Disclaimer: Los personajes corresponden en derecho de propiedad a sus respectivos autores, esta historia es sin fines de lucro. Sólo con el único fin de entretener a un público lector; de una fan para fans.
Esta historia ha sido publicada únicamente en ff . net, si la encuentras en otra página se trata de plagio.

Por: LadyKya0


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Un beso justo como ese

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— Goten... Oye ¡Goten! — Gritó el pelimorado llamando la atención del niño que se encontraba sentado a su lado en el sofá azul.

Hacía ya un rato que había estado platicándole a su mejor amigo una travesura que le había hecho a un niño en la escuela, hasta que se dio cuenta que el pequeño Son no le estaba prestando ni la más mínima atención — ¡Goten! — Gritó esta vez cerca de su oído para después darle un fuerte golpe en la cabeza. El pelinegro por fin reaccionó.

— ¡¿Qué te pasa Trunks?! — Chilló como respuesta, sobando el gran chipote en su cabeza con algunas lágrimillas asomándose por sus ojos.

— Eso es lo que yo quisiera saber tonto, ¿Qué te pasa? — Preguntó cruzándose de brazos molesto. — Me ignoraste todo el rato.

Pero un simple "mph" fue la única respuesta que pudo obtener de su compañero. Trunks suspiró, resignándose a lo desesperante que podía ser Goten la mayoría de las veces.

— Iré por un jugo — Anunció el pequeño Brief restándole importancia, comenzó a caminar hacía la cocina con los brazos detrás de su cabeza. No tenía caso estar ahí si Goten lo iba a estar ignorando.

— O... Oye Trunks... — La voz del pelinegro al llamar a su amigo, resonó por la sala en la que habían estado las últimas dos horas jugando, claro hasta que Goten se había quedado absorto en sus propios pensamientos.

— ¿Ahora qué quieres? — Haciendo caso al llamado, el pequeño príncipe saiyajin volteo a mirar al niño, el cual ya se había puesto de pie.

— ¿Por qué las personas se besan en la boca? — Preguntó mirándolo curioso.

— ¿Por qué me preguntas esas cosas? — Preguntó de vuelta, un poco desorientado por el cuestionamiento. — Son cosas de adultos, ya sabes los adultos hacen cosas raras —, respondió con fingida sabiduría.

Lo cierto es que alguna vez llegó a ver que su mamá le deba algunos besos a su papá, pero a cambio ella siempre recibía un "¡Eres muy encimosa!" de parte de Vegeta, y después esté se marchaba del lugar. Suspiró al no entender la situación, porque al final la peliazulada mujer sólo se reía para sí misma mientras se marchaba por la dirección contraria.

— Es extraño, porque a mi papá parece disgustarle, pero mi mamá lo sigue haciendo… — susurró mientras analizaba la situación. — ¡Vamos Goten mejor olvídalo y vamos por un jugo! — Al final Trunks se hartó, y perdiendo el interés en el tema comenzó a caminar de nuevo.

— Pero… yo quiero... — El saiyajin se detuvo de nuevo y volteo a ver al pequeño Son. Pero al voltear, él notó que el niño había acortado la distancia entre ellos. Demasiado para su gusto.

— ¿Qué quieres?… ¡Aléjate! — Y sin más lo empujó, haciendo que el más pequeño cayera al piso en un sentón.

— ¡Trunks eres muy malo! — Lloró el pelinegro mientras sobaba su espalda baja — Eso me dolió mucho — Unas cuantas lágrimas se asomaron de nuevo por sus orbes oscuras.

— ¡Es tu culpa por invadir mi espacio personal! — Esta vez, el mayor se cruzó de brazos molesto.

— ¿Espacio personal? — Goten lo vio interrogante desde el suelo – ¿Y eso qué es?

— ¿Qué es el espacio per… perso…? — Buscó la manera de explicarle aquello a su mejor amigo, quien aún lo miraba expectante — ¡Ay, ya olvídalo! — al final decidió que no importaba intentar explicarle nada a Goten, así que decidió intentar volver a emprender su camino hacia la cocina. De verdad quería ese jugo. — No sé por qué tanta curiosidad, eso de los besos son cosas de adultos que no nos interesan —. El hijo de Goku asintió mientras hacia un puchero que Trunks no notó – ¡Ven mejor hay que jugar con el nuevo avión a control remoto que me regaló mi abuelo! – Esta vez, el pelimorado regresó sus pasos y tomando del brazo a su amigo lo hizo ponerse de pie, para después arrastrarlo por el pasillo.

