendo.
- ¿Quieres celebrar mi cumpleaños?
La reina asintió.
- ¿Estarás conmigo cuando corte el pastel, en el baile, abriendo los regalos, saludando a los invitados?...
- Si Anna, estaré contigo en lo que desees ese día.
Anna se levantó de su asiento y abrazó a su hermana mientras la llenaba de besos en la cara.
- Claro que quiero festejarlo, es lo que más deseo en esta vida, que estés conmigo en mi cumpleaños, es lo que más he deseado desde hace varios años - Decía muy animada.
Elsa se limitó a sonreír a su hermana.
- Espera un momento - Interrumpió Anna.
-Dime, ¿Qué pasa?
- ¿Tú organizaras la fiesta verdad?
- En realidad Kai la va a organizar, tú le dirás lo que deseas y yo lo aprobaré sin problema – Contestó algo nerviosa.
- No, yo quiero que tú la organices conmigo – Dijo enojada la princesa.
- Anna sabes qu…
- Nada de peros, yo soy tu hermana y soy lo más importante para ti, así que es una promesa que estarás conmigo para organizar la fiesta y pasar el tiempo juntas - Decía mientras extendía la mano para sellar la promesa.
- Te lo prometo, palabra de reina de Arendelle - Dijo Elsa mientras estrechaba la mano de su pequeña hermanita.
Había pasado por fin un mes y el gran día había llegado, pero cierta princesa en lugar de sentirse feliz estaba completamente triste, como era de esperarse Elsa al día siguiente de haber hecho la promesa comenzó con los preparativos, pero hubieron problemas con algunos tratados de comercio con otros reinos y tuvo que salir de viaje de inmediato, cuando volvió tenía que firmar documentos para aprobación de leyes, después juntas y la organización de la fiesta había pasado a manos de Kai, Anna se sentía triste porque Elsa había roto su promesa.
Se encontraba en su habitación terminando de arreglarse de mala gana para sus invitados cuando de repente tocaron a la puerta, ordenó que pasaran y cuando se volteó para ver quien era se sorprendió de ver a Elsa.
- Hola… - Dijo la reina.
Anna solo la miró y después continúo con su arreglo.
- ¿Cómo estás? - Pregunto tímida Elsa.
- Bien - Respondió secamente.
- ¿Estas molesta?
La cobriza dejó lo que hacía y se volteó para ver a su hermana.
- Rompiste tu promesa - Dijo al fin.
- Anna perdón, pero sabias que esto iba a ocurrir, con los asuntos del reino y todo lo de los tratados no me dio tiempo para ti.
- ¡Me diste tu palabra de reina de Arendelle que pasarías tiempo conmigo y que organizarías mi fiesta de cumpleaños pero no, me ignoraste como siempre!
- Estas equivocada, no te ignoré, solo que tuve cosas que hacer.
- ¡Y esas cosas fueron más importante que tu propia hermanita, a la que tienes abandonada desde hace años!
- Yo no que…
- ¡Pues aunque no querías lo hiciste, ahora vete de mi habitación que tengo que terminar de arreglarme para ir a mi estúpida fiesta!
Dicho esto Anna se volteó para terminar de arreglarse, Elsa se marchó de inmediato sabiendo que había faltado a su promesa, pero no podía hacer nada, ahora era la reina de Arendelle.
La fiesta transcurrió tranquilamente, la cobriza aún estaba enojada con su hermana pero trató de que eso no se notara, platicaba con las princesas de otros reinos o la pasaba con Kristoff y Olaf quienes trataban de meter a Sven a la fiesta, pero los guardias se los impidieron.
Llegó la hora de partir el pastel, aunque Anna ya no estuviera en edad para esas cosas le encantaba que le cantaran y pedir deseos al soplar las velitas del pastel, obviamente de chocolate, una vez que terminaron de cantar Anna pensó en que deseo pedir.
"Quiero comprender a Elsa, quiero ser como ella, que pase más tiempo conmigo y por fin tener el valor de decirle lo que siento por ella" - Pensó antes de soplar las velas de su cumpleaños.
Anna tomó aire y después apagó las velas, todo el mundo comenzó a aplaudir, cuando una de las ventanas del salón se abrió y una ráfaga fuerte de aire entró, después de unos segundos todo se calmó pero la princesa Anna cayó al suelo inconsciente.
- ¡Anna! - Gritó Kristoff impidiendo que esta callera al suelo.
De inmediato un grito se escuchó en otra dirección donde se encontraba Elsa desmayada, de inmediato Kai acudió a ver qué le ocurría, ninguno de los presentes entendía lo que estaba pasando, Kai ordenó llamar al doctor del castillo mientras llevaban a la reina y a la princesa a sus respectivas habitaciones.
En otra parte del castillo una persona las miraba con una sonrisa en los labios.
- Espero que tu deseo de cumpleaños se cumpla princesa y así puedas encontrar tu final feliz - Dijo la persona mientras desaparecía por arte de magia.
Tanto Anna como Elsa no despertaron ese día, el doctor había dicho que se trataba de un simple desmayo por la falta de sueño que tenían las hermanas, así que lo mejor era dejarlas descansar.
Al día siguiente Elsa comenzó a despertar, aún no recordaba nada de lo que había sucedido ni en qué momento se había quedado dormida, comenzó a observar en qué lugar se encontraba pero se dio cuenta de que no era su habitación sino la de su hermana Anna.
- ¿Anna dónde estás? – Preguntó confundida.
Pero en lugar de escuchar su voz escuchó la de Anna, se tapó la boca pero se dio cuenta de que no eran sus manos, paso una mano por su cabello y cuando lo tomó comenzó a observar que en lugar de su habitual color rubio platinado había un color cobrizo, se levantó de la cama y también se percató de que no tenía su habitual vestido de reina sino el vestido de su hermana, comenzó a buscar un espejo y cuando se reflejó en el en lugar de verse a ella vio a otra persona.
- ¡No puede ser, me he convertido en Anna!
…
Espero que les haiga gustado, espero su comentario, amenaza de muerte, critica lo que gusten no sean malos comenten que les cuesta los quiero mucho feliz día los quiero
