Hola aquí estoy de nuevo con otra historia.
IMPORTANTE: NO es mía esta basada en una novela llamada… la verdad no lo se y escrita por, la verdad tampoco no lo se.
Y les voy a decir porque no lo se. Un día limpiando la "bodega" de la casa me encontré con un libro sin pasta y de hojas amarillas, me llamo la atención y decidí ver de que se trataba y oh sorpresa era una novela desgastada y vieja, le pregunte a mi madre y me dijo que era bonita que la leyera y pues eso hice. Me gusto y me dije "y porque no?" cierto personaje es algo parecido a aunque no del todo.
NOTA IMPORTANTE: Repetir otra vez que NO ES MIA esta basada en una novela de una escritora muy buena, a mi parecer. Si a alguien le suena la historia y cree saber quien es él o la autor (a) o por lo menos el titulo, por favor dígame y lo pondré aquí, gracias.
Otra cosa el titulo no es el verdadero, como ya dije no me lo se.
Amor en los viñedos.
El motivo.
Hermione se encontraba ansiosa y con el corazón palpitándole acelerado cuando el doctor Albus Dumbledore termino de examinar a su hijo, de tres años, quien tenía el torso desnudo. Mientras la enfermera vestía el pequeño, el medico salio junto con la madre hacia su consultorio y cerro la puerta. Hermione se preparo para escucharlo. Su largo cabello castaño rizado se mantenía alejado de su cara por medio de una peineta. Los ojos cafés le brillaban por la preocupación.
-Como esta mi hijo, doctor Dumbledore? –le pregunto y su voz era apenas un murmullo.
Conocía muy bien al galeno para no darse cuenta de la seriedad de su rostro. El trajo al mundo a Ferdie y la enfermedad asmática de su hijo, durante los últimos dos años, la había obligado a visitarlo con frecuencia.
-El no mejora –le confirmo el hombre- y no necesita decirme que los ataques de asma se han hecho más frecuentes en los últimos meses.
Un frío estremecimiento sacudió su cansado cuerpo. El le decía la verdad, pues ella había pasado muchas noches sentada junto a la camita del niño proporcionándole los medicamentos que le habían prescrito para ayudarlo a respirar.
-¿Que debo hacer?
-Solo hay una cosa según mi opinión –le advirtió él- aléjelo de la costa y llévelo tierra adentro.
-¿De vacaciones, quiere decir? –pregunto esperanzada, evadiendo la única solución obvia.
-En definitiva. Ferdie padecerá asma para siempre. De esto estoy seguro, pero lejos de la costa aliviara lo suficiente. No podrá permanecer aquí en Ciudad del Cabo.
-No puedo renunciar a mi trabajo y cambiarme a otro lugar.
-Comprendo que trabaja para sostener a su hijo y que apenas empieza a cosechar los frutos de sus esfuerzos anteriores, pero, si valúa en algo la salud de su hijo, Hermione, debe marcharse cuanto antes.
-¿Tan grave es su mal?
Interrumpieron su conversación cuando la puerta se abrió y el pequeño, de cabello oscuro, entro. Una tierna sonrisa apareció en el rostro del infante, al tiempo que su mirada se hacia radiante. El era el único objetivo en su vida y no podía arriesgarse a perderlo.
-Vamos a casa Ferdie –tomo con ternura la mano de su hijo entre la suyas.
-Si me necesita ya sabe que bastara que llame por teléfono e iré cuanto antes –murmuro Dumbledore y abrió la puerta.
-Muchas gracias.
Ferdie charlo incansable mientras llegaban a la planta baja y salían al calido sol de otoño, pero Hermione no le ponía la menor atención. Sus pensamientos se agitaban en un torbellino para hallar una solución y solo cuando Ferdie se sentó a su lado en el auto, se dio cuenta de que su hijo se había hundido en un profundo silencio para observar el comportamiento de ella.
-Mamita ¿Por qué estas preocupada? –le pregunto con una voz ronca extraña para su edad.
-No estoy preocupada, cariño.
-A mi me lo pareces –reitero.
-Oh Ferdie! –Hermione suspiro casi apunto de llorar y lo tomo entre sus brazos con fuerza- vamos a casa –sugirió un poco mas controlada- te daré un poco de leche caliente y unos pastelillos de los que te prepare ayer.
-¿Podré ponerles nueces? –le pregunto desprendiéndose de ella y volvió a acomodarse en asiento.
-Podrás agregarles todo lo que tú quieras.