Goten había quedado resignado, creyó que tal vez Trunks, al ser muy inteligente le respondería su pregunta, pero al final no había sido así. Suspiró. Si tampoco sabía pues qué le iba a hacer; el pelinegro no tardo en comenzar a correr a lado de su amigo, sin necesidad de que este aun lo sostuviese. Con el correr de los minutos, entre juegos y travesuras, ambos terminaron por olvidarse el asunto el resto de la tarde.

Pronto los niños se dieron cuenta de que comenzaba a anochecer, y que para Goten ya era hora de volver a casa.

— ¡Ven mañana Trunks, mi papá me llevará a entrenar! — Gritó Goten en las alturas mientras se despedía con la mano de su amigo, y después de que este le diese una respuesta afirmativa emprendió el vuelo con dirección a las montañas.

— ¿Con que cosas de adultos? — Pero el niño no tardo en sumirse nuevamente en sus pensamientos mientras volaba — ¿Qué no nos interesan? ¡Trunks tonto, a mí sí me interesa! — Para ese momento ya se había detenido en medio del cielo, en donde flotaba con sus brazos y piernas cruzadas. – ¡Tengo que saber! — Gritó, e irguiéndose, aun en el cielo; comenzó de nuevo su vuelo hacia casa.

Sin embargo, para Goten, era verdad lo había dicho Trunks. Sólo había visto a adultos haciendo eso. Recordó entonces a su mamá darle un beso a su padre hace unas semanas cuando éste volvió con ellos a casa, después de la pelea con Majin Boo. E incluso en ese momento no le llamó la atención, se imaginó que todos los padres hacían lo mismo, y su amigo se lo había confirmado, los señores Brief también lo hacían.

… Pero entonces ¿Por qué ellos…? — ¡Ya se! Le preguntare a mamá y a papá —. Y diciendo esto último con entusiasmo, voló con más velocidad que antes.

— ¡Ya llegue! — Se anunció alegre unos minutos después cuando por fin pudo aterrizar frente a su casa, abriendo la puerta animadamente.

— ¡Justo a tiempo Goten, ya es hora de la cena! — Fue Goku quién lo recibió, saludándolo sin mirarlo, sólo observando con gusto cada plato que Milk había preparado, e iba acomodando sobre la mesa.

— ¿No viste a tu hermano en el camino? — El niño le negó a su madre; ni siquiera sabía que su hermano había salido, era fin de semana, así que Gohan no tenía que ir a la escuela. — ¡Se le está haciendo costumbre llegar tarde! – Agregó Milk un tanto disgustada.

— No te preocupes tanto, de seguro esta con esa niña, Videl —, respondió Goku para después comenzar a arrasar con la comida del plato que su esposa puso frente a él. ¿Qué más daba? Lo importante aquí era satisfacer su apetito.

— ¡No me importa si esta con Videl o no, a mí me preocupa que está dejando menos tiempo para sus estudios! — Le reprochó la mujer a su esposo con un tono de voz cada vez más alto; este simplemente se limitó a observarla sin saber en realidad qué decía, además, ¿Cómo hablar con la boca llena? Incluso uno se podía preguntar si con tanta comida dentro el guerrero aun podía respirar.

— ¡Oye mamá...! — Ignorando las comunes quejas de su madre, Goten se acercó más a la mesa donde estaban ambos adultos — ¿Puedo preguntarles algo? — Milk entonces dejó de pensar en su primogénito y se concentró en su pequeño hijo.

— ¿Qué pasa, Goten? — Preguntó Goku, tragando rápidamente un poco de su comida para poder hablar.

El pequeño comenzó a titubear.

— ¿Por qué...? — Ambos padres lo observaban atentos — ¿Por qué los adultos se besan en la boca? — El niño vio a su padre. ¿Y por qué le preguntaba a él? Se cuestionó rápidamente el Saiyajin a sí mismo. — ¿Por qué le diste un beso a papá el otro día? — Ahora se dirigía a su madre al ver que Goku no respondió.

— ¿Por qué preguntas eso, Goten? — Fue el hombre quien respondió con en un tono un tanto serio. Al pelinegro eso le pareció extraño. En esas semanas jamás le había escuchado aquel tono a su papá. ¿Entonces sería algo malo lo que estaba preguntando?

— ¡Sólo quiero saber! — El pobre pequeño no pudo encontrar una respuesta más sensata para responderle a su padre. Sin embargo, ambos adultos guardaron silencio, Goten comenzó a desesperarse.

¿Qué tan difícil era responderle? Vio a su padre volver a comer con su habitual velocidad y regocijo. Que poco interés el de él, pero más que eso, Goku dejó que su esposa le explicara a su pequeño hijo. De todas formas él mismo no podría decirle demasiado, mejor se dedicaría a desaparecer esa pierna de dinosaurio que le había estado haciendo ojitos desde que Milk lo había puesto en la mesa.

— ¡Bueno Goten...! — Inició Milk, pero de inmediatamente calló, mientras buscaba las palabras para continuar. La mujer decidió que intentaría responder a la pregunta de su hijo y no dejarlo con esa duda. Y sin poder evitar que saliera a flote uno que otro suspiró la pelinegra seguía buscando las palabras adecuadas con las cuales iniciar. Algo sencillo y claro para que su hijo pudiera comprender y con lo que quedara satisfecho. Pero… ¿Dónde estaba esa respuesta? — ¡Verás! — Calló de nuevo por un segundo —… las personas se besan en la boca porque se quieren mucho —. El azabache la miró desconcertado. Goku seguía engullendo su pierna de dinosauro mientras observaba la situación, y Milk suspiró de nuevo, resignada. — ¡Si! Mira, como tu papá y yo nos queremos mucho por eso... nos besamos –. La mujer susurró eso último mientas sus mejillas comenzaron a sonrojarse. Jamás se imaginó que tendría que responder a semejante pregunta y menos que sería su pequeño quien la metería en semejante aprieto. Goku por otro lado, por poco se ahoga con la carne de la pierna de dinosaurio; pero nadie le prestó atención. — Ahora ve a lavarte las manos para que puedas cenar —. Cortó Milk dando por terminado el asunto.

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— ¡Entonces... esa era la razón! — Pensaba el niño mientras secaba sus manos en la toalla que colgaba a un lado del lavabo dentro del baño. — Cuando las personas se quieren mucho, entonces se besan —, Goten estaba realmente emocionado al haber aclarado por fin su duda. — Eso lo explica, ¡Claro! ¡Ellos se quieren mucho...! — Sin embargo, se detuvo de repente. — Pero... yo también la quiero mucho, entonces... ¿Ella a mí no me quiere? — Se desanimó ante su nuevo pensamiento.

— ¡Ya llegue! — La voz masculina proveniente de la entrada, seguida de la puerta al cerrarse, llamó su atención.

— ¡Hermano! — Gritó, y salió corriendo hacia la entrada, ¡Qué bien! Él podría decirle.

— ¡Hola Goten! — Saludo Gohan — ¡Mira!, Videl vino a cenar con nosotros —, la chica sólo sonrió mientras daba un paso más hacia adelante, para así poder ver al niño.

— Pasa, Videl —. Se escuchó la voz amable de Milk, la cual se acercó hasta ellos. Para esas alturas, ya era costumbre tener a la chica de vez en cuando de visita en casa. Milk ya había aceptado la situación de la que hasta Goku se había percatado. Así que regresando hasta la cocina, la pelinegra se dispuso a acomodar un nuevo lugar en su mesa.

— ¡Vi...Videl!

Pero antes de que la chica pudiese avanzar hacia la mesa y acomodarse, la voz del hermano menor de Gohan llamó la atención de la chica junto con la del guerrero, quién volteó a ver a su hermanito con curiosidad. Ella lo vio bajar la mirada, y se preocupó.

— Dime, Goten — La pelinegra entonces se agachó intentando así acercarse al niño. Y un ligero presentimiento de que algo iba a pasar la invadió, pero no se preocupó, ya había visto lo suficiente como para saber que con esa familia cualquier cosa podría suceder.

— Tú... — Ambos chicos defensores de la justicia lo observaban — Tú...– pero tal parecía que de verdad le era difícil decirle lo que quería a Videl.

— Vamos Goten, no seas tímido — Gohan no sabía que le ocurría a su pequeño hermano, aun así decidió animarlo.