Hermione puso en marcha el motor y ninguno volvió a hablar mientras se dirigían a casa. Situada en los suburbios del norte de la ciudad.
Hermione no dejo de pensar en la solución a su futuro que tendría que ser en beneficio de la salud de Ferdie. Sus pensamientos continuaron en lo mismo cuando por la noche lo acostó y se quedo a su lado, contemplando su palidez. Ferdie era el vivo retrato de su padre. Nadie que los viera podía dudar que fuera hijo de Severus Snape. Tenía los ojos negros y el cabello aun más negro, y lacio. Hermione estaba segura que cuando creciera seria tan apuesto como su progenitor.
Volvió a suspirar y apago la luz aunque que se quedo sentad en la oscuridad escuchando el agitado respirar de su hijo. Después se puso de pie y salio de puntillas a prepararse una taza de café. Cuando se sentó en el sofá, con su taza de café en las manos se dio cuenta de que sus pensamientos se remontaban al pasado y no al futuro incierto como debería.
Quedo huérfana cuando tenía siete años por lo que tuvo que pasar de un hogar a otro. A los dieciocho termino sus estudios y descubrió que sus padres le habían dejado una pequeña herencia que le permitió pagar sus estudios durante dos años en una escuela de secretariado. Se vio obligada a trabajar los fines de semanas y días festivos para poder tener algún dinero extra para satisfacer otros gastos indispensables. A los veinte, cuando término sus estudios, contaba con una pequeña suma en el banco. Se compro un auto usado y se dedico a pasear los fines de semana por los encantadores viñedos cerca de Ciudad del Cabo.
Fue en el valle del río Berg, donde Hermione conoció a Severus Snape. La banda del motor del auto se rompió y ella no sabia como arreglarla cuando apareció un jeep y se detuvo a corta distancia de ella. Un hombre muy alto se le acerco. Desde ese momento su vida cambio. Muy atractivo y servicial, la examino de arriba a bajo, lo que le provoco un estremecimiento de pavor.
-Severus Snape – fue como se presento de manera un tanto brusca.
El saludo fue breve y de inmediato, se volvió a examinar el daño del auto. Enseguida, su mirada se dirigió a sus delgados tobillos mientras el viento jugaba con la orilla de su falda levantándola, para mostrar gran parte de sus muslos.
-No trae medias.
-Pues… no –respondió ruborizada ante el escrutinio de Severus.
-¿Tiene algún par disponible?
-Si, en mi maleta.
-Tráigalo.
Confundida lo obedeció y quince minutos después, con una banda improvisada con las medias, pudo continuar su viaje a Paarl en tanto que Severus la seguía de cerca en su jeep.
Le consiguió alojamiento en casa de unos amigos. Solo entonces se dio cuenta de que él se consideraba responsable de ella. Durante las tres semanas siguientes, la cortejo con insistencia hasta que la convenció. Él era un experto en el arte de la seducción y su poderosa masculinidad era, para ella, un influjo mucho más poderoso que el vino que él elaboraba y vendía bajo la marca de Bordeaux en su finca. Fue inevitable que ella se enamorara de un hombre así y se caso con el un mes después de haberlo conocido.
Los acontecimientos que se desarrollaron en aquellos breves meses de matrimonio prefería no recordarlos. Debía pensar en su futuro y en el de Ferdie. Necesitaba alejarse de la costa y el único lugar en el que pudo pensar fue en el valle colmado de vegetación donde el aire era todavía puro y fresco. No podía ir a Paarl. ¡Jamás a Paarl! Tenia que encontrar un sitio adecuado para ella y su hijo en Stellenbosch. Estaba bastante alejado del mar y, sin embargo, lo suficientemente cerca de Ciudad del Cabo para llevar a Ferdie al doctor cuando fuera necesario.
Redacto esa tarde su renuncia. No tenía tiempo que perder, pero le pareció una de las cartas más difíciles de hacer. En los últimos tres años había trabajado como secretaria de uno de los directivos de una empresa de ingeniería. Siempre la trataron con consideración y por eso, lamentaba tener que separarse, pero la salud de su hijo era mucho más importante.
Fin del primer Cáp.
Bueno ya saben dejen sus reviews, cuando llegue a los diez vuelvo a actualizar.
EN EL PROXIMO CAP:
-¿Ya tienes trabajo?
-No aun no….
-Hermione Snape?
Hacia tiempo que nadie la llamaba por su nombre de casada y no por el de soltera….
Los movimientos de Severus eran de gran agilidad, suaves………..
Si quieren mas…… dejen sus reviews.
Chao. Besos.