— ¡Videl! Tú... ¿Tú me quieres? — Y con esta pregunta Milk y Goku prestaron atención a la situación. Ninguno de ellos entendía el porqué de la pregunta, solo veían a un Goten observando a la chica con determinación. Con un leve sonrojo adornando sus mejillas infantiles.

— Claro que te quiero — Respondió la chica sin titubeos, sonriéndole gentilmente.

— ¿Por qué preguntas eso, Goten?

— ¿Mucho? — Volvió a preguntar el niño, ignorando totalmente a Gohan.

Todos los presentes estaban expectantes por la situación, Milk no comprendía qué pudo haberle pasado a su pequeño hijo para que preguntara ese tipo de cosas de repente. Goku sorprendentemente había parado de comer y ahora estaba atento a la situación y es que tenía curiosidad en saber cómo acabaría esa escena. Gohan y Videl sólo se miraban entre ellos confundidos.

— Yo si te quiero mucho Videl — Recalcó el menor de los Son al ver que la chica no contestaba, esta se enterneció por aquella nueva declaración, así que acariciando su cabeza en un gesto suave le contestó.

— Si, mucho, mucho, como si fueras mi hermanito. También te quiero mucho —. Le sonrió de nuevo

— ¿De verdad? — Volvió a preguntar pero ahora sus ojos brillaban de la emoción. La chica asintió feliz al verse aceptada por el pequeño.

— ¡Bueno vengan a cenar! — Pidió de nueva cuenta Milk esa noche, pensando que la muy extraña situación por fin había terminado, la ojiazul se incorporó y comenzó a caminar a lado de Gohan.

— Entonces... — Pero tal parecía que Goten no había terminado con ese asunto, así que volvió a llamar la atención de todos — ¡Videl! — En ese momento la cara del pequeño se tornó seria, tan parecida a la que su padre había tenido hace unos instantes. — ¡Dame un beso! — Así, todo se detuvo, y todos lo miraron totalmente asombrados. — ¡Un beso como los que le das a Gohan!

Todos se quedaron mudos, sin saber que decir. Goku sorprendido más por lo divertido de la situación que por otra cosa, Milk se culpaba mentalmente pensando en que lo mejor hubiera sido dejar a Goten con la duda o se hubiera tomado el tiempo para explicarle más detalladamente la situación a su hijo. Ahora el niño le había pedido a la chica un beso como los que le daba a su hijo mayor, y eso no era…

Esperen... ¿Acaso dijo besos?

-¡¿Qué?! — El grito de Milk retumbo por cada cimiento de la casa ocasionando que ambos chicos se pusieron tiesos, con mil colores subidos en el rostro, sin saber qué hacer o qué decir.

Gohan paso del rojo intenso al morado de horror al imaginarse lo que su madre podría decirles y de lo que sería capaz de hacerles. Cuidadosamente dirigió su mirada hasta su padre, intentando rogarle por un poco de ayuda, pero el guerrero al notar la mirada de su hijo, corrió rápidamente la mirada hacia una de las paredes, diciéndole de esa manera que no él no se metería. Traición, fue lo que pensó Gohan. La más simple y pura de las traiciones.

— ¡Ma... Mamá! — Al verse abandonado, a Gohan no le quedo más que intentar, de alguna forma dialogar con su madre. — Lo… lo que pasa es que… — Pero tenía miedo. Si, el saiyajin que derrotó a Cell, el hijo del guerrero más poderoso del universo… le temía a una mujer humana. Bueno era su madre después de todo.

— ¡Tú! — Y sin dejar que su hijo terminara de hablar, la mujer señaló acusatoriamente a Videl, ésta sólo la vio temerosa esperando el reproche — ¡Has pervertido a mi hijo! — Gritó dramáticamente. Su voz resonó por el bosque espantando a cualquier animal que pudiese encontrarse en los alrededores. El silencio rápidamente se instaló dentro de la pequeña casa. Y aunque sabían que Milk podría estar sobreactuando, ninguno de los presentes encontraba la forma de decirle nada a la mujer de fuerte carácter que seguía parada señalando a la que seguramente se convertiría en su futura nuera.

— O… oiga ¡Yo no he hecho nada de eso! — Contestó la chica un par de segundos después. Claro, no iba a permitir que la acusaran de esa manera, ella no era la culpable y viendo detalladamente el asunto… — Gohan también puso de su parte —, se le escapó, y rápidamente la ojiazul llevó sus manos hasta su boca, al darse cuenta de lo que había dicho.

Gohan lo único que quería era huir. En este momento le vendría bien saber usar la teletransportación. Maldita la hora en la que no le había pedido a su padre que le enseñase aquella técnica. Ahora lo único que le quedaba era rogarle a Kami-sama que en ese momento se abriera el suelo y el desapareciera en las profundidades de la tierra.

Mientras, Goten comenzaba a molestarse más al darse cuenta que lo estaban ignorando.

— ¡Quiero que Videl me dé un beso como el que le dio a Gohan el otro día, cuando entrenaban! — Gritó resentido mientras golpeaba con uno de sus pies el suelo. Esto desde luego no ayudó a que la situación mejorara. Gohan ya sólo pensaba en que después saldaría cuentas con Dende por abandonarlo de esa manera tan vil.

— ¡Ah! ¡Con que de eso se trataban sus entrenamientos! — Volvió a recriminar Milk a la pobre chica — ¡¿Y que más hacen?! ¡Porque no me voy a tragar que sólo se besan! — La voz de Milk subía de tono cada vez más.

Incomodidad, era la única forma de describir esa nueva sensación que los rodeaba.

Pero las fuertes carcajadas del hombre pelinegro sentado en la mesa, llamó la atención de todos los ahí presentes. Tardó unos largos segundos en controlar su risa, se notaba lo divertido que estaba.

— ¿De qué rayos te ríes, Goku?

— ¡Vamos Milk déjalos en paz! — Exclamó mientras limpiaba una pequeña lágrima que se había asomado por la comisura de su ojo derecho.

— ¿Qué diablos dices? ¡Si esta mocosa sólo está sonsacando a nuestro hijo! — Volvió a gritar, esta vez regañando a su esposo.

— ¡Pues tú tienes la culpa! — Volvió a reír divertido por el drama que hacia su mujer. Normalmente no se pondría en contra de ella, sin embargo en esos 7 años en los que estuvo muerto, él había olvidado los límites de explosividad que tenía Milk. De verdad la había extrañado. Ella sólo lo miró con una combinación de enojo y confusión.

Videl y Gohan veían al hombre sin entender del todo lo que sucedía, sólo sabían que era la escena más incómoda que habían vivido y que no sabían cómo librarse de ella. Querían que eso terminara pronto.

— Tú le dijiste a Goten que las personas se besaban porque se querían mucho, pero nunca especificaste que tipo de cariño era ese —. Tan inocente la declaración, que la mujer sintió vergüenza. Así que Milk pareció reconocer al fin su culpa. Esto tranquilizó sobre medida a los dos chicos, los cuales intentaban tranquilizar sus nervios.

— Bueno no importa — Aclaró un poco su voz — ¡Siéntense la comida se enfría! – Dijo al final la mujer de la casa, mientras le daba una última mirada de reproche a la chica, la cual aun se mantenía quieta en su lugar a un lado de Gohan, sin moverse. Aquella niña que había sonsacado a su hijo. Ambos chicos se miraron de nuevo para después asentir en silencio, comenzaron a caminar con timidez hasta por fin tomar lugar en la mesa. Aun avergonzados, irritados, confundidos, con ganas de irse para evitar tan incómoda cena y aún con deseos de que la tierra se los tragara.

— ¡Ven Goten! — El niño asintió en silencio y se sentó a lado de su padre. Estaba enojado, sabía que había cometido un error, pero aun así nadie le explicó bien la situación y ahora se sentía frustrado y culpable por haber metido a su hermano en problemas.

La cena pasó entre miradas evasivas y de enojo. Sin cometarios, nadie dijo una sola palabra más; en efecto, el ambiente seguía tenso. Incluso para Goku era un poco incómodo comer de esa manera, pero igual eso no le impedía disfrutar de la comida ¿Quién como Goku? Al contrario Gohan y Videl comían manteniendo la mirada baja, querían evitar mirarse ya estaban lo suficientemente avergonzados y sonrojados, y al mismo tiempo evitaban ver a la mujer, sentían que en cualquier momento esta volvería a explotar.

—¡Bu… bueno… yo ya me voy! — Dijo la chica una vez vio la oportunidad para escapar. De verdad en ese momento le tenía miedo a la mamá de Gohan. Todos la vieron — Es tarde, mi padre estará preocupado —, rió nerviosa y observó al chico… sin saber qué hacer, sentía la mirada penetrante de Milk sobre ella, no necesitaba mirarla para saberlo, el escalofrió que sentía era suficiente para confirmarlo; comenzó a sudar frío. — A…adiós Gohan, nos vemos en la escuela —. Dijo para después dirigirse rápidamente hasta la puerta, una vez que por fin salió suspiró aliviada, soltando todo el aire que parecía haber estado reteniendo en sus pulmones.

— ¡Qué miedo! — Dijo llevando su mano derecha hasta su pecho, donde notó el palpitar rápido de su corazón. Volvió a respirar aliviada de por fin haber salido de aquel lugar.

Al voltearse y mirar con dirección al riachuelo que cruzaba frente a la casa de los Son, pudo notar a una pequeña figura frente a ella. ¿En qué momento había salido Goten? Bueno, la verdad era que con tanta tensión en el ambiente, seguramente nadie se había percatado de que el niño ya no se encontraba con ellos en la sala, y ahora que ella estaba más tranquila recordó por qué había comenzado toda aquella escena.

— ¿Con que fue por eso qué preguntabas si te quería? — Por fin le hablo Videl, el pequeño niño asintió avergonzado sin querer acercarse a ella.

La ojiazul sonrió. Fue ella quien se acercó y se agachó a su altura, como lo había hecho una hora atrás, acaricio cariñosamente la cabeza del pequeño con su mano derecha, mientras la otra la dejaba reposar sobre sus propias piernas.

— Pero no es con todas las personas, si no con la que quieres más, no puedes estar regalando ese tipo de besos a cualquier persona — Intentó explicarle calmadamente.

— Entonces ¿Soy cualquier persona? — Preguntó triste y cabizbajo.

— Como te dije, ¡Si te quiero y mucho! — Le sonrió con ternura — Pero es diferente como te quiero a ti a como quiero a tu hermano —, continuó mientras se sonrojaba levemente, para después intentar pensar en una solución. — Te diré qué haremos: te daré uno especial sólo para ti, pero no le digas a Gohan ¿Vale? — Lo vio asentir con la cabeza, esta vez mirándola. La chica entonces se acercó y besó la mejilla del pequeño Goten, esté sonrió feliz.

— ¡Gracias! — Y tocándose la mejilla miraba emocionado a la chica.

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— Trunks ¡Viniste! — Dijo feliz el pequeño Son al ver a su amigo aterrizar a las orillas del riachuelo frente a su casa, esa mañana.

— Si, mamá me dio permiso de venir a entrenar contigo y tu papá. Aunque papá se molestó mucho, pero mamá lo convenció no sé con qué porque se lo dijo al oído y no pude escuchar — dijo rápidamente, aun preguntándose qué habría sido eso que convenció a su padre.

— ¡Hay que esperar a papá, está terminando de desayunar! – Pero la voz de Goten lo sacó de sus pensamientos. Su tono era más agudo y eufórico que de costumbre, eso hizo que la curiosidad del pelimorado se hiciera presente.

— Bueno… Oye, Goten… —, lo inspeccionó; el aludido lo vio sin quitar su sonrisa de la cara. – ¡Hoy estas muy feliz! ¿Por qué?-

— ¡Porque Videl me quiere! — Sonrió más ampliamente.

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¡Hey!
Hace mucho tiempo que no pasaba por este fandom, a pesar de que sigo al pendiente de... más ahora que nos cuentan cosas nuevas en Dragón Ball Súper. Pero bueno, aún soy consiente de las historias que tengo aquí, y decidí que era tiempo de darle una nueva revisión a este fic. Y eso es lo que les traje, una versión re-editada -con muy leves variaciones- ; gracias a mi Beta Lauriel por revisar que no se me pasara alguna cacografía pecadora por ahí -como las que tenía de origen- xD

El fic, en su tiempo fue inspirado por un fan art que vi, obvio intente buscarlo pero nada más no di con el, lo que me lleva a la misma situación del fanart que esta en el cover, intenté buscar al autor, pero de la misma manera no encontré nada, así que si alguien sabe favor de decirme, ya saben porque créditos y eso.

De nuevo, espero les haya gustado, y a los que son nuevos leyendo esta historia, tienen premio por leer el comentario final de la autora. Continúen leyendo, que hay escena final, como en las pelis~


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Trunks lo vio extrañado, no entendía porque eso debía traerle tanta felicidad a su amigo, pero igual entendía que la familia del niño de por si era extraña, así que decidió ignorarlo por el momento, igual después Goten terminaría contándole bien lo que había pasado.

— ¿Gohan? — El niño mayor vio al chico salir a hurtadillas de la parte trasera de su casa, agachándose lo suficiente para no ser visto por las ventanas laterales de la construcción. El chico al verse descubierto por el niño, sólo le hizo una seña de silencio llevando su dedo índice hasta su boca. — ¿Qué pasa? ¿Por qué te escapas? — esta vez habló en un susurro.

Gohan volvió a hacerle una seña para que ambos niños no dijeran nada y comenzó a alejarse del lugar lo más silencioso que podía.

— ¡GOHAN! — La puerta principal fue azotada por una muy enojada Milk. El pobre chico cayó al suelo por la impresión, se quedó ahí sin querer levantarse. Ya se había creído libre. — ¿A dónde crees que vas? — El chico escuchó de nuevo a su madre gritar, y entonces sudó frío. — ¡Tú y yo tenemos que hablar muy seriamente!

— ¡Pero… pero… mamá! — Se quejó mientras se levantaba pesadamente del suelo. Aún quería defenderse…

— ¡Nada de peros, debo evitar tener nietos antes de tiempo! — Gohan sólo llevó sus manos a su rostro, en un gesto de desesperación.

— Es mejor que le hagas caso a tu madre hijo, antes de que se enoje más — Esta vez fue Goku quien habló mientras salía de la casa. El chico asintió; ¿Por qué le pasaban esas cosas si él era tan bueno? Se preguntaba mentalmente, observando hacía el azulado cielo, resignado a escuchar a su madre. Comenzó a caminar sin ánimos.

— ¡Go… gohan! — Lo llamó su pequeño hermano tomándolo del brazo para que este lo viera.

— ¿Qué pasa Goten? — Lo vio extrañado, su pequeño hermano tenía la cabeza baja, y se le veía apenado. El mayor se dio vuelta para poder verlo mejor.

— Perdóname Gohan, te metí en problemas con mamá —, le dijo triste.

Y es que la noche anterior después de que Videl se fuera, y que Milk se aseguró de que él menor ya estuviese dormido, Goten pudo escuchar que su padre le hablaba a Gohan algo acerca de las mujeres. Pero después escuchó que este decía que se comían como la comida… El niño pensó entonces que su padre siempre tenía hambre. También escuchó un consejo acerca de nunca tirarlas de la cama ni dormida ni despierta… bueno era obvio a nadie le gusta que lo tiren de la cama mientras duerme… pero ¿despierta? ¿Por qué dejaría que lo tiraran de la cama mientras esta despierta?… es decir, esta despierta puede defenderse, ¿No?

Después de eso escuchó como su mamá le reclamaba a Goku que no sabía ni de lo que hablaba y mando a dormir a Gohan diciéndole que ella hablaría con él por la mañana. Así que definitivamente había metido a su hermano en serios problemas con su madre.

— No te preocupes Goten —, le respondió animadamente mientras revolvía los negros cabellos del menor con su mano — Esto tarde o temprano iba a pasar… — Goten lo vio confundido, ¿Por qué?

— ¡GOHAN! — Otra vez se escuchó el grito de Milk, el cual espantó a ambos Son.

— Aunque hubiera preferido que hubiese sido más tarde que temprano — Se dijo Gohan a sí mismo suspirando.

— ¡GOHAN! — Gritó de nuevo Milk, esta vez totalmente exasperada.

— ¡Ya voy mamá! — Dijo pesadamente mientras rodaba los ojos.

— ¡Bueno niños nosotros también nos vamos! — Dijo Goku, y ambos niños asintieron.

Trunks por su parte estaba incrédulo, no entendía que había pasado, pero ahora definitivamente quería saber.

— ¡Oye Goten cuéntame que paso ayer! — Le pidió con curiosidad a su amigo mientras volaban. Lo peor del asunto es que ni Goten había entendido porque su madre había hecho un escándalo tan grande por aquello.

De verdad los adultos eran extraños.

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Lady~